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28 de febrero de 2011

Sin hogar y con enfermedad mental

Las personas 'sin techo' están aumentando por la crisis. | Antonio Heredia
  • Aumenta el número de personas sin techo y con patología mental
  • También crece el número de los que abusan de sustancias y alcohol
  • Psiquiatras, psicológos y educadores les diagnostican y tratan en la calle

Se visten, comen, duermen y, también, sufren en las calles. Y aunque son invisibles para muchos ciudadanos, cada vez son más en número. Son las personas sin hogar (PSH).

"Con la crisis económica está aumetando la cifra de los que se quedan en la calle. Les rodea una gran problemática, pero la situación se complica aún más si, también, padecen una enfermedad mental porque su riesgo de exclusión social se multiplica", reconoce María Fe Bravo Ortiz, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y presidenta de la Asociación de Neuropsiquaitría (AEN).

La doctora Bravo habla con conocimiento de causa. Lleva 20 años dedicada a ellos. "Se ha producido un incremento en la proporción de sin techo con patología mental, sobre todo esquizofrenia, adicción a las drogas y al alcohol en las grandes ciudades de los países desarrollados".

Dos ejemplos. Cerca de 700 personas viven en las calles de Barcelona y otras 900 en Madrid. Entre un 4% y un 10% de ellos sufre esquizofrenia, trastorno bipolar y de la personalidad, depresión grave y estrés postraumático. Además, un 30% abusa de sustancias o de alcohol.

Asistirlos y tratarlos es una tarea ardua. Su desconfianza, su rechazo a recibir tratamiento y su negativa a ser ingresados en los momentos más graves de la enfermedad son los mayores obstáculos a los que se enfrentan los equipos de salud mental y sociales que les atienden.

Tienen que convencerles para que acepten los recursos de los que pueden beneficiarse. Dos décadas lleva Salud Mental y Exclusión Social (SMES)-Madrid, una asociación que aglutina a varias instituciones, trabajando para y por todos ellos.

Con ella colabora también "la Consejería de Sanidad de la comunidad a través de dos equipos, uno perteneciente al Hospital Clínico San Carlos y el otro, La Paz", aclara la psiquiatra Bravo.

Esta especialista comenta que la entidad se "engloba dentro del proyecto europeo que en 2001 quedó constituido como una asociación sin ánimo de lucro SMES-Europa. Somos un ejemplo para muchos países vecinos. En varias ocasiones han venido a visitarnos para ver cómo funcionamos y copiar nuestro modelo". Cerca de 14 profesionales (psiquiatras, psicólogos, educadores, rehabilitadores...) trabajan a pie de calle por las personas sin hogar con enfermedad mental.

Ganarse su confianza

"No podemos asistirlos por la fuerza. Los estudios han constatado que ingresar los casos graves en contra de su voluntad no aportan ningún beneficio. Se trata de ganarse poco a poco su confianza", aclara la presidenta de AEN. Son los servicios sociales los que alertan si detectan a una persona sin hogar con enfermedad mental.

"En ese momento las enfermeras y los psiquiatras acuden hasta donde están para trabajar con ellos, diagnosticarlos y conseguir que acepten el tratamiento".

María Vázquez, coordinadora del grupo de personas sin hogar con problemas mentales del Hospital Clínico San Carlos, explica "que es muy complicado que estos enfermos acudan a un hospital o a una consulta. No tienen recursos para coger un autobús, no quieren perder su cola en el comedor o tiempo porque tienen que pedir pero, sobre todo, sus necesidades y prioridades son otras, por eso somos nosotros los que tenemos que buscarles en la calle y seguir su tratamiento ahí".

Una segunda parte de la rehabilitación pasa por su adherencia a la terapia así como por realizar una labor de acompañamiento.

Se trata, en definitiva, de desestigmatizarles y de ayudarles a volver a vivir en sociedad. Y se está logrando. "Hemos tratado a más de 400 personas y hemos logrado que cerca de un 80% se trate, mejore y viva en residencias", recalca María Vázquez.

