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18 de marzo de 2010

Un paso hacia el gato de Schrödinger



Jueves, 18 de marzo de 2010

Un paso hacia el gato de Schrödinger

Investigadores estadounidenses construyen la primera maquina cuántica macroscópica

Sistema mecánico utilizado en el experimento de la primera máquina cuántica. La parte central es la activa, que se contrae y expande en todas direcciones.- UNIVERSITY OF CALIFORNIA IN SANTA BARBARA


Los investigadores llevan mucho tiempo tratando de producir estados cuánticos en objetos mecánicos macroscópicos para controlarlos y han dado el primer paso. Un dispositivo mecánico, diminuto pero visible para el ojo humano, se ha comportado por vez primera como un auténtico sistema cuántico, según un trabajo liderado por Andrew Cleland, investigador de la Universidad de California (EE UU), y que se publica en la revista Nature. Este logro largamente buscado representa que los sistemas mecánicos entran en el terreno de la física cuántica y es un primer paso crucial hacia la investigación del experimento del gato de Schrödinger, un experimento imaginario que concibió este físico en 1935 para exponer uno de los fenómenos de la mecánica cuántica sobre objetos macroscópicos. El éxito del trabajo anuncia una nueva generación de experimentos cuánticos, piensan los expertos, ya que las implicaciones de este descubrimiento son trascendentales para el empleo de dispositivos mecánicos en sistemas de proceso de información cuántica y, en última instancia, para tratar las paradojas que parecen presentarse cuando la teoría cuántica se aplica al mundo macroscópico.

¿Cómo es posible observar el comportamiento cuántico en un sistema mecánico macroscópico? Los investigadores enfriaron el sistema para que alcanzara el estado cuántico, situación en la que todas las vibraciones térmicas son eliminadas. El equipo de Cleland logró construir un resonador mecánico con una frecuencia de oscilación muy alta, cercana a los 6.000 millones de ciclos por segundo, y lo enfrió a una cuadragésima de grado por encima del cero absoluto. El resonador, con un grosor inferior al micrómetro y de cerca de 40 micrómetros de largo, se une eléctricamente a un dispositivo cuántico, un superconductor cuántico de un bit o qubit (unidad cuántica de información), que utilizaron los autores para medir y controlar el estado del resonador.

Mediante un termómetro cuántico de un qubit, los investigadores demostraron el enfriamiento del resonador mecánico, verificando la ausencia, con elevada probabilidad, incluso de la excitación térmica del fonón (modo cuántico de vibración que se encuentra en las redes cristalinas). Entonces emplearon el qubit para excitar un único fonón en el resonador y transferir la excitación muchas veces entre el resonador y el qubit, de modo que dieron los primeros pasos hacia el control cuántico completo de un sistema mecánico. Futuros experimentos requerirán encontrar un régimen de funcionamiento a frecuencias más bajas, dice Markus Aspelmeyer, de la Facultad de Física de la Universidad de Viena (Austria), en la misma revista.

Fuente:

El País Ciencia

Prometedora terapia para la epilepsia


Jueves, 18 de marzo de 2010

Prometedora terapia para la epilepsia

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia (del lat. epilepsĭa, y este del gr. ἐπιληψία, intercepción) es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suelen dejar consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales.

Una convulsión o crisis epiléptica o comicial es un evento súbito y de corta duración, caracterizado por una anormal y excesiva o bien sincrónica actividad neuronal en el cerebro. Las crisis epilépticas suelen ser transitorias, con o sin disminución el nivel de consciencia y/o movimientos convulsivos y otras manifestaciones clínicas.


Ondas cerebrales durante una convulsión

La estimulación cerebral profunda requiere la implantación quirúrgica de un neuroestimulador.

Una terapia de estimulación cerebral profunda demostró resultados prometedores en pacientes con epilepsia, afirman científicos de Estados Unidos.

Los investigadores de la Universidad de Stanford implantaron electrodos en los cerebros de 110 personas y llevaron un registro de sus convulsiones.

Se encontró que más de 40% de los pacientes registraron una reducción de sus crisis epilépticas después de 13 meses y 56% experimentó una disminución después de dos años.

