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1 de noviembre de 2012

¿Cómo soportan la presión los peces abisales?



Es cosa sabida que cuánto más se sumerge un submarinista, cuanta más profundidad alcanza, mayor es la presión que siente sobre su cuerpo.

Si la presión del aire a nivel de mar se toma como unidad, es decir, la llamamos una atmósfera; cada 10 metros que el submarinista se sumerja, la presión hidrostática aumentará una atmósfera. Por ejemplo, si desciende a una profundidad de 30 m estará sometido a una presión de 4 atmósferas.

A grandes profundidades los pulmones se comprimen y se reduce su volumen. Y si los pulmones han llegado a su mínimo y ya no se pueden comprimir más, la sangre sale de los vasos sanguíneos e inunda los pulmones formando un edema.

En fin, que si sigue bajando más la palma.

Pero más allá de los 1000 m de profundidad, mas allá de los 2000m (con una presión de más de 200 atmósferas) y hasta los 6000 m, nos encontramos con unos peces llamados abisales, por ser así llamada la franja de profundidad oceánica que ocupan.

Pero ellos no mueren aplastados, obviamente están adaptados a su entorno. Pero… ¿cómo?

La mayoría de peces abisales son pequeños para ofrecer poca superficie corporal y poseen cuerpos blandos y huesos (espinas) pequeños. Y no tienen oquedades que se puedan rellenas con ningún tipo de gas, como podría ser el caso de una vejiga natatoria.

En realidad sus tejidos están repletos de grandes cantidades de agua a la misma presión que la del entorno. 

Por eso, por esa igualdad de presión interior/exterior, no mueren aplastados.

Nota sabionda: Otra característica definitoria de estos peces es que generan su propia luz. Este fenomeno llamado bioluminiscencia lo consigen gracias a colonias de bacterias que desprenden luminosidad.

Nota sabionda: Los peces dragón pueden generar luz roja y luz azul. La luz azul la utilizan para atraer a sus víctimas y la luz roja, que solo puede ser vista por los de su especie, la utilizan para rastrear presas sin miedo a ser detectados por sus depredadores.

Fuente:

Un ceviche para salvar los arrecifes

CEVICHE DE PEZ LEÓN

  • 400 gr de filete de pez león sin piel cortado en cubitos de 2 cm
  • 50 gr de mango cortado en cubos de 1 cm
  • 50 gr de pepino cortado en cubos de 1 cm
  • 50 gr de piña cortada en cubos de 1 cm
  • 25 gr de concasse de tomate
  • 250 ml de leche de coco
  • Jugo de limón al gusto
  • Ají rojo picado fino al gusto
  • Unas hojitas de cilantro y perejil picadas finamente
  • Sal y azúcar al gusto
Mezclar la leche de coco con el jugo de limón y sazonar con sal y azúcar. Agregar el resto de los ingredientes y servir en copas de martini inmediatamente.

Receta: cortesía de Jorge Rausch, chef ejecutivo restaurante Criterión



Pez león

El pez león es considerado una amenaza para el ecosistema.

Los corales del caribe colombiano están bajo amenaza y Jorge Rausch quiere ayudar a salvarlos con un poco de jugo de limón, leche de coco, pepino, piña, mango y ají.

Y es que esos son algunos de los ingredientes empleados en la preparación de su ceviche de pez león (Pterois volitans), especie avistada por primera vez en el archipiélago de San Andrés y Providencia en 2008 y ahora presente en casi todo el caribe colombiano. 

"El pez león es un depredador activo que se come a los juveniles tanto de peces como de crustáceos, lo que lo convierte en una amenaza de gran impacto para el ecosistema y contra la seguridad alimentaria", le dijo a BBC Mundo Andrea Polanco, del Instituto Colombiano de Investigaciones Marinas y Costeras, INVEMAR.

"Y el problema es grave porque es una especie invasora, nativa de los océanos Índico y Pacífico, y aquí no tiene un depredador real que la consuma", explicó Polanco.
Para compensar esa carencia, sin embargo, siempre se puede contar con la vocación depredadora de los humanos.

Y ahí es donde entra en escena Jorge Rausch, uno de los más reconocidos chefs colombianos.

"Yo no soy el primero que piensa en comerse el pez león. Hay ciertas islas del Caribe, en las Bahamas, en Bonaire, donde ya hay iniciativas para pescar y comerse el pez león (como forma de control)", le dijo Rausch a BBC Mundo.

