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23 de marzo de 2011

Japón: el agua de Tokio no es apta para bebés por la radiación


El agua que sale de los grifos de Tokio no es apta para que la beban los bebés después de que la radiación de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, dañada por el terremoto y el posterior tsunami, afectara el suministro de agua en la capital, advirtieron las autoridades.

La cantidad de yodo radiactivo en algunas zonas registraba este martes el doble del nivel de considerado apto para el consumo humano.

A los residentes de la prefectura (provincia) de Fukushima, donde se encuentra la planta nuclear, se les pidió que no ingieran algunos vegetales debido a preocupaciones acerca de su contaminación.

Los trabajadores han sido evacuados temporalmente de la planta situada a 240 kilómetros al norte de Tokio luego de que este miércoles se viera salir humo negro del reactor número 3.

Los ingenieros han estado tratando de restablecer el sistema de refrigeración de los reactores y las piscinas de combustible para evitar una liberación importante de radiación, después de que el sismo dejara sin la energía al dispositivo de enfriamiento.

Las autoridades están advirtiendo a las personas que viven en Tokio que no permitan que los bebés menores de un año beban agua del grifo.

Pero las autoridades insisten en que los niños tendrían que beber mucha agua para que les haga algún daño. Además, aclaran que el líquido no presenta un riesgo inmediato para la salud de los demás.

Vegetales

El gobierno japonés también les ordenó a las personas que viven en Fukushima no comer once tipos de vegetales de hojas verdes cultivados en la zona que han sido contaminados por la radiación.

Los productores locales han recibido la orden de no enviar los productos al mercado, y en la prefectura de Ibaraki se les ha dicho a los vecinos que interrumpan de inmediato los envíos de leche y perejil.

El secretario del gabinete japonés, Yukio Edano, aclaró: "Incluso si estos alimentos se comen de manera casual, no hay peligro para la salud".

"Pero, por desgracia, ya que se espera que la situación se dilate a largo plazo, estamos pidiendo que los envíos se suspendan en una fase temprana y es conveniente evitar la ingesta de los alimentos tanto como sea posible".

El funcionario dijo en una conferencia de prensa que los importadores japoneses de alimentos deben tener una "postura lógica".

La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) dispuso que no ingresen a ese país leche, productos lácteos, frutas y hortalizas frescas de cuatro prefecturas japonesas: Fukushima, Ibaraki, Tochigi y Gunma.

Por su parte, China, Taiwán y Corea del Sur ya están realizando controles rigurosos de las importaciones de comida japonesa.

Contratiempos

El número de muertos confirmados por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo asciende a 9.408, y más de 14.700 personas figuran como desaparecidas.

Aproximadamente medio millón de japoneses se han quedado sin hogar y alrededor de 300.000 permanecen en centros de evacuación o alojamiento temporal.

Japón dijo que le va a costar US$309.000 millones reconstruir el país después del desastre.

Mientras tanto, en la planta de Fukushima Daiichi se interrumpieron los trabajos luego de que se detectara humo negro saliendo del reactor 3.

Devastación en Japón

Centenares de miles de japoneses permanecen en centros de evacuación o alojamiento temporal.

Antes, los ingenieros se habían tenido que detener las pruebas de la instalación eléctrica en el reactor 2 por un aumento en los niveles de radiación. También hay preocupación por el incremento de la temperatura en el reactor número 1.

Los cables eléctricos ya fueron reconectados en los seis reactores y en el número 3 se logró restablecer la iluminación.

La empresa que opera la planta, Tokyo Electric Power (Tepco), tenía la esperanza de tratar de encender las bombas de agua del reactor 3 este miércoles, pero ahora no está claro si eso va a suceder.

Tepco anunció que restablecer la alimentación de todos los reactores podría llevar semanas, o incluso meses, ya que el humo y los picos de radiación dificultan el trabajo de los ingenieros.

El martes, un alto funcionario del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), James Lyons, dijo que no podía confirmar que los reactores dañados estén "totalmente intactos" o si, por el contrario, tengan grietas y fugas radiactivas.

"Seguimos viendo que hay radiación proveniente del sitio y la pregunta es de dónde viene exactamente", advirtió Lyon durante una conferencia de prensa.

Fuente:

BBC Ciencia

20 de marzo de 2011

¿Puede un reactor nuclear explotar como una bomba atómica?

reactor nuclear y bomba nuclear ¿Puede un reactor nuclear explotar como una bomba atómica?

Esta pregunta me la hizo ayer un alumno, y creo que es importante contestarla para no alarmar más a la gente (que pueda pensar lo mismo) tal y como está la situación en Japón y los problemas que están surgiendo con los reactores nucleares.

Si la palabra nuclear se relaciona con “accidente”, “problema”, “repugnante”, “peligrosa” o “radiación”, a partir de ahora aumentará el número de personas que piensen así. Algo lógico porque sólo nos acordamos de hablar de ciencia cuando hay un desastre de estos y llevamos a expertos a los debates para que nos expliquen lo que ha ocurrido. Pero ya es tarde, porque utilizamos la palabra nuclear en un contexto desfavorable. Vayamos a la pregunta.

Desde el punto de vista de la física, los reactores nucleares son muy similares a las bombas nucleares. En ambos casos, la fuente de energía es la reacción en cadena de uranio 235 y/o plutonio 239. Las bombas se sirven de las duplicaciones para lograr que toda la fisión tenga lugar en millonésimas de segundo, (ver Las matemáticas de la bomba nuclear) mientras que los reactores utilizan una reacción en cadena “sonstenida”, sin duplicaciones. Aunque en los reactores la fisión libera dos o tres neutrones, lo normal es que sólo uno de ellos impacte contra otro núcleo y provoque otra fisión, luego la tasa de reacción no aumenta. La energía se libera a un ritmo constante, calienta agua y produce vapor, lo que a su vez alimenta una turbina que alimenta un generador de electricidad.

Reacción en cadena del uranio 235

reaccionCadena ¿Puede un reactor nuclear explotar como una bomba atómica?

Los reactores de las centrales nucleares entrañan otros peligros, como estamos viendo, pero no el de explotar como una bomba atómica. La razón física por la cual un reactor nuclear es seguro es que, dada la gran cantidad de uranio 238 contenida en su núcleo, si los neutrones no están moderados, la reacción en cadena se detendrá. Es decir, a menos que se ralenticen los neutrones, el uranio 238 los absorberá y la reacción en cadena se verá interrumpida.

Los neutrones moderados son aquellos que, al pasar por un moderador de neutrones, disminuyen su energía hasta el rango de neutrones térmicos (neutrones lentos).

fig30 ¿Puede un reactor nuclear explotar como una bomba atómica?

Aunque tanto una bomba atómica como un reactor nuclear pueden usar uranio como combustible, el nivel de pureza que requiere cada uno es completamente diferente. El uranio natural es un 99,3 % de uranio 238 y sólo un 0,7 % de uranio 235. Para que en una bomba se dé la reacción en cadena, es necesario eliminar el uranio 238, un agente contaminante que absorbe demasiados neutrones. En los reactores es diferente.

Se puede dar una reacción en cadena con neutrones moderados, de hecho, eso es lo que ocurrió en el accidente de Chernóbil. Pero cuando se usan neutrones moderados, la energía se ve sustancialmente limitada, puesto que la explosión destroza el reactor mucho antes de que se haya liberado una gran cantidad; en dos palabras, la explosión va más rápido que los neutrones. En las bombas nucleares, en cambio, no se da tal limitación, ya que, al usar uranio 235 puro, la reacción en cadena puede proseguir a base de neutrones rápidos.

Es decir, si un reactor nuclear moderado se descontrola, la energía resultante de la fisión aumentará hasta tal punto que hará saltar en pedazos la estructura. En el caso de Chernóbil, la energía liberada bastó para destruir el edificio e incendiar el moderador de carbono. Los reactores nucleares pueden explotar, sí, pero como la dinamita, no como una bomba atómica. La explosión de un reactor es peor que la de la dinamita por los residuos radiactivos que libera, no por el estallido en sí.

Si el combustible utilizado fuese uranio o plutonio apto para armas, el reactor sí explotaría igual que una bomba atómica.

Fuente consultada: Física para futuros presidentes. Richard. A. Müller

Tomado de:

Ciencia On Line

Siete días en alerta nuclear

El reactor 3 de Fukushima, destruido y lanzando vapores. | AP

El reactor 3 de Fukushima, destruido y lanzando vapores. | AP

  • Contener el calor del núcleo y de las piscinas de residuos es la clave

Ha pasado ya una semana desde el terremoto que conmovió Japón y provocó la alerta nuclear en el país asiático. Medio mundo mira con preocupación a la planta atómica de Fukushima e intenta entender qué ocurre en esa instalación convertida en un foco de radiactividad. Pero por complejo que parezca lo que ocurre, puede explicarse de forma simple. La mayoría de los problemas de Fukushima son de fontanería. Puede sonar como una ligereza, pero no hay mejor forma de explicarlo.

