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12 de octubre de 2015

La luna Encélado de Saturno alberga un gran océano de agua líquida

Ellen Stofan, unas de las responsables científicas de la NASA, cree que en tan sólo una década podrían llegar a encontrar vida fuera del Sistema Solar. Así lo manifestó hace unos meses, a la vista de los hallazgos que están haciendo en lunas de otros planetas misiones robóticas como Galileo o Cassini-Huygens, en la que participan la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana (ASI).





Las observaciones y mediciones realizadas con estas naves espaciales no tripuladas están permitiendo a los científicos detectar agua en diferentes estados en estos mundos. Encélado, uno de los satélites de Saturno, se perfila como uno de los candidatos para albergar algún tipo de vida, no necesariamente como la conocemos en la Tierra. Y si ya sabían que Encélado albergaba un gran océano líquido bajo su superficie helada, un nuevo estudio publicado esta semana revela que esa masa de agua está más extendida de lo que pensaban. 


Según sostiene esta investigación, que también ha sido realizada con datos de la sonda Cassini de la NASA, ese océano líquido es global y abarcaría casi toda su superficie. Hasta ahora, y basándose en análisis previos recabados por la misma nave, los científicos pensaban que había una masa de agua con forma de lente en la región del polo sur de Encélado. Pero los datos gravitacionales recopilados durante varios sobrevuelos por esta región polar sugerían la posibilidad de que esa masa de agua subterránea fuera global. Una teoría que ahora han confirmado a través de imágenes captadas por Cassini, que entró en la órbita de Saturno el 30 de junio de 2004. 

Llegar a esta conclusión «ha requerido años de observaciones y cálculos que han implicado una gran variedad de disciplinas», dice Peter Thomas, miembro del equipo de la Universidad de Cornell que se encarga de las imágenes de Cassini y autor principal de este estudio, publicado en la revista Icarus.

El artículo completo en:

El Mundo (España)


26 de julio de 2011

Investigación de la ESA: Tormenta sobre Saturno

Encélado descarga vapor de agua sobre Saturno.|ESA

Encélado descarga vapor de agua sobre Saturesno.|ESA

El observatorio espacial 'Herschel', de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha logrado captar una gran tormenta de vapor de agua que la luna Encélado ha descargado sobre su planeta, Saturno. El hallazgo desvela un misterio que durante 14 años había traído de cabeza a los astrónomos, que no sabían explicarse el origen del agua que hay en la capa superior de la atmósfera del planeta de los anillos.

Encélado sería, a tenor de este descubrimiento, la única luna del Sistema Solar en la que se ha detectado que puede influir en la composición química de su planeta, algo que, desde luego, no ocurre con la Luna de la Tierra.

Gracias al 'Herschel' se ha detectado que expele unos 250 kilogramos de vapor de agua por segundo, en un gran número de chorros de propulsión que salen desde su polo sur, una región conocida como 'Tiger Stripes', o 'las rayas del tigre', debido a las marcas que se observan en su superficie. El agua va formando un anillo de vapor en torno al planeta anillado. En total, la tormenta tiene una anchura de 10 veces el radio de Saturno, aunque sólo en el equivalente a un radio es realmente densa.

La luna Encélado, un satélite que fue descubierto en 1789 por William Herschel, se mueve alrededor de su planeta a una distancia de unos cuatro radios. A pesar del enorme tamaño de la tormenta, hasta ahora había escapado a la observación de los astrónomos porque el vapor de agua es transparente a la luz visible y por ello han sido necesario utilizar instrumentos que detectan longitudes de onda infrarrojas, como los que lleva a bordo 'Herschel'.

Modelo informático

Aunque se sabía desde hace mucho que la atmósfera de Saturno tiene vapor de agua en sus capas profundas, fue en 1997 cuando se supo que también lo había en la más externa, aunque se desconocía la razón. Gracias a modelos de ordenador se ha demostrado que entre el 3% y el 5% del agua que expele Encélado acaba sobre Saturno. "No hay analogía a este comportamiento en la Tierra", ha asegurado Paul Hartogh, del Instituto Max Planck de Alemania, que ha colaborado en los resultados. "No hay cantidades importantes de agua que lleguen a nuestra atmósfera desde el espacio", concluye el científico.

El 95% restante de ese agua se pierde en el Universo, se congela en los anillos o cae sobre las otras lunas de Saturno. Sin embargo, lo poco que llega es suficiente no sólo para que haya agua, sino también otros compuestos adicionales, como el dióxido de carbono. Además, ese agua puede llegar a los niveles inferiores de la atmosfera, aunque se condensa allí en nubes tan pequeñas que no se pueden observar.

El 'Herschel', que fue lanzado al espacio en 2009, también fue el observatorio que descubrió vapor de agua en la atmósfera saturnina. Más adelante, la misión conjunta de la NASA y la ESA Cassini/Huygens localizó los chorros de propulsión en Encélado.

