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22 de marzo de 2014

¿Cómo surgieron las palomitas de maíz?

Los granos de maíz son sanos, ricos en fibras y antioxidantes.

Hace una década se difundió que las palomitas de maíz para microondas eran como el veneno. Esta afirmación que corrió de boca en boca y por la red surgió a raíz del inicio de la lucha contra la presencia de grasas trans en los alimentos de los neoyorquinos. Y es que este alimento preparado tenía una elevadísima cantidad de esta grasas malas para la salud, hoy prohibidas en algunos países y restringidas en otros.

Las grasas trans, también llamadas en el etiquetado grasas vegetales parcialmente hidrogenadas, no proporcionan ningún beneficio e inciden de forma negativa en todos los factores que influyen en la salud cardiovascular: elevan el colesterol malo (LDL) y disminuyen el bueno (HDL). Contribuyen a la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que favorece la aterosclerosis.

La mayoría de los snacks contienen este tipo de grasas, sobre todo las palomitas de microondas con mantequilla, las patatas de bolsa con sabores, los rebozados y la bollería industrial. Son aceites semisólidos a temperatura ambiente, baratos, que aguantan calentamientos repetidos, son excelentes potenciadores del sabor, evitan que los alimentos se enrancien y aumentan la untosidad.

Regulación de las grasas trans

En los años 90 del siglo XX aparecieron los primeros estudios que apuntaban los efectos desastrosos de las grasas trans sobre la salud cardiovascular. En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado eliminar o reducir su uso en la alimentación.

Dinamarca es el país pionero en prohibir estas grasas. En 2004 emitió una ley que limitaba al 2% la cantidad de estas grasas en los alimentos.

Estados Unidos estrenó en 2006 un etiquetado que debía indicar la cantidad de estas grasas en el alimento tras la activa campaña de concienciación iniciada en Nueva York, que fue la primera gran ciudad americana en prohibir el consumo de aceites con trans en los restaurantes.

Canadá exige su identificación sin excepción en el etiquetado. En Europa les siguieron Austria, Suiza e Islandia, que también exigen que las etiquetas de estos productos especifiquen el porcentaje de grasas trans.

España está trabajando en desarrollar una normativa al respecto. Aún no es obligatorio reflejar el porcentaje de grasas trans en el etiquetado. Mientras llega, reducir estas grasas de los productos industriales está entre los puntos a cumplir del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Por el momento, el objetivo se ha cumplido en la bollería industrial. Según un reciente estudio de la Universidad de Navarra, que analizó el porcentaje de este tipo de ácidos grasos en productos de bollería en el año 2000 contenía un 6,5% de grasas trans y en 2012 habían disminuido al 0,7%.

El caso de las palomitas de maíz

Otro de los episodios que demonizaron las palomitas de maíz de microondas es la sentencia de un tribunal federal en Colorado en 2012.  Acordó que Wayne Watson, un hombre de 59 años, debía ser indemnizado con una cifra millonaria por el fabricante de palomitas de maíz (Gilster-Mary Lee Corp) y la cadena de supermercados (Kroger Co) por negligencia al no advertir en un etiquetado sobre el peligro de una molécula llamada diacetil.

Se trata un subproducto natural de la fermentación y se le añade a algunos alimentos procesados para darles un sabor artificial de mantequilla. El tribunal aceptó la inhalación de este compuesto como causa de la enfermedad pulmonar que sufría, bronquiolitis obliterante, una afección pulmonar obstructiva que dificulta el flujo del aire a los pulmones y es irreversible.

El detalle que no caló en la ciudadanía para no entrar en pánico es la exposición es que este hombre se comió dos bolsas de palomitas diarias durante más de diez años. Los demás casos de enfermedad producida por el diacetil son trabajadores de fábricas de palomitas que han respirado cantidades industriales del producto.

Las palomitas de maíz en sí mismas son un alimento sano. Son granos completos que aportan fibra y abundantes antioxidantes, como los polifenoles. Sin embargo, las grasas procedentes de la mantequilla o el aceite con el que se fríen, el queso, la sal o el caramelo con las que se aderezan duplican las calorías del producto final. Por eso, la manera más sana de cocinarlas es con aire caliente.

Tienen un sabor y aroma muy especial de manera natural que nada tiene que ver con el artificial de la mantequilla añadido. Lo produce un compuesto químico que se genera en el grano a alta temperatura, la acetilpirrolina, que también tiene el arroz basmati.

El grano explota y se convierte en flor

Los granos de maíz ideales para hacer palomitas de maíz son especialmente ricos en proteínas, pequeños y con la cubierta dura. Este cascarón transmite mejor el calor al interior y aguanta más presión antes de estallar y florecer.

