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11 de noviembre de 2019

Científicos de IMUGENE descubren un virus que mata todos los tipos de cáncer conocidos

Los científicos de la farmacéutica Imugene, empresa que trabaja en inmunoterapia contra el cáncer, revelan cómo actúa este nuevo virus concebido en un laboratorio.

Señalan que pronto empezarán a hacer pruebas en humanos.


Un equipo de científicos liderados por Yuman Fong ha diseñado un nuevo virus basado en la viruela de la vaca, el cuál ha demostrado tener la capacidad de eliminar células que producen todos los tipos conocidos de cáncer.

El tratamiento se llama CF33, y ha sido desarrollado por la empresa australiana de biotecnología Imugene, que ha autorizado su innovación para combatir el cáncer. La vacuna es un virus de ADN bicatenario de la familia Poxviridae.


Después de que el profesor Fong realizó una serie de estudios y diseñó el virus, se comprobó que podía reducir toda clase de tumores en ratones. Por ello, viajó a Australia para planificar las pruebas en humanos, que estiman que comenzarán a principios del año 2020.

En décadas pasadas se utilizaron virus para el cáncer, pero fracasaron porque eran demasiado tóxicos. Otros tratamientos solo pueden tratar tipos de cáncer en células específicas como la piel o el tejido hepático. “El problema era que si se lograba que virus fuera lo suficientemente tóxico como para matar el cáncer, preocupaba que también matara al hombre”, advirtió Yuman Fong.

Al parecer estamos cerca a la cura para el cáncer, pero la gran pregunta es ¿los costos de esta medicina serán elevados o estarán al alcance de todos los bolsillos? Si los precios son elevados este medicamento estaría fuera del alcance de las grandes mayorías. 

Con información:



Perú: ¡Ahora púedes proteger la Amazonía: adopta una hectárea de bosque!

El tráfico ilegal de madera ya no se contenta con la caoba y el cedro, árboles ahora reducidos a cifras mínimas en tan solo dos décadas. Hoy afilan sus huestes hacia el shihuahuaco, un árbol que llega a vivir 900 años y que, derribado en un par de horas, es destinado a ser piso en las viviendas. 

Y ante la inacción del Estado peruano por proteger los bosques surge una esperanza, Tatiana Espinoza (44), ingeniera forestal adquirió 916 hectáreas de bosque en la cuenca del río Las Piedras, en Tambopata, Madre de Dios (Perú). En este lugar, y desde el 2010 viene asumiendo la protección dedicho bosque mediante una organización sin fienes de lucro: ARBIO.  



ARBIO tiene 150 shihuahuacos adultos, pero este es un árbol especial, pues han crecido 300 ejemplares juveniles a su alrededor. Tati Espinoza y Emérito Ruiz, especialista en plantas medicinales, muestran las semillas del renacimiento. (Foto: Flor Ruiz)

Una noble tarea llevada a cabo por mujeres y que busca incrementar la conciencia social para la protección de la Amazonía, puedes encontrar más información AQUÍ. Y una manera directa de proteger una hectárea de bosque AQUI

Este 12 de noviembre de 2019, en Nepal, Tatiana será galardonada con el Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award, por su labor conservacionista en Madre de Dios. Es uno de los premios más prestigiosos de medio ambiente en el planeta. “Será una sorpresa para muchos en el auditorio enterarse de que en la Amazonía peruana hay árboles de más de mil años que están siendo talados para convertirlos en pisos”.

Con información de:

El Comercio (Perú)

Peruvian Times

ARBIO

8 de octubre de 2019

Ray Kurzweil: 2045 podrás hacer un backup de tu cerebro y guardarlo en la nube


¿Podremos, algún día, hacer un backup de nuestro cerebro?

Sí, si podremos, y eso sucederá cuando las máquinas sean más más inteligentes que los humanos.

Y esto sucederá en el año 2045, según Ray Kurzweil.

¿Y quién es Ray Kurzweil?

