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12 de noviembre de 2007

"Conocer Ciencia" en la televisión...

El blog Conocer Ciencia nació con la finalidad de difundir la ciencia de manera sencilla. Iniciamos el proceso recopilando noticias de diversas fuentes. Ahora nos enfocaremos en el área didáctica. Y nuestro público objetivo son los niños y los jóvenes en edad escolar.

Hace un par de meses recibí la propuesta de los Sres. de Econo Cable (Canal 23 de Barranca) para llevar Conocer Ciencia a las pantallas. Pues bien, hoy día, lunes 12 de noviembre empezamos el primer programa.



En esta primera temporada, que no sabemos cuánto durará, trataremos temas de Ciencia. En especial trataremos temas de los libros del gran divulgador de las ciencias: Isaac Asimov. En especial de sus obras "Grandes Ideas de la Ciencia", "La receta del Tiranosaurio" (todos los volúmenes), "De los números y su Historia" y "Cien Preguntas Básicas sobre la Ciencia". También nos acompañará Jacob Perelman y sus clásicos "Aritmética Recreativa", "Álgebra Recreativa" y "Física Recreativa".

Bien, es una bibliografía sumamente básica nos podrán decir, pero estos libros cumplen con un gran requisito: son didácticos, no caen en los enfoques simplitas y no pierden, además, la objetividad.

Ya estaremos subiendo a YouTube algunas secuencias. Asimismo colgaremos los Power Point de los programas. Muchas Gracias por las críticas y sugerencias.

Su amigo:

Leonardo Sánchez Coello
Conocer Ciencia
http://pepascientificas.blogspot.com

8 de noviembre de 2007

Especial - TLC y Ciencia:
Ciencia, Tecnología y TLC.


Cathy García*



Contenido.

I. Introducción

II. Tratado de libre comercio

III. La investigación científica del Perú

IV. Conclusión


I. Introducción.
La ciencia y la ingeniería en el Perú tiene una tradición histórica comparable solo a las grandes metrópolis del desarrollo de la humanidad: Grecia, Italia y Egipto. En el periodo pre-inca e inca se desarrollaron grandes obras de ingeniera y arquitectura, que están allí erguidos, para ser admirados por el mundo entero. Las ciudadelas de Machupicchi, Sacsayhuaman, Choquequirao y muchos otros mas, los andenes en la agricultura andina, las ciudades con elaborados sistemas de agua y desagüe, las comunidades agrícolas con bastante agua para cultivar sus plantas, previniendo los efectos de las lluvias, ríos y cambios climáticos. Los lugares más remotos abastecidos con agua limpia transportado con métodos de ingeniería sofisticados para conservarlos en reservorios y acueductos. El Cusco abastecía a su población y sus dominios con suficiente cantidad de agua como lo hace cualquier ciudad del mundo industrializado del Siglo XXI.


Lo único que se puede rescatar del Perú republicano en tecnología es la construcción de ferrocarril trasandino, lo otro es la historia real del Perú actual: los millones de campesinos pobres que sobreviven en la miseria (sin servicios de agua potable, electricidad y servicios de salud), y los millones de desempleados y trabajadores informales en las ciudades grandes formando los cinturones de la pobreza. Todo esto en medio de un gobierno que celebra un crecimiento económico.

II. Tratado de Libre Comercio (TLC).
Los ilusos que aceptan el TLC creen que EEUU, por altruismo y razones humanitarias (no por el tratado en si porque no hay nada sobre transferencia tecnológica), podría transferir su tecnología al Perú. Nos dicen que todo vendrá en un paquete para aprovecharlo con el menor esfuerzo y darnos la oportunidad al desarrollo y la investigación científica. En el diccionario neoliberal a esa ilusión se le denomina chorreo tecnológico. Nos dicen que el TLC (impuesto por EEUU), reconoce y promueve la generación del conocimiento y que entraríamos a un “mundo globalizado” donde el conocimiento no tiene limites. La realidad los despertara en pesadillas. Bastaría preguntar: ¿Por qué EEUU impone barreras al conocimiento humano apropiándose de la tecnología a través de patentes, restricciones y sanciones? ¿Por qué no permite la producción de medicinas genéricas para reducir las altas tasas de mortalidad infantil en el Perú y otros países pobres? Por una simple razón, en el capitalismo el conocimiento no esta por encima de las clases sociales. Así como hay monopolio económico existe monopolio intelectual, así como hay imperialismo económico hay imperialismo cultural.


