Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta adiccion. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta adiccion. Mostrar todas las entradas

24 de agosto de 2014

¡Oh no, se fue el WiFi!: La adicción a los smartphones



Kevin Holesh (izquierda) estaba tan preocupado por su adicción al celular que creó una aplicación para monitorear su uso.

Está de vacaciones pero de forma subrepticia revisa sus correo de trabajo cuando se levanta.
Se pone ansioso si no hay conexión inalámbrica en el hotel o si su celular no tiene señal en la montaña.
Se inquieta si su teléfono tiene la batería baja y en silencio se preocupa de que las cosas no estarán bien en la oficina durante su ausencia.

Esos son las típicas señalas del estrés de estar “siempre encendido”, inducido por la adicción al teléfono inteligente.

Para algunas personas, los aparatos portátiles que se conectan han sido una liberación de las restricciones de los horarios fijos de oficina. La flexibilidad les ha dado más autonomía sobre su vida laboral y les permitió pasar más tiempo con sus amigos y familias.

Para muchas otras, sin embargo, los teléfonos inteligentes se han convertido en unos tiranos en los bolsillos, que nunca permiten desconectarse, relajarse y recargar baterías.

Y muchos analistas están cada vez más preocupados por el síndrome.

Cuestión de equilibrio

Kevin Holesh, un programador que vive en Pittsburgh, EE.UU. estaba tan preocupado porque, al pasar demasiado tiempo con su iPhone, estaba ignorando a su familia y amigos. Por ello desarrolló una aplicación llamada Moment para monitorear el uso del aparato.



Muchas personas revisan el celular al apenas despertarse y justo antes de acostarse.

La aplicación le permite a los usuarios ver cuánto tiempo están gastando con el celular y emite advertencias cuando se rompen límites autoimpuestos.

“El objetivo de Moment es promover un equilibrio en su vida”, explica su página de internet. “Un rato en su teléfono, un rato libre disfrutando el amor de su familia y sus amistades”.

Y algunos empleadores están reconociendo que lograr el balance entre el trabajo y la vida personal no es siempre fácil.

Por ejemplo, el fabricante de autos alemán Daimler recientemente introdujo una opción para que los correos enviados a los empleados durante sus vacaciones se borren automáticamente. Esto, en reconocimiento de que quizás no tengan la voluntad de desconectarse del trabajo.

El mensaje que recibe la persona que envía el correo es similar al siguiente: “Estoy de vacaciones. No puedo leer su correo electrónico. Su correo están siendo borrado. Por favour contacte a Hans o Monika si es algo realmente importante o vuelva a enviar el correo cuando yo esté de vuelta en la oficina. Danke Schön.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

18 de agosto de 2014

¿Es usted nomofóbico?

Nomofobia

Las personas nomofóbicas no pueden estar lejos de su celular e incluso llegan a tener dos por si acaso.

Algunos la llaman la "enfermedad del s.XXI" y expertos en adicciones afirman que el número de casos aumenta cada año.

Hablamos de la nomofobia, el miedo irracional que sienten algunos cuando algo les impide interaccionar con su celular.
Esta semana, un estudio británico reveló que en Reino Unido ya la sufre el 66% de la población, lo que supone un aumento respecto al 53% que se observó en el último sondeo realizado hace cuatro años.

¿Qué es?

La nomofobia se identificó por primera vez en 2008 y sus nombre proviene del término inglés "no-mobile phobia" (fobia a estar sin móvil). 

Los expertos señalan que estas personas experimentan una gran ansiedad cuando se dan las siguientes situaciones: pérdida de celular, batería o crédito agotado y falta de señal.

El primer estudio que dio la voz de alarma sobre este fenómeno lo llevó a cabo el gobierno británico en 2008, con el fin de investigar las ansiedades que sufren los usuarios de celulares.

El artículo completo en:

BBC Mundo

3 de agosto de 2014

EE.UU.: la viuda de un fumador gana batalla multimillonaria contra RJ Reynolds

Cigarrillos Camel

La única tabaquera más grande que RJ Reynolds (dueña de Camel) en EE.UU. es Philip Morris.