Ray Kurzweil, conocido como el Nostradamus del siglo XXI, y considerado cono la autoridad número 1 en inteligencia artificial escribío dos libros: "La Era de las máquinas inteligentes" (1990) y "La Era de las Máquinas Espirituals" (1999), en estos libros aparecían muchas profecías que se han ido cumpliendo.

Veamos algunas de estas "profecías":

a) Vaticinó que en 1998 una computadora vencería a un campeón mundial de ajedrez. Y en 1996 una supercomputadora de IBM, la Deeep Blue, derrotó a Gary Kasparov. Deeep Blue podía calcular más de dos millones de posiciones por segundo.

b) Anticipó que en el año 2000 los seres humanos podrían caminar con prótesis tecnológicas, esto, hoy en día, ya es una realidad.

c) También predijo que en el 2010 las computadoras estarían respondiendo preguntas de manera inalámbrica. Algo que, como todos sabemos, se ha cumplido.

d) Asimismo, Ray Kurzweil predice que en la década del 2020 se curarán casi todas las enfermedades humanas gracias a los nano robots. Cientos, o quizá miles, de robots microscópicos ingresarána  tu organismo para librarte de las enfermedades. Un ejército de nanorobots limpiará tus arterias de colesterol. ¿Tienes dólor en la espalda? ¡No hay problema! Un ejército de nanorobots se encargará de los nervios de esa zona para que el dolor desaparezca. Gracias a los nanorobots se mejorará nuestro sistema inmunológico y podremos derrotar todas las enfermedades, incluso el cáncer. Y viviremos muchos, muchos más años. Los científicos más radicales afirman inclusive que la muerte es una enfermedad, y que podremos derrotar a la muerte, lo que significaría que podríamos llegar a ser inmortales, ¿crees tú que en futuro próximo llegaremos a ser inmortales?

e) También en la década del 2020 los vehículos sin conductor se habrán vuelto más seguros que los autos con chofer. Y es más, se prohibirá manejar en las autopistas para darle más fluidez al tráfico y mejorar la seguridad. Según Kurzweil, a más tardar en el año 2029 estaremos rodeados de taxis voladores como en la película "El Quinto Elemento" o "Blade Runner"

f) En el 2029 una computadora será capaza de superar el test de Turing. Esto significa que las computadoras tendrán inteligencia a nivel humano. Sí: las computadoras y las máquinas llegarán a ser tan inteligentes como nosotros.


g) En 2040 se creará la niebla útil, un material inteligente con el cual se podrá producir cualquier objeto. Se podrá imprimir casi cualquier cosa.

En la actualidad ya se pueden imprimir prótesis para manos y piernas, y también se pueden iprimir casas y hasta puentes. Imagínate, si deseas un cenicero o un reloj de pared, lo podrás imprimir cpon el color y diseño que tu quieras. También se podrán imprimir las partes de un misil, un tanque de guerra y un avión de combate, sí, se podrán imprimir topdas las partes y luego se podrán armar, como si fuera un juego de Lego. ¿Llegará un momento en la que se podrá imprimir alimentos? ¿Tú qué crees? Dejame tus idas en los comentarios.

h) En el año 2045 podremos conectar nuestro cerebro a la nube y ampliaremos nuestra inteligencia a una capacidad 10 000 veces mayor que las nuestros smartphones. Y eso no es todo, podremos hacer un backup, o copia de seguridad de todos nuestros pensamientos. ¡Alucinante!

Todos, sí, TODOS tus pensamientos de toda tu vida se podrán almacenar, ya no tendrás necesidad de recordar porque todas tus vivencias e ideas estarán guardados en la nube.  Podrás observar tu parto, tus primeros pasos y todas las clases que llevaste en todas las escuelas a las que asististe. 

Y podrás aprender muchas cosas en poco tiempo. Como en la película Matrix, cuando Neo dice: "Ya sé Kung Fu".

i) Y también en el 2045 la inteligencia artificial superará a la inteligencia humana. Estas computadoras se podrán implantar en nuestros cerebros con lo que nuestra inteligencia se podrá expandir a límites inimaginables.

