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Un estudio publicado en la última edición de la revista Journal of Neuroscience revela que estimulando las regiones cerebrales de la corteza visual a la vez que aspiramos el aroma de una rosa, nuestra capacidad de distinguir los matices e identificar ciertos olores aumenta. Según los autores, del Instituto Neurológico de Montreal, el hallazgo indica que en las estructuras cerebrales encargadas de los distintos sentidos están mucho más interconectadas de lo que se pensaba. Y que no es algo exclusivo de los sinestésicos –personas en que la estimulación de un sentido activa otro, por ejemplo haciéndoles ver colores en los números o escuchar olores-. Los investigadores sugieren que la vista juega una papel clave a la hora de “conectar” la información procedente de distintos sentidos. Y, como aplicación práctica inmediata, recomiendan que la próxima vez que olamos un perfume, una flor o una especia exótica mantengamos los ojos bien abiertos. Fuente: Muy Interesante |
La planta de yuca, también conocida como mandioca, podría ayudar a los agricultores africanos a enfrentarse al cambio climático, según un reciente estudio científico.
"Es como el 'Rambo' de la cosecha", explica Andy Jarvis, del Centro Internacional para la Agricultura Tropical con sede en Colombia.
Esta raíz es, desde tiempos precolombinos, uno de los productos alimenticios más consumidos del continente americano.
Sin embargo, el informe también hace hincapié en la necesidad de investigar más para que la yuca no solo sea más resistente a plagas y enfermedades, sino que se convierta en un posible remplazo de los cultivos que se ven afectados por el cambio climático.
En noviembre pasado, científicos de la ONU advirtieron de un virus que, en África, estaba alcanzando niveles de epidemia.
Las infecciones virales han atacado periódicamente a las cosechas en algunas regiones, lo cual ha generado hambre.
Repliegue de cultivos
Originaria de América del sur, la yuca fue introducida en el África subsahariana por los comerciantes portugueses en el siglo XVII.
De acuerdo con los investigadores del informe "¿Es la yuca la respuesta a la adaptación al cambio climático en África?", se trata de la fuente de carbohidratos más importante en un continente donde más de 500 millones de personas la consumen cada día.
El consumo de yuca supera a seis productos básicos de la dieta del África subsahariana –la papa, el maíz, frijol, plátano, el mijo y el sorgo– en 24 modelos de predicción del clima, dice el estudio.
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La planta crece bien con altas temperaturas y, cuando llegan las sequías, la cosecha se "cierra " hasta que vuelvan las lluvias, dijeron los científicos.
"Tenemos muy pocas buenas historias donde vemos cultivos que rinden igual o mejor con el cambio climático y finalmente, con la yuca, hemos encontrado uno", dijo Jarvis a la BBC.
Según el investigador, estas son buenas noticias para Nigeria, el mayor productor de África, con "36 o 37 toneladas producidas al año", así como para la República Democrática del Congo, el segundo país en producción de yuca del continente.
La yuca puede ser ahora el "último recurso si otros cultivos fallan", dijo Jarvis.
"En África oriental, donde el maíz es preferido por muchos de los agricultores, la yuca puede ser un plan B."
La raíz, rica en almidón, se cultiva menos en el sur de África, donde hay temperaturas frías durante los meses de invierno. Pero esto podría cambiar, dijo Jarvis, quien añadió: "Esperamos que estos resultados sean un llamado de atención a la comunidad científica para que se centre nuevamente en la yuca".
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