Debido a la cadena de accidentes tras el terremoto, la central perdió la corriente eléctrica y el control del suministro de agua. Dejó de funcionar el circuito de tuberías y bombas que distribuye un agua que es esencial para mantener refrigeradas dos fuentes de alta radiactividad: el combustible del núcleo de los reactores y los residuos que se almacenaban en la parte alta del edificio de los propios reactores.

Recuperar el uso de esa fontanería y devolver el suministro eléctrico a la planta para accionar el bombeo es la clave para evitar que esos materiales se calienten más, se degraden y aumenten la emisión de vapores y gases radiactivos a la atmósfera. De momento ya lo están haciendo, y hay altas dosis, de hasta 400 milisieverts / hora (equivalente a 400 veces lo recomendable al año) en torno a los reactores 3 y 4.

El enemigo

Tanto el combustible del reactor como el combustible gastado o basura radiactiva de las piscinas tienen un gran calor de residual que llega a cientos de grados incluso años después. Deben estar siempre fríos y cubiertos de agua. Si no es así, se calientan, reaccionan con los aislantes, lanzan vapores radiactivos y se funden aumentando la liberación de su carga. Enfriarlos es ahora la gran batalla de Fukushima.

Cronología

Una semana después del terremoto, y pese a la confusión y falta de información, es posible reconstruir lo ocurrido hasta ahora. Hay que unir los datos de la compañía propietaria de Fukushima, Tepco, y el Gobierno japonés a los informes del Organismo Internacional de la Energía (OIEA), los del Japon Atomic Industrial Forum (la patronal del sector nipón) y otras fuentes independientes. El Instituto Tecnológico de Massachusetts, que no tiene ninguna implicación con la emergencia, ha preparado sin embargo un estupendo trabajo sobre lo que está ocurriendo en Fukushima, con la ayuda de los ingenieros industriales de esa organización de investigación estadounidense. El texto puede consultarse en este enlace.

El terremoto

. A las 14.46, hora local (06.46 en España), del viernes 11, se registró un terremoto de 9 grados en la escala Richter. En ese momento, la planta de Fukushima (con seis reactores construidos por General Electric entre 1970 y 1978) respondió al protocolo e inició la parada. Los reactores 4, 5 y 6 estaban cerrados y sin combustible por mantenimiento. Se actuó por tanto en los números 1, 2 y 3, introduciendo en el núcleo las barras de control, que se añaden al combustible para frenar las reacciones en cadena. Eso ha resultado fundamental, pues al hacerlo se contiene la actividad y el calor del núcleo y, aunque este sigue caliente y hay que enfriarlo, no es tanto como si no se hubiera parado. En Chernobil, el accidente ocurrió con un núcleo en plena aceleración.

La parada de los reactores fue una de las pocas cosas que salieron bien. Después, todo fueron percances. El terremoto no afectó a los edificios, pero tumbó el suministro eléctrico exterior. Se recurrió a los generadores diesel de emergencia. Pero una hora después, la ola del tsunami entraba en la central y se llevaba por delante los generadores y los tanques de combustible. Fukushima tenía un dique para olas de dos metros y el tsunami alcanzó de cinco a 10.

Emergencia

. A partir de ese momento, todo tuvo que ser improvisado. Desprovistos de energía para accionar las bombas, los tres reactores cargados de combustible (el 1, 2 y 3) empezaron calentarse y a evaporar el agua de la vasija. En los tres, llegó a quedar expuesto fuera del agua el combustible, algo que no debe ocurrir jamás. Se generaron gases radiactivos en la vasija e hidrógeno residual, que fueron venteados hacia el edificio del reactor. En los tres días siguientes, ese hidrógeno explosivo causó deflagraciones en los tres edificios, que quedaron tocados. Además, en el reactor 2 se teme que también se dañó la estructura de contención, lo que es un riesgo de emisiones desde el núcleo. Y también preocupa el reactor 3, porque en lugar de uranio, como el resto, tiene una mezcla de uranio y plutonio, un elemento dañino. Durante la semana, se ha bombeado agua de mar cargada con boro y se ha frenado, por lo menos, la evaporación en la vasija, pero no se ha logrado devolverla a su punto de llenado óptimo. La última noticia del viernes 18 es que se había conseguido tender una línea eléctrica hacia el reactor 2. Lo comunicaba Tepco a la OIEA, pero también advertía que el suministro de energía todavía no está establecido. Esta electricidad, si llegara, serviría para activar los sistemas de bombeo.

Las piscinas de residuos radiactivos

El miércoles 16 se hizo evidente que había otro problema aparte de los reactores. Las piscinas de combustible gastado, que en el diseño de Fukushima estaban encima del reactor y no en un edificio anexo, empezaron a calentarse por la falta de renovación del agua. Y lo siguen haciendo todavía. Esa basura nuclear, expuesta al aire, emite materiales radiactivos más letales que los del núcleo, pues ya no es uranio, sino una mezcla de productos de fisión.

En las piscinas 5 y 6, se ha activado un motor diesel que está dando energía para aportarles agua. Sobre la piscina 1 y 2 no hay información. Y la emergencia está en las piscinas 3 y 4. Se ha intentado echarles agua desde helicópteros, pero se han retirado porque la radiación freía los aparatos. Son operarios en tierra los que ayer seguían aportando agua, en breves incursiones de no más de cinco minutos para no acumular tiempo de exposición. El Gobierno japonés ha cambiado esta semana de 100 milisieverts /año a 250 milisieverts / año la tasa de radiación que un trabajador puede recibir para que los héroes de Fukushima puedan trabajar legalmente.

Lo que puede pasar

Quedan días de agonía. La explosión del reactor al estilo Chernobil se descarta porque los de Fukushima tienen la estructura de contención que faltó en la planta ucraniana. Una fusión total del combustible que lo hiciera caer al fondo y traspasar la vasija (el llamado síndrome de China) tampoco se contempla.

Pero se teme que, si el núcleo sigue sin enfriarse, el calor agriete la contención y provoque fugas. Además, los residuos de la piscina, si no son tapados con agua, arderán y rociarán de alta radiación el ambiente. Que el entorno más cercano de Fukushima está condenado es algo que todos dan por hecho. Y que habrá que construir un gran sarcófago para tapar y contener esa brasa radiactiva es algo que será necesario en cualquiera de los escenarios, mejores o peores, que deparen los próximos días.

Fuente:

El Mundo Ciencia

18 de marzo de 2011

De Fukushima a Hiroshima en "tren bala"


Una mujer con un niño a cuestas atraviesa un túnel en Kesennuma, en la prefectura de Miyagi.- S. YOKOYAMA (AP)

Mujeres con niños y estudiantes huyen al sur y llenan los trenes de la línea que acaba en la simbólica ciudad.

El miedo a la radiactividad, a los terremotos, a los cortes de luz, a la escasez y, en definitiva, a un mundo distinto del que estaban acostumbrados a vivir, empuja sobre todo a los japoneses que tienen niños pequeños a huir del noreste del país, escenario de la catástrofe que comenzó el viernes pasado con un terremoto, prosiguió con un devastador tsunami y terminó por desatar una catástrofe nuclear en la central de Fukushima, 240 kilómetros al norte de Tokio.

Quien estos días tome alguno de los shinkansen (tren bala), que cada pocos minutos atraviesan Japón del noreste al suroeste, no se creerá que este país tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo -1,2 hijos por mujer- ni que la población comenzó a decrecer en 2007. Desde entonces se ha reducido en unos 700.000 habitantes, y si no lo ha hecho más es porque la sociedad japonesa es la más longeva del mundo.

Según las autoridades locales, muchos de los 15.000 muertos y desaparecidos por el tsunami que arrasó cientos de kilómetros de la costa japonesa han sido ancianos que vivían solos. En la actualidad, el 21,3% de los japoneses tiene más de 65 años.

"Los niños están muy inquietos. Desde el viernes pasado no dejan de sonar las alarmas de terremoto [en los móviles y en la televisión] y yo estoy preocupada por la radiación. No podía soportar Tokio", dice Mariko, quien con sus dos hijos, el mayor de cuatro años y el pequeño de nueve meses, ha aceptado la invitación de una amiga que vive en Nara, cerca de Osaka. Para Mariko ha sido fácil: no trabaja, lo dejó durante su primer embarazo, y el hijo mayor aún no va al colegio. El marido se ha quedado en Tokio: "Él no tiene miedo y tampoco tiene vacaciones".