Un tribunal de Florida, Estados Unidos, ordenó a la segunda empresa de tabaco del país el pago de US$23.600 millones a la viuda de un fumador que murió de cáncer de pulmón.

Cynthia Robinson, de Pensacola (Florida), demandó a la empresa en 2008, en busca de una indemnización por la muerte de su esposo, Michael Johnson, en 1996, a los 36 años de edad.

Se trata de una indemnización récord por daños y perjuicios, que además se suma a los US$16,9 millones que la empresa debe pagar como resarcimiento -US$7,3 millones a la viuda y al hijo de la pareja, y US$9,6 millones a un hijo de Johnson producto de una relación anterior.

El dictamen es el más grande en la historia de Florida en un caso de demanda por muerte indebida presentada por una sola persona, según declaró Ryan Julison, portavoz de Chris Chestnut, abogado de la demandante.

Un representante de la compañía tabsquera consideró que el veredicto del tribunal "excede el campo de lo razonable y lo justo".

Durante el juicio, que se prolongó cuatro semanas, los abogados de Robinson alegaron que RJ Reynolds fue negligente a la hora de informar a los consumidores de los peligros de fumar tabaco.

Dicha negligencia, según los abogados, condujo a que el marido de la demandante contrajera cáncer de pulmón tras convertirse en "adicto" al tabaco y fracasar en varios intentos de dejar el hábito.
Johnson fumó entre uno y tres paquetes de cigarillos al día durante más de 20 años.

“No podía dejarlo. Estuvo fumando el mismo día que murió”, le dijo el abogado de la mujer a la agencia de noticias Reuters.

RJ Reynolds, una sección de Reynolds American Inc. cuyas marcas de cigarrillos incluyen Camel, Kool, Winston y Pall Mall, apelará el fallo, según dijo el vicepresidente de la compañía, Jeffery Raborn, en un comunicado.

Colillas de cigarrillos

La demandante alegó que la compañía conspiró para ocultar los perjuicios de sus productos para la salud.

Parte de una demanda colectiva

La demanda de Robinson formó parte en un principio de un litigio colectivo conocido como “el caso Engle”, que se presentó en 1994 contra compañías tabaqueras.

El jurado de aquel proceso falló en 2000 a favor de los demandantes y otorgó una indemnización de US$145.000 millones por daños y perjuicios, que en aquella época fue la multa más grande de la historia de EE.UU.

Sin embargo, esa cantidad fue denegada en 2006 por el Tribunal Supremo de Florida, que desconoció al colectivo y estuvo de acuerdo con un tribunal menor que señaló que el grupo era demasiado disparatado y que cada consumidor fumaba por razones diferentes.
Pero el tribunal precisó que los demandantes podían presentar pleitos individuales. Cynthia Robinson fue una de ellas.

El mes pasado, el Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó atender una serie de apelaciones de compañías tabaqueras, la mayoría de RJ Reynolds, que pretendían revocar fallos judiciales de Florida por un total de más de US$70 millones.
Fuente:
BBC Ciencia

23 de julio de 2014

Las similitudes entre la adicción al sexo y a las drogas

Pareja

Es el primer estudio que investiga a supuestos "adictos sexuales".
Por primera vez la ciencia logró encontrar "similitudes extraordinarias" entre la gente adicta a las drogas y los adictos al sexo.

Científicos de la Universidad de Cambridge encontraron evidencia de que la adicción sexual también podría tener bases neurológicas como otras adicciones.

En el primer estudio que investiga la actividad cerebral en supuestos "adictos al sexo", los investigadores sometieron a 19 hombres a escáneres cerebrales mientras miraban videos pornográficos.

Encontraron que los mismos centros de recompensa que se activan cuando los adictos a drogas observan su droga preferida, se activaron cuando los participantes miraban los videos.

 Y cuando los voluntarios vieron imágenes sexuales explícitas, se desencadenó una activida cerebral muy similar a la que se ve en las personas que dependen de drogas.