Además, en el año 2045 las computadoras serán tan inteligentes que podrán diseñar y construir otras máquinas.

j) De los cuerpos robóticos a los cuerpos virtuales. Si nuestra mente puede ser subida a alguna computadora y la realidad virtual es totalmente envolvente, entonces no cabe duda que nuestros cuerpos van a ser virtuales, también.

“Los cuerpos virtuales serán tan detallados y convincentes como cuerpos reales", dice Kurzweil. “Nosotros necesitamos un cuerpo, nuestra inteligencia está dirigida hacia un cuerpo, pero no tiene por qué ser un cuerpo frágil, biológico que esté sujeto a todo tipo de fallos”. Con tu mente en la nube se podría reemplazar tu cuerpo de carne y hueso por un cuerpo de metal: un cyborg o un robot.

Inclusive ya no necesitariamos un cuerpo, porque seremos capaces de cambiar nuestro cuerpo virtual, tal y como lo hacemos actualmente con los videojuegos. En otras palabras, si tu mente está en una computadora ya no tendrías necesidad de un cuerpo, podrías elegir vivir con un cuerpo virtual: tú mente y tú cuerpo vivirían en una computadora. ¡Y esto si es verdaderamente alucinante!

Las computadoras podrían llegra a dominarnos

Y si las computadoras son más inteligentes que nosotros los humanos, ¿podrán dominarnos algún día? Es una pregunta que parece de ciencia ficción, pero es un temor real para Stephen Hawking, Elon Musk y Bill Gates.

¿Si un software llegará a ser más inteligente que nosotros podría empezar a dominarnos?

Al parecer las nuevas tecnologías no dominarán al hombre, serán aquellas personas que produzcan las nuevas tecnologías las que dominarán a la Humanidad.


La Universidad de la Singularidad

Ray Kurzwel ccreó en el 2008 la Universidad de la Singularidad, con el apoyo de Google y la NASA, esta universidad tiene como meta, nada más y nada menos, que emplear la tecnología para buscar soluciones a los principales problemas de la Humanidad.

Y, hasta la eha, ya han brindado 4 soluciones:

a) Vivienda: se podrán construir viviendas ultralivianas tanto en la Tierra como en la Luna y en Marte con impresoras 3D.

b) Hambre: se podrá combatir el hambre creando un polvo nutricional que se agregará a los alimentos, este polvo se elaborará con las cáscaras y pepas de frutas.

c) Epidemias: han ceado mapas virtuales con los cuales es ya posible predecir la aparición y la evolución de enfermedades en todo el planeta.

d) Vestido: se podrán crear prendas de cuero sin obtener el cuero de animales, para ello se cultivará colágeno para producir cuero natural.

Sin duda alguna, el estudio del cerebro, y la manera de potenciar sus posibilidades, acapararán gran parte de la agenda científica durante este siglo XXI.

Para finalizar...

Y si todo esto parece de ciencia ficción, pues espera a escuchar lo que podría venir después, sí, Ray Kurzweil se atreve a seguir profetizando. Y esto es lo que nos dice:

Luego del 2045 ya no habría temor de que las máquinas inteligentes nos lleguen a dominar, porque nostros mismos ya seremos máquinas. El siguiente paso será colonizar con nanorobots todos los planetas, satélites y asteroides; los colonizaremos y los conectaremos a internet.

Para el 2099 la inteligencia humana, en formato virtual, habría llegado a todos los cofines del Universo. Y se podrán construir máquinas del tamaño de un planeta, como la Estrella de la Muerte, de Star Wars. Para soñar, y para meditar.

Fuentes:

La Información

La ciencia me encanta 

Sophimania

BBC Mundo

Vix

Ferrovial
 

¿Por qué el cielo se ve azul? Y cómo John Tyndall lo descubrirlo


A lo largo de la historia, a muchos los científicos les ha motivado la aspiración de comprender cómo funciona la naturaleza. 

