6 de abril de 2013
Los Luditas: Gente que no confió en el motor, ni en el teléfono, ni en Internet...
El ludita de pro no conoce horario ni fecha en el calendario, valga el ripio. Los luditas siempre desconfían de cualquier avance científicio o tecnológico, simplemente porque éste constituye un cambio, y a los luditas no les gustan los cambios.
Los luditas que destrozaban telares en la Revolución Industrial lo hicieron para no perder sus puestos de trabajo, los que renegaron de la imprenta lo hicieron por miedo a que se banalizara la literatura, y los actuales quimiofóbicos recelan de los avances médicos porque creen que lo natural siempre es mejor que lo artificial.
Sin embargo, el transcurrir del tiempo acostumbra a quitar la razón a los luditas, sobre todo a los más agoreros y apocalípticos. El ludita, entonces, se adapta a la nueva realidad y fija su crítica en otra realidad que está por venir, de forma sistemática.
A continuación, algunos ejemplos realmente chocantes, en los que luditas compusieron toda clase de advertencias sobre los motores, el teléfono y otros elementos que hoy en día todo el mundo emplea, incluso los luditas.
El tren rapidísimo
Miedo a la fuerza desatada del motor
El teléfono es solo un juguete
La Física no tiene nada de nuevo
Las computadoras no sirven para nada
Lea el artículo completo en:
Xakata Ciencia
23 de agosto de 2010
Todo sobre el calentamiento global en 24 páginas
¿Sabe usted lo qué es el cambio climático? ¿conoce las causas del calentamiento global? Todo esto y mucho más en un folleto breve (24 páginas)pero con rigor científico. En inglés (bueno, ¡nada es perfecto!)
La Australian Academy of Science (Academia Australiana de Ciencia) ha publicado un pequeño librillo de 24 páginas titulado The Science of Climate Change. Questions and answers (La ciencia del cambio climático. Preguntas y respuestas) que se puede descargar de aquí en formato PDF. Es un repaso muy rápido a todo lo que se sabe y no se sabe actualmente sobre los cambios que están aconteciendo en el clima del planeta. Responde, entre otras, a las siguientes preguntas:
- ¿Podría el calentamiento observado en el siglo 20 ser simplemente parte de la variabilidad natural del clima?
- Si el vapor de agua es el principal gas de efecto invernadero, ¿por qué tanto escándalo con el CO2?
- ¿Ha habido una tendencia global al enfriamiento desde 1998?
- ¿El cambio climático podría estar causado por cambios en la actividad solar?
- Si no podemos predecir el tiempo que hará en 10 días, ¿por qué deberíamos creer predicciones sobre el clima a largo plazo?
Al final del documento viene una exhaustiva lista de 176 referencias, muchas de ellas aparecidas en revistas científicas que someten los artículos publicados a un proceso de revisión por pares. El capítulo final está dedicado a las incertidumbres que todavía hay en la ciencia del clima.
El ojo atento habrá podido observar que varias de las preguntas resaltadas más arriba corresponden a los argumentos más frecuentemente esgrimidos por los negacionistas del cambio climático. No es de extrañar que esta publicación haya sido motivada por una academia de ciencias cansada de que salgan expertos de debajo de las piedras.
Fuente:
12 de agosto de 2010
Sólo entre el 18 y 45% de los ecosistemas de los bosques tropicales subsistirá en 2100
El estudio se publica en ‘Conservation Letters’
Un estudio dirigido por el Instituto Carnegie (EE UU) ha combinado por primera vez nuevos datos de deforestación y tala selectiva con 16 proyecciones de cambio climático para los bosques tropicales de todo el mundo, que comprenden más de la mitad de todas las especies de plantas y animales que viven en el planeta. Los resultados demuestran que para 2100 entre el 18 y el 45% de las plantas y animales de los ecosistemas de bosques tropicales permanecerán tal cual los conocemos en la actualidad.
“Se trata de la primera recopilación global de la proyección de impactos en los ecosistemas de los bosques tropicales afectados por la deforestación, la tala y el cambio climático”, afirma Greg Asner, autor principal del estudio e investigador en el Instituto Carnegie.
“Para las áreas en las que se prevé un mayor sufrimiento debido al cambio climático, los que gestionan las tierras deberían enfocar sus esfuerzos a reducir la deforestación para ayudar a las especies a adaptarse al cambio climático”, añade el científico.
Al combinar las imágenes por satélites, los mapas de tala y deforestación y los modelos climáticos, los científicos obtuvieron escenarios de cómo las especies se reorganizarán para 2100.
Para Centroamérica y Sudamérica, el cambio climático podría alterar cerca de dos tercios de la biodiversidad de los bosques tropicales. Según los expertos, se podrán apreciar cambios en la biodiversidad en el 80% de la región, incluida la cuenca amazónica.
En el área del Congo (África), el cambio climático y la tala afectarán entre el 35 y el 74% de la zona. A escala continental, cerca del 70% de la biodiversidad de los bosques tropicales africanos se verán afectados.
En Asia y en las islas del centro y sur del Pacífico, la deforestación y la tala son las causas del cambio. El cambio climático desempeñará un papel inferior que en los casos de África o Sudamérica. El estudio, que se publica ahora en Conservation Letters, demuestra que entre el 60 y el 77% de esta área es susceptible a la pérdida de biodiversidad debido a los cambios del uso del suelo de la región.
Luchar contra los cambios
“Este estudio es la mayor evidencia de que los ecosistemas naturales del mundo sufrirán profundos cambios –incluyendo alteraciones severas en la composición de las especies- a través de la influencia combinada del cambio climático y el uso del suelo”, señala Daniel Nepstad, coautor del trabajo e investigador en el Centro de Investigación Woods Hole.