Los científicos, sin embargo, indican que no hay certeza de que una persona obsesionada con pensamientos o conductas sexuales sea realmente un adicto, como lo es alguien adicto a la nicotina, y más bien podría tratarse de un trastorno obsesivo

Fuente:

BBC Ciencia

5 de julio de 2014

El consumo de alcohol antes de la concepción puede influir en el hijo

Un nuevo estudio revela que el consumo excesivo de alcohol por parte del hombre justo antes de la concepción puede influir negativamente en la relación de su hijo hacia la bebida. Esto es, se establece una relación entre los factores genéticos y el alcoholismo.

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), tenía como objeto probar la hipótesis de que el consumo de alcohol y la sensibilidad neurobiológica al mismo estaban influenciadas por la exposición previa al alcohol. Para ello, expusieron regularmente a ratones machos a vapor de etanol durante un período de cinco semanas, lo que condujo a unos niveles de alcohol en sangre ligeramente más altos que el límite legal del ser humano para poder conducir.

Tras esto, los ratones se aparearon con hembras que no habían sido expuestas al alcohol. Una vez que los ratones tuvieron descendencia, los investigadores descubrieron que las crías masculinas de éstos ratones eran muy susceptibles a sus efectos, pero no las femeninas. Así, estos ratones eran más vulnerables a los efectos del alcohol en cuanto al control del cuerpo y la ansiedad.

“Se sospecha que la descendencia de los ratones expuestos al alcohol obtendrían una sensibilidad de sabor mejorado para el alcohol, que parece ser el patrón para los seres humanos. Pero, por qué la descendencia femenina no parece verse afectada es todo un misterio por el momento”, afirma Andrey Finegersh, líder del estudio.

El trabajo ha sido publicado en la revista Plos One.

Fuente:

Muy Interesante

10 de junio de 2014

Esta es la ciencia que nos deja el padre de las drogas del amor

El padrino del éxtasis y creador de otras 200 drogas psicodélicas, Alexander Shulgin, muere a los 88 años dejando un legado científico en forma de potenciales tratamientos contra la ansiedad en enfermos de cáncer o con trastorno de estrés postraumático 

'Sasha' y Ann Shulgin durante una firma de libros en Oakland (EEUU) en 2011 Ampliar
'Sasha' y Ann Shulgin durante una firma de libros en Oakland (EEUU) en 2011 / JonRHanna


“Todos tenemos que morir de algo”, decía habitualmente el químico y farmacólogo estadounidense Alexander Shulgin, Sasha para los amigos. A lo largo de su vida, según sus propias cuentas, sintetizó más de 200 nuevas drogas psicodélicas, que experimentó consigo mismo para pegarse unos 4.000 viajes interiores llenos de amor, felicidad y placer artificiales. Apenas tuvo un puñado de malas experiencias y, finalmente, murió el 2 de junio a la edad de 88 años, por un cáncer de hígado.

Para muchos, Shulgin merece pasar a la historia de la ciencia. Falleció en su casa laboratorio, situada en una colina cercana a la Bahía de San Francisco y rodeada de cactus alucinógenos. Allí, durante casi medio siglo, sintetizó dos centenares de nuevas drogas de diseño para estimular la mente, las sensaciones amorosas y el sexo. Su legado científico permanece en dos obras monumentales, escritas a medias con su mujer, Ann: Feniletilaminas que he probado y amado: una historia de amor química y Triptaminas que he probado y amado: la continuación. En ambos libros, de un millar de páginas cada uno, los Shulgin narran su peculiar amor químico con un tono metafísico y, además, dan instrucciones para producir las diferentes drogas. Son libros de recetas. “Es ciencia de la buena”, en palabras de Bradley Lenz, historiador de la farmacología de la Universidad de Wisconsin (EEUU).

Sin embargo, Shulgin no ha pasado a la historia por ninguna de las sustancias creadas en su laboratorio, sino por redescubrir un fármaco originalmente sintetizado como potencial coagulante de la sangre y patentado en 1912 por la farmacéutica Merck: la 3,4-metilenodioximetanfetamina, hoy conocida en las discotecas de todo el mundo como MDMA o éxtasis.