"Pero la gracia es que yo estoy en el punto donde puedo hablar, puedo escribir y la gente me escucha. Y ahí es donde yo puedo ayudar", explicó el cofundador del restaurante bogotano Criterión, dos veces ganador del Five Star Diamond Award.

Ceviche y a la plancha 
 Rausch preparó por primera vez pez león para una reunión de la justa directiva de la organización ambientalista Conservation International celebrada en Cartagena en marzo de este año, a la que asistió también el presidente Juan Manuel Santos.

"Y me di cuenta que ahí había algo que se podía explotar. No para mí, sino para ayudar. Por lo que me he puesto la meta de enterar a la gente de la problemática, que la gente sepa de qué se trata y que se puede hacer algo", explicó.

Ahora el ceviche de pez león ya forma parte de la oferta gastronómica de Criterión.

Y en el restaurante bogotano también es posible degustar este pescado preparado a la plancha, aunque la falta de una adecuada cadena de distribución aún no ha permitido la inclusión definitiva en el menú de ambos platos.

Rausch, sin embargo, es un gran entusiasta.

"Es un pez con cualidades gastronómicas distintas, muy chéveres. Tiene una carne muy blanca y un gusto yodado que le da un toque a mar, que es una cualidad gastronómica que no tienen muchos productos", le explicó a BBC Mundo.

"Y la idea no es que sea un elemento exótico en mi carta nada más. La idea es que todo el mundo, todos los restaurantes empiecen a venderlo y llegue a los supermercados si es posible".

De prosperar, la iniciativa podría ayudar a controlar la expansión de esta especie invasora.

Y al mismo tiempo podría convertirse en una nueva fuente de ingreso para los pescadores artesanales del caribe colombiano, pues al tratarse de un pez de arrecife no se lo puede pescar a gran escala.

Gastronomía ecológica

Por lo pronto, y como parte de la batalla contra el pez león, ya son varias las localidades del caribe colombiano las que han organizado, o se aprestan a organizar, festivales de pesca y educación gastronómica alrededor de la especie invasora.

Chef Jorge Rausch en la cocina del restaurante Criterión

Rausch quiere apostar por una gastronomía responsable con el medioo ambiente y las comunidades.

Y es que las espinas venenosas del Pterois volitans habían llevado a muchos a creer que el pez león no podía comerse.

"Si las espinas tanto de la parte dorsal como de la parte ventral del pez entran en contacto con la piel (humana) pueden ser irritantes", le explicó a BBC Mundo Andrea Polanco, de INVEMAR.
"Pero la carne no tiene ningún problema. De hecho, las comunidades ya lo están consumiendo, los pescadores lo están sacando y se lo están comiendo. Es carne buena, tiene un buen filete", añadió.

Y para Rausch, quien ya ha compartido sus experiencias con el pez león con otros chefs de la región gracias a eventos como Madrid Fusión México y Panamá Gastronómica, su consumo puede ayudar a la popularización de una cocina cada vez más comprometida con su entorno, que se beneficie a su vez de ese compromiso.

"Esto es solo el principio para hacer una gastronomía ecológica, una gastronomía que sea responsable con el medio ambiente y con las comunidades", le dijo el chef a BBC Mundo.

"Por ejemplo, hay varios pescados que se están extinguiendo, que están en peligro de extinción. Pero nuestros mares son muy ricos y hay un pocotón de especies que nadie conoce".

"Hay que dejar descansar a unas y empezar con otras. Esto enriquece la gastronomía, porque son cosas distintas, esto ayuda al medio ambiente y, si se apuesta por un comercio más justo, también ayuda a los pescadores artesanales", completó.

Fuente:

BBC Ciencia

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18 de octubre de 2012

¿Los peces beben agua?


A juzgar por el famoso villancico… “pero mira cómo beben los peces en el rio… beben y beben y vuelven a beber…” se diría que sí.

Pero, amigos y amigas, curiosos y curiosas, los peces del río no beben. En el sentido más amplio: no beben ni agua. Otra cosa son los peces marinos; ésos sí que beben agua.

¿Y a qué obedece la diferencia?

Los peces marinos viven en un medio hiperosmótico, un medio que tiene una mayor concentración de sales que el propio cuerpo del pez. Como el agua siempre fluye, por ósmosis, de las concentraciones menos salinas a la más salinas, el cuerpo del pez pierde agua y sufre una progresiva deshidratación.

Así que se ve obligado a beber agua con el fin de separar de la solución salina el agua pura que les permita satisfacer sus necesidades metabólicas.

