Latest Posts:

26 de julio de 2012

El CERN busca el origen del Universo, esta vez desde el espacio

Vista de la Estación Espacial Internacional. | Agencia Espacial Europea
Vista de la Estación Espacial Internacional. | Agencia Espacial Europea
Una de las primeras experiencias de todo astronauta es ver unos flashes que atraviesan su cuerpo incluso con los ojos cerrados. Son los rayos cósmicos, una radiación cuyo origen se desconoce pero que el detector de partículas AMS, instalado en la Estación Espacial Internacional, pretende desentrañar.

El 16 de mayo del 2011, Mark Kelly, el comandante que tripuló el último viaje del transbordador espacial Endeavour, de la NASA y sus cinco tripulantes, transportaron el Espectómetro Magnético Alpha (AMS), un detector de física de partículas, concebido por el CERN (Centro Europeo de Física de Partículas), y que fue instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS).

Un año después, el AMS -construido con la colaboración de 600 científicos de 16 países distintos- ha transmitido 18.000 acontecimientos de flujos de rayos cósmicos del espacio al Centro de control y operaciones del CERN.

"Hace once años, cuando hice mi primer viaje espacial me sorprendí de seguir viendo unos flashes atravesando mis pupilas, mi cuerpo. Desde ese momento me interesé por los rayos cósmicos, y estoy muy feliz de haber participado en una experiencia para conocerlos un poco mejor", explicó este miercoles, en rueda de prensa, Kelly.

Ahora los tripulantes del Endeavour han visitado el Centro acompañados de sus familias para celebrarlo. "El AMS fue el último instrumento en ser instalado en la ISS, con él está completa. Para mí, el AMS es el experimento científico más importante con el que cuenta la estación", afirmó rotundo Kelly.

El AMS fue puesto en marcha hace justo cien años después de que el físico austríaco Victor F.Heiss descubriera los rayos cósmicos, y precisamente uno de los objetivos del aparato es medir las propiedades de la radiación cósmica.

La órbita de la ISS, entre 370 y 420 kilómetros de altitud, elimina los efectos de las colisiones con la atmósfera que enmascaran la naturaleza y las propiedades de la radiación cósmica.

"El proyecto proporcionará información muy valiosa acerca de la dosis de radiación a la que se expondrían las tripulaciones de futuros viajes espaciales de muy largo recorrido", explicó a Efe Manuel Aguilar, director del departamento de investigación básica del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológica de España (CIEMAT).

"Se calcula que sólo en la ida a Marte, los astronautas estarían expuestos a la mitad de la dosis de radiación letal para un ser humano. No les haría falta volver", agregó Aguilar.

Con los medios actuales, se tardaría 6 meses en llegar a Marte, mientras que para alcanzar la ISS sólo se demora 4 días y, eso teniendo en cuenta los periodos de adaptación de la tripulación y las exigencias de ajuste entre el transbordador y la estación espacial.

Otros objetivos del AMS

Otro de los retos científicos del AMS es tratar de determinar si existen restos de la antimateria que, según la teoría, debió existir para que se produjese el Big Bang, el momento del origen del Universo, hace 13.700 años.

"Lo que nosotros hemos explorado es una parte próxima a nuestra galaxia y ahí no hay trazos de antimateria. 

Pero no hay que olvidar que nuestra galaxia es una entre 100.000 millones, aún hay mucho espacio para explorar", recuerda Aguilar.

A pesar de que la ISS se encuentra a una distancia máxima de unos 420 kilómetros de la Tierra, los científicos esperan que el AMS detecte núcleos cósmicos de antimateria que vengan de muchísimo más lejos y que sean identificados gracias a su carga eléctrica negativa. "Y eso sólo se puede hacer creando un campo magnético, y esa es la principal dificultad en el espacio", apostilló el científico español.

Es por ello que el AMS cuenta con un imán permanente de grandes dimensiones para medir el signo de la carga eléctrica y la energía de cada una de las partículas que lo atraviesan.

La comunidad científica asume que el 25 por ciento del Universo está compuesto por materia oscura, la que no emite ni absorbe radiación electromagnética. El tercer objetivo del experimento AMS es detectar esa materia oscura.