El MDMA nunca se llegó a utilizar como coagulante. Su patente se perdió en el olvido hasta que en 1976 Shulgin puso sus ojos en la molécula. Por entonces, el químico se dedicaba prácticamente a tiempo completo a buscar drogas de diseño. En 1961, la multinacional para la que trabajaba, Dow Chemical, le había premiado por desarrollar el primer pesticida biodegradable, el Zectran, que fue una máquina de ganar dinero. Su recompensa fue la libertad para investigar lo que quisiera. Así empezó a intentar fabricar llaves que abrieran las puertas de la mente, publicando sus resultados incluso en revistas científicas de primer nivel, como Nature.

Alexander Shulgin en Dow ChemicalAmpliar
Alexander Shulgin en Dow Chemical / Shulgin Archive Photo
Sin embargo, a mediados de la década de 1960, la prensa se llenó de noticias sobre el abuso de drogas en las calles. Y Dow Chemical empezó a temer que trascendieran las investigaciones de Shulgin en sus laboratorios, así que el químico fue empujado a abandonar la compañía. Pero continuó buscando drogas del amor en su casa de San Francisco, ganándose la vida como asesor y profesor en las universidades locales. Así, en 1976, leyendo un trabajo de una estudiante de química medicinal de la Universidad Estatal de San Francisco, observó el potencial del MDMA. Hoy, la sustancia es consumida por entre 10 y 28 millones de personas cada año, según el último Informe Mundial sobre Drogas de Naciones Unidas

El artículo completo en:

MATERIA

5 de abril de 2014

¿De qué manera afecta Candy Crush a nuestro cerebro?

El popular juego explota tradicionales debilidades de la mente humana para crear adicción.

La mecánica del juego no podría resultar más simple. Juntar tres caramelos iguales para avanzar en el marcador. Las frutas de la tragaperras de toda la vida se convierten en caramelos y se adaptan a las plataformas del siglo XXI. Ahora bien, ¿cómo manipula la famosa aplicación nuestro cerebro para mantenernos enganchados?

La dimensión alcanzada por el fenómeno Candy Crush ha llevado a la comunidad científica a buscar respuesta a esta pregunta y tratar de explicar los mecanismos empleados por sus creadores para crear un altísimo nivel de adicción que ha llevado incluso a ocasionar dolores de espalda y brazos entre usuarios que le dedican hasta diez horas diarias. 

Los primeros niveles resultan extraordinariamente fáciles. El juego permite ganar, adquirir confianza e ir progresando rápidamente, lo que proporciona un fuerte sentimiento de satisfacción y superación. “Estos logros se perciben como mini recompensas en el cerebro, liberando dopamina y aprovechando el mismo neurocircuito implicado en la adicción, para reforzar las acciones”, según explica la corresponsal de Ciencia del diario británico The Guardian, Dana Smith.  “A pesar de su reputación como un producto químico que produce placer, motivación y deseo, la dopamina también desempeña un papel crucial en la regulación del aprendizaje, consolidando comportamientos que se repiten una y otra vez”. 

Aunque pueda parecer que el éxito en Candy Crush depende de la pericia del jugador, en realidad es esencialmente un juego de suerte. El triunfo varía en función de la gama de colores que ha sido proporcionada al azar, lo que implica que los logran vendrán de forma inesperada. Se pierde más a menudo de lo que se gana y nunca se conoce cuándo aparecerá el próximo triunfo. En lugar de desalentar, esta realidad hace que el juego sea aún más atractivo que cuando se ganaba fácilmente.

Igual que las tragaperras

“Esta estrategia se conoce como un programa de refuerzo de razón variable y es la misma táctica utilizada en las máquinas tragaperras”, prosigue Smith en su artículo. Nunca se puede predecir cuándo va a ganar, pero se ganacon la suficiente frecuencia para que el usuario desee continuar. 