El shinkansen es habitualmente muy silencioso, pero ahora, con tanto niño, parecen animarse unos a otros y las risas, los llantos y hasta los gritos -impensables hace unos años- salpican el aire y rompen la tensión que se respira entre los adultos. "Creo que nos quedaremos en Nara dos semanas. Confío en que para entonces no haya radiactividad y disminuya la actividad sísmica", señala.

En un país donde los extranjeros apenas suponen el 2% de la población, también es excepcional la cantidad de europeos, asiáticos y americanos que estos días llenan los trenes. Muchos de los que ayer se bajaron en Osaka, camino del segundo aeropuerto internacional de Japón -el de Tokio está colapsado-, también eran familias con niños.

Muchas multinacionales han instado a sus expatriados a salir de Japón. Francia ha sido el primer país en recomendar a sus ciudadanos que abandonen Tokio. España ha recomendado a los suyos que se alejen 120 kilómetros de Fukushima. Japón, pese a la alta radiactividad que desprende la central, mantiene la exclusión en torno a la central en 20 kilómetros a la redonda.

En el shinkansen viajan también muchos universitarios, como Masako Kato, de 22 años y estudiante de segundo de Derecho en la Universidad tokiota de Chuo. En Japón, las vacaciones de invierno para los universitarios duran dos meses, febrero y marzo, por lo que muchos han aprovechado para escapar al sur. Masako va a visitar a sus abuelos, que viven en Himeji, una ciudad cercana a Kobe.

Aunque es muy joven, Masako ya ha vivido las dos peores experiencias sísmicas de Japón en un siglo: la del viernes pasado y la de 1995. Entonces vivía con toda su familia en Himeji y la tierra tembló en Kobe, en una brutal sacudida telúrica que mató a 6.400 personas y retorció puentes y edificios como si fueran churros. "A mí me da miedo la radiación, pero mucho más los terremotos. Fukushima se encuentra a 240 kilómetros de Tokio y no creo que la radiactividad alcance la capital. Me voy a Himeji porque con todas las alarmas de terremoto de estos días, te ahoga la sensación de que de un momento a otro la tierra va a comenzar a moverse hasta tragarte", dice.

A 300 kilómetros por hora, el shinkansen atraviesa túneles, valles y puentes y ha dejado a la gran mayoría de sus pasajeros antes de llegar a la estación final: Hiroshima (Hirodennishihiroshima o estación de Hiroshima), una ciudad de más de un millón de habitantes marcada por la tragedia de haber sido la primera en experimentar el horror de una bomba atómica, en 1945.

En Hiroshima murieron unas 140.000 personas y otras 300.000 resultaron heridas o fueron víctimas posteriores de un veneno desconocido hasta entonces: la radiación.

Fuente:

El País Internacional

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Veteranos de Hiroshima ven horror situación de Fukushima

Nube radiaoctiva de Fukushima llega a Estados Unidos

El diario The New York Times reveló que las emisiones radiactivas tocaron las Islas Aleutianas , ubicadas al sur de Alaska el día de ayer (jueves) , pero hoy día (viernes) ingresó por el centro de California y se desplazará por los estados de Nevada, Utah y Arizona. Vea una animación, bien monse, en Milenio.


Nube radiaoctiva de Fukushima llega a Estados Unidos

Una nube radioactiva procedente de la planta nuclear japonesa de Fukushima tocó el jueves el extremo noroeste de Estados Unidos y llegará el viernes al estado de California, según un informe de Naciones Unidas que no ha sido hecho público, pero que reveló el diario estadounidense The New York Times.

El rotativo añade que la mayor parte de una extensa nube de radiaciones emanadas de la central nuclear de Japón afectada por el terremoto de 9 grados del pasado día 11 y el posterior tsunami llegó ya las islas Aleutianas (al suroeste de Alaska) y hoy deberá tocar California y expandirse el fin de semana por los estados de Nevada, Utah y Arizona.

No obstante, precisa el documento al que el periódico neoyorquino tuvo acceso y que la ONU se ha negado a publicar, las partículas radiactivas son “extremadamente minúsculas” y no representan riesgos para la población estadounidense.

La noticia ha provocado preocupación entre los habitantes de la costa oeste de Estados Unidos, donde algunos reportes dan cuenta de que la gente está adquiriendo pastillas de iodo para prevenir la absorción de partículas radioactivas y artefactos para medirlas denominados Geiger.

Las autoridades quitaron hierro al asunto al asegurar que en estos momentos es muy bajo el riesgo de que niveles de radiación dañinos provenientes de Japón lleguen a la costa oeste de su país y de Canadá y el propio presidente Barack Obama aseguró en un mensaje televisivo que “no esperamos que niveles dañinos de radiactividad lleguen a Estados Unidos, ya sea en la costa oeste, Hawaii, Alaska y otros territorios del Pacífico”.

Obama, que se comprometió en su intervención a “mantener a la nación completamente informada” y reconoció a los ciudadanos el derecho a saber lo mismo que él, precisó que su afirmación estaba basada en el “juicio de nuestra Comisión de Regulación Nuclear y muchos otros expertos”.

Pese a la tranquilidad que intentó trasmitir el mandatario, el diario Wall Street Journal reportó que la demanda de las pastillas de yodo se ha disparado en la costa oeste del país y que en algunos lugares el medicamento incluso se ha agotado.

El Departamento de Sanidad de California alertó también que estas pastillas puede provocar reacciones alérgicas, por lo que recomendó no ingerirlo si no existen motivos o prescripción médica.


Fuente:

China.org (en español)

Lo que se temía...

Detectan en California una pequeña cantidad de radiación de Fukushima


Una estación de detección de radiación localizada en Sacramento (California) detectó una minúscula cantidad de material radiactivo procedente de la siniestrada planta nuclear de Fukushima (Japón), informó hoy la cadena CNN.

El canal citó al secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO), Tibor Tóth, quien no precisó las cantidades exactas de radiación pero descartó que pudieran ser consideradas dañinas para la salud humana.

La estación situada en Sacramento, que pertenece a la red de monitores con la que la CTBTO trata de asegurarse de que no se viole su tratado contra las pruebas de armas nucleares, detectó pequeñas proporciones de radionúclidos, es decir, sustancias que emiten radiación.

Sin embargo, el descubrimiento no debe ser motivo de alarma, según dijo a la CNN el funcionario de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, en inglés), Graham Andrews.

"Por ahora no hay ninguna preocupación en Japón o en ningún otro sitio en torno a la salud humana", aseguró Andrews.

El hallazgo coincide con la predicción emitida el jueves por expertos meteorólogos y de salud de Estados Unidos, que vaticinaron que los primeros isótopos radiactivos provenientes de la central nipona podrían llegar hoy a la costa oeste del país, aunque en dosis inofensivas para la salud.

Según indicaron, los residuos tóxicos filtrados al aire en Fukushima estaban terminando de recorrer los 8.000 kilómetros de distancia que separan Japón del territorio continental estadounidense, empujados por las corrientes de las altas capas de la atmósfera.

Ese anuncio provocó que en muchas tiendas de California comenzaran a agotarse las existencias de píldoras de yoduro de potasio, que previene la absorción de yodo radiactivo, lo que reduce la amenaza de sufrir cáncer de tiroides a raíz de la radiactividad.

La demanda de ese tipo de píldoras se ha disparado en todo el país, como demostró el anuncio que hizo el martes la firma farmacéutica Nukepills.com, cuando indicó a través de Twitter que había agotado sus existencias de píldoras de yoduro.

Las autoridades de salud han advertido contra el uso preventivo del yoduro de potasio, puesto que el medicamento puede causar efectos secundarios graves, especialmente para personas que tengan alergias.

La Comisión Reguladora Nuclear, que supervisa el sector de ese tipo de energía en Estados Unidos, prevé que la radiactividad que llegue a las costas estadounidenses no tendrá consecuencias para la salud, aunque reconocen que los niveles de radiación subirán con el paso de los días debido al empeoramiento de la situación en Fukushima.

Fuentes:

Agencia EPA

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Rompe en llanto el director de Fukushima; admite: la radiación es suficientemente grave

  • Akio Komiri no se puede contener frente a las cámaras de televisión, algo inusual en la cultura japonesa. El día de hoy se elevó a 5 el nivel de alerta que reconoce que se podrían “provocar varias muertes por radiación”. Foto: Vanguardia/AP
  • Akio Komiri no se puede contener frente a las cámaras de televisión, algo inusual en la cultura japonesa. El día de hoy se elevó a 5 el nivel de alerta que reconoce que se podrían “provocar varias muertes por radiación”.