En su forma más pura, se trata solo de eso: el deseo de entender, sin tener en cuenta cuán útiles o rentables puedan ser los descubrimientos.

Ese enfoque de la ciencia se llama "investigación impulsada por la curiosidad" o "investigación sin límites".

Uno de los mejores ejemplos de los practicantes de esta forma pura de descubrimiento es el físico irlandés John Tyndall (1820-1893).


Además de ser un erudito, Tyndall también era un romántico


Era un entusiasta montañista y pasaba mucho tiempo en los Alpes. A menudo hacía una pausa al atardecer pues las puestas de Sol alpinas y su magnífica gama de colores lo dejaban extasiado.

Fue por eso que se propuso comprenderlas y, con ello, logró inspirar a generaciones de científicos a realizar investigaciones fundamentales. 

La razón de la belleza

Su ilimitada curiosidad y su interés por la naturaleza lo llevaron a explorar una amplia gama de temas y a hacer muchos descubrimientos clave para la ciencia. 

Fue él, por ejemplo, quien demostró por primera vez que los gases en la atmósfera absorben calor en grados muy diferentes, descubriendo así la base molecular del efecto invernadero.

Para encontrar respuestas a sus diversas preguntas, inventó experimentos para los que construyó varios aparatos, algunos muy sofisticados, que requerían, además, de una profunda comprensión teórica y una tremenda destreza.

Pero cuando quiso saber por qué el cielo se ve azul en el día y rojo al atardecer, los instrumentos que usó fueron sencillos. 

Armó un simple tubo de vidrio para simular el cielo y usó una luz blanca en un extremo para simular la luz del Sol. 

Descubrió que cuando llenaba gradualmente el tubo de humo, el haz de luz parecía ser azul desde un costado pero rojo desde el otro extremo. 

A este tubo de Tyndal, hecho de una aleación de cobre, hierro, vidrio y cera, lo llaman "aparato cielo azul" en la Royal Institution donde está expuesto.

Se dio cuenta de que el color del cielo es el resultado de la luz del Sol dispersándose por las partículas en la atmósfera superior, en lo que ahora se conoce como el 'efecto Tyndall'

Otro de sus aparatos fue aún más simple.

"El cielo en una caja"

Sr trataba de un tanque de vidrio lleno de agua, al que le agregaba unas gotas de leche. 

Lo que hacía la leche era introducir algunas partículas en el líquido.

Una vez lista la sencilla receta, Tyndall encendió una luz blanca al lado de un extremo del tanque.
Inmediatamente vio que el tanque se iluminaba con diferentes colores

A Tyndall le fascinaba el experimento. En su estilo típicamente poético, lo describió como "el cielo en una caja". 

Y es que a un lado del tanque, la solución era azul. Pero a medida que viajaba hacia el otro lado, se iba tornando más amarilla, hasta volverse naranja, como el atardecer. 

Arcoíris

Tyndall sabía que la luz blanca está hecha de todos los colores del arcoíris. Y pensó que la explicación de ese fenómeno que tanto lo cautivaba era que la luz azul tenía una mayor probabilidad de rebotar y dispersar las partículas de leche en el agua.

Ahora sabemos que esto se debe a que la luz azul tiene una longitud de onda más corta que los otros colores de luz visible. Eso significa que la luz azul es la primera en dispersarse por todo el líquido.

Es por eso que la parte más cercana a la fuente de luz se ve azul. Y es por eso que el cielo es azul: porque la luz azul del Sol tiene una mayor probabilidad de dispersarse en la atmósfera.
Pero el tanque también explica los colores del atardecer. 

Lea el artículo completo en:

BBC Mundo
 

17 de septiembre de 2019

Pioneras de la ciencia (08/08): Maria Mitchell (1818-1889), la primera mujer científica en los EE.UU.