"Se supone que en el espacio hay zonas con grandes densidades de partículas de materia oscura que se chocan entre si y se anulan. Pero los restos de esta anulación los podemos detectar y nos pueden dar pistas", afirmó, emocionado, Aguilar.

Consultado Samuel Ting, líder del proyecto AMS y Premio Nobel de Física en 1976, sobre cuándo se podrán obtener algunos resultados, contestó sin tapujos. "Lo más tarde posible, para poder estar seguros de lo que encontramos es válido".

 Fuente:

El Mundo Ciencia

¿Por qué vemos a las mujeres como objetos sexuales?

El cerebro humano procesa de distinta forma las imágenes de hombres y mujeres: a ellos se les ve como un todo, a ellas se les percibe "por partes", revela una investigación en Estados Unidos.

Mujeres en bikini

El cerebro percibe a los hombres como un todo pero a las mujeres se les ve por partes.

Esta tendencia a procesar las imágenes femeninas por partes, dice el estudio publicado en European Journal of Social Psychology (Revista Europea de Psicología Social), explica la inclinación a ver a las mujeres como objetos sexuales. 
 
Y lo más sorprendente, afirman los científicos, es que no es sólo el cerebro de los hombres el que percibe de esta forma. También el de las mujeres se comporta así.
Los investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln creen que los hombres lo hacen porque están buscando parejas potenciales.

Y para las mujeres es una forma de compararse a sí mismas con "la competencia".

"Continuamente escuchamos que las mujeres son reducidas a sus partes corporales sexuales. Escuchamos sobre estos ejemplos en los medios de comunicación todo el tiempo", explica la profesora Sarah Gervais, la psicóloga que dirigió el estudio.

"Ahora podemos decir que no sólo los hombres lo hacen. Las mujeres también perciben a las mujeres de esta forma", agrega.

Procesamiento local

Se sabe que para procesar la información visual el cerebro utiliza distintas herramientas: puede percibir el objeto en su totalidad, el llamado procesamiento global, o como una colección de distintas partes, el procesamiento local.

El procesamiento global es utilizado principalmente cuando se trata de reconocer a personas.

Para ello el cerebro no se enfoca sólo en la forma de la nariz, por ejemplo, sino procesa el lugar donde la nariz se encuentra en relación con los ojos y la boca, es decir la cara como un todo.

El procesamiento local, por otra parte, se utiliza principalmente para reconocer objetos. Cuando el cerebro percibe una casa, por ejemplo, procesa sus partes: su puerta, sus ventanas, etc.

Tal como explican los investigadores, nuestro cerebro puede reconocer una casa mirando únicamente su puerta. Pero es poco probable que pueda reconocer a una persona mirando sólo un brazo o una pierna.

Para investigar si nuestro cerebro utiliza estos mismos procesos cognitivos en el reconocimiento de hombres y mujeres, la doctora Gervais y su equipo llevaron a cabo una serie de experimentos.

Los participantes, más de 220 hombres y mujeres, debían mirar una fotografía -no sexual- del cuerpo completo de un joven varón o mujer vestidos.

Después de una breve pausa se les mostraban dos nuevas fotografías juntas en la pantalla: una era una parte de la fotografía mostrada anteriormente, la otra también era una parte de la fotografía original pero con una leve modificación en un área corporal sexual, como los senos o la cintura.

Los participantes debían indicar rápidamente cuál de estas dos imágenes era la que habían visto previamente.

Los resultados mostraron que cuando se presentaban las fotografías de los hombres, los participantes utilizaban el procesamiento global, porque reconocían al individuo en la imagen que los presentaba como un todo, es decir, con el procesamiento global.

Pero cuando miraban las imágenes de mujeres, los participantes utilizan el procesamiento local porque reconocían a la mujer por sus partes individuales, es decir estaban poniendo más atención en las partes individuales del cuerpo.

Las imágenes mostradas, además, eran de individuos comunes y corrientes, lo cual revela que esta tendencia a "cosificar" a las mujeres ocurre con todas ellas, no sólo con quienes son "llamativas".

"Esto no es algo que sólo afecta a las supermodelos o a las estrellas porno" explica la doctora Gervais.

"El procesamiento local es la base de la forma como percibimos los objetos: las casas, los autos, etc.".

"Pero con las personas no deberíamos hacer esto. No deberíamos descomponer a la gente en sus partes. 

