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23 de mayo de 2014

Instan a terminar con amenazas del TPP por medicinas

MÉDICOS SIN FRONTERAS:

Instan a terminar con amenazas del TPP por medicinas

Coincidiendo con la reunión de los ministros de Comercio de los doce países que integran el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) -entre ellos Chile y Perú -, que lleva a cabo en Singapur, la organización médico-humanitaria internacional, Médicos Sin Fronteras (MSF), instó a los países a eliminar las graves amenazas para acceder a los medicamentos por parte de la población.

“Es muy sencillo: el TPP en su forma actual es un mal negocio para el acceso a los medicamentos”, dijo Judit Rius Sanjuan, directora y asesora jurídica de la campaña de acceso a medicamentos de MSF. “En momentos en que los países están luchando contra los altos costos de la atención sanitaria, es indignante que las disposiciones del TPP pretendan aumentar el costo de los medicamentos aún más, dejando a millones de personas sin acceso asequible”.

“Si se acepta la propuesta de los EE.UU, los países más pobres se verían obligados a limitar el acceso a medicamentos asequibles, antes de que sus necesidades de salud pública estén bajo control”, dijo Rius Sanjuan. “El hecho es que ningún país, rico o pobre, debe aceptar las limitaciones de su capacidad soberana de asegurar que los medicamentos sean accesibles y asequibles para todos los que los necesitan”.
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Crean un nuevo tipo de ADN sin base en la naturaleza

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Scripps de California (EEUU) ha logrado incorporar nuevas letras al alfabeto genético tras desarrollar una bacteria cuyo ADN incluye dos bases artificiales que no existen de forma natural, creando así el primer organismo vivo semisintético.

El estudio, publicado en la revista Nature, explica que han conseguido que el organismo utilizado para las pruebas, la bacteria “Escherichia coli” replicara sus células con relativa normalidad tras la modificación genética. Para conseguir la replicación de ADN, los investigadores tuvieron que proporcionar el par de bases (d5SICS y dNaM) a la bacteria, de forma artificial, así como las moléculas que las transportan. Afortunadamente, el material genético de las células del nuevo organismo semisintético replicaba las células con cierta velocidad y precisión, sin dificultar su crecimiento ni mostrar signos de perder sus pares de bases no naturales.

Los científicos esperan seguir creando moléculas artificiales que permitan el desarrollo de aminoácidos (componentes de las proteínas) no naturales que permitan la creación proteínas para funciones terapéuticas o de diagnóstico.

La idea de mejorar la estructura de doble hélice del ADN no es nueva; no en vano, el equipo de investigación del Instituto Scripps lleva trabajando en ello desde los años 90, logrando al fin, este hito en biología sintética con la creación del primer organismo semisintético capaz de albergar en su ADN un par de bases artificiales.

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Muy Interesante

Media hora de formación musical... y nuestro cerebro funcionará como el de un músico

Un estudio realizado en Inglaterra ha observado que con sólo media hora de formación musical, el cerebro de una persona empieza a funcionar como el de un músico, con mayor flujo de sangre hacia el lado izquierdo del cerebro, el relacionado con las habilidades musicales y de lenguaje. Numerosos estudios han observado los efectos beneficiosos de la música en el cerebro, tanto en niños como en adultos que recibieron formación de jóvenes. Por Carlos Gómez Abajo.

La música, el lenguaje y el ritmo están íntimamente relacionados. Imagen: Nina Kraus. Fuente: Northwestern University.
La música, el lenguaje y el ritmo están íntimamente relacionados. Imagen: Nina Kraus. Fuente: Northwestern University. 
Un estudio sobre patrones cerebrales realizado en Gran Bretaña sugiere que la formación musical puede alterar la manera en que pensamos.

Unos 14 músicos fueron evaluados para ver qué parte del cerebro utilizan para llevar a cabo sus habilidades musicales y de lenguaje, y los investigadores observaron que emplean el lado izquierdo para ambas tareas.


A otras ocho personas -que no eran músicas- se les pidió llevar a cabo la misma tarea, pero no se encontró correlación en la actividad cerebral cuando realizaban las pruebas.
 
Sin embargo, cuando los voluntarios no músicos fueron expuestos a continuación a un corto período de formación musical simplemente, hubo un aumento en el flujo de sangre hacia el lado izquierdo del cerebro cuando se enfrentaron a tareas relacionadas con la música y las palabras. En efecto, su cerebro comenzó a trabajar de la misma manera que lo haría el de un músico.
 