Todos los individuos sufrían de convulsiones regulares y no habían logrado responder al tratamiento con medicamentos, explican los científicos en la revista Epilepsia.

La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por convulsiones recurrentes que pueden causar pérdida temporal de conciencia, confusión o alteración de las sensaciones.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad afecta a unos 50 millones de personas en el mundo. Y estudios previos han demostrado que un 30% de los pacientes con epilepsia no responden adecuadamente a los medicamentos antiepilépticos.

Los investigadores de Stanford querían probar si la estimulación cerebral profunda (ECP) podría funcionar con estas personas.

Neuroestimulador

La ECP es un procedimiento quirúrgico que involucra la implantación de un dispositivo médico llamado neuroestimulador -que es similar al marcapaso cardíaco-, el cual envía impulsos eléctricos a partes específicas del cerebro.

Gráfica de cerebro con epilepsia

La terapia podría ser útil en pacientes que no responden al tratamiento con fármacos.

En el grupo de pacientes a quienes se les implantó el neuroestimulador, los científicos notaron una reducción de 41% en sus convulsiones, mientras que en el grupo que no fue sometido al procedimiento las crisis se redujeron 14,5%.

"La estimulación cerebral profunda es una terapia prometedora para la epilepsia", afirma el doctor Robert Fischer, director del Centro de Epilepsia de la Universidad de Stanford, quien dirigió la investigación.

"Nuestro objetivo es encontrar tratamientos que reduzcan los efectos de la epilepsia, particularmente en pacientes que no responden a los medicamentos", agrega.

Aunque ninguno de las personas que participaron en el estudio mostró efectos secundarios graves, como hemorragia o infección cerebral, Fisher subraya que la ECP "es un procedimiento invasivo y puede provocar complicaciones graves".

"Es necesario realizar estudios clínicos adicionales que nos ayuden a determinar quiénes son los mejores candidatos para la terapia de ECP", advierte el investigador.

En Estados Unidos, el panel de asesores la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) recomendó la aprobación de la EPC como "un tratamiento seguro y efectivo para pacientes con convulsiones parciales severas y refractarias".

Otros expertos recibieron de forma positiva los resultados del estudio de Stanford.

Tal como afirma Simon Wigglesworth, vicepresidente ejecutivo de la organización británica Epilepsy Action, "durante mucho tiempo hemos estado esperando que la estimulación cerebral profunda pueda ser una alternativa terapéutica para algunos pacientes con epilepsia".

"Este estudio muestra resultados prometedores y podría ser un avance importante en el tratamiento de la epilepsia en 30% de las personas cuyas convulsiones no responden a las terapias tradicionales de medicamento", agrega el experto.

Fuente:

BBC Ciencia & Tecnología

Una glaciación letal alcanzó Europa hace 444 millones de años


Jueves, 18 de marzo de 2010

Una glaciación letal alcanzó Europa hace 444 millones de años

¿Qué es una glaciación?

Una glaciación, edad de hielo o periodo glacial es un periodo de larga duración en el cual baja la temperatura global del clima de la Tierra, dando como resultado una expansión del hielo continental desde los casquetes polares y los glaciares. De acuerdo a la definición dada por la Glaciología, el término glaciación suele usarse para referirse a un periodo con casquetes glaciales tanto al hemisferio norte como el sur; según esta definición, todavía nos encontramos en una glaciación (porque todavía hay casquetes polares en Groenlandia y la Antártida).

Más coloquialmente, cuando se habla de los últimos millones de años, se utiliza «glaciación» para referirse a periodos más fríos con extensos casquetes glaciales en Norteamérica y Eurasia: según esta definición, la glaciación más reciente acabó hace 10.000 años. Este artículo usará el término glaciación en el primer sentido, el glaciológico; el término glaciales por los periodos más fríos de las glaciaciones; e interglaciares para los periodos más cálidos.