El apreciado calor hace que el corazón de los granos de maíz sufra cambios físicos y químicos. En concreto, la matriz de proteínas y gránulos de almidón del interior se ablandan y la humedad se transforman en vapor. Este vapor hace que aumente la presión. Cuando la temperatura alcanza los 190 grados centígrados, la cubierta revienta porque la presión en el interior del grano es siete veces mayor que la exterior. Luego la mezcla blanda de proteínas y almidón se solidifica con el descenso de temperatura y queda en forma de flor blanca ligera y crujiente.

La alta temperatura se alcanza fácilmente en las bolsas de palomitas preparadas para hacer en el microondas gracias a la fina capa de plástico del envoltorio que acumula el calor. Y se inflan por el gas liberado del interior de los granos.
Los nativos americanos ya dejaban granos de maíz en una vasija sobre las ascuas
Las palomitas de maíz son un invento milenario. Los nativos americanos ya dejaban granos en una vasija sobre las ascuas del fuego hasta que reventaban. Las usaban como abalorios de los collares y como alimento.

La primera máquina de hacer palomitas la creó el estadounidense Charles Cretors en 1885. Usaba aire caliente para elevar la temperatura de los granos de maíz. Hasta entonces se hacían en tostadoras o cazos que cocinaban los granos de manera irregular, muchos se quemaban y otros tantos no explotaban.

Con la máquina de Cretors, los granos se calentaban de manera uniforme. Pocos años después de la invención del primer prototipo, en 1893, presentó la primera máquina portátil para hacer palomita en la Exposición Universal de Chicago.

Gracias a estas máquinas se popularizó el producto y se convirtieron en uno de los pocos caprichos que algunos se daban durante la Gran Depresión. Los carritos se situaban en las puertas de los cines y los consumían tanto los espectadores como los viandantes.

Con el tiempo, la costumbre de comer palomitas mientras se veía una película se afianzó y se extendió a las hogares con la llegada de la televisión allá por los años 50. En 1980, con los microondas ya instaurados en las cocinas, nacieron las palomitas envasadas en bolsa para hacer en este electrodoméstico. Desde entonces forman parte de nuestra tradición culinaria globalizada.

Fuente:

RTVE Ciencia

Como plantar una piña


piña

Muchos no saben que de una piña podemos obtener una planta que con suerte volverá a darnos más piñas. El objetivo de este artículo es explicaros el proceso.

Lo ideal es hacerlo con las piñas que están menos maduras, aunque con estas también podemos intentarlo.

Pasos para plantar una piña.


Se rebana con un cuchillo la parte superior, tal y como se ve en la foto, incluyendo un par de centímetros de la parte superior de la fruta.

plantar una piña

Limpiamos la base y le limpiamos las hojas secas.

germinar piña 2

La metemos en un vaso de agua, quedando la base de la piña dentro del agua. Cambia el agua si la ves fea o añádele mas si le falta.

germinar piña 3

La colocaremos en un sitio donde le de la luz.

Un mes después, aproximadamente, ya habrá empezado a echar raíces.

germinar piña 4


Se planta en un substrato con humedad media, 4 partes de turba y una de humus, y se deja a la sombra. Si es invierno y hace frío habrá que pensar en colocarla en un lugar resguardado o incluso en un interior con mucha luz. Cuando llega el buen tiempo se deja de nuevo en el exterior, de momento sin sol pero con mucha luz. Cuando empieza a crecer podrá colocarse paulatinamente al sol.
La regaremos abundantemente. Mantén el agua húmeda, no mojada.
germinar piña 6

Os dejamos un vídeo ilustrativo:


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Fuente:

EcoInvenhttp://ecoinventos.com/plantar-una-pina/tos

La energía limpia e inagotable está un paso más cerca

Un experimento en EEUU avanza hacia la obtención de energía de la fusión nuclear, una de las noticias destacadas de esta semana.

Esta semana, científicos de EEUU han anunciado que, por primera vez, han logrado obtener más energía que la invertida en un proceso de fusión nuclear. Este fenómeno es el que alimenta las estrellas como el Sol y dominarlo en la Tierra supondría poder extraer energía limpia e inagotable. El proceso aún está en pañales, pero el logro de los estadounidenses del instituto, que ya avanzamos en Materia hace unos meses, supone un importante paso hacia el diseño de futuras centrales de fusión dentro de unas décadas. Europa es el epicentro de ITER, un proyecto internacional para construir  el primer reactor experimental de fusión nuclear en Cadarache (Francia).