La investigación fue llevada a cabo por el Departamento de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Liverpool (Inglaterra), como parte de un programa de prácticas de verano.
 
Durante el estudio, bastó con sólo media hora de formación musical para producir un cambio en la forma en la que los no-músicos procesan la música y el lenguaje. La investigadora Amy Spray recuerda en la nota de prensa de la Sociedad Británica de Psicología (SBP) que "fue fascinante ver que las similitudes en los flujos sanguíneos" podían tener lugar después de una exposición tan breve a la enseñanza musical. Los resultados del estudio fueron presentados ayer en la conferencia anual de la SBP.
La música y el cerebro
 

Numerosos estudios han observado los efectos tangibles y beneficiosos que produce la actividad musical en el cerebro. Uno realizado en la Northwestern University (Illinois, EE.UU.), y publicado hace unos meses, muestra que las personas que han recibido formación musical de pequeños tienen más reflejos para responder a los sonidos del habla; y que cuanto más larga haya sido esa formación, más rápido responden.

Con el paso del tiempo, los adultos cada vez procesan peor los sonidos que cambian rápidamente. Sin embargo, según demostraron los participantes en el estudio, aquellas personas con entre cuatro y 14 años de formación musical, respondían una milésima de segundo más rápido que los que no. Una milésima de segundo puede no parecer mucho, señalan los investigadores, pero multiplicada por millones de neuronas representa un cambio importante en la vida de las personas.


Otro estudio de la Northwestern University señala que las personas más capaces de moverse con ritmo son también las que tienen más capacidad de respuesta al habla. Esta universidad también ha estudiado el efecto de la formación musical en el envejecimiento cerebral.
Las áreas cerebrales que se activan cuando se escucha música, y el desarrollo del cerebro en las edades tempranas de los niños que reciben formación musical, también han sido investigados en diversas ocasiones.
  
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México: la educación como apuesta por el crecimiento

Los países que más invierten en ciencia y tecnología son, habitualmente, naciones con un amplio desarrollo económico o mayor crecimiento, lo que permite dar un fuerte impulso a sus estudiantes.

“La educación de hoy es la economía del mañana”. Así le gusta decir a Andreas Schleicher, director del informe PISA, un programa de evaluación de alumnos que se ha convertido en un referente internacional para las políticas educativas.

El desarrollo económico consiste en transitar de una economía basada en la producción de bienes primarios realizados con trabajo simple a una economía productora de bienes industriales de alto valor agregado, llevados a cabo con trabajo complejo. La educación y el conocimiento tecnológico es el activo fundamental y la condición necesaria para que un país logre su ascenso hacia actividades industriales cada vez más complejas, rentables y mejor remuneradas. Los países que más invierten en educación, ciencia y tecnología son, habitualmente, los de mayor desarrollo económico o mayor crecimiento.

La condición suficiente es que las fuerzas políticas, la legislación y las energías sociales apunten hacia ese objetivo. Si existe esa voluntad política y la correlación de fuerzas para superar los obstáculos derivados del rentismo y la protección de privilegios, México podría encaminarse en la senda para lograr una economía con trabajadores bien educados, competitivos y bien remunerados.

En los últimos años algo se ha movido en México en lo que se refiere a presupuesto dedicado a la educación, los niveles de escolarización y la calidad de la enseñanza. En primer lugar, ha aumentado considerablemente los recursos destinados a la educación. Según la OCDE, el porcentaje del PIB destinado a la educación fue de 6,2% en 2010 comparado con 4,1% en 2000.

Actualmente, el presupuesto en educación está en línea con el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 6,3% del Producto Interno Bruto (PIB), incluso por encima de los porcentajes dedicados por Australia (6,1%), España (5,6%) o Suiza (5,6%). Sin embargo, el gasto anual por estudiante todavía es significativamente menor en México: a nivel primaria se gastan cerca de 30,300 pesos por alumno frente a un promedio de la OCDE de más de 103 mil pesos.

Ventaja competititva

Esos mayores recursos, si bien son insuficientes, han servido para incrementar la cobertura. México tiene una gran oportunidad de crecimiento con el llamado “bono demográfico” que no debe desaprovechar, pues en caso contrario se puede convertir, más que en una fuente de crecimiento, en un lastre para la economía y en un “bono de desigualdad”.