Pero cuando se trata de las mujeres lo hacemos, lo cual es realmente sorprendente".

"Las mujeres son percibidas de la misma forma como vemos a los objetos", señala la investigadora.

Lo que sorprendió a los investigadores fue que independientemente del género, todos los participantes, hombres y mujeres, percibían a los hombres "globalmente" y a las mujeres "localmente".

"Esto puede tener distintos motivos. Los hombres lo hacen porque están buscando parejas potenciales, mientras que las mujeres lo hacen para compararse a sí mismas con las demás", dice la doctora Gervais.

Los investigadores esperan ahora llevar a cabo más estudios para encontrar formas de cambiar estos hábitos.

"Basados en estos hallazgos -dice Sarah Gervais- hay varias avenidas que podemos explorar".

Fuente:

BBC Ciencia


Contenido relacionado

La mitad de los bosques tropicales del mundo tienen difícil mantener su biodiversidad

La mitad de los bosques tropicales que existen en el mundo tienen difícil mantener su biodiversidad, según un estudio elaborado por 200 científicos de todo el mundo que han analizado la evolución durante las últimas tres décadas en 60 áreas de América, África, Asia y Oceanía
 

La mitad de los bosques tropicales que existen en el mundo tienen difícil mantener su biodiversidad, según un estudio elaborado por 200 científicos de todo el mundo que han analizado la evolución durante las últimas tres décadas en 60 áreas de América, África, Asia y Oceanía.



La mitad de los bosques tropicales que existen en el mundo tienen difícil mantener su biodiversidad, según un estudio elaborado por 200 científicos de todo el mundo que han analizado la evolución durante las últimas tres décadas en 60 áreas de América, África, Asia y Oceanía.

El trabajo, que publica la revista 'Nature', ha sido dirigido por el profesor de la Universidad James Cook de Australia William Laurance, quien augura que buena parte de la biodiversidad de los bosques tropicales desaparecerá si no se mejora la conservación de las áreas protegidas.

En el estudio ha participado también el investigador del Departamento de Biología Animal de la Universitat de Barcelona (UB) Juan Carlos Guix, especializado en el bosque lluvioso atlántico del este de Brasil, ha informado el centro en un comunicado.

La investigación precisa que las áreas más vulnerables son las más expuestas a los efectos de los colonos ilegales, la caza y la explotación comercial de la madera, y que los riesgos afectan a una amplia variedad de especies animales y vegetales.

La preservación, adicionalmente, no debe ir dirigida solamente al sector concreto a proteger, sino también al entorno, ya que entre los bosques tropicales y los hábitats circundantes existen "fuertes vínculos ecológicos".

"No solo es importante lo que pasa dentro de una reserva. Es tanto o más importante lo que pasa a su alrededor", ha señalado por su parte el coautor del trabajo Kadiri Serge Bobo, de la Universidad de Dschang, en Camerún.

De hecho, el 85% de las reservas estudiadas han perdido cobertura forestal en los últimos 30 años, pero solo el 2% registró un aumento del bosque circundante.

Los expertos alertan de que posiblemente las áreas actuales no serán suficientes para garantizar la preservación de la biodiversidad, por lo que hacen un llamamiento a "sumar esfuerzos" para luchar contra las amenazas internas y externas.

Entre ellas, citan la necesidad de aumentar las superficies de los fragmentos forestales más pequeños, conectarlos con otros bosques que también estén aislados mediante la creación de corredores biológicos y reducir interferencias ambientales que amenacen las áreas protegidas.

Fuente:

La Información Ciencia

25 de julio de 2012

Los pastizales más antiguos habrían existido en Chile

La mandíbula fosilizada de la chinchilla más antigua Foto: AMNH/M. Ellis

La mandíbula fosilizada de la chinchilla más antigua, Eoviscaccia frassinettii. Foto: AMNH/M. Ellis

Los primeros pastizales del planeta podrían haber existido en Chile, según un nuevo estudio.

