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2 de enero de 2018

¿Qué es el 0 de enero y por qué es importante para la astronomía?

El 1 de enero es el primer día del año para todo el mundo. Excepto si eres astrónomo.

La ausencia del 0 en el calendario es un foco de confusión desde que se decidió que se iba a empezar a contar los años comenzando por el 1 y no por el 0. 

El año siguiente al -1 a.C. fue el 1 d.C.; no se pasó por el 0. Es lo que provocó, por ejemplo, los debates sobre si el año 2000 era el primero del siglo XXI o el último del XX, como efectivamente es.

"Al primer día del 2018 lo llamaremos 1 de enero, pero técnicamente todavía no habrá transcurrido un día entero dentro de ese año", le dice a BBC Mundo Jorge Núñez de Murga, catedrático del Departamento de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Fabra.

¿Contamos días o los ordenamos?

La ausencia del año 0 y de los días 0 se explica porque "nombramos los días en números ordinales, hablamos del primer día del año, del segundo..."

Por lo tanto, no existe el día 0 antes del 1 por la misma razón que en una lista ordenada no existe una posición previa a la primera.

En el momento en que se tiene que hacer cálculos sobre el tiempo —usando números cardinales— surgió la necesidad de designar un día 0.

Por ello, la astronomía optó por usar como recurso el último día del año. "Es muy sencillo —dice Núñez—, el 0 de enero es el 31 de diciembre del año anterior".

Un recurso para hacer cálculos astronómicos

Como explica Núñez, el 1 de enero de 2018 a las 12 del mediodía habrán transcurrido 0,5 días de 2018. Y el día 1 de 2018 se completa justo a la medianoche, cuando en nuestro calendario pasa a ser el 2 de enero.

Este lapso entre el nombre que el calendario da a los días y el tiempo por el que efectivamente transcurren genera un problema para los cálculos astronómicos.

"Es muy útil para los cálculos en los que tienes que usar fracciones de año o de mes. De hecho, los libros de efemérides publican los datos de posición de astros y planetas con fecha de 0 de enero, y las tablas astronómicas empiezan por ese mismo día", explica Núñez.

¿Hay que cambiar el calendario?

El director del Observatorio Fabra es claro: "Si los meses fuesen del día 0 al 30, no existiría este problema".

Pese a ello, reconoce que el 0 de enero es "simplemente un recurso usado para los cálculos astronómicos", y que a la hora de publicar los datos se adaptan al calendario regular.

El 0 de enero seguirá apareciendo en los libros técnicos de astronomía, aunque "ahora, con los ordenadores, ya no es tan importante", señala.

Sin embargo, afirma Núñez, "el concepto del 0 de enero existe. El próximo 31 de diciembre será el 0 de enero de 2018".

Fuente:

BBC Mundo

Qué es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)

5 claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0

  • 1. Alemania fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como "estrategia de alta tecnología"
  • 2. Se basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones
  • 3. La internet de las cosas jugará un rol fundamental
  • 4. Permitirá agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años
  • 5. Cambiará el mundo del empleo por completo y afectará a industrias en todo el planeta

A finales del siglo XVII fue la máquina de vapor. Esta vez, serán los robots integrados en sistemas ciberfísicos los responsables de una transformación radical.

Los economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución industrial.

Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.

¿Suena muy radical? Es que, de cumplirse los vaticinios, lo será. Y está ocurriendo, dicen, a gran escala y a toda velocidad.

"Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes", vaticina Klaus Schwab, autor del libro "La cuarta revolución industrial", publicado este año. 

Los "nuevos poderes" del cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos áreas que parecen crípticas y lejanas para el ciudadano de a pie.

Pero las repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta en los rincones más lejanos del planeta: la revolución afectará "el mercado del empleo, el futuro del trabajo, la desigualdad en el ingreso" y sus coletazos impactarán la seguridad geopolítica y los marcos éticos.

Fuente:

BBC Mundo

31 de diciembre de 2017

Cinco mensajes revolucionarios que no te esperabas y salen en la nueva de 'Star Wars'

Animalismo, pacifismo y religión asoman en el octavo episodio ‘Los últimos jedi’. Hemos visto la esperada película, que se estrena esta semana y supone un salto de madurez en la saga.>


En una galaxia muy lejana… hay cosas que no cambian. Y que mejor que no lo hagan, porque los fans de Star Wars tampoco lo perdonarían. El estreno del Episodio VIII: Los últimos Jedi confirma que la saga más famosa de las estrellas llega a la recta final de esta trilogía (ya se ha anunciado una más) en un buen estado de salud. Tras la energía que le prestó J.J. Abrams en la anterior entrega, ahora Rian Johnson -que, recordemos, viene del cine indie y de la cantera de Sundance- mantiene la misma línea revival y la sucesión de guiños a los tres primeros títulos con los que George Lucas cimentó este universo siempre en expansión.