Lea el artículo completo en:

APIA Virtual
Especial - TLC y Ciencia:
¿Un TLC sin ciencia ni tecnología?


Modesto Montoya.



En mis tiempos escolares me llamaba la atención cómo los maestros ponían énfasis en las clases sobre tratados de límites territoriales y las guerras que habían sido necesarias para llegar a ellos.

Pero comprendí mejor el tema al ver cómo los agricultores se enfrentaban entre sí por los linderos de sus chacras, las que les permitían sobrevivir. A muchos no les quedó ni una parcela. Otros apostaron por el estudio y hoy tienen mejores niveles de vida que los que ganaron todos sus juicios sobre propiedad de suelos. ¿Qué pasó? La tierra dejó de tener tanto valor y el conocimiento empezó a mostrar el suyo. La historia de los países ha tenido la misma evolución: varios son ricos porque apostaron a la investigación, y otros son pobres porque escogieron el camino de las materias primas.


Ahora los tratados de moda entre los países son los TLCs, con énfasis en la propiedad intelectual y las patentes. La buena noticia es que los conocimientos no tienen límites. Uno de los primeros países que lo comprendieron fue Estados Unidos. Comprendiendo que el conocimiento es una fuente inagotable de riqueza, EEUU practica una estrategia de atracción de científicos e ingenieros. Parte de esta estrategia la constituyen las becas de posgrado. Los países que no han comprendido el sentido de la historia han dejado o están dejando partir a sus mejores cerebros.

El TLC reconoce y promueve la generación de conocimiento. Es un tratado que favorece a los países que cuentan con laboratorios, científicos, ingenieros y técnicos capaces de generar patentes o materia de propiedad intelectual. Con el TLC, los países que no apostaron al conocimiento empiezan con desventaja.

Sin embargo, como el potencial está en todos los pueblos y el conocimiento no tiene fronteras, el TLC también constituye una oportunidad. Para aprovecharla, hay que empezar por retener o atraer los cerebros, y fortalecer las instituciones creadas para generar conocimiento científico y tecnológico.

En el Perú se han creado instituciones especializadas en la generación de conocimiento científico y tecnológico para atender las necesidades de la comunidad. Entre esas instituciones están la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial, el Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos, el Instituto Antártico Peruano, el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, el Instituto del Mar del Perú, el Instituto Geofísico del Perú, el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico, el Instituto Nacional de Becas y Crédito Educativo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática, el Instituto Nacional de Investigación y Extensión Agraria, el Instituto Nacional de Investigación y Capacitación de Telecomunicaciones, el Instituto Nacional de Recursos Naturales, el Instituto Nacional de Salud del Perú, el Instituto Peruano de Energía Nuclear, el Instituto Tecnológico Pesquero del Perú, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria, que conforman el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, encabezado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica.

Sin embargo, las prohibiciones de nombramiento de personal, establecidas por las sucesivas leyes de presupuesto, no permiten ni siquiera reemplazar a los cesantes, a pesar de que los científicos e ingenieros dedicados a la investigación y desarrollo constituyen hoy menos de la mitad del personal. Para evitar la extinción de las instituciones de ciencia y tecnología por disminución crítica del número de investigadores, debe crearse el Grupo Ocupacional Científico y Tecnológico (GOCYT) en los institutos del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SINACYT), y dotarlo de las mismas posibilidades de nombramiento con las que cuentan los militares, los policías, los diplomáticos, los jueces, los médicos y los docentes.

¿Es tan difícil comprender lo que nos conviene?