Científicos estadounidenses analizaron los dientes de fósiles de especies prehistóricas de roedores sudamericanos, incluyendo los restos de la chinchilla más antigua conocida, y concluyeron que uno de los posibles alimentos de estos animales fue el pasto.
 Los investigadores se centraron en dos especies descubiertas en lo que es actualmente un valle fluvial en los Andes chilenos. Se estima que los roedores vivieron en el lugar hace 32,5 millones de años. Los ejemplares son los segundos más antiguos hallados en Sudamérica. Un fósil de roedor de 41 millones de años fue encontrado recientemente en Perú, pero las nuevas especies de Chile tienen dientes diferentes.

El análisis de los molares de los fósiles hallados en Chile indica que los roedores vivieron en zonas cubiertas por pastos en esta localidad al menos 15 millones de años antes del surgimiento de pastizales en el resto del planeta.

Dientes que delatan

John Flyn, curador de mamíferos fósiles y decano de la escuela de posgrado Richard Glider en el Museo de Historia Natural de Estados Unidos, ha venido explorando con sus colegas la historia fósil de los Andes chilenos durante 25 años.

Los investigadores han descubierto cientos de restos, incluyendo las nuevas especies, en el valle del Río Tinguiririca, un área cercana a la frontera entre Chile y Argentina. En el pasado se pensaba poco probable que existieran fósiles en el lugar debido a la abundancia de rocas volcánicas.

"El nuevo fósil de chinchilla aporta evidencia de que los antiguos roedores, al igual que otros mamíferos sudamericanos, se adaptaron mediante mecanismos evolutivos a una dieta abrasiva. Esto sucedió antes de que en otros continentes caballos, ovejas y otros grupos de animales lograran adaptaciones similares para masticar pastos duros", señaló Flynn.

Molares

Los roedores son conocidos por sus incisivos, que usan para morder. Pero son los molares los que distinguen a las nuevas especies, especialmente la corona, la parte de los dientes cubierta protegida por un esmalte de larga duración.

Ilustración representando Mesoprocta hypsodus, un roedor que vivió hace 13 millones de años en Bolivia y es pariente de Andemys termasi de Chile Ilustración  V. Simeonovski & D.A. Croft

Ilustración de Mesoprocta hypsodus, que vivió hace 13 millones de años en Bolivia y es pariente de Andemys termasi de Chile. Ilustración V. Simeonovski & D.A. Croft

Mientras los roedores peruanos tienen molares con una corona que se extiende sólo hasta el borde de la encía, uno de los fósiles chilenos tiene coronas que se extienden por debajo de la encía, lo que permite al animal masticar alimentos duros como el pasto.

"Los dientes de la chinchilla de Tinguiririca repiten un patrón hallado visto en muchos herbívoros extintos de Sudamérica, como el Notoungulates. Este patrón es conocido como hipsodontia", explicó Ornella Bertrand, otra de las investigadoras.

Los mamíferos que se alimentan de sustancias abrasivas están sujetos a un rápido desgaste de sus dientes. 

Muchas de estas especies tienen dientes con coronas especialmente altas, o sea, dientes que se extienden más de lo habitual por fuera de la línea de las encías, proporcionando mucho material adicional para el desgaste. Estos dientes, como los de las vacas y ciervos, se denominan hipsodontes. En algunas especies, los dientes hipsodontes continúan creciendo durante toda la vida del animal (por ejemplo, muchas especies de roedores de la subfamilia Arvicolinae, familia Muridae).

La hipsodontia se interpreta generalmente como una adaptación que surgió en respuesta a ecosistemas con pastos. La condición opuesta, o sea dientes de corona baja, como los de los seres humanos, se denomina braquidonte.

Diversificación

La edad de los fósiles y las coronas altas de los ejemplares hallados indica que el valle del Río Tinguiririca fue un área de pastizales antes de que la zona fuera sepultada por la ceniza de erupciones volcánicas.

Valle del Río Tinguiririca Foto: D.A. Croft/Case Western Reserve University

Los fósiles fueron hallados en el valle del Río Tinguiririca. Foto: D.A. Croft/Case Western Reserve University

Las nuevas especies indican que hubo una diversificación explosiva en América del Sur cuando esta región era una isla, antes de la formación del istmo de Panamá hace 3,5 millones de años.

"La isla continente de Sudamérica fue una tierra de oportunidades evolutivas para los ancestros de las chinchillas y otros roedores caviomorfos", señaló otro de los autores del estudio, Darin Croft, de la Universidad Case Western Reserve, en Ohio. "Estos extraordinarios roedores llenaron una sorprendente variedad de nichos ecológicos", agregó el científico.