Pero al pez de agua dulce le sucede lo contrario. Su concentración salina es superior a la del medio y por ello deben eliminar el agua dulce que contínuamente ingresa en sus cuerpos. Y, por supuesto, no necesitan beber, puesto que agua dulce les sobra.

Resumiendo: ¿los peces beben agua? Los de agua salada, sí. Los de agua dulce, no.

Nota sabionda: Los peces de algua dulce toman a través de las branquias las pocas sales presentes en el agua que les rodea. Los peces marino excretan el exceso de sal a través de las branquias y de algunas glándulas rectales.

Fuente:

1 de octubre de 2012

Peces más pequeños "debido al cambio climático"

Gráfico mostrando las reducciones proyectadas por William Cheung y sus colegas en el tamaño de algunas especies

El aumento de temperatura oceánica podría llevar a una reducción de entre 14% y 24% en el tamaño de algunas especies, según el nuevo estudio.

El tamaño de los peces podría reducirse hasta en un 24% debido al calentamiento global, según un nuevo estudio. 

Investigadores de la Universidad de British Columbia, en Canadá, usaron modelos computarizados para predecir el impacto del aumento de temperatura en más de 600 especies de peces entre 2001 y 2050.

El incremento de temperatura puede reducir el nivel de oxígeno disponible en el agua, lo que a su vez afectará el crecimiento de los peces, según el Dr. William Cheung, autor principal del estudio, y sus colegas. 

Los científicos señalan que la falta de medidas para reducir las emisiones de gases de invernadero tendrá un impacto en los ecosistemas marinos mayor de lo que se pensaba.
Investigaciones anteriores ya habían indicado que el cambio en las temperaturas oceánicas influirá en la distribución y capacidad reproductiva de muchas especies. El nuevo estudio afirma que también el tamaño de los peces será severamente afectado.

Los científicos diseñaron un modelo para analizar el impacto de niveles de oxígeno menores en los peces. Para ello se basaron en uno de los escenarios posibles de altos niveles de emisiones de CO2 proyectados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

Metabolismo

Pez

El ritmo del metabolismo de los peces aumentará con el incremento de temperatura, según Cheung y sus colegas. Foto: SPL

Si bien los datos del IPCC prevén variaciones pequeñas de temperatura en el fondo de los océanos, el impacto de estos cambios en el tamaño corporal de los peces es "inesperadamente grande", según el estudio.

A medida que aumente la temperatura oceánica también se incrementará la temperatura corporal de los peces. Y uno de los factores clave a tener en cuenta, según el Dr. Cheung, es el nivel de oxígeno.

"El aumento de temperatura incrementará el ritmo del metabolismo de los peces", le dijo Cheung a la BBC.

"Y esto llevará a un aumento en los requerimientos de oxígeno. Los peces no tendrán suficiente oxígeno para llegar a los tamaños actuales".

Cheung y sus colegas también usaron el modelo para predecir los movimientos de diferentes especies de peces. Los investigadores creen que muchas poblaciones se desplazarán hacia los polos a un ritmo de hasta 36 km por década.

"Esperamos ver más especies de aguas tropicales en el Mar del Norte en el futuro", dijo Cheung.

Modelo conservador

Considerando los desplazamientos y el impacto fisiológico de los cambios de temperatura, los científicos concluyeron que el tamaño de los peces podría disminuir entre un 14% y un 24%, con las mayores variaciones en los océanos Índico y Atlántico.

Pesca

El calentamiento global podría impactar negativamente la industria pesquera, según el estudio. Foto: SPL

Pero el impacto en la realidad puede ser aún mayor de lo que proyecta el modelo.

Cheung y sus colegas estudiaron especialmente el caso de dos especies, el bacalao común o bacalao del Atlántico (Gadus morhua) y el eglefino (Melanogrammus aeglefinus). Los registros actuales sobre estas especies ya muestran reducciones en tamaño corporal mayores de las que predice el modelo.
Otros científicos concuerdan en que el aumento de temperatura en las aguas oceánicas tendrá un impacto amplio.

Alan Baudron, investigador de la Universidad de Aberdeen en Escocia, ha venido estudiando los cambios en el crecimiento del eglefino en el Mar del Norte.

Baudron cree que las variaciones de temperatura podrían afectar negativamente tanto los volúmenes de captura de la industria pesquera como la capacidad reproductiva de los peces.