    El director de la empresa TEPCO, Akio Komiri, rompió en llanto en plena conferencia de prensa en el momento en que relataba un nuevo informe de la situación del centro afectado por el terremoto y en donde admitió que la radiación es suficientemente grave como para matar a la gente.

    Sobresale el hecho de que Akio Komiri rompiera en llanto en público y frente a las cámaras de televisión, debido a que en Japón, por su cultura, no acostumbran hacerlo porque es un hecho que significaría ofender a un tercero.

    A la par, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón decidió elevar a 5 el nivel de alerta nuclear en Fukushima.

    El nivel 5 se refiere a los accidentes nucleares "con consecuencias de mayor alcance" y que provoca “varias muertes de radiación”.

    Las autoridades señalaron que el nivel de alerta se planteó después de que se dio cuenta de la magnitud que tuvo la radiación.

    El nivel más alto, el 7, en la escala de medición de los sucesos nucleares (accidentes graves), corresponde a la liberación al exterior de materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el medio ambiente y requiere la aplicación prolongada de contramedidas.

    Por su parte, el secretario del gabinete, Yukio Edano, reconoció que el terremoto y tsunami que azotaron a Japón eran de las cosas que habían previsto sus planes de contingencia.

    Fuente:

    Vanguardia (México)

    17 de marzo de 2011

    Predicción del calor residual (decay heat) en Fukushima de aquí a un año

    El 11 de marzo de 2012, esperando que no ocurra nada catastrófico anteriormente, el apagado reactor número 3 de Fukushima Daiichi (福島第一) seguirá generando 5 Megavatios de calor. Eso es más del doble de la potencia total de los 14.000 módulos fotovoltaicos de una central en Castellón (España). Repito: eso es sólo uno de los reactores, y está apagado. Hoy vamos a ver qué es este enorme calor residual (decay heat) y a qué se debe a nivel físico.

    Reactores 3 y 4 de Fukushima (16-mar-2011) - AFP


    Los reactores nucleares producen electricidad de una manera similar a las plantas de carbón convencionales en cuanto a que calientan vapor para mover una turbina unida a un generador eléctrico. Sin embargo, se diferencian en cómo producir el calor. Las plantas de carbón queman carbón para calentar una caldera que produce el vapor de agua, mientras que en los reactores nucleares se usa fisión nuclear para crear el calor. Los reactores de Fukushima son reactores-calderas de agua (boiling water reactor, BWRs) que producen el vapor directamente en el núcleo del reactor, vapor que a continuación mueve las turbinas.

    El calor en el reactor se produce principalmente por fisión de isótopos como el uranio-235 y el plutonio-239. Cuando un neutrón choca con uno de esos nucleos y los hace partirse (fisionarse) se libera una gran cantidad de energía que va a parar al combustible nuclear, su recubrimiento, el refrigerante y las estructuras circundantes.


    Reacción en cadena de la fisión del uranio-235


    De media, aproximadamente el 80% de la energía liberada en una fisión se divide entre los dos (o más) nuevos átomos resultado de la fisión. Como estos productos no llegan muy lejos, esta energía se queda dentro del reactor. El otro 20% de energía se libera en forma de neutrones y otras formas de radiación.

    Cuando ocurre una parada de emergencia en el reactor (SCRAM), todas las barras de control se insertan y el reactor se detiene, la reacción de fisión se para casi por completo y la potencia baja drásticamente a un 7% del total... en un solo segundo. Ahora bien, la potencia no baja a cero absoluto debido a los isótopos radiactivos que quedan como residuos de las fisiones anteriores, que siguen produciendo diversos tipos de radiación al descomponerse (decay): rayos gamma, partículas beta y alfa. Esta radiación acaba mayormente en el combustible nuclear y lo calienta. A esto es a lo que se llama calor residual (decay heat). Conforme más y más isótopos van decayendo, acaban llegando a isótopos estables por lo que la radiación no puede más que ir bajando con el tiempo, aunque lentamente. Y lo mismo ocurre con la temperatura.

    El calor residual debe ser eliminar al mismo ritmo en que se produce o el núcleo del reactor se empezará a calentar. Esto es lo que se pretende conseguir con diversos mecanismos de refrigeración que proporcionan flujos de agua al núcleo del reactor para llevarse al calor a cualquier otro sitio donde el agua se enfría.

    Sin embargo, en Fukushima estos sistemas han sido dañados gravemente por el enorme tsunami, y ese es el problema contra el que luchan los operarios de la planta.

    La cantidad de calor que se espera a lo largo del tiempo es algo bien estudiado. Abajo se muestra una figura y una tabla con la estimación de dicho calor en los reactores 1, 2 y 3 de Fukushima-1. Las unidades son MW, y el origen de tiempos es el momento del terremoto.

    Ojo, estos datos no son medidas sobre los reactores reales, sino el resultado de un modelo físico muy bien establecido y usado rutinariamente en centrales nucleares.


    Calor residual aproximado a lo largo del tiempo
    (El origen de tiempos es el momento del SCRAM justo posterior al terremoto)




    Datos tabulados de calor residual para los tres reactores, desde 1 segundo hasta 1 año después del terremoto:



    El reactor 1 de Fukushima-1 tiene una potencia eléctrica nominal de 460MWe y los reactores 2 y 3 de 784MWe. Sin embargo, debido a limitaciones termodinámicas y prácticas, la eficiencia total de la planta es de un 33%. Por lo tanto, el calor (MWth, MW de energía térmica hablando propiamente) que generan realmente es sobre 3 veces esas cantidades, y ésta es la potencia que hay que contrarrestar con la refrigeración.

    La bajada de potencia es muy rápida el primer día hasta llegar a un 2% del total de la potencia operativa normal, pero luego baja muy lentamente. En un año, habrá bajado al 0.2% de dicho máximo.

    Si este calor no se elimina adecuadamente, la temperatura puede aumentar rápidamente oxidando el recubrimiento (~1200C), fundiéndolo (~1850C) y fundiendo el combustible nuclear mismo (~2400-2860C).


    ¿Qué es lo peor que puede ocurrir?

    Al principio decía "esperando que no ocurra nada catastrófico anteriormente". ¿Por qué digo eso? Porque mientras el combustible no se funda, como mucho generará unos "meros" MWth de energía calorífica. Pero recordemos que esto es gracias a las barras de control que redujeron la potencia al 7% del total, y que actualmente permanecen insertadas entre las barras de combustible.

    Si las barras de combustible se llegaran a fundir (y por desgracia, parece que entra en lo posible), el material fisible se podría acumular en el fondo. Si la cantidad y pureza del material es suficiente, podría alcanzar criticalidad y recomenzar una reacción en cadena que eleve la generación de calor. Ese calor, seguiría derritiendo más barras y podría juntarse aún más material, acelerando la reacción. No es necesario decir que si eso continúa el tiempo suficiente, el material fisible podría llegar a salir del reactor.

    Por lo tanto, el futuro desarrollo de la crisis depende de si los operarios son capaces de enfriar los reactores a tiempo. Esperemos que sea así.

    Fuente:

    Ciencia Explicada

    La basura que guardaba la central es ahora un riesgo de fugas de alta radiactividad

    Humo saliendo del edificio en ruinas del reactor 3, cuya piscina de combustible gastado ha perdido nivel de agua. | AP

    Humo saliendo del edificio en ruinas del reactor 3, cuya piscina de combustible gastado ha perdido nivel de agua. | AP

    Las piscinas de combustible gastado de la central de Fukushima son ahora una bomba de relojería que los técnicos intentan desactivar. En esas piscinas se almacenaban los desechos producidos por los reactores durante años. Son toneladas de material de alta actividad que es, incluso, más peligroso que el combustible del reactor.

    Esa basura nuclear es una mezcla de elementos generados en el proceso de fisión y ya no sólo contiene uranio, sino también elementos pesados como el plutonio, el americio, el neptunio y el curio. Son de alta radiactividad y permanecen activos hasta decenas de miles de años.

    Ese combustible gastado mantiene un calor residual de cientos de grados y debe permanecer meses y años bañado en agua para que no se caliente más, se degrade y lance emisiones. El agua, además, sirve de pantalla de las radiaciones. Si la piscina se queda sin agua, el combustible se deteriora rápidamente y arroja altas dosis de radiactividad al ambiente.

    Y lo que está ocurriendo en Fukushima es que las piscinas de combustible se están calentando y quedando sin agua. Eso supone un riesgo grave de que la basura nuclear entre en mayor actividad, se desestabilice y emita su contenido a la atmósfera.