Los caviomorfos incluyen a muchas especies como el capibará. Se cree que los antepasados de estos animales llegaron a Sudamérica desde África cruzando el Atlántico, que era entonces mucho más angosto, flotando en diversos materiales.

Los nuevos especímenes de Chile tienen los nombres científicos de Andemys termasi y Eoviscaccia frassinettii.

En Andemys termasi, el primer término, indicador del género, significa "roedor de los Andes" y el segundo hace alusión a una localidad conocida como Termas del Flaco.

El nombre Eoviscaccia frassinettii es en honor a Daniel Frassinetti, reconocido científico quien fuera jefe de paleontología del Museo Nacional de Historia Natural de Chile.

El estudio fue publicado en American Museum Novitates, una revista del Museo de Historia Natural de Estados Unidos. 

Fuente:

BBC Ciencia


Contenido relacionado

La mirada atada al centro del consumidor

Productos en un estante

Según el estudio, el ojo se enfoca en el centro durante los últimos instantes de la mirada.

La creencia de que como consumidores gozamos de libre albedrío está muy extendida. Sin embargo, nuestra mirada podría no ser tan libre como pensamos.

Un estudio sobre cómo los consumidores seleccionan productos agrupados en filas concluyó que las personas tienden a estar atraídas por los artículos en el centro y que esa opción se toma inconscientemente. 

La investigación la realizaron conjuntamente científicos de Gran Bretaña, Francia y Canadá y fue publicada en la revista sobre investigación del consumo Journal of Consumer Research.

Utilizando técnicas que rastrean el movimiento de los ojos, los investigadores pudieron detectar que las personas se enfocan más en el centro de su campo visual, sobre todo en los últimos segundos del período de observación.

Este sesgo hacia el centro determina el producto que escogen y, como lo hacen sin darse cuenta, puede no ser la mejor opción. El estudio también hace un análisis de lo que esto implicaría para el mercado de productos y si le debería costar más al vendedor colocar su mercancía en el centro de la estantería.

Centro de atracción

Ojo

Los investigadores rastrearon el movimiento de la pupila de los voluntarios.

"Estábamos interesados en buscar efectos que tienen que ver con la atención y que ayudan a algunos productos a tener ventajas sobre otros en el punto de venta", le dijo a BBC Mundo Onur Bodur, profesor de la Universidad Concordia, en Canadá, y director del Centro Multidisciplinario de Estudios de Comportamiento (CMBBR, por sus siglas en inglés).

Con sus colegas de las escuelas de Administración de Empresas HEC, de París, y Aston Business School, de Gran Bretaña, los autores del estudio presentaron imágenes en una pantalla de una serie de productos ordenados de la misma manera que se pueden ver en los estantes de un almacén.

"Tratamos de neutralizar los atributos de los artículos que los pudieran destacar, como el color, tamaño, nombre del producto, precio, para que ninguno dominara", explicó el doctor Bodur.

Utilizaron un equipo que permite seguir el movimiento de la pupila con mucha exactitud una vez se calibra para cada voluntario. Registra el píxel de la pantalla en el cual se enfoca el ojo cada 20 milisegundos.

El ejercicio se repitió varias veces cambiando la distribución de los productos. Después de tomar los datos se les ordenó a los participantes ir a la estantería que estaban viendo por la pantalla y seleccionar un producto.

"Encontramos que el producto del centro tenía una ventaja en cuanto al tiempo en que se miraba y eso quedó también reflejado en la selección final del producto", señaló el investigador.

Comparado con las marcas a la izquierda y derecha, concluyeron que se puede incrementar la selección del producto que ocupa el centro en 18%. Este aumento es significativo en el mercado de productos que compiten entre ellos por una colocación óptima en las estanterías.

No obstante, el doctor Bodur reconoció que apenas están rasguñando la superficie y no está muy claro qué es lo que hace que el ojo se sienta atraído hacia el centro y que el individuo tienda a seleccionar de los objetos ubicados en ese mismo centro.

"Cascada de la mirada"

Onur Bodur

El doctor Bodur señaló que el estudio está apenas rasguñando la superficie.