El caso de Maria Mitchell (1 de agosto de 1818 – 28 de junio de 1889) es uno de esos que nos recuerdan las muchas mentes brillantes que la ciencia habrá perdido, por el solo hecho de haber pertenecido a mujeres que carecieron de oportunidades. Mitchell es el contraejemplo: ella sí tuvo la oportunidad y la aprovechó sobradamente. Aunque fue criada en la tradicionalista Nueva Inglaterra, la igualdad entre sexos defendida por su familia le abrió la puerta a los estudios que le depararían una fulgurante carrera en astronomía.

Cuando Maria Mitchell tenía 14 años, los barcos balleneros que partían del puerto de Nantucket, la isla cercana a Massachussetts donde vivía, confiaban en su habilidad para calibrar los instrumentos de navegación que les ayudarían a orientarse durante sus semanas de travesía. La conocían y estaban seguros de su habilidad porque llevaban años viéndola acompañar a su padre, William Mitchell, un hombre instruido y versado en ciencias y astronomía que se dedicó personalmente de la educación de su hija.

Mitchell nació el 1 de agosto de 1818 en una familia cuáquera, una tradición que defiende que chicos y chicas deben ser educados igual, así que ella acudió a la escuela local y recibió una amplia formación de su padre, que incluyó muchos ratos realizando experimentos juntos. Una de sus hermanas contaba que en el salón colgaba de la lámpara una bola de cristal llena de agua que él utilizaba en sus experimentos sobre la polarización de la luz y que hacía que todas las paredes de la estancia estuviesen cubiertas de fragmentos de arco iris.

La astronomía y su estudio era una disciplina muy apreciada en la isla, que vivía de los barcos balleneros que a su vez dependían de los instrumentos astronómicos para orientarse. William Mitchell se encargaba de ajustar esos instrumentos de forma que los barcos siempre supieran dónde estaban cuando pescaban en alta mar, y su hija lo acompañaba. También hacían juntos otros experimentos. Durante un eclipse solar cuando ella tenía 13 años, calculó la longitud a la que se encontraba su casa.
A Mitchell le encantaba leer, aprender y enseñar. A los 16 años empezó a trabajar como asistente de los profesores de su anterior escuela, y a los 18 se convirtió en la primera bibliotecaria del Ateneo de Nantucket.

Era un lugar tranquilo, así que ella aprovechó parte de su tiempo allí para seguir leyendo y aprendiendo. Le interesaban muchas materias: alemán, latín, matemáticas avanzadas y mecánica celeste. Algunas tardes se organizaban en el Ateneo charlas y tertulias a las que acudían mentes progresistas para hablar de todo tipo de temas, y ella también estaba allí, aprendiendo.
Disfrutaba con su tranquilo trabajo, pero un día la casualidad se puso ante ella y todo cambió. Lo hizo en la forma de un cometa inesperado. A Mitchell le gustaba pasar las noches sobre el tejado de la casa de su familia escrutando el cielo y las estrellas con su telescopio. El 1 de octubre de 1847 estaba estudiando un segmento del cielo que ya conocía cuando se encontró en él una mancha blanca que no estaba allí antes. Bajó a contárselo a su padre, que animó a Mitchell a hacer público su descubrimiento.

Ante la negativa de ella, que temía ser menospreciada por ser mujer, William Mitchell escribió a otros astrónomos influyentes para que apoyasen el descubrimiento de su hija. William C. Bond era por entonces el director del Observatorio de Harvard, en Massachussetts, y fue quien habló a los Mitchell de la medalla a la que Maria podía aspirar. Les contó que Frederik VI, rey de Dinamarca, también era muy aficionado a la astronomía, y que había ofrecido una medalla a todo el que descubriese un nuevo cometa. El monarca había fallecido en 1839 pero su sucesor, Christian VIII, continuó otorgando estos premios.