    De hecho, gran parte de los esfuerzos de refrigeración que se llevan a cabo durante las últimas horas, como ese despligue desesperado de helicópteros y camiones con mangueras, va destinado a enviar agua a las piscinas de almacenamiento de combustible gastado. Este es ahora el punto de mayor peligro en Fukushima.

    En Fukushima había seis reactores, cada uno con su propia piscina de almacenaje de combustible gastado. Según los últimos informes, como los que remite JAIF (Japan Atomic Industrial Forum), que es la patronal del sector nuclear nipón, hay problemas en cuatro de las seis piscinas. La piscina 3 y la 4 están perdiendo nivel de agua y se está intentando llenarlas de líquido desesperadamente. En las piscinas de los reactores 5 y 6 también está aumentado la temperatura del agua. Estos reactores apenas habían causado alarma, ya que apenas han sufrido percances desde el terremoto porque no estaban funcionando, pero sus piscinas de basura nuclear se están viendo afectadas por la falta de medios para mantenerlas operativas de forma correcta.

    Desde que comenzó el accidente el pasado viernes, toda la atención se dirigió a lo que pudiera ocurrir en el núcleo de los reactores. En los primeros días, apenas se habló de las piscinas cargadas de combustible usado. En las últimas horas, la cuestión se ha puesto en primera línea del frente de batalla.

    Para entender lo que ocurre sería conveniente responder a algunas preguntas.

    ¿Qué es esa basura nuclear?

    El combustible gastado de los reactores nucleares, cuyo aspecto es igual al del combustible nuevo, emite radiación alfa, beta y gamma, además de generar calor como consecuencia de la desintegración radiactiva.

    La diferencia entre ambos es su composición química. Mientras que el combustible nuevo está constituido únicamente por óxido de uranio, tras su paso por el reactor el combustible gastado presenta una composición en la que, además del óxido de uranio inicial, están presentes casi todos los elementos de la tabla periódica.

    Esta es la definición textual de combustible gastado que ofrece Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, el organismo público español que tiene la responsabilidad de gestionar los residuos de alta, media y baja actividad.

    Enresa añade: Durante el tiempo que el combustible está en el reactor tienen lugar reacciones , dando lugar a productos de fisión, productos de activación y a la generación de plutonio y actínidos minoritarios. Una proporción típica del combustible gastado es la siguiente: uranio, 94,7% (siendo el 0,7% U-235); productos de fisión, 4,1%; plutonio, 1,1%; actínidos minoritarios, 0,1%.

    Estos residuos duran miles de años. Y la exposición a sus radiaciones incluso en cantidades pequeñas puede provocar daños letales para la salud.

    ¿Qué hace esa basura ahí?

    Los residuos de alta actividad, la basura nuclear, o el combustible gastado, como quiera llamársele, es la patata caliente de la industria nuclear.

    Todavía no se sabe bien qué hacer con ellos. No existe forma de eliminarlos o de reducir su actividad. Sólo cabe mantenerlos a buen recaudo, enfriados en agua primero y contenidos luego en estructuras aislantes.

    Y donde se los suele guardar es en las propias instalaciones de las centrales atómicas. Esto es lo que se hace en España, por ejemplo. Todas y cada una de las plantas atómicas españolas tienen una piscina de residuos de alta actividad donde han ido guardando el combustible gastado.

    Con el paso del tiempo, esas piscinas se han ido llenando y están al límite de su capacidad. Ese es uno de los motivos por los que hace años que está abierto el asunto del ATC o Almacén Temporal Centralizado. Se trata de un edificio especial que el Estado va a construir con fondos públicos para guardar la basura de cada una de las plantas atómicas de las compañías privadas.

    Como su nombre indica, es centralizado, pues recogerá la basura de todos los puntos, y es temporal. Está previsto para funcionar 60 años. Aún no está construido porque ha habido una fuerte polémica con municipios y comunidades autónomas que se niegan a acoger esa instalación.

    España tiene operativo un almacén también, pero en él se guardan sólo los residuos de baja y media actividad (como los que provienen de aparatos médicos). Ese almacén está en El Cabril (Córdoba). Los de alta actividad, todavía, siguen en la centrales atómicas a la espera de destino.

    Y aquí hay que volver a Japón, porque ese país lo hace igual que España. Fukushima guardaba su propia basura. Estaban dentro del edificio de la central, localizadas encima del reactor.

    La cadena de acontecimientos que han ocurrido en Fukushima ha dejado esas piscinas en situación de riesgo. La falta de corriente eléctrica, las explosiones que han deteriorado los edificios que las albergaban y el deterioro de los sistemas de operación de la planta hacen que el parte de situación sea el siguiente.

    Piscina 1: no hay información. Piscina 2: no hay información. Piscina 3: nivel bajo de agua. Iniciando inyección de agua. . Piscina 4: Nivel bajo de agua. Preparando inyección de agua. La temperatura alcanzó 84 grados los días 14 y 15 de marzo. No hay datos de hoy ni del día 16. Se teme que las barras contenedoras de combustible estén dañadas. Piscinas 5 y 6: temperatura del agua subiendo. Ha alcanzado 60 grados.

    La temperatura del agua en circustancias normales de operación debe estar en 25 grados.

    La piscina más problemática es la del reactor 4, que ha llegado a los 80 grados en ciertos momentos. En ella se redoblan esfuerzos para aportar agua. En torno al reactor 4 se vienen regitrando, además, las mayores mediciones de radiactividad de Fukushima, que dan entre 400 milisieverts / hora y 100 milisieverts / hora. Para hacerse una idea, 50 milisieverts en todo un año es la dosis que la autoridad de EEUU permite recibir a un trabajador de la industria atómica de EEUU. En un año.

    Esta radiactividad presente junto al reactor 4, reconoce el Gobierno japonés, está dificultando las tareas de aporte de agua a las piscinas. Los operarios sólo pueden permanecer breve tiempo e ir protegidos. Además, los escombros que hay entre un reactor y otro dificulta más las operaciones.

    ¿Qué pasa si la piscina se queda sin agua?

    El agua es una barrera contra la radiación y también es un refrigerador. Si el agua desaparece, lo primero que sucede es que el combustible gastado queda expuesto. Emite ya radiaciones.

    Además, en ausencia de agua, el combustible gastado, que ya está a cientos de grados, empieza a deteriorarse. Se dañan las vainas de metal que lo sujetan y también puede dañarse la piscina revestida de acero que los alberga.

    El calentamiento del combustible gastado libera vapores y emisiones de los productos de alta actividad de ese combustible gastado.

    En última instancia, el combustible puede entrar de nuevo en fase crítica, y comenzar a tener reacciones de fisión, aseguran fuentes técnicas.

    Todo esto es lo que ha convertido las tareas de aporte de agua a las piscinas en la máxima urgencia ahora mismo en Fukushima. Hay que confiar en que las decenas de personas que luchan a brazo partido logren el objetivo de rellenar esas piscinas con agua o productos que frenen el calentamiento. Las informaciones que han ido llegando en las últimas horas es que, de momento, sí están consiguiendo aportar ese líquido tan necesario.

    También se ha comunicado que parte del servico eléctrico de Fukushima se ha recuperado. Eso es otro motivo para confiar en que haya solución a la urgencia actual.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    Japón: lo cierto y lo falso de las "píldoras antirradiación"

    Ante la crisis nuclear que se vive en Japón, en varios países se han desatado compras de pánico de tabletas de yoduro de potasio por los temores de sufrir un envenenamiento por radiación.

    Tabletas de yoduro de potasio

    El KI protege a la glándula tiroides del yodo radiactivo.

    El yoduro de potasio (KI) es una sal que se utiliza como tratamiento para la radiación porque actúa evitando que la glándula tiroides absorba el yodo radiactivo que se libera en la contaminación.

    Las farmacias, por lo general, no tienen KI disponible en sus almacenes porque las empresas farmacéuticas lo producen por encargo.

    Pero ahora varios fabricantes han informado que sus reservas están agotadas, principalmente en Estados Unidos, China y otros vecinos de Japón.

    "Es una locura", le dijo a la BBC Debby Fleming Wurdack, copropietaria de Fleming Pharmaceuticals, que produce la solución de KI por encargo. Esta empresa agotó sus reservas del fármaco en un día.

    Varios gobiernos, como el de Estados Unidos, tienen reservas disponibles de yoduro de potasio para utilizar en casos de emergencia

    Las recomendaciones de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de ese país indican que los estados que cuentan con plantas nucleares tengan suficiente cantidad de KI disponible para repartir a los residentes que viven en un radio de 16 kilómetros de estas instalaciones.