La doctora María Fe Bravo apunta que la razón por la que un alto porcentaje de personas sin hogar tiene trastornos mentales hay que buscarla en su mayor suceptibilidad, sobre todo si se trata de enfermedades como la esquizofrenia.

"Hay dificultades añadidas en esta patología que les hacen más vulnerables a terminar en la calle. Son personas que no suelen tener trabajo, poseen pensiones mínimas y con pro blemas para mantener relaciones personales".

Queda mucho por hacer. La prevención no es una "una utopía. Hay que mejorar muchos los recursos disponibles y, sobre todo, ir en busca de las personas con más probabilidades de poder acabar sin casa", agrega la psiquiatra María Vázquez.

Fuente:

El Mundo Ciencia

28 de diciembre de 2010

Creencias políticas: ¿determinadas en el cerebro?

Conocer Ciencia no avala este tipo de investigaciones. La política es un producto de la sociedad humana, por ende las ideas políticas están determinadas fundamentalmente por el medio social, económico e histórico en el que se se desenvuelve un individuo. Finalmente concluimos que son las cisrcunstancias sociales e históricas las que van moldeando nuestro cerebro, nuestros pensamientos, nuestra lenguaje y nuestra praxis social. No obstante los dejamos con el artículo para una mayor discusión:



La amígdala (azul) es más grande en las personas con ideas de derecha.


Científicos británicos descubrieron que parece haber una "fuerte correlación" entre las creencias políticas de una persona y su estructura cerebral.

La investigación, comisionada por la BBC, identificó dos áreas del cerebro cuyo tamaño aparentemente está asociado con las ideas y los valores políticos del individuo.

El estudio, llevado a cabo en el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres, analizó los escáneres de imágenes de resonancia magnética (IRM) de 90 estudiantes.

Los participantes también respondieron a un cuestionario sobre sus creencias políticas.

Tras comparar los resultados, los científicos encontraron que los estudiantes que se describieron a sí mismos como más liberales y con una ideología de izquierda mostraron una mayor densidad de materia gris en una región del cerebro llamada cíngulo anterior.

Y los jóvenes que se calificaron como conservadores y con ideología de derecha tenían una amígdala -la estructura cerebral asociada al procesamiento emocional- más grande.

¿Se nace o se hace?

Los investigadores no saben, sin embargo, qué surgió primero: ¿nuestra estructura cerebral forma nuestras opiniones políticas? o ¿son nuestras opiniones las que conducen a un desarrollo diferenciado de nuestra estructura cerebral?

El profesor Geraint Rees, director del Instituto de Neurociencia Cognitiva y quien condujo el estudio, afirma que estos resultados son "muy emocionantes" porque plantean preguntas interesantes sobre la relación entre los valores sociales y la estructura cerebral del individuo.

Tal como señala el profesor Rees, "es un hallazgo extraordinario".

"Nos quedamos muy sorprendidos al encontrar dos áreas del cerebro con las cuales se podría predecir la actitud política de una persona", agrega.

Y el descubrimiento fue también confirmado con el análisis de la estructura cerebral de dos políticos "profesionales".

Los científicos sometieron a dos parlamentarios británicos, el conservador Alan Duncan y el laborista Stephen Pound, a escáneres de IRM.

Y se encontraron resultados consistentes: el escáner de Pound mostró una mayor densidad en su cíngulo anterior, mientras que en el cerebro de Duncan esta región era más delgada.

Sin embargo, ambos parlamentarios mostraron una densidad similar en sus amígdalas.

El profesor Rees planea seguir investigando este vínculo.

Mientras tanto, ha sometido a revisión los resultados del experimento, que se espera que sean publicados en una revista científica el próximo año.

Tomado de:

BBC Ciencia

8 de noviembre de 2010

Un “segundo cerebro” funciona en la panza y dicen que regula emociones


Su red neuronal no elabora pensamientos, pero influye en el estado de ánimo y hasta en el sueño.

Que se use la palabra “entripado” para referirse a un enojo podría no ser del todo metafórico. Y que el estómago “se cierre” en una situación estresante o que parezca poblado de mariposas ante el amor también tendría una explicación científica. El aparato digestivo está tapizado por una red de neuronas (celulas nerviosas) de tan amplio alcance que algunos científicos la han denominado “segundo cerebro”. Y ese cerebro, según estudios científicos recientes, influye en nuestro estado de ánimo, carácter y hasta en el ritmo de sueño.

Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, y autor de El segundo cerebro ( The Second Brain ), un libro de referencia en las investigaciones sobre el tema, explica que, conocido técnicamente como sistema nervioso entérico, el segundo cerebro está compuesto por capas de neuronas ubicadas en las paredes del tubo intestinal, y que contiene unos 100 millones de neuronas.

El pequeño cerebro que tenemos en las entrañas funciona en conexión con el grande, el del cráneo, y en parte determina nuestro estado mental y tiene un papel clave en determinadas enfermedades que afectan otras partes del organismo. Además de neuronas, en el aparato digestivo están presentes todos los tipos de neurotransmisores que existen en el cerebro. De hecho, el 95 por ciento de la serotonina, unos de los neurotransmisores más importantes del cuerpo, se encuentra en el intestino.

Sin embargo, aunque su influencia es amplia, se deben evitar confusiones: el segundo cerebro no es sede de pensamientos conscientes ni de toma de decisiones . Como puede leerse en una nota publicada por la revista de divulgación científica Scientific American , gran parte de la potencia neurológica del segundo cerebro se concentra en la ardua tarea diaria de la digestión.

Emeran Mayer, profesor de Fisiología, Psiquiatría y Ciencias del Biocomportamiento de la Universidad de California, le dijo a esa publicación que una gran parte de nuestras emociones probablemente se vea influida por los “nervios de los intestinos”. En el mismo sentido, Gershon afirma que el bienestar emocional cotidiano quizá también dependa de mensajes que el cerebro intestinal envía al craneano.

Guido Iantorno, jefe de la Unidad de Motilidad Digestiva del Hospital Bonorino Udaondo, le explicó a Clarín que, aunque de modo indirecto, a través del eje cerebrointestinal, el sistema nervioso entérico puede influir en situaciones emocionales y en otros síntomas como la hipersensibilidad al dolor.

Cuenta Iantorno que mediante tomografías computadas por emisión de positrones pudo comprobarse que, ante un estímulo en el intestino, en las personas con afecciones funcionales del aparato digestivo reacciona un sector del cerebro diferente del que reacciona en personas sanas. “Esto significa que la corteza cerebral responde de diferente modo si se padece, por ejemplo, el síndrome de colon irritable”, dice Iantorno.

Algunos científicos piensan que en un futuro, algunos padecimientos intestinales podrían tratarse con terapias aplicadas a nivel neuronal. De hecho, el síndrome de colon irritable en parte deriva de un exceso de serotonina en el intestino, y quizá podría ser considerado una “enfermedad mental” del segundo cerebro.

Los trabajos de Mayer con el sistema nervioso del intestino lo han llevado a pensar que, en los próximos años, la psiquiatría tendrá que ampliar su alcance para tratar el segundo cerebro además del que está sobre los hombros.

Consultado por Clarín vía correo electrónico, el científico Michael Gershon contó que ahora se sabe además que en el intestino hay células madre adultas que pueden reemplazar a las neuronas que mueren o son destruidas.

Además, afirmó Gershon: “El sistema nervioso entérico le habla al cerebro y este le responde. El intestino puede afectar el humor, y la estimulación del nervio principal que conecta al cerebro con el intestino (el vago) puede ayudar a aliviar la depresión, y es usado para tratar la epilepsia”.

Para Gershon, el segundo cerebro tiene un papel en la mayoría de las cosas que enferman al intestino , desde el síndrome de colon irritable hasta las enfermedades relacionadas con la inflamación del intestino. “Uno no puede vivir sin su sistema nervioso entérico.

Hasta la constipación de la tercera edad es un problema del segundo cerebro.

Necesitamos saber más sobre él para tener mayor información sobre cómo abordar muchos de los males más comunes de la humanidad”, le dijo el experto a Clarín .