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La Instalación Nacional de Ignición / NIF
Sin embargo, este hallazgo, publicado en Nature, sale de la Instalación Nacional de Ignición (NIF), la mayor apuesta nacional de EEUU por lograr fusión usando hidrógeno y potentes haces de rayos láser. De cualquier forma, este paso es aún inicial y aún quedan décadas de desarrollo antes de que se pueda controlar el proceso de fusionar núcleos atómicos para usar la energía resultante en nuestros hogares.

Fuente:

Materia

21 de marzo de 2014

¿Por qué las gallinas ponen tantos huevos?

Una gallina doméstica pone hasta 300 huevos en un año

Las gallinas domésticas ponen huevos todos los días. Son esos los huevos que guardamos como un tesoro en nuestra despensa y cocinamos de las maneras más variadas. Las demás aves ponen huevos en primavera, cuando tienen algún macho cortejándolas y copulándolas porque las condiciones son óptimas para llevar adelante la reproducción: la comida disponible es abundante y la temperatura adecuada.

“Al igual a las mujeres que producen un óvulo cada mes independientemente de su actividad sexual, las gallinas producen un huevo cada día sin importar si tienen acceso a un gallo o no”, explica a RTVE.es José Cózar, veterinario de producción.

Es una tendencia natural de las gallinas que los hombres hemos aprovechado. “Las gallinas ponedoras domésticas están seleccionadas genéticamente para potenciar esta predisposición a poner huevos”, apunta. La Gallus Bankiva, el antepasado de la gallina doméstica, pone conjuntos de unos 12 huevos varias veces al año. Por este motivo seguramente fueron domesticadas en el sudeste asiático hace 9000 años.

A finales del siglo XIX comenzó el frenesí gallináceo. Llegaron a Europa ejemplares de razas raras del exótico Oriente y se inició una cría selectiva para lograr preciosos ejemplares de exhibición. Pronto el interés cambió y la cría selectiva derivó hacia el logro de ejemplares que dieran buena carne y muchos huevos. Así, casi toda la diversidad nacida en el siglo XIX ha desaparecido. Hoy en día la mayoría de las gallinas de uso industrial son de la raza New Hampshire o Leghom y se producen unos 63 millones de toneladas de huevos al año.

Una gallina pone hasta 300 huevos en un año. “Nacen con miles de pequeños folículos (óvulos sin madurar) en su ovario (tiene solo activo el izquierdo, el otro está atrofiado) que a lo largo de su vida se convertirán en óvulos que progresarán hasta formar huevos”, ilustra el veterinario. Empiezan a poner huevos a la edad de cuatro o seis meses.

En vez del óvulo por ciclo de 28 días de las mujeres, “las gallinas tienen racimos de 8 a 10 óvulos que van madurando hasta convertirse en huevos a lo largo de un ciclo de 10 semanas. Van superponiendo ciclos de tal manera que están poniendo huevos casi cada día durante cerca de dos años, lo que dura su vida en la explotación avícola”, puntualiza el experto.

La yema crece en el ovario 

Esto sucede con un periodo diario de luz estable de 8 horas de oscuridad y 16 de luz, que se regula en el interior de nave donde viven las gallinas en las explotaciones. “La luz indica al cerebro de la gallina que segregue una serie de hormonas que provocan la liberación del folículo para que se inicie su maduración y se forme un huevo”, explica Cózar.

Entonces, en el mismo ovario el óvulo empieza a acumular durante 10 días los componentes para formar la yema (agua, proteínas, grasas, glucosa en su mayoría) que se forman en el hígado y llegan a través del torrente sanguíneo. El color depende de los pigmentos que contiene la comida del pollo. Por ejemplo, la dieta rica en maíz y alfalfa da lugar a una yema más amarilla. La yema es enorme porque contiene provisiones para desarrollar un pollo, proeza que dura 21 días. En su superficie hay un pequeño disco blanco. Es el disco germinal, lugar en el que se inicia la división de las células embrionarias si el huevo se fecunda.

La clara protege al hipotético embrión

La clara se forma cuando el ovario libera la yema terminada (los curiosos huevos de dos yemas se producen cuando se liberan dos a la vez). La clara sirve para proteger la yema y amortiguar los golpes del hipotético embrión. Su formación dura unas 25 horas. La yema discurre por el oviducto (un canal de unos 60 centímetros) cuya pared va liberando proteínas que cubren la yema formando la clara en tres capas de distinta densidad.

El huevo en formación sigue discurriendo por el oviducto. El siguiente paso es la formación de dos membranas que protegen la estructura de microorganismos. Más tarde, ya en el útero, se forma la cáscara durante unas 14 horas. Es una corteza de carbonato de calcio con unos 10.000 poros para que entre aire.