Fuente:

El Mundo Ciencia

3 de febrero de 2011

éiseres y océanos en Encélado


El astrónomo Rafael Bachiller nos descubre en esta serie los fenómenos más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo analizadas en profundidad.

Encélado, una pequeña luna de Saturno, saltó a la actualidad hace 5 años cuando la sonda Cassini detectó unos espectaculares géiseres emergiendo de su superficie. Nuevos estudios muestran ahora que los géiseres podrían surgir de océanos líquidos, posiblemente efervescentes, escondidos bajo una corteza de unos 40 kilómetros de espesor. Tales océanos son candidatos ideales para la búsqueda de vida extraterrestre.

Un mundo helado y diminuto

Con tan sólo unos 500 km de diámetro, Encélado es una de las pequeñas lunas más interiores de Saturno. Su superficie es muy brillante, pues refleja prácticamente toda la luz que recibe del Sol. Debido esta alta reflectividad, su temperatura superficial es muy fría, se mantiene en los 200 grados bajo cero. Pero la corteza de Encélado es muy inhomogénea. Algunas partes muestran cráteres de hasta 35 km de diámetro, mientras que otras zonas son muy lisas (y por lo tanto jóvenes), y aún hay otras regiones que presentan profundas estrías y deformaciones diversas. Todo esto se sabía desde que las sondas Voyager pasaron por la proximidad de la pequeña luna al principio de la década de los 1980. En aquel entonces, Encélado no parecía tener gran interés.

Pero esta situación cambiaría cuando en 1997, con el fin de visitar Saturno y sus lunas, la NASA -en colaboración con la ESA- lanzó la sonda Cassini, una nave espacial que viene protagonizando una auténtica odisea interplanetaria.

Uno de sus mayores logros lo alcanzó Cassini en 2005, cuando en varias aproximaciones a Encélado descubrió unas enormes columnas de vapor emanando desde regiones cercanas a su polo sur. Tales géiseres revelaban una importante actividad geológica interna.

Cassini sobrevoló los géiseres y determinó que las emanaciones estaban compuestas de vapor de agua mezclado con algunos hidrocarburos y pequeñas partículas heladas. También midió que la temperatura de este material estaba en torno a los cero grados centígrados. Todo ello sugería que bajo la corteza helada de Encélado debía existir una gran masa de agua líquida sometida a algún fenómeno de calentamiento.

Océanos subterráneos

En el último número de la revista Geophysical Research Letters, un equipo de astrónomos liderado por el Dr. J. Olgin de la Universidad de Texas ha estudiado la morfología de las estrías (conocidas como "rayas de tigre") por las que emanan los géiseres y han estimado que la corteza helada de Encélado, en esta región del sur, tiene un espesor de apenas 40 kilómetros. Aunque muy delgada, esta corteza es capaz de mantener fenómenos de convección en el interior. Los autores argumentan que quizás la corteza fue más espesa en el pasado pero, según la convección va ganando importancia, la corteza va adelgazando y formando estrías hasta que se crean fisuras en las zonas más frágiles.

Según un modelo descrito por Dennis Matson (del Jet Propulsion Laboratory, NASA), estos océanos podrían contener gases disueltos constituyendo un líquido efervescente de baja densidad. Al acumularse bolsas de este líquido burbujeante en oquedades bajo el hielo se originarían regiones de alta presión. Las altas presiones acabarían formando fisuras y rompiendo la superficie. Por tales fisuras, el agua efervescente de los océanos subterráneos podría llegar a emerger para formar los espectaculares géiseres observados por Cassini. El efecto sería pues similar al que se observa cuando se abre, después de agitarla, una lata llena de un refresco gaseoso.

Condiciones idóneas para la vida

Cassini ha aportado pruebas de la existencia de calor bajo la superficie de Encélado, pero ¿cuál es el mecanismo físico capaz de calentar así el subsuelo? Una explicación plausible procede de las enormes fuerzas de marea ejercidas por un gigante gaseoso como Saturno sobre esta luna tan pequeña y próxima. En efecto, según describe su órbita alrededor del planeta de los anillos, Encélado se ve sometido a tensiones tan enormes que su forma llega a cambiar ligeramente dependiendo de su posición. Las fricciones internas ocasionadas por tales efectos de marea pueden dar lugar a una cierta actividad volcánica que calienta las regiones del subsuelo manteniendo los movimientos de convección.

El subsuelo de Encélado reúne pues los tres ingredientes que son indispensables para que surja la vida: agua líquida, compuestos orgánicos y una fuente de energía (el volcanismo). De hecho, en algunas regiones del planeta Tierra sometidas a condiciones similares, hay organismos que sobreviven sin mayores problemas.