El investigador indicó que estudios de orientación de lectura que explican cómo los anunciantes prefieren colocar sus avisos en internet a la izquierda de la pantalla porque, en las culturas que leen de izquierda a derecha, eso es lo primero que se ve.

También se ha investigado cómo la gente analiza su entorno de la manera más eficiente. "En las primeras etapas de la percepción, el centro es el punto más cercano", comentó Bodur.

Igualmente, hay quienes argumentan que este "sesgo de orientación" tiene que ver con aspectos de psicología social pues, al observar un grupo de personas, se supone que el líder ocupa el centro, lo que hace esa posición más poderosa y la que atrae mayor atención.

Sin embargo, los investigadores descartaron que esa inferencia social transferida al producto -y otros sesgos de orientación- expliquen por qué los consumidores escogen el artículo del centro.

"La única explicación que tenemos viene de los datos visuales que sugieren que la gente tiende, cada vez con mayor frecuencia, elegir en los últimos segundos de la mirada", manifestó Onur Bodur.

A eso se le llama el "efecto de cascada de la mirada". El individuo hace elige el artículo que prefiere -después de compararlo con los demás- en los últimos instantes de su mirada.

"El patrón que vemos es que esa comparación está cada vez más concentrada hacia el centro", dijo el académico a la BBC.

Consumidor vs. vendedor

Mucho se habla del libre albedrío y del poder del consumidor cuando se trata de la selección de un artículo, pero el doctor Onur afirma que las personas no son conscientes de que se concentran más en el centro.

El consumidor podría estar manipulado por los vendedores que tienen más medios e influencia para asegurar que su producto esté en el centro de un mostrador o una estantería y así influir en su decisión al momento de comprar.

"Tal vez los consumidores deberían ser alertados de esto antes de hacer la compra", sugiere Onur.

Desde el punto de vista de la oferta, en el creciente ambiente de ventas y anuncios por internet, los vendedores deberían reevaluar dónde colocan su publicidad. "La orientación de lectura diría que los productos a la izquierda reciben más atención pero nuestros estudios sugieren otra cosa".

Igualmente, en una búsqueda de Google, el profesor de la Universidad Concordia indica que los sitios pagan una prima al buscador de internet para que en los resultados aparezcan de primero en la pantalla.

"Eso contradice los resultados que hemos obtenido y me pregunto si están recibiendo la atención visual que se merecen", concluyó

Fuente:

BBC Ciencia


Contenido relacionado

24 de julio de 2012

Mendeleiev y los 40 grados del vodka

¿Por qué el vodka tiene 40 grados? ¿Por qué esos grados y no otros? La respuesta la dio en el siglo XIX el creador de la tabla periódica, Dmitri Mendeleiev.

El químico ruso Mendeleiev

¿Alguna vez os ha asaltado la duda de por qué el vodka tiene 40 grados? Si bien es cierto que hay algunos con algo menos o algo más de grado alcohólico, por norma general la mayoría de los vodkas suelen tener 40 grados (o lo que es lo mismo, 40 gramos de alcohol por cada 100 gramos de líquido), ni más ni menos. ¿Y esto por qué razón?

A finales del siglo XIX el químico ruso Dmitri Mendeleiev, conocido por haber puesto en orden los químicos con su tabla periódica de los elementos, estableció tras diversos estudios, que el punto de equilibrio de alcohol de un vodka debía estar en los 40 grados.

Mendeleiev llegó a esta conclusión calculando a qué nivel el proceso exotérmico (es decir, el proceso por el cual se libera calor) que se produce al mezclar alcohol con agua, se hace imperceptible y mínimo. El calculo arrojó que la proporción debía ser de 40º de alcohol y no más ni menos. Hasta establecer esta pauta que le fue encomendada siendo director de la Oficina de Pesos y Medidas de Rusia, los vodkas se hacían con acumulaciones alcohólicas que iban desde los 10 grados hasta los 50, resultando en la práctica bebidas distintas.

Copa con vodka

Desde entonces, gracias a Dmitri Mendeleiev, el vodka ruso y la mayoría de vodkas del mundo tienen una graduación alcohólica de 40 grados, consiguiendo así que el calor producido al consumir esta bebida sea mínimo y la apreciación de su sabor máxima.

Fuente:

Vodkas

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0