Fuente:

La República
Especial - TLC y Ciencia:
TLC: ¿Y la propiedad intelectual?

Se plantea un tratado separado al meramente comercial. Los expertos exponen cinco razones por las que los temas que involucran ciencia, tecnología y cultura estén desligados de los acuerdos comerciales.

Además se restringiría el acceso del Perú a información para la producción de fármacos y agroquímicos.



Santiago Roca y Benjamín Marticorena.

Las negociaciones para un Acuerdo de Promoción Comercial con los Estados Unidos –más conocido como Tratado de Libre Comercio (TLC) – pusieron sobre la mesa la discusión sobre la inconveniencia de incorporar un capítulo de propiedad intelectual en estos acuerdos. En su momento se presentó al gobierno –en forma confidencial– cinco argumentos para que el tema sea materia de un tratado separado.

La situación adquiere relevancia en la discusión de los nuevos tratados comerciales que el Perú negocia con la Unión Europea, Canadá, China y otros países. Estos son los cinco argumentos esgrimidos:

1) Los TLC están destinados a facilitar que los exportadores de los países contratantes tengan acceso irrestricto a sus recíprocos mercados. La protección de la propiedad intelectual, por su parte, es una herramienta de los Estados para garantizar la innovación e inventiva en sus respectivos países, con la finalidad de lograr el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la cultura. Es una acción del Estado en tutela de la actividad creativa destinada a favorecer la generación de valor y riqueza en su territorio.

Al ser la propiedad intelectual y el comercio dos ámbitos disjuntos de actividad, no hay obligatoriedad de incluir compromisos de propiedad intelectual dentro de los TLC. Tal inclusión obedece a una estrategia de los países con sistemas consolidados de propiedad intelectual, para lograr mayores beneficios y estándares de protección que los aceptados en los convenios multilaterales, ofreciendo a cambio, el acceso de los países menos desarrollados a sus mercados. En la práctica, los países avanzados en propiedad intelectual terminarán beneficiándose en demasía, acrecentándose las diferencias con los países menos desarrollados.

2) La inclusión de temas de propiedad intelectual en una negociación internacional bilateral, requiere que los países hayan definido y consensuado de manera previa sus intereses nacionales sobre esa materia, e identificado las posibles consecuencias de los compromisos que se proponen asumir. Tan indispensable proceso no se ha terminado, por lo que los negociadores peruanos carecen de ese imprescindible instrumento.

3) Los intereses de EEUU en materia de propiedad intelectual, hacen indispensable que el Perú defina previamente sus propias posiciones en las tres áreas que constituyen ese ámbito, patentes, marcas y derechos de autor (ver recuadro).

4) En el estudio comparativo del crecimiento económico de los países destacan los que poseen tecnología avanzada que les permite incorporar trabajo menos intenso en tiempo y energía, para colocar en el mercado internacional productos de alto valor. En cambio, los países de escaso desarrollo tecnológico tienen procedimientos de producción intensivos en tiempo y energía, y una producción de reducido valor de transacción. Estas asimetrías en el desarrollo de la ciencia y tecnología y de la propiedad intelectual entre países desarrollados y en desarrollo exige un trato con equidad, especial y diferenciado, lo cual es difícil de lograr en el marco de un acuerdo de comercio.

5) Por último, el Perú posee una riqueza biológica y cultural de excepcional diversidad, con enorme valor económico potencial, que debiera asegurar que los países desarrollados le reconozcan la debida compensación económica y el acceso legal correspondiente, protegiendo los derechos de las comunidades. Eso será muy difícil de lograr dentro de un tratado de libre comercio.

Por estas razones, no es conveniente que el Perú negocie un capítulo de propiedad intelectual dentro de un tratado de comercio, en donde los países desarrollados van a ofrecer la apertura de sus economías a cambio de extensiones en los derechos de propiedad intelectual.


Sobre patentes y marcas

Patentes de Invención

Estados Unidos plantea ampliar el plazo de protección de una patente más allá de los 20 años que los tratados internacionales reconocen. Por otra parte, EEUU pretende establecer las denominadas "patentes de segundo uso". De admitirse, restringiría el acceso del Perú a información empleada en la producción de fármacos genéricos y de productos agroquímicos muy importantes.