“La conservación de la biota mundial, tal y como la conocemos, dependerá del declive rápido y considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero”, advierte el investigador.
Fuente:
Tendencias 21
25 de abril de 2010
Punset: "La cultura está cambiando las sociedades"
Domingo, 25 de abril de 2010
Punset: "La cultura está cambiando las sociedades"
En Conocer Ciencia tenemos mucho aprecio a las opiniones, casi siempre objetivas de Punset, además de admirar su labor de difundir ciencias en España (país que cuenta con una con una colosal tv basura con programas del corazón y chismes de farándula). Pero Punset peca al omitir siempre el rol de las economía en el devenir de las sociedades, por ejemplo en este post plantea que la cultura por sí sola promociona cambios y transforma las sociedades, pero no es así.
Es la economía, la base económica de las sociedades la que produce los cambios en la sociedad, cambios que deben servir necesariamente para la supervivencia del modelo, el stablishment, por lo tanto la economía regula los cambios sociales, promueve los cambios que le son favorables y pone murallas a los cambios que le son desfavorables. Por ende hay dos fuerzas en las sociedades, unas fuerzas sociales que mantienen el sistema establecido (con todas sus asimetrías) y otras fuerzas sociales que pugnan por el cambio del sistema establecido (una sociedad justa e igualitaria). Del choque de estas fuerzas nacen lo que se denomina cultura: religión, arte, literatura, ensayos filósficos y sociológicos, costumbres, educación, mass media, etc. Y, si lo pensamos bien, es la economía también la que encumbra a China en el panorama internacional, y es también la economía la responsable del calentamiento global.
Los dejo con el artículo de Punset, vale destacar su optimismo para visualizar el futuro, aunque, debemos aclarar, que es un optimismo ingenuo.
Al parecer, las investigaciones más recientes apuntan a la cultura como el único atributo que nos distingue del resto de los animales; no es que ellos no tengan cultura, sino que la nuestra es distinta. La cultura de los humanos se caracteriza por el “efecto trinquete”; es decir, no cabe la marcha atrás ni el olvido y todo nuestro conocimiento es acumulado.
¿Por qué vale la pena reflexionar sobre los cambios que se están produciendo en la cultura? ¿Y en los hábitos de la comunicación de esa cultura? Sencillamente, porque están transformando nuestras vidas en mucha mayor medida que otros cambios, como el climático o la aparición de China como primera potencia mundial; aunque no lo parezca. ¿Qué es realmente nuevo y trascendental en materia cultural?
En primer lugar, la irrupción de la ciencia en la cultura popular. Unas veces, ciencia para andar por casa, como lavarse las manos y desinfectar la ropa, y otras veces, ciencia de investigaciones de laboratorio, como los antibióticos, que han triplicado, las dos, la esperanza de vida. Contamos con cuarenta años de vida redundante en términos biológicos y, por lo tanto, por primera vez en la historia de la evolución empezamos a explorar si hay vida antes de la muerte y, si la hay, a disfrutarla. Hasta hace bien poco, todo el mundo estaba obcecado únicamente en saber si había vida después de la muerte.
En el capítulo número 44 de Redes “Entrena tu cerebro, cambia tu mente“, emitido el 01/11/09, Eduard Punset y su equipo muestran el experimento realizado con taxistas londinenses.
El segundo cambio excepcional consiste en haber aprendido que no sólo podemos cambiar la cultura, sino también los sistemas educativos y las estructuras cerebrales. El famoso experimento de los taxistas de Londres ha permitido comprobar que la experiencia individual podía afectar la estructura de nuestros mecanismos mentales. Resulta que el volumen del hipocampo de los taxistas de Londres es significativamente mayor que el del promedio de los ciudadanos británicos. ¿Por qué? Simplemente, porque para saberse todo el callejero de Londres hace falta estar tres años ejercitando la memoria.
Por primera vez en la historia de la evolución, la ciencia nos está demostrando que somos dueños de nosotros mismos. Para conseguirlo, ¿cuál es el área o momento para actuar? También eso lo sabemos, gracias a otro experimento famoso efectuado en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, que nos ha alertado sobre la importancia trascendental del periodo que va desde el vientre de la madre hasta los siete años de edad. Durante veinte años se ha seguido el comportamiento de niños a los que se había sometido en la escuela a pruebas de control de sus propias emociones. Los que habían resistido y sabido gestionarlas alcanzaron, en promedio, un mayor equilibrio en su etapa adulta. Por favor, no descuidemos este periodo de I+D, todo pagado, que va desde el nacimiento hasta los siete años.
No sólo sabemos eso. La mayoría de los organismos internacionales pueden ahora aconsejar que la mejor opción para recortar los índices de violencia de las sociedades del futuro es la introducción del aprendizaje social y emocional en la más tierna infancia. Ocuparnos de aprender a gestionar algo de lo que no nos habíamos ocupado nunca: nuestras emociones básicas y universales.
Y por si fuera poco, se ha perfilado ya el consenso a nivel mundial para la imprescindible reforma educativa. Se deberá aprender a gestionar la diversidad característica del mundo globalizado en lugar de ocuparnos solamente de destilar contenidos académicos en las mentes infantiles; los niños deberán aprender a gestionar lo que tienen en común: sus emociones básicas y universales; por último, contamos con las redes sociales para contrastar pareceres y culturas distintas gracias al soporte digital, que nos permite relacionar disciplinas dispares. Sin eso, la innovación es imposible.
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