Fuente:

El Clarín Sociedad

7 de noviembre de 2010

Ritmos cerebrales: La orquesta sinfónica del cerebro

Simulación de un neurona. | Lasserre

Millones de neuronas conectadas entre sí forman nuestro cerebro, el órgano gracias al cual somos capaces de realizar complicadas tareas. Aunque las células nerviosas se organizan en distintas áreas funcionales, cuando se trata de acciones complejas deben ponerse a trabajar neuronas de muchas zonas. Según un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EEUU), existen ciertos 'ritmos' cerebrales que actúan como un director de orquesta, reclutando a sus músicos en el momento preciso estén donde estén.

A principios del siglo XX, el alemán Hans Berger descubrió la existencia de ondas cerebrales. Impulsos eléctricos de los que nada se sabía y que abrieron una nueva puerta en el estudio del órgano gris. Era "como escuchar a un grupo numeroso de gente. Si estás a mucha distancia, oyes un murmullo pero eres incapaz de distinguir las conversaciones", explica a ELMUNDO.es José Carmena, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Computacionales, y del Instituto de Neurociencias de la Universidad de California en Berkeley (EEUU).

Percibirlo como un todo

Con los años, el estudio del cerebro y sus ondas propició un cambio de paradigma que culminó con la edición del libro 'La organización del comportamiento' del neurocientífico Donald Hebb, que proponía que las unidades funcionales del sistema nervioso no eran las neuronas de forma individual -como se pensaba desde que las viera por primera vez Santiago Ramón y Cajal- sino grupos de células que cumplían una misma misión y que podían situarse a gran distancia unas de otras.

"Es una vieja teoría de los años 50 que viene a decir que no importa el sitio del cerebro en el que ocurren las cosas sino las conexiones que existen entre las diferentes zonas", señala Manuel Martín-Loeches, responsable de la sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos. "Esta idea de que nuestro comportamiento tiene más que ver con las conexiones que con otra cosa se ha ido afianzando con los años".

[foto de la noticia]

Pero la hipótesis de Hebb planteaba un problema: cómo esas neuronas eran capaces de coordinarse a gran distancia para activarse a la vez. Las pruebas de imagen mostraban que, efectivamente, durante la realización de una tarea compleja -por ejemplo, coger una pelota- hay varias zonas del cerebro que se ponen en marcha para poder calcular su trayectoria y velocidad pero también para adecuar la posición del cuerpo y hacer los movimientos pertinentes, para observar su tamaño, forma, color, etc.

"Cuando percibimos una fruta, vemos su color, su tamaño, su brillo, su sabor, su olor... y se activan distintas zonas en la corteza. Sin embargo, nosotros tenemos una sensación de unificación: una manzana", explica Martín-Loeches. "Esta unificación es posible gracias a la coordinación de las distintas partes del cerebro", añade.

Pero, ¿cómo sucede? Ahí es donde empezaron a cobrar protagonismo las ondas cerebrales.

"Hebb dijo, básicamente, que las neuronas no eran la unidad más importante de trabajo del cerebro, sino que son los grupos celulares los que realmente importan", explica Ryan Canolty, alumno de postdoctorado en el laboratorio de Carmena. Pero "se desconoce cómo varias neuronas de distintas regiones corticales coordinan su actividad fugazmente para formar estos conjuntos".

Tocando la misma partitura a gran distancia

Esta sincronía podría residir, según los experimentos de Carmena y Canolty publicados en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' ('PNAS'), en las oscilaciones neuronales. Gracias al análisis de los datos procedentes del seguimiento de cuatro macacos mientras que estos realizaban ciertas tareas (de memoria y de interfaz cerebro-máquina), los autores observaron que estas oscilaciones, en el momento adecuado, se acoplan en múltiples áreas de la corteza cerebral coordinando así la actividad de varios grupos neuronales.

Para averiguarlo, "básicamente, han registrado la actividad individual de las neuronas", indica el investigador del UCM-ISCIII. Las células nerviosas producen constantemente lo que los investigadores llaman 'espigas', impulsos eléctricos que van variando en su frecuencia. "Esta actividad aparentemente espontánea de una neurona no lo es tanto", subraya este experto, "ya que depende de lo que sucede en otras partes del cerebro; tanto en sus alrededores -cosa que ya se sabía-, como a gran distancia -tal y como demuestra el estudio".