Bacalao del Atlántico

Las reducciones en algunas especies como el bacalao del Atlántico ya son mayores de lo que predice el modelo.

"Los individuos de menor tamaño producen menos huevos, que además son más pequeños. Esto podría afectar el potencial reproductivo de algunas poblaciones y su capacidad de respuesta a otros factores como la sobrepesca y la contaminación", dijo Baudron.

Los autores del nuevo estudio apuntan a factores limitantes en su trabajo, como los niveles de incertidumbre en las predicciones sobre clima y temperatura oceánica. De acuerdo a Cheung, se requieren nuevos estudios.

"Nuestro trabajo muestra que el cambio climático puede llevar a una reducción sustancial en el peso corporal máximo de los peces. Debemos investigar con mayor profundidad las posibles respuestas biológicas antes estos cambios".

El estudio fue publicado en la revista científica Nature Climate Change

Fuente:

BBC Ciencia

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26 de septiembre de 2012

Una mutación genética favoreció la expansión del 'Homo sapiens' en África

La variante habría permitido a los hombres primitivos en África convertir ácidos grasos de plantas en compuestos necesarios para aumentar el tamaño cerebral.


Tres equipos científicos estadounidenses que han analizado patrones de variación genética en diferentes poblaciones han dado con una mutación, que debió producirse hace más de 85.000 años, y que permitiría a los Homo sapiens del centro de África migrar por todo el continente. La mutación está en un grupo de genes del cromosoma 11 implicados en al conversión de ácidos grasos poliinsaturados de origen vegetal en ácidos poliinsaturados necesarios para aumentar el tamaño del cerebro, su complejidad y sus funciones, según explican los investigadores, que logran así asociar la base genética con la llamada gran expansión africana del Homo sapiens.

Diversas investigaciones genéticas y arqueológicas apuntan hacia el origen del H.sapiens hace unos 180.000 años, pero permanecerían confinados unos 100.000 años en una zona con abundantes lagos en el centro de África, según explican los investigadores del Centro Médico Wake Forest Baptist que forman uno de los tres equipos de la investigación, presentada en la revista Plos One y liderada por Joshua M. Akey (Universidad de Washington). Su hipótesis es que este confinamiento territorial se debió, al menos en parte, a que los humanos primitivos necesitaban, para alimentar sus funciones cerebrales, un ácido graso específico (DHA) que contienen los peces. Y en la región centroafricana habría agua y, por tanto, fuentes de alimentos con DHA.

“Ha habido un considerable debate acerca de cómo los humanos primitivos lograban obtener el suficiente DHA necesario para mantener su tamaño cerebral y su complejidad”, comenta Floyd Chilton, uno de los autores de la investigación, en un comunicado de Wake Forest. “Es sorprendente que hayamos descubierto la región de la variación genética que debió surgir aproximadamente al tiempo que aquellos hombres primitivos salieron de esa región africana central en lo que se ha llamado la gran expansión”, añade.

Con la variación genética los humanos podían alejarse de las zonas con agua y los productos alimenticios necesarios que en ella obtendrían. Y a partir de ese momento, según muestran los resultados expuestos en Plos One, se produjo una intensa presión selectiva en la población y rápidamente se difundió la mutación por todo el continente africano.

La capacidad de conversión de ácidos grasos de origen vegetal en alimento del cerebro significaría que los primeros humanos ya no dependían de una única fuente, el pescado, y eso era importante porque cuando aparece esta mutación aún no existía la caza y pesca organizada que pudiera mejorar el suministro de esos ácidos grasos, recuerda Akey.

Los investigadores han analizado los genomas de poco más de mil individuos de 15 poblaciones humanas diferentes que formaban parte del proyecto Genoma Humano más otros tantos de 52 poblaciones de la base de datos Diversidad del Genoma Humano. Los científicos de Wake Forest se han ocupado de los estudios de bioquímica de los ácidos grasos, los de la Universidad de Washington han hecho la genética de poblaciones y otro equipo, de la Universidad John Hopkins, se ha ocupado de la genética estadística.

Fuente:

El País Ciencia

4 de septiembre de 2012

El SOS de las truchas

Un ejemplar de trucha. | Robeposse
Un ejemplar de trucha. | Robeposse
A finales de siglo la trucha se habrá extinguido en la Península Ibérica. A esa conclusión ha llegado un estudio a esta especie ('Salmo Trutta') de la Universidad Complutense de Madrid. Las causas son las mismas que amenazan otras tantas especies: el calentamiento global, la contaminación, la extracción de agua para regar los cultivos y la sobrepesca.