La anunciada recuperación de Luke Skywalker (Mark Hamill), el previsible homenaje a Carrie Fisher (Leia Organa) tras su fallecimiento, los droides clásicos (RD-2D y C3PO), Chewbacca, el mítico Halcón Milenario… Todos tienen su cuota de protagonismo, junto con los recién llegados Rey, Kylo Ren-Ben Solo o Finn: la sangre millennial de esta nueva entrega. Y los más fetichistas quedarán satisfechos y correrán a buscar las figuritas de los Porgs, las nuevas criaturas concebida por Disney (algo parecido a una ardilla) para convertirse en objeto de culto y juguete para niños al mismo tiempo. Así que poco, o casi nada, cambia para que todo siga igual. Los fans se emocionarán cuando desfilan las ya clásicas frases en el prólogo, acompañadas de esas fanfarrias tan reconocibles, y llegarán a las puertas del delirio cuando se enciendan las espadas láser y emitan ese zumbido tan reconocible.

Pero tras ver Los últimos Jedi sí que se encuentran algunas novedades a nivel narrativo, sobre todo en lo que tiene que ver con las temáticas que se abordan de forma tangencial a la típica trama principal (familia, venganza, bien frente al mal, aventuras, batallas…) y que ayudan a reforzarla. Estos son algunos de las cuestiones que se incorporan (o se refuerzan) en el mundo que comenzó con La guerra de las galaxias, hace ahora cuarenta años.


Defensa del medio ambiente: Cuando Rey (Daisy Ridley) acude en busca de Luke, la joven acaba en el planeta Ahch-To, donde el gran jedi ha decidido retirarse como si fuera un ermitaño o un monje que hubiera prometido silencio. El lugar de su bien merecida ‘jubilación’ es una isla donde conviven, en paz y armonía, varias especies animales que parecen a punto de extinguirse. La llegada de Rey altera el pacífico medioambiente y Luke (y las propias criaturas) le tienen que dar algunas lecciones sobre ecología y buenas maneras hacia la naturaleza.

Animalismo: Aunque en un momento se ve a Luke pescando (de forma algo salvaje para reforzar esa lucha interior entre el bien y el mal) en general la película apuesta por el respeto hacia los animales. Incluso el propio Chewbacca toma conciencia y aparta de su boca un pequeño Porg al que le iba a hincar el diente. Una imagen metafórica en la que el animal, que solo se comunica con gruñidos, rechaza comerse a otro animal.

Denuncia del tráfico de armas: Cuando Rose (Kelly Marie Tran) y Finn (John Bodega) deciden localizar a un timador que les pueda ayudar a acabar con la seguridad de la Primera Orden, terminan aterrizando en un planeta a los que los responsables de la dirección estética le han dado un aspecto que parece inspirado en Montecarlo o Las Vegas. Allí realizan un acto en favor de una especie de animales (los liberan) a los que los ricachones y poderosos de lugar utilizan para apostar. Y también reciben una enseñanza por parte de DJ (Benicio del Toro) que les abrirá los ojos: los mismo que venden armas al malvado Líder Supermo Snoke (Andy Serkis) lo hacen a la Resistencia a la que ellos mismo pertenecen.

Religión: Siempre ha estado presente y ha rodeado al mundo de los Jedi, pero en este caso se plantea de una forma más profunda. Hasta tal punto que el propio Luke, que se resite a abandonar el lugar donde se ha retirado, parece cuestionarse si no es momento ya de acabar con el legado de la saga míticos guerrero con poderes a la que él pertenece. ¿El mítico Skywalker con dudas de fe? Pues así es, y por momentos parece tan angustiado como los dos jesuitas que protagonizaban Silencio, de Martin Scorsese.

Un mundo más millennial: En el Episodio VII. El despertar de la fuerza, la incorporación de Rey y Finn del lado de la Resistencia (que muestra entre sus miembros nuevas generaciones) y de Kylo Ren en las filas de la Primera Orden ya modernizó el aspecto (y las intenciones) de los dos bandos tradicionalmente enfrentados. A ello, hay que sumar que ahora Rose, una joven oriental, se convierte en uno de los miembros más destacados de los rebeldes ¿Una maniobra de márketing? Puede ser. Pero a la vez conecta con un nuevo público, con una sensibilidad y una forma de ver el mundo muy diferente a las que se tenían en la década de los sesenta, cuando comenzó la madre de todas las space operas.

Fuente:

El País (España)

30 de diciembre de 2017

Star Wars en las aulas, cómo crear aprendizajes significtivos con esos films

Saludos, desde Ocros (Ancash, Perú)



Desde que Disney adquirió los derechos del Star Wars no pierde la oportunidad de ganar dinero explotando la saga al máximo. Una prueba de ello es que la última producción de la saga lidera, hasta la fecha, la taquilla mundial.



Sin duda alguna, estos films son ya parte de la cultura popular global, por ello no debemos perder la oportunidad de explotar estas películas de ciencia ficción como recurso educativo, siguiendo las tendencias globales como la de Beloso, uno de los mejores docentes de España. Es con ese fin que preparamos, con nuestro equipo de especialistas en educación, la siguiente presentación:



Esperamos sus comentarios para seguir enriqueciendo esta propuesta.

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com
Director de la Ugel de Ocros (Ancash, Perú)

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