Steve Sharman, un estudiante de psicología de la Universidad de Cambridge que ha investigado el funcionamiento de Candy Crush, explica además que la impresión de que estamos en control de un juego es clave para generar su naturaleza adictiva.  "La ilusión de control es un elemento crucial en el mantenimiento de la adicción al juego ya que infunde un sentimiento de habilidad o de control. Hay una serie de características en el juego como los denominados “boosters” que hacen creer a los jugadores que están afectando el resultado del juego,pero esto ocurre en casos contados”.

Otra característica fundamental del juego que afecta sustancialmente a cómo responde el usuario es el límite de vidas, que impide generar una sensación de cansancio. Después de cinco derrotas, hay que esperar 30 minutos para que se regenere cada vida, lo que provoca que el jugador nunca se sienta saciado y siempre tenga ganas de más. Este efecto, denominado adaptación hedónica, ha sido investigado por la Universidad de Harvard y la Universidad de British Columbia.

Durante el experimento, los participantes se dividieron en dos grupos; al primero se le prohibió tomar chocolate durante una semana, mientras que al otro se le proporcionó todo el que deseasen. Siete días después, los participantes saborearon una onza de chocolate en el laboratorio para examinar sus reacciones.

Como era de prever, los que habían sido privados de chocolate lo encontraron mucho más placentero que los que habían accedido libremente a él. 

Tampoco es casualidad que el juego emplee caramelos y no estrellas u otro tipo de símbolos. Como señala Sharman, los alimentos resultan muy recurrentes en los juegos de azar ya que los liga a la felicidad y el placer que se obtiene al comer.
 
Fuente:
 

1 de octubre de 2013

"El azúcar es la droga más peligrosa de la historia"

El azúcar es una droga, al igual que el alcohol y el tabaco, por eso debe de ser controlada y etiquetada, insiste el responsable de Salud de Ámsterdam, Paul van der Velpen.



"Al igual que el alcohol y el tabaco, realmente el azúcar es una droga. Aquí se necesita un papel importante por parte del gobierno. El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros", dice el artículo de Paul van der Velpen, publicado en el sitio web oficial del área de Salud Pública de Ámsterdam.

"Esto puede parecer exagerado y descabellado, pero el azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos y puede ser adquirida fácilmente en todas partes", indica el experto. En realidad, el azúcar es una forma de adicción.

Cita una investigación, alegando que el azúcar, a diferencia de la grasa y otros alimentos, interfiere con el apetito del cuerpo creando un insaciable deseo de seguir comiendo, un efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos. "El azúcar altera este mecanismo. Quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento. Pero tras recibir las galletas va a seguir comiendo a pesar de los dolores de estómago", argumentó Van der Velpen.

"En realidad, el azúcar es una forma de adicción. Es tan difícil deshacerse de la tentación de comer alimentos dulces como el dejar de consumir tabaco. De esta manera las dietas solo funcionan temporalmente. La terapia de adicción es mejor en este caso", aseguró el funcionario.

Van der Velpen quiere ver impuestos sobre el azúcar y límites legales establecidos para la cantidad que se añade a los alimentos procesados. También hay que poner advertencias de peligro, al estilo de los cigarrillos, en los dulces y los refrescos para que informen a los consumidores que "el azúcar es adictivo y perjudicial para la salud".

"Las escuelas no deben vender dulces y refrescos. Los productores de bebidas deportivas que están llenas de azúcar deben ser demandados por publicidad engañosa", propone el experto holandés.

El azúcar, al igual que las drogas, fue creada artificialmente por los humanos. Sus efectos en el organismo de los mamíferos todavía se desconocen, pero en las últimas décadas han aparecido estudios que vinculan el consumo de azúcar con el aumento brusco de la diabetes y el cáncer, así como con las enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivo. Es más, provoca desórdenes en la función de las células, aumenta el nivel de las plaquetas y provoca el síndrome de déficit de atención con hiperactividad entre los niños.

Tomado de:

RT Actualidad
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0