    En Japón, tras la primera alerta de una posible contaminación nuclear el gobierno repartió unas 230.000 tabletas de yoduro de potasio a los residentes de las inmediaciones de la planta de Fukushima.

    Pero para quienes no están bajo un riesgo directo de radiación, la utilidad del KI no sólo es muy limitada sino el fármaco también puede ser peligroso.

    Lo que es el KI y lo que no es

    El yodo es un elemento químico indispensable para el ser humano, necesario para que el organismo, en este caso la glándula tiroides, produzca hormonas esenciales para el metabolismo.

    Este tipo de yodo estable proviene en su mayoría de los alimentos que consumimos y cuando hay una deficiencia de este compuesto se receta el yoduro de potasio, que es el yodo estable en su forma sintética.

    En un evento nuclear o radiológico como el que vive Japón se libera en el aire yodo radiactivo, uno de los isótopos que resultan de los procesos de fisión nuclear.

    Estos isótopos pueden ser aspirados por el ser humano hacia los pulmones y el compuesto también puede contaminar los abastecimientos locales de alimentos o entrar al organismo con la comida o las bebidas.

    Cuando este yodo radiactivo entra al organismo humano la glándula tiroides comienza a absorberlo, igual que absorbe el yodo estable. Y si esto ocurre pueden ocurrir lesiones en la tiroides que pueden resultar en cáncer.

    Sin embargo, tal como explica en la revista Scientific American el profesor John Boice, experto en epidemiología del cáncer del Instituto Internacional de Epidemiología, en Estados Unidos, el yoduro de potasio puede bloquear al yodo radiactivo para evitar que la glándula lo absorba, pero esto ocurre cuando el material radiactivo ya ha entrado al organismo.

    Es decir, el KI no evita la contaminación interna de yodo radiactivo.

    "Una píldora es útil durante 24 horas, pero después se debe tomar otra píldora. Pero no deben tomarse dos píldoras a la vez porque consumir demasiado yoduro de potasio no es bueno".

    "Como todo lo demás, el fármaco no es 100% efectivo. Pero sí puede bloquear la absorción de yodo radiactivo", agrega el experto.

    Daños a la tiroides

    Personal antiradiación en Japón

    Las autoridades japonesas distribuyeron unas 230.000 tabletas de yoduro de potasio.

    Otra creencia errónea es que el KI puede proteger a todo el organismo.

    Según el profesor Boice, "el KI se concentra únicamente en "ayudar" a la glándula tiroides a los efectos del yodo radiactivo. Pero en un evento como Chernobyl, donde los reactores liberaron también otros elementos radiactivos, como el cesio y el estronio, el KI no puede hacer nada".

    El yoduro de potasio tampoco protege contra otras lesiones que pueden resultar en otros órganos por la contaminación por radiación.

    "Estas tabletas de yoduro de potasio no son píldoras mágicas", dice el profesor Boice.

    "Protegen contra el cáncer de tiroides, pero no ,contra otras posibles formas de cáncer", agrega.

    El experto dice, además, que la evidencia científica muestra que los más vulnerables a los efectos de la contaminación radiactiva -y al cáncer de tiroides- son los niños.

    "Algo que aprendimos estudiando los efectos del desastre de Chernobyl, es que los niños que vivían en las áreas contaminadas por la radiación y que bebieron leche que seguía contaminada años después, mostraron un incremento enrome en cáncer de tiroides vinculado al yodo radiactivo".

    "Por eso es que las autoridades en Japón están distribuyendo el KI. Sin embargo, los estudios demuestran que no se recomienda que los adultos mayores de 40 años tomen el yoduro de potasio", afirma el profesor Boice.

    "Los beneficios entre este grupo son minúsculos porque con la edad nuestra glándula tiroides ya no es tan sensible", completa el experto.

    Fuente:

    BBC Ciencia

    El día D de Fukushima

    Hoy es el día clave de la central de Fukushima. O TEPCO logra controlar los reactores más dañados,-el 3 y el 4- o la situación será de extrema gravedad. Así lo ha asegurado esta madrugada un portavoz de la empresa al afirmar que el reactor número 3 tiene que enfriarse "hoy mismo".


    La cifra oficial de muertos y desaparecidos supera los 15 000.

    • Casi 80.000 edificios y viviendas han sido destruidos
    • Más de medio millón de evacuados vive en unos 2.500 refugios temporales
    • Unos 100.000 militares japoneses peinan la zona devastada en busca de supervivientes
    • EEUU operará hoy un avión no tripulado para observar el daño en los reactores
    • Helicópteros de las Fuerzas Aéreas han vertido agua para enfriarlos
    • Se teme que las barras de combustible se fundan y emitan gases radiactivos
    • El reactor número 3 presenta graves daños en su sistema de contención

    Hoy es el día clave de la central de Fukushima. O TEPCO logra controlar los reactores más dañados, los 3 y 4, o la situación será de extrema gravedad. Así lo ha asegurado esta madrugada un portavoz de Tokyo Electric Pover (TEPCO) al afirmar que el reactor número 3 tiene que enfriarse "hoy mismo".

    El nivel de radiación en la central nuclear de Fukushima no se ha conseguido controlar, pese a las tareas de refrigeración realizadas esta madrugada con helicópteros de las Fuerzas Aéreas que han vertido agua de mar sobre los reactores 3 y 4, los más peligrosos actualmente. Una operación que según la cadena NHK ha fracasado por el momento.

    La gravedad de la situación en el reactor 3 se debe a que éste es el único de los seis que se abastece de un combustible especial procedente del uranio ya gastado y que contiene plutonio, por lo que los gases radiactivos son más peligrosos.

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    Hasta cuatro veces han vertido agua sobre el reactor número 3, el único con plutonio, en un intento por enfriar las barras de combustible de su núcleo tras detectar graves daños en su estructura de contención. Sin embargo, parece que ha sido en vano ya que los altos niveles de radiación registrados en torno a estos dos reactores no han descendido.

    Según la compañía TEPCO, la radiactividad se encuentra en los 300 milisievert a la hora. Una persona puede soportar sin que se produzcan daños en la salud hasta 100 milisievert en un año.

    El miedo, por tanto, continúa. Se teme que un aumento de la temperatura, en torno a los 40º centígrados, y la escasez de agua en las piscinas de los reactores fundan las barras de combustible y liberen materiales radiactivos de alta intensidad.

    Además, un camión cisterna provisto de un cañón de agua está también preparado para repetir la operación en el caso de que no se logre enfriar los reactores, aunque por el momento es inviable debido a los altos niveles de radiación. Asimismo, TEPCO tiene previsto colocar una fuente temporal de energía eléctrica para intentar volver a bombear agua a los reactores.

    Los reactores 3 y 4 han centrado la preocupación de los expertos que trabajan en la zona, por la temperatura que está alcanzando el combustible nuclear gastado en las piscinas de estas unidades. Las explosiones e incendios en ambos reactores han dejado sin agua la piscina de la unidad número 4, mientras que la unidad 3 presenta daños similares a los que el martes se confirmaron en la estructura de contención del reactor 2.

    "Creemos que la muralla secundaria de confinamiento ha sido destruida [en el reactor 4], que no hay más agua en las piscinas con los combustibles gastados y que los niveles de radiación son extremadamente elevados", advirtió este miércoles el director de la Comisión Regulatoria Nuclear estadounidense (NRC), Gregory Jaczko, hablando de unos daños en este reactor mucho mayores de los reconocidos hasta ahora las autoridades niponas.

    Además, el Gobierno japonés ha informado de que posiblemente hoy militares de EEUU operen un avión no tripulado Global Hawk de reconocimiento a gran altura, para tomar imágenes del interior del edificio que alberga el reactor 4 y ver sus daños.

    20.000 personas evacuadas

    Varios minutos antes de que los helicópteros comenzaran a operar sobre la central nuclear de Fukushima, las autoridades japonesas han aumentado en unas 28.000 personas el número de evacuados desde el miércoles en las localidades cercanas a la central para evitar ser expuestos a la radiación, según ha informado la televisión NHK.

    Casi todos los nuevos desplazados están siendo reubicados en refugios de la provincia de Fukushima, aunque otros podrían ser alojados en provincias cercanas como Niigata y Tochigi, ante la avalancha de personas sin hogar.

    Las autoridades de Fukushima están enviando centenares de personas a hoteles y refugios provisionales de provincias vecinas, mientras que algunas personas se quejan de que la situación está comenzando a desbordarse.

    El Gobierno de Japón descarta por el momento ampliar el área de evacuación más allá de los 20 kilómetros. El ministro portavoz Yukio Edano, señaló también que "entiende" la recomendación de EEUU de que sus ciudadanos se alejen de la central en un radio de 80 kilómetros, aunque insistió en que no creen que de momento sea necesario ampliar el perímetro.

