Es una campaña internacional que se inicia para denunciar ante el mundo la contaminación ambiental en La Oroya. Y esta poluciçon tiene un responsable: Ira Rennert.
Ira Rennert es un industrial americano multimillonario con un largo y documentado historial de severos abusos ambientales en los Estados Unidos. Las agencias del estado lo han llamado el "peor contaminador privado” de América. Ahora Ira está haciendo lo mismo en el Perú. En 1997 Ira creó la compañía Doe Run Perú cuando compró la fundición minera en La Oroya por un precio base regateado con la condición de que reduzca drásticamente las emisiones tóxicas. Pero no lo ha hecho. Es tan malo que por segundo año consecutivo La Oroya ha llegado a la lista de los diez primeros, junto a Chernóbil, como uno de los lugares peores contaminados del mundo. Las 2.000.000 libras de contaminación por día atrapadas en los estrechos cañones crean literalmente cámaras de gas para la población de La Oroya causando daño cerebral irreversible, cáncer, e incluso la muerte...
La contaminación es tan desenfrenada que más del 99% de los 12.000 niños que viven en La Oroya, tienen la sangre envenenada con plomo. Diez años han pasado y Ira Rennert aún no cumple sus promesas ambientales. Durante este mismo período, sus compañías han “drenado” más de 100 millones de dólares en “honorarios”. Algunos de estos millones, fueron utilizados por Ira para construir su casa, un palacio majestuoso con 29 dormitorios y 39 baños, siendo considerada una de las casas más grandes y lujosas del mundo. Durante todo este tiempo, nadie ha llegado a comprender por qué el gobierno peruano no ha ejecutado medidas más radicales que puedan frenar esta situación. Quizás tengan temor de impugnar a Ira Rennert y a Doe Run Perú, y pensar que con esto se puedan asustar las inversiones extranjeras. Sin embargo, esta inacción refuerza la impunidad y da luz verde a que las corporaciones internacionales, piensen que en el Perú el respeto al medio ambiente y a la salud de sus pobladores, es parte de una broma. Una de las principales responsabilidades de cualquier gobierno es proteger la salud de sus ciudadanos. ESTÁ EN TUS MANOS EL AYUDARNOS A DETENER A IRA Y A CONVENCER AL GOBIERNO PERUANO A QUE DEBE FRENAR LA CONTAMINACIÓN DE LA OROYA. ¡SALVEMOS LA OROYA! Ingrese a la página web oficial: Salvemos La Oroya Videos de la contaminación en La Oroya
ELviernes 16 de mayo finalizó, en la ciudad alemana de Bonn, la Conferencia sobre Bio Seguridad, que si bien es enunciado de buenas intenciones sienta las bases para que en el futuro los países que por algún motivo se hayan visto dañados por organismos transgénicos puedan pedir compensaciones a los consorcios productores.
Pero espeluznante recién viene: Perú, Praguay y Japón estan en contra de esta medida. Leer para creer:
El eurodiputado David Hammerstein en su blog nos ofrece una visión de la Conferencia de Bio Seguridad de Bonn:
"Las conclusiones de esta maratón de la ONU se han quedado en papel mojado. A pesar del reconocimiento de la preservación de la biodiversidad como una necesidad planetaria, la tensión reinante en las negociaciones muestra el juego político en el que se ha convertido la cumbre sobre la biodiversidad, en la que los numerosos países priorizan sus intereses a los del interés mundial.
Acogemos positivamente el rechazo de la fertilización de océanos en las conclusiones. En cambio, el acceso y reparto de beneficios, cuestión esperada para preservar la biodiversidad y luchar contra la biopirateria, deberá esperar a otro proceso de negociación.
Decepcionante también la propuesta sobre árboles genéticamente modificados, que no han sido prohibidos. Además la reunión finalizó sin moratoria para los agrocombustibles, quedando además sin determinar los estándares. Esta posición deja a cada país su propia interpretación de la sostenibilidad y la puerta abierta a la cultura del agrocombustible.
La Unión Europea ha jugado un papel importante en las decisiones pero le ha faltado ambición y propuestas audaces e innovadoras.
Y una vez más, ningún aumento presupuestario para invertir en biodiversidad a nivel mundial. El presupuesto fue boicoteado por Japón país anfitrión de la próxima COP 10."