Convencida por su padre y su colega, Mitchell se animó por fin a publicar su descubrimiento, aunque un error de ellos dos al seguir los trámites para optar a la medalla casi la dejan sin ella. Por fin, un año después de haber visto el cometa que sería bautizado con su nombre, la medalla de Maria Mitchell llegó a Nantucket.

Su descubrimiento la hizo famosa, y propició que se convirtiese en la primera mujer que formó parte de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, y fue contratada por el servicio que elaboraba el calendario náutico para seguir y consignar detalladamente los movimientos de Venus que, aunque es un planeta, servía como estrella guía para los barcos. Mucha gente venía a visitarla y quería conocerla, impresionados por la primera mujer estadounidense que había descubierto un cometa.

Gracias a sus ahorros y a un trabajo como acompañante de una chica más joven, pudo viajar por el sur de Estados Unidos y por Europa, donde visitó algunos de los observatorios más avanzados de la época, como el de Cambridge o Roma, y conoció a los astrónomos más importantes del continente, Sir George Ary, el Astrónomo Real que estableció el Meridiano de Greenwich, o el padre Secchi, el Astrónomo del Vaticano.
En 1858 Mitchell estaba de vuelta en Nantucket, y poco después, tras la muerte de su madre, se trasladó con su padre al continente. Continuó trabajando para el servicio náutico hasta que en 1865 fue contratada como profesora por Mathew Vassar para dar clase en el Vassar College, su recién inaugurada escuela para mujeres, por su habilidad científica y por ser un modelo a imitar para otras mujeres jóvenes. Ella encajó enseguida en su rol de profesora y mentora de sus alumnas, a las que animaba a no dejar que el hecho de ser mujeres las desanimase en sus empeños. “Ninguna mujer debería decir ‘Pero solo soy una mujer’. ¿Solo una mujer? ¿Y qué más se puede pedir?”.
Las llevaba a excursiones para observar eclipses y las mantenía despiertas mucho más allá de la hora fijada para estudiar con ellas el cielo y sus componentes. Era muy exigente, pero era también una de las profesoras preferidas por sus estudiantes, a las que trataba como iguales: “Somos mujeres estudiando juntas”.

Volvió a Europa unos años después, en 1873. Primero fue a Rusia, donde descubrió encantada que allí la educación de las mujeres jóvenes estaba mucho más extendida que en Estados Unidos. Allí las chicas a las que conoció hablaban de ciencias, de literatura y de política sin cortarse. En comparación, en EE. UU. el número de chicas con esos conocimientos era mucho más limitado. En el otro lado estaba el Colegio para Chicas de Glasgow, que también visitó en ese viaje, en el que solo se las enseñaba música, danza, dibujo y bordado, lo cual le resultó muy decepcionante. A su vuelta a su país, Mitchell participó en la fundación de la Asociación Americana para el Avance de las Mujeres.
En 1888, Mitchell enfermó del corazón y dejó las clases para trasladarse a la casa de su hermana, ante el disgusto y las súplicas de estudiantes y de la dirección de la escuela, que le pidieron que se quedase viviendo allí, aunque no pudiese seguir dando clase. Ella prefirió marcharse. Su sobrino, arquitecto, le construyó un pequeño observatorio en su nuevo hogar con la esperanza de que se recuperase lo suficiente como para usarlo. No fue así. Maria Mitchell murió el año siguiente.

Mitchell fue una mujer de ideas adelantadas a su tiempo. Un ejemplo curioso: renunció a vestir prendas de algodón como protesta contra la esclavitud. Pero sobre todo, fue una activa defensora de los derechos de las mujeres, impulsando el movimiento sufragista y la participación de las mujeres en la ciencia. Con ocasión de un viaje a Europa, dejó escrita su admiración por la matemática y astrónoma escocesa Mary Somerville, para quien “las horas de devoción al estudio intenso no han sido incompatibles con los deberes de esposa y madre”. Quizás esa fue la espina que se le quedó clavada, ya que Mitchell nunca se casó ni tuvo pareja, un precio que muchas mujeres científicas han debido pagar a cambio de carrera y prestigio.