El toque final es una cutícula formada en su inmensa mayoría por proteínas y pequeñas cantidades de lípidos y carbohidratos. Recubre toda la superficie de la cáscara. La principal función de esta película consiste en sellar los poros, formando una barrera física contra la penetración de microorganismos. También evita la pérdida de agua y da un aspecto brillante al huevo. El color final del huevo depende de la concentración de pigmentos incluidos en la película y que quedan atrapados en los poros. Así, los huevos marrones incluyen ovoporfirinas, procedentes de los glóbulos rojos, los blancos nada y los azules llevan ovocianinas, que provienen de proteínas procedentes de la síntesis de la bilis, que es verde intenso. Y así es como se forma el magnífico alimento que protagoniza los platos más deliciosos a lo largo y ancho del mundo.

Fuente:

RTVE Ciencia

Cada día mueren 1.400 niños en el mundo por falta de agua

Unicef denuncia alarmantes cifras. Los fallecimientos son por enfermedades relacionadas con la falta del líquido elemento

A diario mueren 1.400 niños en el mundo por falta de agua

(Foto: Reuters)
Unos 1.400 niños menores de cinco años mueren en el mundo a diario víctimas de enfermedades diarreicas relacionadas con la falta de acceso a agua potable, saneamiento adecuado e higiene, según datos de Unicef.

Unas 768 millones de personas no tienen acceso al agua potable, indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra mañana sábado. En su mayoría, estas personas viven en la pobreza, en zonas rurales apartadas o en barrios urbanos marginales.

Unicef señaló que las mujeres y las niñas son las que más sufren las consecuencias de la falta de agua potable porque sobre ellas recae el 71 % de la carga que representa la recogida de agua para el consumo.

Según la agencia de la ONU, dos terceras partes de las millones de personas que no cuentan con fuentes de agua potable en el mundo se concentran en diez países:

Esta semana Unicef inauguró una campaña mundial en las redes sociales para conseguir llevar agua potable y saneamiento a todas las personas que todavía carecen de estos servicios de primera necesidad.

Para ello, la organización ha solicitado a sus seguidores en las redes de Facebook, Twitter e Instagram que comenten lo que el agua significa para ellos, lo ilustren con fotografías y usen el hashtag #ElAguaEs para crear conciencia sobre lo que implica no tener acceso al agua potable. 
 
Fuente:
 

 

16 de marzo de 2014

Somos una especie evolucionada... ¡porque somos ociosos y vagos!

Los humanos, y nuestros parientes primates, somos muy diferentes del resto de los animales en muchas cosas. Somos más inteligentes, más visuales, mucho menos especializados desde el punto de vista corporal. Tendemos a ser mucho más generalistas en nuestra alimentación y a tener un tamaño relativamente pequeño (excepto chimpancés, orangutanes y gorilas, nuestros más cercanos parientes vivos). Pero algunas de las diferencias biológicas clave son menos visibles: los primates tendemos a tener pocas crías a las que cuidamos mucho (una estrategia ‘k’, se le llama en ecología), a diferencia de otros animales que tienen mucha descendencia que luego dejan a su suerte (con lo que muchos mueren). Además vivimos más años que los animales de nuestro tamaño, y crecemos mucho más despacio, alcanzando la edad adulta más tarde. Según un estudio recientemente publicado esto tiene una razón de ser: con la excepción del lémur ratón, uno de los más pequeños, el resto de los primates gastamos hasta un 50% de energía menos que animales de sus respectivos tamaños. Básicamente le debemos nuestra longevidad y algunas de nuestras características biológicas clave a nuestra parsimonia energética; o por decirlo de otra forma, a que somos unos vagos.

Schimpanse_Zoo_Leipzig

Y la diferencia no es pequeña. Si comparamos a los humanos con animales de tamaño parecido haría falta que corriésemos una maratón diaria para alcanzar los mismos niveles de gasto energético. Casi todos los primates tenemos metabolismos leeeeeentos, lo cual explica esa tendencia a la pereza y la modorra que compartimos con orangutanes, chimpancés e incluso gorilas, muy dados a pasar largas horas básicamente haciendo nada. Ese reducido gasto energético nos permite vivir más tiempo con un menos consumo de alimentos, lo cual hace más probable sobrevivir a los malos tiempos. A cambio el crecimiento se ralentiza y las crías han de ser cuidadas durante un periodo más largo, lo cual hace posible crear tradiciones culturales y educarlas en ellas, algo que hacen numerosos primates. El origen de este rasgo tan peculiar podría ser precisamente facilitar la supervivencia en épocas de hambruna, al permitir estirar las reservas durante más tiempo. Lo que parece cierto es que la pereza y el reducido gasto energético son rasgos fundamentales de nuestro grupo. Recuérdelo la próxima vez que alguien le regañe por querer echarse una siesta: dígale que se trata de un imperativo biológico.

Fuente:

RTVE Blog de Ciencias
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