El economista David Rivera del Águila escribió así en El Comercio (diario de Perú), refiriéndose a los transgénicos:
El Perú no es un basurero. Una frase que el ministro del Ambiente Antonio Brack ha usado bastante en el corto tiempo que lleva en el cargo. Lamentablemente tiene un colega que sí cree que lo somos. Hace un par de semanas sucedió un hecho inaudito que no ha recibido la atención debida. En una reunión internacional de la ONU para fijar una posición sobre los productos transgénicos, se iba a votar un acuerdo para que, ante la imposibilidad científica de determinar los perjuicios del uso de estos, las empresas asuman el costo de cualquier impacto negativo. ¿Sabe quién se opuso? El Perú y Paraguay (al final se sumó Japón). En la Cancillería están furiosos, pues este cambio de posición fue llevado por el representante del ministro de Agricultura Ismael Benavides, el señor Alex Grossman. Le preguntamos a Benavides las razones de esta posición y nos respondió que no estaba al tanto de los detalles. Ministro Benavides, si es cierto que no conoce los detalles de un tema tan importante, ¿no cree que tiene que irse a su casa? Y si lo sabía pero le da temor explicarlo, algo huele mal. ¿A qué empresas estaba protegiendo el señor Grossman? ¿Hay alguna empresa peruana importante en el rubro? ¿Quién es el señor Alex Grossman? El tema merece una investigación del Congreso.
Jaime Delgado Zegarra de ASPEC, en el diario La República de Perú, también pone el punto sobre las ies:
En Alemania se llevó a cabo una reunión internacional oficial en la que los gobiernos del mundo discutieron un documento preparado durante muchos años para determinar las responsabilidades que podrían generarse como consecuencia del ingreso de semillas y productos transgénicos, es decir, aquellos que han sido modificados genéticamente.
La mayoría de países del mundo coincidió en la necesidad de aprobar este documento, en aras de prevenir las posibles consecuencias que puedan generar estos productos en el mercado, tanto su impacto en los consumidores como en la agricultura. Oh sorpresa, los representantes peruanos, que no sabemos si representaban al Estado peruano o a alguna empresa en particular, se opusieron duramente a esta propuesta...
Y unos parráfos después, el representante de ASPEC, añade:
Cuando cada 5 años elegimos a nuestras autoridades no les estamos dando un cheque en blanco para que hagan lo que les venga en gana, ni que respondan a intereses particulares, los elegimos para que nos representen apropiadamente y pensando en los intereses generales, colectivos y supremos de la Nación. No se puede admitir que en nombre del Estado peruano –que somos todos nosotros– se asuman posiciones interesadas y sospechosas a favor de algunas empresas.
Resulta evidente que nuestro gobierno está postrado ante las multinacionales que comercian con los transgénicos. Aquí les dejo, como muestra, dos botones, que hemos extraido del Utero de Marita.
La primera noticia: Niños del Perú fueron alimentados con proteínas transgénicas, y no informaron a los padres. Gasta ahora este escándalo que dó en la nada, ahí tienen el enlace:
Bonus: La lucha de Pablo Fajardo en el Ecuador En un mundo signado por la globalización y el neoliberalismo (traducción: Imperialismo) las industrias y multinacionales en su afán desmedido y demencial de lucro no dudan en envenenar el planeta y destruir la vida. De esta manera las grandes corporaciones degradan el medio ambiente ante la pasividad de la ONU que, supuestamente, debería velar por la seguridad del Planeta. Si no condenan la guerra del Golfo II, los ataques a Islamabad, la disctadura de Birmania y la licencia para matar en el Perú... mmmmm, menos podrán contra las multinacionales, pues son estos emporios económicos los que detentan el auténtico poder. Pero, para dorar la pildorita, la ONU, en 1972, declara que se debería de celebrar el día del Medio Ambiente todos los días cinco de junio. Así con bicleteadas, pancartas escolares y algunos conciertos de rock se lograría sensibilizar a las grandes corporaciones a envenenar menos el planeta. No creemos en ese camino. Pero se puede aprovechar el día para hacer generar investigaciones (y difundirlas) en nuestro medio, formular denuncias valientes y ejecutar acciones organizadas para lograr ambientes naturales y sociales más limpios, más humanos. Aunque, obviamente, estas luchas no deberían de circunscribirse a un sólo día. Aquí les dejo una presentación con los mamíferos, aves y reptiles peruanos que se encuentran en peligros de extinción. Y es bien oco lo que el gobierno peruano hace por la Vida, ya que sus ocupaciones son regalar nuestros recursos naturales al primer mundo y facilitar el ingreso de militares norteamericanos a nuestro suelo. Pero al final hay una señal de esperanza: el caso de las selvas de Ecuador. Durante más de tres décadas la TEXACO (CHEVRON) envenenó y destruyó la amazonía ecuatoriana para poder robar el oro negro al pueblo de Ecuador. Ahora, gracias a la acción valiente del abogado Pablo Fajardo, y del Frente de la Defensa de la Amazonía del Ecuador, las comunidades afectadas están a punto de ganarle un juicio a la TEXACO. Es reconfortante saber que aun existen personas con principios, y que tienen un accionar de acuerdo a ellos.
