En los países desarrollados, las telecomunicaciones se han generalizado hasta tal punto que ya no podemos concebir nuestras vidas sin ellas. Sin embargo, Internet no ha llegado aún de igual manera a todo el planeta, a pesar de su vocación global. Mientras en los países desarrollados estamos acostumbrados a consultar la Red desde nuestro ordenador personal, lo cierto es que en todo el mundo 500 millones de personas deben acceder a ella desde un ciber-café. Esto supone que no pueden contar con un espacio propio en línea, donde estén situados todos sus archivos y que al mismo tiempo funcione como una “computadora virtual” utilizable desde cualquier ordenador.
Para cambiar esta situación ha surgido una iniciativa bautizada con el nombre de
Jooce, que permite la omnipresencia de la información personal con tan solo acceder a Internet desde cualquier lugar y a cualquier hora. Tal y como explican sus creadores: “la filosofía de la plataforma de Jooce es que todo aquel que no cuente con su propio ordenador personal pueda tener acceso a una vida productiva e interesante”.
La revista Business Week ha enfatizado esta posibilidad ofertada por Jooce, y en un
artículo sobre la iniciativa lanza la siguiente pregunta: ¿por qué, en lugar de un “ordenador por niño” (como propone el proyecto
OLPC), no generalizar los ordenadores virtuales en los PCs públicos?
En qué consiste Jooce es una herramienta que permite a los usuarios almacenar en la Red, y de manera segura, documentos, fotos, vídeos o archivos de audio. Es como un “escritorio online”, o una especie de ordenador virtual, en el que la información personal queda registrada sin necesidad de que exista un disco duro.
Este escritorio en línea es de fácil utilización, y además permite tener un espacio personalizado abierto al público, y trabajar o jugar en Red con nuestros propios archivos,
explican sus creadores.
La
BBC explica que Jooce es, según Bryce Corbett (uno de sus inventores), un medio privado y seguro. Todo lo que en Jooce se guarda permanece archivado en una base de datos central. Corbett señala que el sistema es incluso más seguro que el disco duro de cualquier ordenador personal.
Sus usuarios pueden acceder a su propia información desde cualquier conexión a Internet, donde quiera que se encuentren en el mundo. Así, Jooce alcanza su objetivo principal: democratizar el acceso a la información.
Tareas del sistema El servicio es ofertado de manera gratuita (para ser autosuficiente se mantendrá con publicidad) y el espacio de almacenamiento de información es ilimitado. Dicha información estará siempre disponible en la Red para el usuario que la haya introducido, señalan los creadores del sistema.
En la BBC también se explica que el equipo de Jooce colabora con organismos no gubernamentales que tratan de hacer llegar a la población ordenadores personales a precios accesibles. Así, se intenta conseguir un efecto multiplicador: si por cada ordenador conseguido hay 10 usuarios de Jooce, los beneficios se multiplican.
Jooce permite compartir instantáneamente los archivos de manera sencilla, reproducir (vídeos, música, juegos), comunicarse (a través del correo electrónico, el chat y la red de contactos), organizar (gracias al almacenamiento online de todos los archivos y contactos, de la misma manera que hacemos en un ordenador corriente); favorece la movilidad (puede utilizarse desde cualquier sitio) y, por último, permite personalizar la apariencia de cada escritorio y la imagen de presentación del usuario, que será la que se vea en Red.
Para todo ello, la plataforma cuenta con un servicio de correo electrónico, con diferentes servicios de chat y con un reproductor multimedia para música y video, compatible con todas las plataformas principales. Asimismo, se encuentra disponible en 19 idiomas (inglés, español, francés, portugués, hindú, chino, coreano, japonés, turco, etc.). El idioma de Jooce se sincroniza automáticamente con el idioma desordenador desde el que se hace la conexión a la Red.
Antecedentes La idea original de Jooce es de tres jóvenes empresarios que se conocieron mientras trabajaban en París en las oficinas de la Cámara de Comercio Internacional. El norteamericano de 33 años Stefan Surzycki, que comenzó a programar ordenadores con sólo siete años, el australiano Bryce Corbett y el macedonio Aleks Stojanoski reunieron sus mentes para concebir un programa que redujera la denominada “brecha digital”, publica Bussiness Week.
Según declaraciones de Corbett a
El Universal de México, el mercado al que va enfocado el producto es el de todas aquellas personas que usan Internet cada día, pero que no disponen de un ordenador para mantener sus redes sociales o almacenar su información. El perfil de los usuarios de Jooce sería el de la gente que gusta de visitar los ciber-cafés, pero no quieren dejar rastro de las actividades que realizan.
El desarrollo del proyecto, que ha necesitado de cinco años de trabajo, culminó con su puesta en marcha hace tres meses. Hoy día cuenta ya con 20 mil usuarios, es decir, que ha tenido una aceptación bastante rápida, añadió Corbett.
Jooce está siendo apoyado actualmente por empresas europeas y firmas que suministran el capital necesario, como
Mangrove Capital Partners (primera inversora de
Skype). Cuenta también con el apoyo de la telefonía por Internet y del servicio Web 2.0. El formato de Jooce está diseñado en flash.