Derecho de Marcas

La proliferación de marcas y patentes extranjeras no dejaría de tener impacto negativo sobre la producción, precios y el empleo doméstico. El Perú debe proponer el reconocimiento de su legislación sobre denominaciones de origen y la obligatoriedad del registro de los contratos de licenciamiento de las marcas.

Derechos de Autor

De acuerdo con los tratados internacionales, los plazos de vigencia de la protección de la propiedad intelectual terminarán en algún momento y, con ello, se extinguirán los derechos de exclusividad, trasladando las obras al uso libre y público. Perú no debe aceptar la extensión de dichos plazos más allá de los estándares internacionales.


Fuente:

La República

7 de noviembre de 2007

¡Salvemos Candamo! Por Guillermo Giacosa

¡Salvemos Candamo!
Por Guillermo Giacosa

Muchos creemos que la humanidad ha perdido la poca cordura que hasta hace poco parecía exhibir. Quizá no se haya tratado de cordura sino de falta de medios para terminar de destruir un planeta que agoniza lentamente por causa de esta plaga llamada especie humana. Hoy, con todos los medios tecnológicos a su alcance, parecen dispuestos a continuar con la obra de demolición que iniciaron rudimentariamente nuestros ancestros para ponerle fin a las actuales formas de vida. Sin duda en un futuro que somos incapaces de imaginar la vida ésta retornará bajo otras modalidades que, ojala, sean menos destructivas que las practicadas por el ser humano.

Esta reflexión, que es válida para todos los rincones de la Tierra donde se busca crear riqueza sin pensar en las consecuencias, nos duele hoy especialmente en el Candamo peruano, habitat de inusitada diversidad biológica y casi una prueba viviente de toda la maravilla que la Naturaleza ha sido capaz de crear. Quienes vimos la maravillosa película de Daniel Winitzky, que batió records de audiencia en la TV peruana, no olvidaremos jamás la sensación de plenitud y de agradecimiento a la vida que dicho filme nos dejó. ¡Esa maravilla era la vida, estaba al alcance de nuestra mano y era nuestra responsabilidad responder por ella! A los creyentes les recuerdo que atentar contra la vida, a menos que sea para sobrevivir, es quizá el pecado más aborrecible del ser humano pues, al fin de cuentas, la vida es lo único que realmente tenemos. Quienes no hemos sido tocados por la fe, por otra parte, sabemos de sobra que esa vida es nuestro único bien y que su abundancia, diversidad y riqueza es un motivo que parece justificar la existencia.

Embebidos en esta nueva religión idiotizante de explotar, explotar y explotar todos los recursos existentes, se pretende sustraer 200.000 hectáreas al Candamo para buscar minerales que, además de enriquecer a unos pocos dañará toda la flora y la fauna de la región.

Nadie en su sano juicio objeta el progreso pero ¿es eso progreso? ¿Destruir un habitat con capacidad para producir en el largo tiempo muchos más dinero que todo los minerales que logren extraer es realmente progreso? ¿Malograr un espacio que oxigena un territorio agobiado por la polución, es progreso? Eso no es progreso, eso es simplemente un disparate de quienes creen que crecer es inflarse para luego reventar. Ese es sólo un negocio cortoplacista más como tantos otros que se le pasan por la cabeza a todos quienes viven en el agobiante y enceguecedor día a día de la política.

Hace treinta años que se vienen anunciando las catástrofes que hoy ocurren y no escuchamos a quienes lo advertían. Hoy, si pasan Candamo, algunos delirios brasileros sobre la Amazonía y otros proyectos igualmente destructivos estaremos pasando el punto más allá del cual no habrá existencia alguna que defender.

Súmese a la protesta. Entre a www.salvemoscandamo.com e inscriba su nombre entre quienes rechazan la propuesta de quitarle 200.000 hectáreas más a la vida.

