El cráter McLaughlin en una perspectiva en tres dimensiones. | HRSC/MarsExpress/Freie Universität Berlin
Según explican en un estudio publicado en 'Nature Geoscience', los resultados del análisis de la composición de estos restos minerales constituyen la prueba más sólida hallada hasta ahora de que Marte pudo haber tenido alguna forma de vida. No obstante, señalan que las pruebas geológicas muestran también que el entorno marciano parece haber sido sido inhóspito para la vida durante los últimos miles de millones de años.
Los meteoritos que han impactado contra la superficie de Marte han actuado como sondas naturales, pues gracias a ellos hemos podido obtener rocas que se encontraban a varios kilómetros de profundidad, hasta 5 kilómetros, según señalan los autores. Las sondas de exploración y las misiones de los vehículos robóticos, como 'Curiosity', enviados a Marte han aportado nuevas pistas sobre la composición del planeta. En concreto en este estudio se ha analizado la información recabada por la sonda de la NASA 'Mars Reconnaissance Orbiter' (MRO) en el cráter McLaughlin, que tiene un diámetro de unos 92 kilómetros y una profundidad de 2,2 kilómetros.
La sonda MRO fue lanzada en 2005 y está equipada con seis instrumentos que están ofreciendo datos en alta resolución sobre el Planeta Rojo.
Estudiar Marte para conocer la Tierra
El análisis de las muestras minerales ha revelado que contienen arcillas y minerales carbonados que se debieron formar en un antiguo lago marciano. Los científicos creen que probablemente este lago se alimentaba de agua subterránea.Averiguar cómo fue el pasado de Marte, cómo se originó y evolucionó ofrece información muy valiosa sobre cómo se formó la Tierra y cómo se originó la vida. Los científicos especulan con que hasta el 50% de las formas de vida que hay en nuestro planeta son bacterias que se encuentran bajo la superficie, en rocas depositadas a varios kilómetros de profundidad. Las formas más antiguas de vida encontradas son microbios muy simples que podrían haberse originado bajo tierra. Y este equipo de investigadores propone que es posible que lo mismo ocurriera en Marte.
"No sabemos cómo se formó la vida en la Tierra, pero es concebible que fuera bajo tierra, y que estuviera protegida de las duras condiciones que habría en la superficie terrestre durante las primeras etapas. Sin embargo, debido a las placas tectónicas, apenas se conservan los primeros registros geológicos de nuestro planeta, por lo que es posible que nunca podremos conocer los procesos que condujeron al origen de la vida y a su temprana evolución", afirma Joseph Michalski, geólogo del Museo de Historia Natural de Londres y autor principal de este estudio, en un comunicado de prensa.
Por ello, el investigador considera que para los científicos, estudiar estas rocas marcianas que conservan pistas sobre su pasado geológico en mejor estado de conservación que las de la Tierra equivale a encontrar las páginas arrancadas del libro de la historia geológica de nuestro planeta.
Para John Parnell, coautor de este artículo y geoquímico en la Universidad de Aberdeen (Escocia), esta investigación demuestra cómo los estudios sobre Marte y sobre la Tierra están estrechamente relacionados: "Es lo que hemos observado en los microbios que viven bajo los continentes y en los océanos terrestres. Nos permiten especular sobre la posibilidad de que en Marte hubo hábitats que albergaron vida en el pasado, que a su vez nos muestran cómo las primeras formas de vida pudieron sobrevivir en la Tierra", explica.
Durante las futuras misiones de exploración para buscar indicios de vida, los investigadores tendrán que decidir si se centran en el estudio de las rocas que se encuentran en la superficie o buscan restos bajo tierra. "Personalmente no creo que debemos intentar taladrar bajo la superficie para buscar pruebas de vida en el pasado. En lugar de hacer esto, podemos estudiar las rocas que de forma natural han salido a la superficie por el impacto de un meteorito y buscar en los depósitos profundos en los que los fluidos se filtraron a la superficie", opina Joseph Michalski.
Para este investigador, con independencia de que los registros geológicos marcianos contengan agua o no, los análisis de estos tipos de rocas "nos enseñan muchísimo sobre los primeros procesos químicos que tuvieron lugar en el Sistema Solar".
Fuente:
El Mundo Ciencia