Nuestro amigo, el planeta "Adicional", pasó inadvertido durante miles de años. Y cuando se le ubicaba se le confundía con una estrella o un cometa. Y hasta el mismísimo astrónomo Herschel creía que era un cometa. Conozca cómo se llegó a descubrir este nuevo planeta. Y sepá por que a este planeta casi le ponene el nombre de Jorge III, soberano de Inglaterra.
Desde tiempos antiguos se tiene la creencia de que el número siete era un número especial. Esto deriva de que eran siete los cuerpos celestes que podían, y pueden ver, a simple vista, estos son: la Luna, el Sol, Mercurio, Venus, Marte, Jupiter y Saturno. Ya los antiguos sumerios habían observado estos siete cuerpos. Los llamaron planetas, palvra que significa "vagabundos", ya que siguen trayectorias (vagan) en el espacio.
Desde aquel entonces se introduce fuertemente la idea de que siete era el número mágico y de esta manera deberían de haber siete colores, siete notas musicales, siete pecados y siete virtudes. Era inconcebible que existiera otro cuerpo celeste: ¡se rompería de la armonía del Universo!
Hoy en día nosotros sabemos que existen más cuerpos celestes, pero romper esta idea en la mentalidad de las personas fue un duro ejercicio. Conozcamos esta fascinante historia:
ECUADOR: Abogado arrincona a la TEXACO. TEXACO pagará 10 000 millones de euros por daños al medio ambiente. Abogado está a menazado de muerte.
Cifras escalofriantes: El 30% de la selva ecuatoriana, unos 5.000 kilómetros cuadrados, está contaminada por el petróleo derramado por Texaco. Los 300 pozos abiertos generan 20 millones de litros diarios de desechos tóxicos que son derramados sin tratamiento previo en 1.000 charcas a cielo abierto. Se filtra por la tierra y con la lluvia llega a los ríos y contamina los acuíferos. Cada día se queman en gigantescos mecheros junto a los pozos 50 millones de metros cúbicos de gas sin control ambiental, provocando una lluvia ácida. La mortalidad en la Amazonia ecuatoriana es el doble de la nacional. Tienen el triple de casos de infecciones en la piel y el doble de anemias, micosis, desnutrición y tuberculosis. La incidencia del cáncer es seis veces mayor. Hay documentadas más de 500 muertes relacionadas directamente con esta contaminación.
