A juzgar por el famoso villancico… “pero mira cómo beben los peces en
el rio… beben y beben y vuelven a beber…” se diría que sí.
Pero, amigos y amigas, curiosos y curiosas, los peces del río no
beben. En el sentido más amplio: no beben ni agua. Otra cosa son los
peces marinos; ésos sí que beben agua.
¿Y a qué obedece la diferencia?
Los peces marinos viven en un medio hiperosmótico, un medio que tiene
una mayor concentración de sales que el propio cuerpo del pez. Como el
agua siempre fluye, por ósmosis, de las concentraciones menos salinas a
la más salinas, el cuerpo del pez pierde agua y sufre una progresiva
deshidratación.
Así que se ve obligado a beber agua con el fin de separar de la
solución salina el agua pura que les permita satisfacer sus necesidades
metabólicas.
Pero al pez de agua dulce le sucede lo contrario. Su concentración
salina es superior a la del medio y por ello deben eliminar el agua
dulce que contínuamente ingresa en sus cuerpos. Y, por supuesto, no
necesitan beber, puesto que agua dulce les sobra.
Resumiendo: ¿los peces beben agua? Los de agua salada, sí. Los de agua dulce, no.
Nota sabionda: Los peces de algua dulce toman a
través de las branquias las pocas sales presentes en el agua que les
rodea. Los peces marino excretan el exceso de sal a través de las
branquias y de algunas glándulas rectales.
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