Una glaciación letal alcanzó Europa hace 444 millones de años

Crestas verticales de cuarcita que contienen un asomo del paleovalle de Telledo (Asturias) / CSIC

La glaciación ocurrida hace 444 millones de años en el polo sur del antiguo macrocontinente de Gondwana, que originó una extinción en masa mayor aún que la que hace 65 millones de años acabó con los dinosaurios, llegó hasta lo que ahora se conoce como Europa. El geólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Juan Carlos Gutiérrez-Marco lidera el trabajo que ha presentado la primera evidencia científica de este fenómeno: el descubrimiento de los primeros valles glaciares en León y Asturias, contemporáneos a la gran glaciación con la que culmina el Ordovícico, en el llamado periodo Hirnantiense.

Las obras de la Línea de Alta Velocidad Norte II, en el túnel ferroviario de Pajares, entre Asturias y León, permitieron el descubrimiento de antiguos depósitos glaciomarinos desconocidos en la cordillera cantábrica. «Tras los hallazgos del túnel, fuimos a la montaña para explorar con otra mirada lo que los mapas y muchos geólogos descartaban, y allí estaba lo que buscábamos: rocas glaciares del Ordovícico Superior en Telledo, Asturias, y al sur del puerto de Pajares, en Casares de Arbás y Pontedo, en León», cuenta Gutiérrez-Marco.

Esta nueva visión geológica posibilitó descubrir los antiguos valles glaciares, de hasta 250 metros de profundidad y de uno a tres kilómetros de ancho, rellenos por areniscas y pizarras con cantos, recubiertos por lo general por una capa de cuarcita depositada en ambientes marinos muy poco profundos, al acabar la glaciación. El hallazgo acaba de publicarse en la revista Geology.

Una glaciación letal alcanzó Europa hace 444 millones de años

Los investigadores estudian los restos / CSIC

Una espesa capa de hielo
El equipo investigador también halló pruebas de que esos antiguos relieves fueron valles-túneles, esto es, excavados por las aguas del deshielo que drenaban por debajo del casquete glaciar. Según el investigador del CSIC, «lo encontrado no sólo demuestra que existían depósitos glaciares ordovícicos, sino que el proceso de incisión erosiva, que dio lugar a los valles, tuvo que realizarse forzosamente bajo una espesa capa de hielo acumulado por encima». El investigador explica que estos valles son «muy similares a los valles subglaciares de Argelia, Libia y Mauritania, en su día excavados bajo un casquete de hielo de entre uno y tres kilómetros de grosor».

Los autores del artículo plantean que la Península Ibérica tuvo que estar físicamente conectada con las áreas emergidas del macrocontinente de Gondwana durante la glaciación ordovícica. Estudios previos de Gutiérrez-Marco postularon que los territorios ibéricos se situaban en el Ordovícico a la altura de Libia y Egipto, en vez de frente a la costa atlántica actual de Marruecos y el Sáhara Occidental, como afirman muchos autores anglosajones. El hallazgo cantábrico viene a reforzar la interpretación del geólogo español.

«El descubrimiento e interpretación de estos valles subglaciares tiene repercusión a nivel mundial», valora Gutiérrez-Marco.

Fuente:

ABC.es

17 de marzo de 2010

"Esto es lo que se siente durante un paseo espacial"

Miércoles, 17 de marzo de 2010

"Esto es lo que se siente durante un paseo espacial"


Mark Lee, durante un paseo espacial en 1994 (NASA)

“Estuve presente en el nacimiento de mis tres hijos. Intercepté con mi F-18 un bombardero ruso Bear en las costas de Canadá. Serví a mi país haciendo un buen número de trabajos, incluido el de piloto de caza. Fui piloto de pruebas e hice todo tipo de trabajos fascinantes y desafiantes. Estuve en la estación Mir, estuve en la ISS. Pero nada es comparable con salir al exterior para un paseo espacial. Nada es comparable a estar solo en el Universo: al momento en que te abres la escotilla y te deslizas hacia el Universo (…)

Es como dar la vuelta a la esquina y contemplar la puesta de sol más magnífica que hayas visto en tu vida, de un horizonte hasta el otro en el que parece que todo el cielo está en llamas y todos esos colores y rayos de sol componen una especie de gran pintura sobre tu cabeza. Lo único que quieres es abrir tus ojos tanto como puedes e intentar mirar a tu alrededor y absorber esa imagen. Es así todo el tiempo. O como si la más bella música rellenara tu alma (…)