El principal motivo de esta amenaza para la trucha es el aumento global de las temperaturas, que afecta especialmente a la familia de los salmónidos, muy sensibles a las alteraciones de temperatura al necesitar de aguas claras y frescas para vivir.

El estudio, publicado en la revista 'Global Change Biology', advierte también de la sensibilidad del hábitat a los cambios del entorno. Este se habrá reducido a la mitad en 2040 y antes de 2100 habrán desaparecido y con él, las poblaciones de trucha.

Los científicos analizaron el registro de temperatura de Navarra entre 1975 y 2007, y mediante un modelo matemático calcularon la del agua de los ríos de esta región. "Observamos una clara tendencia al alza y una pronunciada subida sobre 1986", señala Ana Almodóvar investigadora y primera autora del estudio. Además, el equipo monitorizó la población de truchas en 12 ríos de la cuenca del Ebro, y observó que el calentamiento estaba asociado a una disminución en las poblaciones de este pez. Gracias a estos análisis y registros temporales los investigadores han podido predecir el estado de la especie en un futuro.

"En el mejor de los escenarios –el que considera un cambio climático más leve– la situación de la trucha es desastrosa", afirma Almódovar.

Resultados extrapolables a otras regiones

Según el equipo de investigación, estos resultados son extrapolables a otras regiones ibéricas y mediterráneas como las penínsulas Itálica, Balcánica y Anatólica. "La región del Mediterráneo es una zona muy vulnerable a las variaciones climáticas y a la disminución de la disponibilidad de agua", comenta.

La trucha de la Península Ibérica tiene una gran variabilidad genética y se la considera un punto caliente de la biodiversidad de esta especie en todo el continente. "Las cuencas hispánicas son muy antiguas y han servido de refugio a la fauna europea durante las glaciaciones pleistocenas", explica la experta.

Los científicos denuncian que esta variabilidad no solo está amenazada por el cambio climático sino porque "a lo largo de los años se han repoblado los ríos españoles con truchas de otras procedencias genéticamente distintas a las nuestras".

Otras muchas amenazas

Debido a la contaminación, a la extracción del agua fluvial para regadío y al aumento de la temperatura, "el estado ecológico de los ríos es cada vez más precario y ahora mismo solo hay truchas en las cabeceras de los ríos", constatan los científicos.

Además, la trucha es una especie prioritaria en la pesca deportiva en España y representa un recurso socioeconómico "muy importante". Almodóvar subraya que la demanda de pesca de este animal es cada vez mayor y desde hace años algunos estudios científicos alertan sobre los problemas de la sobrepesca.
"Una característica común de las poblaciones sometidas a la pesca deportiva es el descenso en el número de individuos mayores, debido a las extracciones de los ejemplares de gran tamaño", concluye la experta.

Fuente:

El Mundo Ciencia

31 de agosto de 2012

Una nueva especie de pez con el pene en la cabeza, Phallostethus cuulong

Estas fotografías se corresponden a ejemplares de la nueva especie Phallostethus cuulong, identificada en el delta del Mekong (Vietnam). 


Este pez es un nuevo miembro de la familia Phallostethidae, que se distingue por la posición del órgano sexual masculino en la cabeza. El órgano  está situado debajo de la garganta. 


El pez era conocido por los pescadores vietnamitas, pero no fue hasta 2009 cuando fue examinado por la comunidad científica.

Diferentes perspectivas de un macho de la especie Phallostethus cuulong

Ahora los científicos han determinado que se trata realmente de una  nueva especie.

A) Macho B) Hembra. Especie Phallostethus cuulong


Tomado de:

En vez de lengua ¡un crustáceo!


Vista lateral del parásito dentro de la boca del pez

Abrir la boca y encontrarse un crustáceo en vez de lengua. Tranquilos, que no en nuestra especie. Este parásito (Cymothoa exigua) de la familia Cymothoidae, se caracteriza por parasitar peces apresando la lengua con sus patas y nutriéndose de la arteria principal que irriga este órgano. El pez sigue su vida con este parásito y con el tiempo, el parásito logra atrofiar la lengua y reemplazarla. 

Aunque algo chocante ver que un bicho sale de la boca de otro, tipo alien, no es algo que haga sufrir al pez o por lo menos que le impida seguir haciendo su vida normal, ya que el parásito no se nutre del alimento del pez, sino de su mucosa.

Fuente:

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