"La actividad -indica Carmena- ocurre en muchas neuronas distribuidas en distintas partes del cerebro que se coordinan gracias a los ritmos cerebrales". Cuando una de estas oscilaciones alcanza una frecuencia concreta, las neuronas que responden a esa en particular se activan. Igual que ante cierto movimiento de la batuta los violines primeros tocan su partitura y con otro gesto empieza su melodía el viento.

Esta aportación refuerza el papel de las redes neuronales y esclarece algo su funcionamiento. Pero, en lo que al cerebro se refiere, estamos muy lejos de comprenderlo ya que cuanto más sabemos sobre él, más complejo se revela. La esperanza de Martín-Loeches es que "algún día un buen ordenador nos ayude a entenderlo porque nosotros solos no podemos".

Fuente:

El Mundo Salud

El amor, ¿cuestión de cerebro o corazón?

Especial: Cerebro Humano

Un reciente meta-análisis revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro


Un reciente meta-análisis realizado por la investigadora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro. Además ha calculado que el fenómeno popularmente conocido como 'flechazo' tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto.

Los resultados del trabajo de Ortigue, publicados bajo el título “La Neuroimagen del Amor” en la revista Journal of Sexual Medicine, revelan que, cuando una persona se enamora, hasta 12 áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar las sustancias químicas que inducen euforia, como la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina. Y que “diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales”. Por ejemplo, el amor apasionado pone en acción a las zonas relacionadas con la recompensa y algunas funciones cognitivas superiores, como las que participan en la creación de metáforas y en la representación de la imagen corporal.

Entonces, ¿el amor es corazón o cerebro? “Yo diría que el cerebro, pero el corazón también está implicado", responde Origue, que cita como ejemplo que cuando se generan cascadas de neurotransmisores en ciertas zonas del cerebro el corazón se acelera y aparecen las “mariposas” en el estómago. Según la investigadora entender cómo y por qué nos enamoramos ayudará también a reparar un “corazón roto” por el desamor.

Fuente:

NotiFe

16 de julio de 2010

¿Cómo evitar la resaca?

Viernes, 16 de julio de 2 010

¿Cómo evitar la resaca?



Se acercan las fiestas patrias, días en los que recordamos y celebramos nuestra independencia. Una estrofa de nuestro Himno Nacional dice: "Somos libres, seamóslo siempre", lo cual es completamente falso porque el Perú no es un país libre, sigue sigo siendo un país dependiente de los capitales extranjeros (norteamericanos, chinos y yanquis, básicamente), nuestra burguesía (o clase dominante, como prefiera) es parasitaria, es decir no crea ni produce casi nada solo se dedica a comprar articulos manufacturados en el extranjero y venderlos por estos lares. Además la educación está completamente abandonada, solo cabe recordar que el presupuesto para educación para el año 2010 es el 2,67% del PBI, ¡y este porcentaje desciende año tras año desde el 2003! (Gracias Alan, gracias Toledo). Y ni para que mecionar el 0,09% del PBI que el Estado otorga a la ciencia y la investigación en el Perú.

Huelga decir que la educación, la ciencia, la tecnología, el aparato productivo y el manejo de las finanzas nacionales están totalmente desarticuladas. ¿Resultado? No tenemos una visión de país y nuestra burguesía nacional se ca%g&a de risa en la noticia (claro está que ellos si tienen una visión a futuro, pero para sus propios intereses).


Bien, ya sea que celebre la independencia nacional, o ya sea que reniegue de la triste realidad que vivimos y a la que nos han empujado nuestras clases gobernantes, les dejamos unos tips para que no abuse del alcohol en estos días feriados. Aunque la verdad dan unas ganas tremendas de emborricarse con un buen Pisco, en todo caso no deja de ser una buena opción ¿o prefiere escuchar este 28 a Alan decir que el Perú crece y que el 2 021 seres un país del primer mundo?