También es un lugar de trabajo con muchas distracciones. Pero al mismo tiempo te pone a ti mismo en perspectiva porque esa creación humana está justo a tu lado y es grandiosa y naturalmente bella, como la proa del Titanic o algo que te hace comprender el logro humano que significa construir una estructura que nos lleva hasta un lugar donde nunca hemos estado. Pero entonces te das cuenta de que a pesar de que es enorme y potente, es solo una mota de polvo entre lo que está a tu izquierda y todas las texturas y colores que nuestro planeta está derramando a tu derecha. Y tú eres esta pequeña mirilla de un microcosmos entre esas dos cosas, física e históricamente. Y eres consciente de eso durante todo el tiempo. Parece que estoy hablando sin parar, pero eso es lo que se siente durante un paseo espacial. Merece hasta el infinito todos y cada uno de los miles de pasos que cuesta llegar hasta allí”.

Palabras del astronauta Chris Hadfield, que descibre para Universe Today lo que siente un ser humano durante una caminata espacial. Podéis leer su relato completo aquí: Spacewalking: Through an Astronaut's Eyes (Universe Today) / Vía: Darksapiens :-)

Relacionadas:

- ISS: Un viaje a través de la noche

- ¿El astronauta más valiente de todos los tiempos?

- Breve historia de los paseos espaciales


Fuente:

Fogonazos

La Tierra y Venus ¿Tienen una relación a larga distancia?


Miércoles, 17 de marzo de 2010

La Tierra y Venus ¿Tienen una relación a larga distancia?

El corazón de Venus puede pertenecer a la Tierra. Nuestro planeta podría estar tironeando sobre el núcleo de Venus, ejerciendo un control sobre su rotación.




Cada vez que Venus y la Tierra llegan al punto más cercano en sus órbitas, Venus presenta siempre la misma cara hacia nosotros. Esto podría significar que la gravedad de la Tierra está tirando sutilmente de Venus, afectando su ritmo de rotación. Esa idea, planteada hace varias décadas, fue descartada cuando se descubrió que Venus gira demasiado rápido para estar en una resonancia gravitatoria.

Pero la Tierra podría seguir tirando de Venus al controlar su núcleo, según los cálculos de Gérard Caudal de la Universidad de Versailles-Saint Quentin, Francia.

Caudal hizo grandes suposiciones sobre el interior de Venus, del que sabemos muy poco. Para que sus hipótesis sean correctas, el planeta, como la Tierra, deber tener un núcleo sólido rodeado por una capa líquida. Esto permitiría que el núcleo sólido girase más lento que el resto del planeta. El núcleo también tendría que ser asimétrico o heterogéneos, de modo que la Tierra pueda ejercer un tirón variable cuando Venus gira. “Para que la resonancia sea posible, debería haber algo que la gravedad de la Tierra pueda agarrar”, dice Caudal.

Este último requisito podría ser un problema para la hipótesis, dice Jean-Luc Margot de la Universidad de California, Los Angeles. “A fin de mantener una resonancia, el núcleo interno no debe ser redondo en una cantidad significativa”, señala.

Sin embargo, las imperfecciones firmes en los núcleos planetarios tienden a suavizarse, porque el núcleo está caliente y bajo una gran presión, de acuerdo con David Stevenson, del California Institute of Technology en Pasadena. Aún así, sin embargo, la teoría de la resonancia vale la pena, añade.

Observando los cambios en la rotación de Venus durante un tiempo mediante observaciones de radar podría revelar más sobre lo que está pasando en el interior del planeta, dice Margot.

Referencia de publicación: Journal of Geophysical Research, en prensa.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información:



Fuente:

Axxon

Los secretos de la gran mancha roja de Júpiter


Miércoles, 17 de marzo de 2010

Los secretos de la gran mancha roja de Júpiter

¿Qué es la Gran Mancha Roja?