México tiene hoy el mayor número de jóvenes en su historia de entre 15 y 29 años y sólo 56% de ellos está estudiando, contra un promedio de 84% de la OCDE. Además, somos también el tercer país con mayor porcentaje de jóvenes ninis con 27,4% de jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan, lo cual suma ocho millones.

Ahora bien, aunque las cifras de cobertura aún son bajas, hay que recalcar que según la tendencia actual se estima que 49% de los jóvenes mexicanos concluirán la educación media superior a lo largo de sus vidas comparado con 33% en 2000.

Mejorar la cobertura educativa traerá beneficios inmediatos, y en ese sentido va el decreto presidencial que establecía la educación secundaria como obligatoria, con el objetivo de universalizarla para 2022.

Evaluaciones

Sin embargo, en un mundo competitivo no es suficiente si no va acompañado de una educación de calidad. Aunque ha venido mejorando, las diferencias son aún abismales. Según los resultados de la prueba PISA 2012, la calificación de matemáticas en México subió de 385 puntos en 2003 a 413 en 2012, y fue la tercera mejoría más importante en la OCDE. Sin embargo, de mantenerse este buen ritmo en los avances “a México le tomará más de 25 años alcanzar los niveles promedio de la OCDE en matemáticas y más de 65 años en lo que se refiere a las capacidades de lectura” (PISA 2012).

En México, 55% de los alumnos no alcanzan el nivel de competencias básicas en matemáticas, y menos de uno por ciento de los alumnos en el país alcanzan los niveles más altos de la prueba frente a 13% del promedio en la OCDE. Visto de otro modo, de una generación de dos millones de jóvenes de 15 años, en México sólo cerca de tres mil 500 estudiantes alcanzan un nivel de excelencia, y estos alumnos de más alto rendimiento obtienen apenas el mismo puntaje que un alumno promedio en Japón. 

Si bien los recursos son insuficientes, el problema no se reduce a mayor presupuesto. La explicación parece ubicarse en una compleja amalgama social e institucional que incluye altos niveles de desigualdad, poca conciencia de la sociedad civil (según las encuestas la mayoría de la población está satisfecha con la educación recibida para sus hijos) y una lógica corporativa de la organización del sistema educativo en la cual el Estado organizó la educación como mecanismo de control político y hoy no ha logrado desmantelarlo.

Recursos y oportunidades

En esa gestión del presupuesto, 93,3% se destina a la remuneración del personal, el mayor porcentaje de la OCDE. Sin embargo, eso no significa que el profesor promedio esté bien pagado (es el quinto país donde peor se paga a los maestros), ni que estén remunerados conforme a criterios de desempeño ni que, dada la falta de transparencia sobre el uso de los recursos, estén siendo dirigidas hacia donde más se necesita. En efecto, esta concentración de los recursos limita otras opciones de política educativa que han demostrado efectos positivos en otras latitudes: programas de alimentación en la educación preescolar y básica (una mejor alimentación en los primeros años de vida aumenta la permanencia de los niños en la escuela y aprenden más), programas de becas a las familias pobres para que envíen a sus hijos a la escuela, y mayor inversión en infraestructura, lo cual apoya la disminución de las diferencias por nivel socioeconómico entre los estudiantes.

Además, en México, no está claro que un mayor nivel educativo genera mejores perspectivas laborales. Es cierto que los trabajadores con mayor nivel de instrucción obtienen mejores niveles de remuneración que el resto. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, aquellos con estudios de preparatoria y universitarios obtienen ingresos por hora 151% por encima a la remuneración por hora promedio. Pero esas diferencias son poco perceptibles en niveles de educación más bajos: la diferencia entre las remuneraciones entre quienes no terminan la primaria y quienes terminan la secundaria es de alrededor de 20%, y se ha observado que las diferencias salariales por nivel de estudio han comenzado a reducirse hasta el nivel de bachillerato concluido en los últimos años.

Desocupación y crecimiento

Sin embargo, al contrario que en el resto de los países de la OCDE, se observa que la tasa de desempleo es mayor cuanto más alto es el nivel de estudios. La tasa de desempleo entre los individuos de estudios superiores es de 4,8% comparado con 4,4% con estudios de media superior y cuatro por ciento en secundaria. Es más, 37,7% de los desempleados cuenta con estudios de bachillerato y superior.