Hace tan solo unos años, Encélado era una luna desprovista de interés. Hoy es uno de los candidatos prioritarios para la búsqueda de vida extraterrestre.

Lea el artículo completo en:

El Mundo Ciencia

19 de mayo de 2010

Imágenes espectaculares de Encélado

Miércoles, 19 de mayo de 2010

Imágenes espectaculares de Encélado


Ayer 18 de mayo la sonda Cassini realizó un nuevo sobrevuelo (el décimo, E10) de Encélado y, como ya viene siendo costumbre, nos volvió a sorprender con unas imágenes espectaculares de este pequeño -pero activo- mundo helado:






Pero las más espectaculares son en las que podemos ver los géiseres en plena actividad, con una resolución nunca vista:




Es importante recordar una vez más el pequeño tamaño de esta luna, cuyo diámetro no llega a los 500 km, lo que no le impide ser uno de los mundos más activos del Sistema Solar.


Encélado es muy pequeña (NASA).


Esta otra imagen de Titán con el polo sur de Encélado (en la parte inferior) y los anillos de Saturno en primer plano tampoco tiene desperdicio:


Titán, los anillos y el sur de Encélado (NASA).


¿Acaso no son preciosas?¿Qué haríamos sin la Cassini?

Fuente:

Eureka

20 de octubre de 2009

Un ranking de los planetas más habitables



Martes, 20 de octubres de 2009 

Especial: Astronomía
Un ranking de los planetas más habitables

Pero antes permitame preguntarle ¿sabe usted el porqué la Tierra es un planeta habitable?

Somos un planeta habitable pero... ¡por las justas!

Si la Tierra hubiera sido ligeramente más pequeña y menos masiva, podría haber carecido de tectónica de placas – las fuerzas que mueven los continentes y crean las montañas. Y sin tectónica de placas, la vida podría no habría sido capaz de afianzarse en nuestro mundo. Las placas tectónicas son esenciales para la vida, tal y como la conocemos”, comenta Diana Valencia de la Universidad de Harvard. “Nuestros cálculos muestran que en términos de habitabilidad para planetas rocosos, cuanto más grande mejor”.

Las placas tectónicas

Imaginemos que tenemos una pelota de fútbol delante de nosotros:

Si desarmamos la pelota podremos ver que está formada por vario paños de cuero (pentágonos y exágonos):



Ahora imagenmos que tenemos al planeta Tierra frente nuestro.
Si pudieramos desarmar la Tierra tal como hicimos con la pelotaveríamos que la Tierra también está formada por paños, sólo que a los paños que conforman el planeta se les llama placas tectónicas:


La tectónica de placas implica el movimiento de pedazos enormes, o placas, de superfície planetaria. Las placas se alejan las unas de las otras, o se deslizan las unas bajo las otras, o incluso chocan entre si, dejando como resultado cordilleras montañosas como la del Himalaya. La tectónica de placas obtiene su energía del magma ardiente que yace bajo la superficie, y funciona de forma parecida a una cazuela con chocolate hirviendo. El chocolate de la parte de arriba se enfría y forma una especie de piel o corteza, al igual que el magma frío forma la corteza del planeta.

La tectónica de placas es crucial para la habitabilidad de un planeta, ya que permite una química compleja y recicla sustancias como el dióxido de carbono, que actúa como un termostato y permite el clima suave de la Tierra. El dióxido de carbono encerrado en las rocas se libera cuando esas mismas rocas se funden, y retorna entonces a la atmósfera desde los volcanes y las crestas oceánicas.Más información en AESP.

Ahora veamos que otros planetas podrían ser habitables:

Si los humanos se vieran forzados a evacuar la Tierra, ¿cuál sería el mejor candidato para mudarnos entre nuestros vecinos? Un estudio de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo proporciona la primera evaluación cuantitativa de los lugares más habitables del sistema solar.

“Es sorprendente que no haya acuerdo en una definición cuantitativa de habitabilidad en astrobiología”, lamenta Abel Méndez, biofísico y principal autor del estudio. Para su ranking, Méndez ha calculado el espacio de cada planeta y satélite potencialmente habitable por distintos microorganismos terrestres. Sus resultados muestran que Encelado, a pesar de su reducido tamaño, tendría la puntuación más alta en habitabilidad (H=0,5), más que la propia Tierra (H=0,4). Sin embargo, Encelado está demasiado lejos de nuestro planeta y del Sol para intentar “hacer mudanza”. En el ranking le siguen Marte y el satélite Europa.

"Este trabajo es importante porque proporciona una medida objetiva para comparar la habitabilidad de diferentes climas y sistemas planetarios”, ha comentado Chris McKay, experto de la NASA, que prevé utilizar la escala desarrollada por Méndez para evaluar algunos exoplanetas.

Fuente:

Muy Interesante
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