Nos vemos dentro de unos días...



resacon

LEE TAMBIÉN el Decálogo para prevenir la resaca

Los poetas malditos la describieron como la bajada a los infiernos. Después de una noche de excesos, la absenta fermentaba en sus cuerpos con la misma impiedad que sus pasiones y tormentos, llevándoles a una muerte prematura y salvaje. Con pluma más prosaica, pero certera, los científicos siguen encontrando razones para investigar el álter ego forzoso del placer: la resaca. Sería uno de esos regalos de la medicina encontrar una píldora que acabara con estos síntomas de un plumazo. Y en ello están. Pero las razones que les impulsan a encontrar el remedio contra la resaca van más allá.

Si el bebedor la sufre en sus carnes, al empresario le duele en su bolsillo, a juzgar por las cifras que arroja la consultora Behavioural Healthcare. En España, más de la mitad ha tenido que afrontar los trastornos derivados de la ebriedad de sus empleados, y hasta un 5% del absentismo laboral está provocado por las resacas.Uno de cada diez empleados trabaja con resaca al menos una vez al mes. Y aún hay un dato más demoledor: el 30% de los accidentes laborales los causan el abuso de alcohol y las drogas.


Fuera de nuestro país, los ciudadanos tampoco brillan por su recato a la hora de empinar el codo. En Inglaterra, más de medio millón de trabajadores empieza cada día su jornada laboral con resaca, según un estudio de la compañía Drinkware. El balance es: 2.700 millones de libras anuales en el sistema sanitario a causa de las borracheras; 17 millones de jornadas laborales perdidas y unos 20.000 millones de libras menos en las arcas estatales.

La resaca es la cara visible del exceso de alcohol. “Dependiendo del nivel de alcoholemia, así será la resaca”, añade el doctor Antonio Gual, del Institut de Neurociències de l’Hospital Clínic de Barcelona, “y se desencadenará un cuadro en el que no faltará una crisis de angustia, y a veces de depresión, al querer el organismo deshacerse del estado en que se encuentra”. Pero, con el placer que nos provoca una reunión con chupitos y otras bebidas, ¿por qué la consecuencia es tanto malestar si hay exceso? ¿No hay nada que la ciencia pueda hacer al respecto?

En el Imperial College de Londres, el polémico profesor David Nutt trabaja en la elaboración de una bebida alcohólica sintética que pueda mantener la sensación de embriaguez, pero que sea inocua para el organismo y libre de resaca. Podría estar disponible en cinco años, si no fuera porque sus controvertidas opiniones acerca de la droga suponen un mazazo a su credibilidad en el Gobierno británico, que debería respaldar y autorizar la venta de este compuesto. La controversia surge porque entre sus componentes están las benzodiacepinas, medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso y que tienen efectos sedantes y ansiolíticos.

El neurólogo José Félix Martí Masso, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Donostia, dice: “Es verdad que la resaca intensa es más un mecanismo protector del alcoholismo que inductor de un daño cerebral en sí mismo; sin embargo, supone una toma de alcohol en grandes cantidades que, de forma crónica, es tóxica para el cerebro. Hay un gran número de enfermedades cerebrales que se producen por el exceso de alcohol”.

Lea el artículo completo en:

QUO

1 de abril de 2008

Introducción a la Psicología (IV)

Serie_Ciencias Sociales (d)

Usted conocerá a dos grandes médicos que influyeron decisivamente en las teorías de Sigmund Freud: Jean Martin Charcot y Joseph Breuer.

Además conozca más sobre la histeria, una enfermedad decisiva para comprender mejor la historia de la psicología, en : Historia de la Histeria.

¿Sabe usted lo qué es el inconsciente? ¿sabe cómo funcionan los mecanismos de represión? ¿conoce como funciona la asociación libre? ¿sabía usted que Feud podía conocer su personalidad a través de los chistes? Descúbralo en la siguiente presentación:



Contenido:

Charcot
La histeria
Historia de la Histeria
Breuer
Anna O.
Hipnosis
Inconsciente
Psicoanálisis
Represión
Síntomas
Asociación libre
Alusión con omisión
Psicología y Arqueología

Se despide hasta la proxima su amigo:

Leonardo Sánchez Coello
Profesor de Educación Primaria
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