A su vez, 386% de los trabajadores con estudios profesionales está trabajando en ocupaciones no profesionales. A partir de estos indicadores es difícil interpretar si México adolece de un desequilibrio entre lo que el mundo empresarial necesita frente a las capacidades que la escuela ofrece, o si más bien la estructura económica de México, por su perfil industrial orientado a la “maquila”, no demanda trabajo calificado.

Para que la educación promueva el crecimiento, por tanto, la estrategia tiene que ser integral. La condición necesaria es formar a trabajadores bien preparados, con un sistema educativo desarrollado que genere variedad en la oferta de talento, pero no sería suficiente si no va acompañado de una política económica que genere estímulos a la investigación y al desarrollo, sinergias con el mundo empresarial más innovador, el de mayor contenido tecnológico y de valor agregado que revierta el actual modelo maquilador basado en trabajo de “ensamble”.

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América Economía

Economía y empleo en la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial provocó importantes transformaciones en la economía y en el mundo laboral europeos. 


La Primera Guerra Mundial provocó importantes transformaciones en la economía y en el mundo laboral europeos. En este artículo analizamos estos cambios.

La magnitud de la Gran Guerra fue tal que todos los aspectos de la economía mundial se trastocaron. La constatación de que la contienda iba a ser muy larga, al fracasar los planes iniciales de la guerra de movimientos, hizo que los gobiernos europeos fueran conscientes de que la economía debía ponerse al servicio de la causa militar y que, por lo tanto, se hacía necesario introducir profundos cambios en las relaciones de producción. La guerra impuso que el Estado interviniese en la economía. Sin lugar a dudas, esta guerra fue un factor decisivo para que surgiera en la historia la economía planificada, aunque hay otras fenómenos que explican esta intervención en el siglo XX, con distintas motivaciones, como son la planificación comunista en Rusia, la planificación fascista y la relacionada con el posterior estado del bienestar en las sociedades democráticas occidentales de después de la Segunda Guerra Mundial.

El capitalismo había cambiado en la Segunda Revolución Industrial, abandonando el liberalismo económico radical a favor de los monopolios y con claras tendencias proteccionistas, especialmente tras la crisis de 1873, pero la Gran Guerra introdujo en la economía dos principios nuevos: racionalización y coordinación porque se supeditaba a un objetivo que no era otro que vencer, aunque se respetase la propiedad privada de los medios de producción, con alguna excepción. El Plan Rathenau alemán es el ejemplo más evidente de planificación económica en este momento, pero todos los gobiernos hicieron algo parecido, creando ministerios y oficinas para coordinar la tarea económica.

La cuestión de los abastecimientos fue un grave problema para todos los contendientes. La producción agrícola descendió por la falta de mano de obra, de animales y de abonos; además la guerra dificultaba de forma evidente la importación de alimentos. Las carencias de comida, vestido y combustible se hicieron patentes muy pronto. Afectaban al frente pero, sobre todo, a la retaguardia. Se impuso el racionamiento, que se fue extendiendo a más y más productos a medida que la guerra se alargaba. Alemania fue la primera que lo impuso, ya que por su situación geográfica, entre dos frentes, le era muy difícil compensar sus carencias con importaciones. Los aliados tenían la ventaja de contar con imperios coloniales inmensos y podían importar más fácilmente alimentos. Franceses y británicos pasaron menos hambre que los alemanes. Aún así, tuvieron que implantar también medidas de racionamiento.

La guerra trajo otras consecuencias económicas. Los precios aumentaron y, a pesar de que también lo hicieron los salarios, el poder adquisitivo en los países contendientes disminuyó considerablemente, mientras el mercado negro se extendía. La destrucción de muchas infraestructuras productivas y la necesidad de más productos y materias primas hicieron que las compras al extranjero se dispararan de tal forma que superaron, en muchos casos, las posibilidades de pago. Eso provocó que se multiplicasen los empréstitos y se disparase la deuda pública. El fantasma de la bancarrota sobrevoló por encima de Europa.

La Gran Guerra también transformó el ámbito laboral.