    Desde que el pasado viernes Japón se vio sacudido por un terremoto y posterior tsunami, las explosiones e incendios se han sucedido en la central de Fukushima Daiichi. Al día siguiente del seísmo, se produjo la primera explosión en la planta, en su reactor número 1 (el primero que mostró problemas de calentamiento y elevada presión), que aparentemente sólo produjo daños en el edificio.

    La madrugada del domingo al lunes, fue el reactor número 3 el que registró una explosión de hidrógeno. Hace dos noches, el reactor número 2 sufrió una nueva explosión (a las 6.10 del martes en Japón, 22.10 horas del lunes en la Península). Unos minutos después, registraba una explosión en el número 4 y, tres horas después, se declaraba un incendio en este edificio. Esta noche, han sido de nuevo los reactores 3 y 4 los que han mostrado problemas.

    En el caso del reactor 2, los daños parecen especialmente importantes. Según reconocieron este martes las autoridades niponas al OIEA, la estructura primaria de contención (una estructura de acero y hormigón preparada para frenar una posible fuga radiactiva) se vio dañada y es posible que también haya daños en la vasija del reactor.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    ¿Qué pasa si se funde el núcleo? - Preguntas y respuestas sobre Fukushima


    Imagen aérea de la central nuclear de Fukushima

    Núcleos que empiezan a fundirse, estructuras de contención dañadas y piscinas de combustible en riego. Sepa qué significa todo ésto.

    Fukushima está en alerta nuclear. En tres de sus seis reactores se teme que el núcleo con el combustible se esté fundiendo y se piensa que la vasija de contención de dos de ellos está dañada. Además, el combustible gastado que estaba en las piscinas del almacenaje está fuera de control o desaparecido. Damos algunas claves para entender cómo se ha llegado a esta situación y lo que puede suponer que continúe.

    ¿Qué tipo de combustible se usa?

    De los seis reactores, cinco utilizan óxido de uranio. El reactor número 3, sin embargo, emplea una mezcla de uranio y plutonio conocida como MOX. Este reactor preocupa a los técnicos porque es un material más letal y que se funde más fácilmente.

    ¿Cómo funciona la planta?

    La central usa una tecnología llamada reactor de agua en ebullición o BWR (Boiling Water Reactor), que es la misma de las centrales españolas de Garoña y Cofrentes. Garoña es un modelo idéntico al reactor 1 de Fukushima. Los construyó General Electric y abrieron en 1971. El combustible o núcleo del reactor se calienta dentro de una vasija llena de agua y protegida por una estructura llamada de contención. El combustible alcanza hasta 2.000 grados y hace hervir el agua. El vapor es conducido por tuberías hasta una turbina que genera electricidad.

    ¿Cómo se mantiene el sistema?

    El mecanismo es como una olla. Para que el proceso sea estable hay que controlar la presión, el vapor y la temperatura. El combustible debe estar tapado por agua para que no se sobrecaliente.

    ¿Cómo empezó todo?

    Los edificios resistieron al seísmo y al tsunami, pero se dañó el abastecimiento eléctrico del exterior. La central activó entonces el sistema de emergencia autónomo, pero la inundación lo estropeó. Sin electricidad, fallaron los sistemas de refrigeración y los núcleos empezaron a sobrecalentarse. Se recurrió a agua del mar para evitarlo, pero no bastó.

    ¿Qué ocurre cuando el núcleo empieza a calentarse?

    El sistema se desestabiliza. En el núcleo hay muchos materiales. Está el combustible de uranio o plutonio y las vainas de metal de circonio que lo protegen. También están las barras de control, hechas de yoduro de boro, un material que frena las reacciones atómicas. Además, hay acero y cemento. Cuando sube la temperatura, todos esos materiales reaccionan sin control. A altas temperaturas el vapor oxida los metales con rapidez. Las vainas se deterioran y el combustible libera partículas radiactivas volátiles. Además, el proceso de oxidación libera hidrógeno, que es explosivo.

    ¿Qué ha pasado en los núcleos?

    En los reactores 1, 2 y 3 ha habido explosiones de hidrógeno y escapes de vapor con esas partículas volátiles. También se han hecho liberaciones controladas de gases para disminuir la presión.

    ¿Cuál es el parte de daños?

    En las vasijas 1, 2 y 3 el combustible está expuesto al aire y el agua sólo cubre hasta la mitad. Esto hace que el proceso de calentamiento del combustible avance. Puede llegar a alcanzar 3.000 grados. El núcleo se convierte en una amalgama de materiales. El uranio o el plutonio, a miles de grados, quedan revestidos de acero y cemento. Como una brasa atómica, es muy difícil enfriarlo. Además, aumenta el riesgo de que la estructura de contención, que es la barrera clave de protección, no aguante y se abra liberando el contenido. De hecho, en los reactores 1 y 2 se cree que esa estructura de contención ha sido dañada y puede tener fugas. Por encima de la estructura de contención está el edificio en sí de la central. Están muy dañados los del 1,3 y 4 y bastante tocado el del 2.

    ¿Puede haber un Chernobil?

    Al parecer no. La diferencia con Chernobil es que aquel reactor no tenía estructura de contención. Cuando el núcleo se descontroló saltó por los aires y destrozó el edificio exterior liberando casi todo el contenido. Esto incluía materiales volátiles y las partículas pesadas del combustible. La nube alcanzó miles de metros lo que ayudó a su dispersión a larga distancia. En Fukushima, la presencia de estructuras de contención es clave. Si resisten, se evitará el mal mayor al estilo Chernobil. Sin embargo, los técnicos creen que quedan todavía muchos días de lucha para evitar la fusión completa del material radiactivo. Y que seguirá habiendo fugas.

    ¿Qué pasa con las piscinas?

    Es un gran problema extra. El combustible gastado durante años se guardaba en la central de Fukushima en piscinas situadas en la parte alta del edificio del reactor. El combustible gastado mantiene un calor residual de cientos de grados y debe estar tapado con agua para enfriarlo. Tiene una altísima radiactividad. En el reactor 4 la piscina está sin agua y el combustible ha empezado a calentarse. Lo mismo ocurre en la piscina 3. Y se ignora el estado de las piscinas del reactor 1 del 2.

    ¿Qué sustancias se han emitido?

    Han salido las partículas más ligeras. Gases nobles como el kriptón y el radón y elementos como el yodo, el cesio, el estroncio, el rutenio y el tritio. La radiación ha alcanzado en algunos instantes 400 milisieverts / hora, 400 veces más de la dosis anual recomendada.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    16 de marzo de 2011

    Japón: los 50 desconocidos que tratan de evitar un desastre nuclear

    Alrededor de 50 técnicos japoneses trabajan a contrarreloj en la planta nuclear de Fukushima para tratar de estabilizar los reactores de la central situada 220 kilómetros al norte de Tokio.

    Ellos son, quizás, la última oportunidad que tiene el país para evitar una catástrofe nuclear de mayores proporciones.

    Con los sistemas de refrigeración inutilizados por el terremoto y el tsunami del viernes, este puñado de técnicos que permanece en la central intenta bombear agua de mar a los reactores fuera de control, al tiempo que enfrentan altos niveles de radiación, explosiones, fuego y vapor.

    Trabajan cambiando turnos de forma constante para tratar de limitar lo más posible su exposición a la radiactividad. Utilizan trajes especiales que los protegen, pero los riesgos a los que están expuestos son enormes.

    Dosis altas de radiación

    El profesor de epidemiología de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), David Richardson, quien ha estudiado los riesgos que enfrenta la salud de los empleados de plantas nucleares en el largo plazo, afirma que los técnicos de la central de Fukushima están expuestos a radiación gamma, capaz de penetrar el cuerpo como lo hacen los rayos X.

    Según el experto, las dosis de radiación recibidas en una hora podrían ser más altas que las que reciben, en general, los trabajadores estadounidenses en el curso de toda su carrera.

    "En Japón están exponiéndose en pocas horas a dosis bastante altas para los estándares actuales de seguridad laboral y es probable que eso al final genere clic problemas de salud", advirtió Richardson.

    "En mi opinión, después de ser expuestos a semejante nivel de radiación, no hay forma de proteger a alguien de los riesgos subsecuentes de desarrollar cáncer".

    El ministro de Salud de Japón, Ritsuo Hosokawa, dijo el martes que se elevaría el límite legal de exposición a la radiación de los trabajadores de 100 a 250 milisievert, con el fin de que puedan quedarse más tiempo en la central.

    Según el diario The New York Times, esa cantidad es cinco veces mayor que el máximo permitido para los empleados de las centrales nucleares estadounidenses.