Fuente: Open Mind

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Open Mind

Pioneras de la ciencia (07/08): Nettie Stevens (1861-1912)


Para definir lo esencial de la bióloga Nettie Maria Stevens (7 de julio de 1861 – 4 de mayo de 1912) bastan dos ideas: descubrió que el sexo viene determinado por los cromosomas; y a pesar de la inmensa relevancia de su hallazgo, hoy apenas se la recuerda. El caso de Stevens es el de una carrera fulgurante e intensa, pero efímera. Nacida en Vermont (EEUU), en su biografía solo destaca su empeño de dedicarse a la investigación citogenética, para lo que tuvo que abrirse en  un mundo dominado por científicos varones. 

Efraïm Stevens, padre de Nettie María, era un humilde carpintero que, a pesar de su situación económica, trabajó duro para que sus dos hijas pudieran recibir una buena educación.

El sueño de Nettie, estudiar en la universidad, estaba muy lejos. Para conseguirlo, trabajó durante años como profesora y bibliotecaria hasta poder ahorrar el dinero suficiente. En 1896, cuando ya tenía treinta y cinco años, Nettie se matriculó en la Universidad de Stanford. Con el cambio de siglo ya se había licenciado y redactado su tesis doctoral.

Ingresó a la Universidad de Stanford (California) a los 35 años y culkminó su doctorado a los 42.  Por desgracia, la vida no le concedió mucho más tiempo: a los 50 años su carrera quedó truncada por un cáncer de mama.

Entre 1901 y 1902 viajó a Europa donde trabajó en la Estación de Zoología de Nápoles y luego en el laboratorio de Theodor Boveri, quien por entonces investigaba el rol de los cromosomas en la herencia, y donde se presume Nettie encontró su vocación por la genética.


Su inteligencia sobresaliente fue reconocida, pero no tanto sus logros. Buscando la clave de la determinación del sexo, que el pensamiento de entonces atribuía a factores ambientales, Stevens descubrió que los machos del escarabajo de la harina llevaban un cromosoma “accesorio” más corto; hoy lo conocemos como Y. 

Al estudiar al gusano de la harina, Nettie descubrió que las hembras sólo producían células X, mientras que el macho producía X e Y. Tras el análisis de 50 especies de escarabajos y nueve de moscas, publicó en 1905 Studies in Spermatogenesis with Special Reference to the “Accessory Chromosome” donde constató, por primera vez en la ciencia, que los cromosomas son parejas de células, donde si el óvulo fecundado por un espermatozoide portador del cromosoma X daría como resultado una hembra, y si era portador de Y el resultado sería un macho. Hasta ese momento la ciencia determinaba que los cromosomas eran largos bucles, mientras que la teoría de Stevens los propuso como parejas de células.

En 1905 Stevens escribía que esta diferencia, el cromosoma Y, era la responsable de la determinación del sexo. El mismo año, Edmund Beecher Wilson publicaba una idea similar, aunque sus insectos carecían de cromosoma Y.

Sin embargo, tanto Wilson como Thomas Hunt Morgan, supervisor de Stevens, no estaban convencidos de que los factores ambientales no tuvieran cierta influencia. Para demostrar que el sexo dependía sólo de los cromosomas, Stevens estudió las células de 50 especies de escarabajos y nueve de moscas. 

Pero cuando el cáncer se la llevó, aún no había conseguido que su visión se impusiera, y la mayor parte del reconocimiento fue para Wilson. Hoy se reivindica el trabajo de Stevens, al cual hay que añadir una curiosidad: a Morgan, premio Nobel en 1933, se le considera el fundador de los estudios genéticos con la mosca de la fruta Drosophila melanogaster, utilizada hoy por miles de investigadores. Pero quien llevó por primera vez esta especie al laboratorio de Morgan fue una estudiante suya llamada Nettie Stevens.

Fuente: Open Mind

EcuRed

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