Se crió en una chabola y logró sacar la carrera de Derecho. Pablo Fajardo, ecuatoriano de 36 años, ha arrinconado a la gran Chevron (antes Texaco). La petrolera tendrá que pagar 10.000 millones de euros por daños al medio ambiente y a la población en la selva amazónica. Es la mayor indemnización de este tipo jamás pagada. El joven abogado recibe a Magazine en la recóndita población de Lago Agrio. Está amenazado de muerte. Para ser un héroe no hace falta parecerlo. Ni el Quijote que se enfrentó a los molinos, ni el David que derribó a Goliat, ni el Gandhi que se encaró a los británicos aspiraban a ello. Pero lo fueron. En la selva amazónica, donde sobrevivir ya es una heroicidad, los gigantes tienen forma de pozos de petróleo, los Goliats se mueven con guardaespaldas y los imperios nacen y mueren a golpe del oro negro. Miren la cara del hombre de la foto de arriba, a la derecha: fino, aparentemente frágil y muy emocional. Aunque no lo parezca se ha convertido en uno de los mayores héroes ecológicos del mundo. No olviden su nombre: se llama Pablo Fajardo, tiene 36 años, es abogado y está a punto de ganar el mayor juicio medioambiental de la Historia a los gigantes petroleros venidos del norte. Fajardo es el representante legal del Frente para la Defensa de la Amazonia, FEDAM, organización que agrupa a los 30.000 afectados por la contaminación provocada durante 40 años por la multinacional norteamericana Texaco (hoy Chevron) en la selva ecuatoriana. En este tiempo, la petrolera perforó 300 pozos en una zona virgen para extraer el crudo sin ningún miramiento ecológico. Medio millón de barriles fueron derramados sin pudor sobre 5.000 kilómetros cuadrados de floresta, causando la más grande catástrofe medioambiental del planeta tras el accidente de Chernóbil. Las consecuencias son terribles. No sólo la tierra y el agua están contaminados. También las personas. Los casos de cáncer, las malformaciones en los niños, extrañas alergias y las terribles epidemias que matan al ganado se multiplican por toda la región. El impacto visual es enorme. La selva huele como una gasolinera, está atravesada por una intrincada red de oleoductos y las llamas de los gigantescos mecheros que queman el gas que acompaña a las bolsas de petróleo convierten en ácida la lluvia que debería regenerar la selva. En 1993, el FEDAM denunció a la multinacional por ello y, contra pronóstico, tres lustros después están a punto de ganar la batalla legal. Una compañía independiente acaba de cuantificar los daños que Texaco siempre ha negado en 16.000 millones de dólares (alrededor de 11.000 millones de euros). La mayor cifra económica de la Historia en un juicio civil. Es el precio por limpiar la selva de petróleo y de las indemnizaciones a las víctimas de la contaminación. Un tribunal ecuatoriano dictará sentencia este verano contra la petrolera, lo que supondrá un antes y un después en la lucha global contra el cambio climático. Y Fajardo, nuestro héroe, acarrea buena culpa. El escenario de esta lucha es Lago Agrio, la ciudad más oriental de Ecuador levantada hace menos de medio siglo junto a la frontera colombiana a rebufo del descubrimiento del petróleo. Hace medio siglo aquí no había más que selva virgen y tribus indias vagando en su particular paraíso. Dicen que los primeros en llegar fueron los presidiarios que el Gobierno ecuatoriano soltaba a su suerte en barcos viejos por el río Aguarico traídos para vaciar las cárceles. Los supervivientes se instalaban en un canto de selva, raptaban mujeres indias e iniciaban una nueva vida. Cuando Texaco abrió allí su primer pozo de petróleo, el 29 de marzo de 1967, nadie se imaginaba la hecatombe que se avecinaba. Aquel día la selva perdió su virginidad para siempre. Pablo Fajardo llegó aquí dos décadas más tarde, a los 14 años, junto a su docena de hermanos y sus padres, campesinos de la lejana provincia costera de Manabí. Huían de la sequía, la pobreza, el hambre, la desolación. El descubrimiento del yana curi, (oro negro en quechua) y la presunta prosperidad que había llevado a la otrora inhóspita selva amazónica, les ofrecía la oportunidad de empezar de nuevo como inmigrantes. Se instalaron en un barrio de chabolas a las afueras de un pequeño pueblo, Shushufindi, que creció a las puertas de uno de los campos petroleros más grandes de Texaco. Un lugar inmundo, con más burdeles que escuelas, pistoleros en los bares y mucha violencia, donde el narcotráfico es la única alternativa al pujante petróleo. Era la época en que los norteamericanos llegaban por oleadas en helicóptero y jugaban al tenis dentro de su campamento base, con un cartel a la entrada que ponía "Bienvenidos a Houston", mientras el resto de la población sobrevivía sin luz eléctrica. Bautizaron el lugar como Lago Agrio en recuerdo del poblado texano, Sour Lake, donde nació la compañía norteamericana en 1902. Hasta hace poco, y antes de asfaltarlas, las calles de arena eran regadas con agua empetrolada para evitar que se levantase demasiado polvo. Los días de calor los zapatos se quedaban pegados al suelo. Una vez más, el petróleo inmovilizaba a la gente en su propia miseria.