La Gran Mancha Roja es el mayor vórtice anticiclónico de Júpiter y el detalle de su atmósfera más conocido a nivel popular. Comparable a una enorme tormenta, se trata de un enorme remolino que podría existir desde hace más de 300 años y caracterizado por vientos en su periferia de hasta 400 km/h. Su tamaño es lo bastante grande como para englobar 2 veces y media el diámetro de la Tierra. El remolino gira en sentido antihorario.

La Gran Mancha Roja fue observada por primera vez por el científico inglés Robert Hooke en el siglo XVII. No obstante no parecen existir informes posteriores de la observación de tal fenómeno hasta el siglo XIX. En todo caso, varía mucho tanto de color como de tamaño habiendo decrecido de manera importante desde comienzos del siglo XX.

Se han publicado nuevas imágenes que revelan una visión sin precedentes de los vientos que giran en la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter y permiten a los científicos construir el primer mapa climático detallado del interior de la tormenta gigante.

“Esta es nuestra primera visión detallada del interior de la mayor tormenta del Sistema Solar”, dice Glenn Orton del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, y líder del equipo que estudió la mancha roja de Júpiter.

Orton y su equipo observaron imágenes térmicas de la Gran Mancha Roja tomadas por el Telescopio Muy Grande (VLT) del Observatorio Europeo del Sur en Chile. Las imágenes revelaron que los colores más rojos de la Gran Mancha corresponden a un núcleo caliente dentro de un sistema de tormenta fría, y las imágenes muestran carriles oscuros en los bordes de la tormenta donde los gases descienden a regiones más profundas del planeta.

Las observaciones se detallarán en la revista Icarus y dan a los científicos una idea sobre los patrones de circulación dentro del sistema de tormentas más conocido del Sistema Solar.

“Durante un tiempo pensamos que la Gran Mancha Roja era un viejo óvalo plano sin demasiada estructura, pero estos nuevos resultados demuestran que es, de hecho, extremadamente complejo”, dice Orton.

La Gran Mancha Roja de Júpiter tiene al menos cientos de años de antigüedad y ha sido observada por los astrónomos desde el siglo XIX. La tormenta es masiva, y lo bastante grande para alojar tres Tierras en su interior.

Las imágenes del VLT permiten a los astrónomos cartografiar la temperatura, aerosoles y amoniaco de la Gran Mancha Roja dentro y alrededor de la tormenta y hacer mapas de cómo cambia con el tiempo. Los años de observaciones del VLT, junto con las de otros observaciones, revelan cómo la tormenta es increíblemente estable a pesar de las turbulencias, agitaciones y encuentros cercanos con otros anticiclones que afectan al borde del sistema de tormentas.

Júpiter también tiene una Pequeña Mancha Roja que se formó en 2000. En 2008, una tercera mancha roja que había sido anteriormente una tormenta blanca de forma oval, apareció en la superficie de Júpiter. Pero es la Gran Mancha Roja la que centra la atención del nuevo estudio.

La Gran Mancha Roja es una zona fría en Júpiter que tiene temperaturas medias de menos 160 grados Celsius.

“Uno de los hallazgos más intrigantes muestra que la parte central más naranja-rojiza de la mancha está a 3-4 grados más que el entorno que la rodea”, dijo el miembro del equipo Leigh Fletcher de la Universidad de Oxford en Inglaterra.

Este diferencia de temperatura podría no parecer mucho, pero es suficiente para permitir la circulación de la tormenta, normalmente en sentido anti-horario, para desplazar una débil circulación horaria en el mismo centro de la tormenta. No sólo eso, sino que en otras partes de Júpiter, el cambio de temperatura es suficiente para alterar la velocidad de los vientos y afectar a los patrones de nubes en los cinturones y zonas.

“Esta es la primera vez que podemos decir que hay un vínculo estrecho entre las condiciones ambientales — temperatura, viento, presión y composición – y el color real de la Gran Mancha Roja”, dice Fletcher. “Aunque podemos especular, aún no sabemos con seguridad qué elementos químicos o procesos están provocando ese color rojo oscuro, pero sabemos que está relacionado con cambios en las condiciones ambientales en el corazón de la tormenta”.

Fuente:

Ciencia Kanija

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