    Lea el artículo completo en:

    BBC Ciencia
    Lea también:

    Chernobil 'versus' Fukushima


    La central nuclear ucraniana de Chernobil fue escenario el 26 de abril de 1986 de la mayor catástrofe nuclear de la historia. El pasado 11 de marzo uno de los más fuertes terremotos de las últimas décadas sacudió Japón y provocó una avería en la planta atómica de Fukushima, lo que desató la alarma internacional.

    Causas. Una cadena de explosiones atribuidas a fallos humanos y técnicos en el cuarto reactor de Chernobil, situada a unos 100 kilómetros de Kiev, fueron la causa del accidente en la planta ucraniana, avería que había sido pronosticada por expertos occidentales, advertencias que fueron ignoradas por las autoridades soviéticas. En el caso de la central japonesa, situada a menos de 300 kilómetros de Tokio y que era considerada una central extremadamente segura, el seísmo inutilizó los sistemas de refrigeración de la central y provocó explosiones en tres de los reactores, lo que elevó peligrosamente el nivel de radiactividad.


    Consecuencias. El accidente en Chernobil esparció hasta 200 toneladas de material fusible con una radiactividad de 50 millones curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la de Hiroshima. Con el fin de rebajar la temperatura, las autoridades niponas ordenaron abrir de forma controlada las válvulas de los reactores, pese al peligro de que el vapor liberado transportara sustancias radiactivas. El primer ministro japonés, Naoto Kan, admitió que la operación liberó cantidades de radiación "mínimas", pero "asumibles" para la población. La agencia nuclear de la ONU expresó su temor a que se haya producido un daño en el núcleo del reactor 2 de la central.


    Contaminación. La nube tóxica desprendida por la central ucraniana afectó a más de cinco millones de personas, aunque las autoridades sanitarias internacionales nunca se han atrevido a vincular la radiactividad de Chernobil con el aumento de la mortalidad en las regiones ucranianas, rusas y bielorrusas afectadas, y el incremento en el número de los enfermos con cáncer y afecciones respiratorias. Organizaciones como Greenpeace cifran en unos 200.000 los muertos a causa de la catástrofe nuclear. Por el momento, varias decenas de personas han resultado contaminadas por la radiación despedida por Fukushima, mientras cerca de 200 están siendo examinadas. Las autoridades han decidido evacuar a unas 200.000 personas residentes en las inmediaciones de la planta y también han trazado un perímetro de alerta o 'Zona cero' de 30 kilómetros. Miles de personas, entre ellos diplomáticos y periodistas, están abandonando Tokio por miedo a la radiación.


    Actitud del Gobierno. En un primer momento la televisión soviética encubrió la catástrofe y mostró imágenes de la central de Chernobil en perfecto estado. El diario 'Izvestia', antiguo órgano del Estado soviético, fue el primero en informar sobre la avería en uno de los reactores de Chernobil con una escueta nota de ocho líneas del Consejo de Ministros de la URSS en una esquina de su primera página. Las autoridades japonesas han informado desde el principio sobre la avería, pero la confusión es mayor según pasan los días en lo que se refiere al peligro de un accidente en la planta, la posibilidad de una fuga y los niveles de radiación en los alrededores.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    Las palabras clave para entender el desastre nuclear


    Reactores tres y cuatro de la central de Fukushima con los edificios de contención dañados y humeantes. AFP

    Reactor nuclear: Instalación en la que puede iniciarse, mantenerse y controlarse una reacción nuclear en cadena. El reactor (nuclear) de agua a presión es un reactor refrigerado con agua natural a una presión superior a la de saturación, a fin de impedir su ebullición. El reactor de agua en ebullición (como los de la central de Fukushima) es un reactor refrigerado con agua natural, la cual se deja que hierva en el núcleo en una cantidad considerable.

    BWR o Reactor de agua en ebullición: El calor generado por las reacciones en cadena se usa para hervir el agua. De este tipo son los reactores de la planta japonesa de Fukushima o los de Garoña, en Burgos. Ambas plantas usan el mismo reactore de tecnología BWR (Boiling Water Reactor) fabricado por General Electric. La compañía americana les vendió el mismo modelo a japoneses y españoles a comienzos de los 70. El reactor 1 de Fukushima y el único que hay en Garoña son idénticos y se inauguraron en 1971.

    Barra de combustible: Combustible nuclear dispuesto en forma de barra formado por pastillas contenidas en una vaina tubular metálica. En las centrales nucleares puede usarse Uranio y Plutonio, pero este segundo también es utilizado en la fabricación de armas nucleares. En Fukushima hay cinco reactores que funcionan con uranio y uno de ellos -el reactor tres- que contiene una mezcla llamada MOX que contiene plutonio y uranio.


    Vasija: Recipiente en el que se encuentra el núcleo de un reactor nuclear. En él están las vainas de combustible (cubierta metálica que contiene herméticamente el combustible), el reflector (material situado alrededor del núcleo que es el encargdo de devolver los neutrones que de otro modo escaparían), el refrigerante (agua radiactiva) y otros componentes.

    Contención: Estructura utilizada para albergar en su interior instalaciones nucleares o radiactivas para disminuir la posibilidad de contaminación del medio ambiente. En centrales nucleares, la contención está formada por una chapa de acero de revestimento y un recubrimiento de hormigón de 90 centímetros de espesor y contiene en su interior el reactor y el circuito primario.

    Sievert (Sv): Unidad de la dosis equivalente y de la dosis efectiva en el Sistema Internacional de Unidades. Es decir, mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva. Un Sv equivale a un julio de energía por cada kilogramo de peso. La unidad antigua es el REM, usada, por ejemplo, en la antigua Unión Soviética. Fue la unidad de referencia durante el accidente de Chernóbil. 1Sv equivale a 100 REM. Hay ocasiones en las que se hace referencia a bequerelios, pero las unidades no son comparables porque el bequerelio es una unidad de radiactividad, no de dosis equivalente.

    Radiactividad: Propiedad de algunos elementos químicos de emitir partículas u ondas electromagnéticas. Esta propiedad se debe a la existencia de una descompensación entre el número de neutrones y de protones del núcleo del átomo, que provoca una inestabilidad y una liberación de la energía acumulada en forma de partículas u ondas. La radiactividad natural se debe a elementos que emiten radiaciones espontáneamente, como es el caso del uranio, el torio o el radón, por ejemplo.

    Núcleo del reactor: Región de un reactor nuclear en la que se encuentra el combustible y donde se produce la reacción nuclear de fisión y la liberación de calor.

    Fusión nuclear: Reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de un núcleo más pesado que los iniciales, acompañada de la emisión de partículas elementales y de energía.

    Fisión nuclear: Reacción nuclear en la que tiene lugar la ruptura de un núcleo pesado, generalmente en dos fragmentos cuyo tamaño son del mismo orden de magnitud, y en la cual se emiten neutrones y se libera gran cantidad de energía.

    Fusión del núcleo: Es un daño grave del núcleo del reactor debido a un sobrecalentamiento. Se produce cuando un fallo grave del sistema de la central impide la adecuada refrigeración del núcleo del reactor. Cuando eso sucede, las vainas de combustible se calientan hasta llegar a derretirse. Supone un gran peligro debido a que existe el riesgo de que el material radiactivo (el combustible nuclear) sea emitido a la atmósfera. No se debe confundir con fusión nuclear (ver más arriba).

    Isótopo: Cada una de las distintas formas de los átomos de un elemento químico. Todos los isótopos de un elemento tienen el mismo número atómico (número de protones) y, por tanto, pertenecen al mismo elemento químico, pero difieren entre sí en el número de neutrones.

    Partículas alfa: Son emitidas por los radionucleidos naturales no son capaces de atravesar una hoja de papel o la piel humana y se frenan en unos pocos centímetros de aire. Sin embargo, si un emisor alfa es inhalado, ingerido o entra en el organismo a través de una herida puede ser muy nocivo.

    Partículas beta: Son electrones que salen despedidos en los procesos radiactivos. Los de energías más bajas son detenidos por la piel, pero la mayoría de los presentes en la radiación natural pueden atravesarla. Al igual que los emisores alfa, si un emisor beta entra en el organismo puede producir graves daños.

    Rayos gamma: Radiación electromagnética producida en el fenómeno de desintegración radiactiva. Su longitud de onda es menor que la de los rayos X, por lo que es una radiación extraordinariamente penetrante. La radiación gamma suele acompañar a la beta y a veces a la alfa. Los rayos gamma atraviesan fácilmente la piel y otras sustancias orgánicas, por lo que puede causar graves daños en órganos internos.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia
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