Lea el artículo completo en:

La Nueva Tribuna

22 de mayo de 2014

Las ciudades nos enferman

  • En los últimos 20 años, la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en Europa

  • Muchos investigadores analiza cómo el entorno moldea indicadores de salud o enfermedad

  • Iniciativas como el préstamo público de bicicletas tiene un efecto positivo en la salud


Contaminación vista en el 'skyline' de Madrid

 ¿Cuándo fue la última vez que paseó por un parque? ¿A qué distancia de su casa está? ¿Cuánto tiempo tarda en desplazarse al trabajo? ¿Lo hace en bicicleta, andando, en coche...? Todos estos pequeños gestos cotidianos influyen en nuestra salud de manera más palpable de lo que podamos imaginar y a la ciencia le preocupan de manera creciente. 

"Cada vez está más claro que el campo de acción de la Medicina ha desbordado los límites del hospital y del centro de salud", explica a EL MUNDO Manuel Franco, investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Como él, son muchos los investigadores que han puesto su foco de estudio en nuestros barrios, ciudades, en cómo el entorno físico en el que vivimos moldea indicadores como la tensión arterial, la función pulmonar o el riesgo de enfermedades como el cáncer o la diabetes.

"La salud debe ser parte de las consideraciones cuando se planifica urbanísticamente una ciudad", coincide desde Ginebra María Neira, responsable del departamento de Salud Ambiental de la Organización Mundial de la Salud. "Y es necesario implicar a arquitectos, alcaldes, urbanistas... para definir lo que se puede ganar o perder en términos de salud".

Este desbordamiento de fronteras se nota también en la incorporación a estos estudios de salud de expertos de disciplinas hasta ahora muy alejadas, como el urbanismo, la sociología, la economía... "Es verdad que cuando vas a pedir financiación para un tema de estos chirría un poco", admite Franco, que ha recibido un millón y medio de euros del European Research Council para estudiar cómo influye la geografía de 90 barrios de Madrid en la salud de sus habitantes. Y entendiendo por geografía desde la disponibilidad de espacios verdes al número de puntos de venta de tabaco, restaurantes de comida rápida o carriles bici.
Precisamente, en febrero la revista Health and Place publicaba un trabajo estadounidense en el que se mostraba que los niños que viven cerca de establecimientos de comida rápida tienen mayor riesgo de obesidad.

Como explica Mark Nieuwenhuijsen, del Centro de Salud Ambiental de Barcelona (CREAL), hay numerosos estudios ya publicados en los que se demuestran los beneficios de la cercanía de espacios verdes en parámetros tan dispares como la ansiedad, la calidad de sueño, la salud cardiovascular, la longevidad, mortalidad o tasa de partos prematuros. "Pero no sabemos exactamente los mecanismos por los que esto se produce, no sabemos si es porque estas personas tienen menos estrés, realizan más actividad física, tienen una mayor red de contactos sociales o respiran menos contaminantes", admite.

Para tratar de dar una respuesta a esta cuestión Nieuwenhuijsen y su equipo están llevando a cabo el estudio Phenotype con 5.000 personas residentes en cinco ciudades europeas diferentes (entre ellas, Barcelona). "Hemos visto ya que la cercanía a espacios verdes reduce el riesgo de bajo peso al nacer y mejoras en el estado cognitivo o las tasas de obesidad de los niños", explica este investigador.

Ambos coinciden en que estos trabajos de ecología urbana tienen un protagonismo creciente en la comunidad científica, donde cada vez más equipos tratan de indagar en la cuestión. "No obstante, el 75% de la población mundial vive ya en áreas urbanas", subraya Nieuwenhuijsen. Y aunque podría simplificarse pensando que la población de áreas rurales tiene mejor estado de salud, el investigador holandés afincado en Barcelona reconoce que no se puede comparar, porque existen muchos otros indicadores, "como una mayor lejanía a los servicios de salud. Además, la población rural no está expuesta a los espacios verdes durante todo el tiempo". Según datos de la OMS, en los últimos 20 años la extensión de áreas urbanas ha crecido hasta un 20% en los países europeos, mientras que la población lo ha hecho sólo un 6%.

"En el centro de Madrid, la Plaza de Olavide está siempre llena de gente; en cambio, si colocas esa misma plaza en un barrio nuevo, de las afueras, probablemente esté vacía la mayor parte del tiempo", explica Franco. "No sabemos si es porque la gente en ese barrio no se conoce, o porque no hay tradición... Urbanísticamente es la misma plaza, con los mismos columpios para los niños, los bancos para sentarse, pero allí no funciona", explica este especialista. "Sabemos que si estás en la calle, la gente no está en el sofá, así que eso tiene beneficios por sí solo, aunque no esté haciendo ejercicio".