Fuente:

Informalisimo


Archivos de "Conocer Ciencia":¿En concesión el Parque Nacional Bahuaja Sonene? (septiembre)

Gobierno insiste en explotar gas en parque natural (octubre)
Ciencia sin perro lazarillo.

El Estado parece haber condenado a muerte a los centros de investigación científica y tecnológica.

Por Modesto Montoya *Físico

El presidente Alan García, en su artículo "El síndrome del perro del hortelano", enumera las resistencias que existen a la explotación de los innumerables recursos naturales peruanos. Al final de su artículo, en un párrafo pequeño, se refiere al tema de la educación señalando a "los malos profesores y malos funcionarios que exigen no ser evaluados para esconder su mediocridad y así el sistema sigue produciendo resultados sin valor".

Es bueno que tratemos de explotar los recursos naturales. Pero eso no es suficiente. Los países que pretenden crecer, con el menor impacto ambiental posible, apuestan al conocimiento científico y tecnológico. La presidenta Michelle Bachelet, en ocasión de la duodécima Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo a los chilenos: "Creo que es evidente para todos nosotros que en un país como el nuestro, que requiere seguir desarrollándose, un tema como la innovación, la ciencia y la tecnología es clave". Y en la reciente inauguración del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Santiago, la presidenta Bachelet anunció que, desde ahora hasta su bicentenario, Chile iba a subir de 0,6% a más de 1% del PBI su inversión en ciencia y tecnología (el Perú invierte apenas el 0,11 % del PBI para estos fines).

Chile está decidido a innovar. La sola presencia del primer mandatario de un país en actividades de ciencia y tecnología incentiva a los profesionales jóvenes para iniciarse o seguir en ellas.

En el Perú, en la reciente conferencia internacional Universidad y Empresa, organizada por Universia, se mostró, una vez más, lo poco que el Perú invierte en innovación, y la poca confianza que tienen los empresarios en la universidad y los centros de investigación. La consecuencia lógica de una situación como esta es la dependencia tecnológica y la pobreza que se vive.

Más aun. El Estado parece haber condenado a muerte a los centros de investigación científica y tecnológica, cuyos investigadores tienen una edad promedio de 50 años. A pesar de ello, cada año la Ley de Presupuesto Público prohíbe nombrar a nuevos investigadores. En julio del 2006 se promulgó una ley de crédito suplementario, una de sus cuyas cláusulas levantaba esa prohibición. Desafortunadamente esta fue repuesta en agosto de ese mismo año. ¿En esas condiciones, cómo atraer a nuestros talentos del extranjero? ¿Cómo vamos a generar valor agregado a nuestras materias primas? ¿Competiremos en el mercado internacional con 'viejas glorias'?

Algunos grupos de funcionarios públicos se oponen a ser evaluados, incluso en las universidades y centros de ciencia y tecnología. Sin embargo, el presidente García tiene el poder para legitimar su voluntad, aplicando criterios meritocráticos en la asignación de los cargos de confianza de instituciones de investigación científica y tecnológica del Estado, según créditos universalmente reconocidos: 1) Grados de doctor en ciencia y tecnología obtenidos en universidades de prestigio. 2) Producción certificada por artículos publicados en revistas internacionales indexadas o inventos patentados. 3) Liderazgo reconocido por la sociedad y por el empresariado, que es el que finalmente invertirá en proyectos de riesgo con las universidades o institutos.

Esto debe ir acompañado de la reestructuración del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, tendiendo a la optimización del uso de los recursos; y del establecimiento de la carrera de investigador científico y tecnológico, con un reglamento que asegure que los más competentes y productivos tengan mejores remuneraciones y responsabilidades de dirección.

Con la firma del TLC con Estados Unidos, la ciencia y la tecnología se convierten en urgencias nacionales. La competitividad nacional requiere decisiones coherentes que incentiven los esfuerzos y la creatividad de todos los peruanos. La ciencia no puede avanzar como ciego sin perro lazarillo.
* MIEMBRO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS

Fuente:

Diario El Comercio
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