Un lago de agua líquida ha sido detectado por
un radar debajo del casquete polar de Marte, según un nuevo estudio
realizado por investigadores italianos de la Agencia Espacial Italiana,
publicado el miércoles en la revista Science.
MARSIS, el radar italiano montado a bordo del orbitador Mars Express, ha obtenido unos datos que indican la presencia de agua líquida y salada en Marte o, en palabras de la Agencia Espacial Europea (ESA), "un estanque de agua líquida enterrado bajo capas de hielo y polvo en la región del polo sur de Marte".
Roberto Battiston, el presidente de la Agencia Espacial Italiana, ha
definido el hallazgo como "uno de los más importantes de los últimos
años" y la NASA, en un comunicado especial
emitido el pasado 26 de julio, destaca que "la fuerte reflexión de
radar ha sido interpretada por los autores del estudio como agua
líquida, uno de los ingredientes más importantes para la vida en el universo". Roberto Orosei, el principal investigador de MARSIS y el autor principal del estudio publicado ayer en Science, ha dicho que "esta anomalía en el subsuelo de Marte posee propiedades de radar que coinciden con la presencia de agua o con sedimentos ricos en agua" y "podría haber más bolsas subterráneas de esos en cualquier lugar, aún por descubrir".
Sabemos que hubo agua en el pasado remoto de Marte por los inmensos
valles fluviales y gigantescos cauces desecados, ampliamente
fotografiados por los orbitadores. Las naves espaciales, los
aterrizadores y los rovers han explorado la superficie marciana y,
además, han descubierto minerales que sólo se forman con la presencia de
agua líquida. Y el agua líquida presumiblemente ha persistido en el
subsuelo marciano gracias a las sales, que "habrían
reducido la temperatura de fusión del agua, manteniéndola líquida
incluso con temperaturas de congelamiento", según el comunicado de la
ESA. Más que de agua, los científicos hablan de "un punto brillante" obtenido en los datos de MARSIS. La investigación de radar consiste en enviar impulsos de radar a la
superficie y, según el tiempo y la fuerza con que rebotan estos impulsos
de vuelta a la nave, se pueden conocer las propiedades del material que
se esconde en el subsuelo. Así han podido saber los científicos que la
región del polo sur de Marte está formada por varias capas de hielo y polvo hasta una profundidad de 1,5 kilómetros, en el área de 200 kilómetros de amplitud que ha sido analizada en el estudio.
El primer semáforo data de 1868. Ese año, el ingeniero John Peake
Knight, especialista en señalización ferroviaria, culminó la invención
de un artilugio que se colocó en un cruce londinense, frente al
Parlamento británico.
Su semáforo funcionaba mediante luces de gas,
rojas y verdes, que se iluminaban solo de noche. Combinaba este sistema
con el de zumbidos; un zumbido significaba que podían avanzar unos
coches, y dos, que podían hacerlo los de la otra avenida. Duró poco,
porque una noche explotó y mató a un policía.
Pero la idea no cayó en el
olvido. Medio siglo después llegó a Estados Unidos, se silenció el
sonido y se incorporó la luz ámbar. Casi un siglo más tarde del
accidente, en 1953, los primeros semáforos eléctricos comenzaron a
poblar los cruces. Fuente: QUO
Los expertos no se ponen de acuerdo en este asunto, aunque la impresión general es que sí, pero no por tanta diferencia como se suele pensar. Un estudio realizado por las Universidades de Texas y Arizona entre 1998 y 2004, y publicado en 2007 por la revista Science
se encargó de registrar, transcribir y contar el número de palabras
pronunciadas por una muestra de 396 estudiantes, la mitad hombres y la
mitad mujeres. El resultado: ellas decían diariamente una media de
16.215 palabras, y ellos, 15.669, aunque dependía por supuesto de los
individuos, pues aquí sí hay diferencias abismales. Los
supercharlatanes, fueran del sexo que fueran, rebasaban los 47.000
vocablos, mientras que los más taciturnos apenas llegaban a 500. Por su parte, la psiquiatra Louann Brizendine sostiene en su libro El cerebro femenino que la mujer no sólo cuenta con mayor empatía e inteligencia emocional, sino que es superior al hombre en capacidad lingüística y de comunicación. Ellas utilizan, dice, un vocabulario más amplio -hasta tres veces más palabras- y hablan mejor y más deprisa. Fuente: Muy Interesante
En un estudio realizado hace unos años con sujetos de 22 países, Joe Hallock llegó a la conclusión de que el 57% de los hombres eligen el azul como su color favorito, frente a un 35% de las mujeres que se decantan por esta opción. Las diferencias son especialmente significativas en lo que respecta al color violeta: un 23% de las mujeres encuestadas por Hallock lo escogieron como preferido frente a un 0% de los hombres.
En lo que respecta al verde, la proporción de personas que lo eligen
como favorito es igual en ambos sexos, un 14%. Curiosamente, a partir de
los 70 años las respuestas son más homogéneas y el 82% de las personas
escoge el azul como color preferido. Los colores que menos gustan tanto a hombres como a mujeres son el marrón y el naranja, que juntos suman cerca del 50% de las respuestas negativas. El estudio también reveló que los hombres se decantan por colores
brillantes, mientras que las mujeres tienden a elegir colores suaves y
tonos pastel. En cuanto a los nombres de los colores, lo que para ellos
es "rosa" para ellas tiene matices como rosa fresa, rosa chicle, magenta
o salmón. Lo mismo sucede con el verde, con el violeta y con los
azules. Fuente: Muy Interesante