De hecho, sus primeras entrevistas cualitativas demuestran que no sólo son importantes los espacios verdes, sino también las zonas urbanas para pasear. "Lo que hemos visto en las entrevistas es que para las personas mayores es importante también poder ver tiendas, jaleo social. Es lo que llamamos el land mix use, que la ciudad sea el espacio en el que vivimos, paseamos, compramos... Eso es lo que diferencia Chamberí [un barrio céntrico de Madrid] del Ensanche de Vallecas [un PAU a las afueras], que allí la gente coge el coche para ir a un bar a tomar una cerveza. Tenemos que convertir las ciudades en lugares donde la gente pueda pasear despacio, cuando más despacio van las ciudades, más agradables son para las personas".

Como añade Neira por su parte, las enfermedades crónicas son una pata importante del binomio urbanismo-salud ("no podemos decirle a la gente que haga actividad física si la ciudad se mueve en el límite de lo peligroso"); el otro es la contaminación. "La contaminación es ya responsable de siete millones de muertes al año en el mundo, y si no planificamos las ciudades para reducir el uso del coche evidentemente estamos perdiendo oportunidades".

Tanto Franco como Nieuwenhuijsen coinciden en que convertir las ciudades en espacios saludables, pensados para las personas y no para los coches, es un reto desde el punto de vista político y urbanístico. Copenhague es un buen ejemplo de ello. "No pensemos que en Dinamarca la gente ha ido siempre en bicicleta, el urbanista Jan Gehl tiene buena culpa de ello", recuerda Franco, aludiendo a la reorganización del tráfico promovida por este urbanista que logró convertir la capital danesa en una de las ciudades con mayor número de bicicletas del mundo, donde el 30-40% de los desplazamientos se producen sobre dos ruedas (frente al porcentaje de ciudades españolas como Madrid o Barcelona, con apenas el 2%).
"No se puede comparar directamente la salud entre Copenhague y Barcelona sólo por la diferencia en el número de bicicletas, porque existen otros parámetros que influyen. Pero sí se han comparado diferentes cohortes danesas en las que se demuestra que el uso de la bicicleta mejora la salud cardiovascular", afirma el especialistal del CREAL. Incluso teniendo en cuenta el posible riesgo de accidentes derivado de las bicicletas, la actividad física de quienes van a trabajar en este medio de transporte repercute positivamente en parámetros como las tasas de cáncer, diabetes o presión arterial. 

Así se ha demostrado también recientemente en Londres, donde un trabajo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical demostró en la revista British Medical Journal que el sistema público de préstamo de bicicletas tiene un efecto general positivo en la salud (incluso descontando el riesgo de accidentes), "probablemente por la reducción de ciertas patologías que se benefician de la actividad física", concluía el análisis de James Woodcock.

"Desafortunadamente, las ciudades se diseñan pensando en cómo evitar atascos, y cómo llegar rápido de casa al trabajo en coche", lamenta el investigador, "no se piensa en los ciclistas ni peatones, y eso que tendría beneficios directos para las ciudades, como menores tasas de contaminación o de ruido".

"Las ciudades no están diseñadas para hacer ejercicio en el día a día, y los lugares de trabajo cada vez están más alejados", explica Nieuwenhuijsen, todo lo cual contribuye a las tasas de sedentarismo que tanto preocupan a la OMS (con tasas en torno al 60% en los países desarrollados) responsables de 3,2 millones de muertes anuales en el mundo.

A los beneficios físicos habría que sumar también los efectos psicológicos. De nuevo en Reino Unido, un estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas observó que los ciudadanos que usan el transporte público a diario para ir a trabajar tienen más riesgo de ansiedad. Por cada minuto adicional de desplazamiento empeoraban las sensaciones en una escala que valora la calidad de vida; mientras que en EEUU se ha asociado cada hora en el coche a un aumento del 6% del riesgo de obesidad.

"Si comparamos Europa con el resto del mundo, salimos bien en la foto, porque las ciudades europeas han experimentado un cambio radical en las últimas décadas", señala Neira; "pero si nos comparamos con nosotros mismos y con dónde podíamos estar, aún necesitamos mejorar", concluye la responsable de la OMS.

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