Latest Posts:

13 de diciembre de 2007

Híbrido, por favor.
La superpoblada Japón combate el cambio climático desarrollando energías limpias para el transporte.




Millones de personas se trasladan continuamente en Japón de un lado a otro en coche o en tren. El país ha sido pionero con los exitosos coches híbridos, que combinan motor eléctrico y de gasolina. El siguiente paso es el tren.

Estrellas de Hollywood como Leonardo di Caprio o Jennifer Aniston, cantantes como Michael Jackson y los ingenieros de Silicon Valley (California) han decidido conducir de forma ecológica. Circulan en su Prius, un automóvil híbrido de la marca japonesa Toyota que funciona con dos motores - uno eléctrico y otro de gasolina- y que contamina menos que los coches tradicionales.

En Estados Unidos, el medioambiente y Prius están de moda. Toyota ha vendido en este país la mitad del millón de unidades comercializadas hasta el momento. Pero, aunque sean Estados Unidos y sus concienciados famosos los que estén extendiendo la fama de los híbridos, éstos son un producto típicamente japonés: el país nipón los necesita para que sus ciudadanos -336 habitantes por kilómetro cuadrado- puedan seguir circulando sin destrozar el medioambiente.

El transporte rápido y de bajo consumo es la gran baza de Japón para controlar el cambio climático. Y la solución la están encontrando en los coches y trenes híbridos: de consumo inferior al diésel, menos contaminantes y menos ruidosos. Estos vehículos disponen, por lo general, de dos motores: uno convencional térmico y otro eléctrico, mucho más eficiente y de respuesta muy rápida, que se carga con el funcionamiento del primero y la energía cinética.

Al ponerlos en marcha, el motor eléctrico es el que hace que se muevan hasta que la necesidad de potencia o de recarga de batería lleva al encendido automático del motor de combustible, que gira siempre a su velocidad más eficiente, con lo que el ahorro de energía es máximo.

El éxito de los coches está promoviendo una generalización de la tecnología híbrida. El último invento ha sido un tren con automotor diésel eléctrico de pasajeros que el pasado julio realizó con éxito un trayecto experimental de 79 kilómetros en una zona de montaña. El primer tren eléctrico de pasajeros del mundo.

La compañía ferroviaria pública Japan Railways East (JR EAST) lo comercializará próximamente. Este tren "puede ahorrar aproximadamente un 20% de energía en terrenos llanos, reduce en un 60% la emisión de gases tóxicos y el ruido, hasta 30 decibelios", según explica Hideharu Igarashi, alto responsable de la sección de internacional del gigante ferroviario.

De los más de 12.000 vagones para pasajeros pertenecientes a la JR EAST, la mayor compañía ferroviaria comercial en el mundo y una de las siete pertenecientes a Japan Railways, 10.000 utilizan la Unidad Múltiple Eléctrica (UME): están autopropulsados por electricidad y no necesitan locomotora.

Fuente:

El País - Sociedad
Vivir hacinados es más 'verde'.
La ciudad vertical respeta más el medio ambiente - ¿Y si Benidorm no estaba tan mal?

Vive usted en una casa unifamiliar de dos plantas. Tiene un perro, una piscina, un jardín y una barbacoa para hacer chuletones los fines de semana. Allí, al aire libre y sobre el césped recién recortado, tiene la sensación de alejarse un poco del asfalto, de estar más en contacto con la naturaleza. Enhorabuena, ha alcanzado el sueño de muchas familias españolas, el sueño americano de Annette Bening en American Beauty. El problema de ese sueño es que es el mismo de millones de personas en todo el mundo, el mismo que tienen sus vecinos de la casa adosada y los de un poco más allá. Y no parece que sea demasiado ecológico, según señalan los expertos.



orque ese sueño implica que las ciudades crezcan a lo ancho y no a lo alto, que las viviendas se desparramen por un suelo cada vez más escaso y que el gasto energético de sus habitantes afecte de forma más directa al cambio climático. Solución: todos a Nueva York, a Shanghai o, ya puestos, a Benidorm. A los ojos de la mayoría, las colmenas de turistas de la ciudad alicantina pueden parecer una agresión a cualquier sentido de la estética, pero para algunos arquitectos representa un modelo mucho más sostenible que el de las urbanizaciones que se expanden por la periferia. "Benidorm es genial", asegura el arquitecto Luis Fernández-Galiano. "Es una ciudad densamente poblada, pero construida en vertical, lo que supone muchos menos problemas medioambientales que los que causan las urbanizaciones de la sierra de Madrid. Puede que sea un sueño para muchos vivir en una casa en lugar de en un edificio, pero un sueño multiplicado por dos millones es una pesadilla".

En España, el problema de la expansión horizontal de las ciudades se ha definido con el nombre de ciudad dispersa, pero el término más utilizado es el de sprawl, que en inglés significa extenderse o repantigarse. Dentro de los retos planteados para luchar contra el cambio climático, el tema de la expansión horizontal de las ciudades quizá haya sido uno de los más olvidados. Un informe de la Unión Europea sobre 2006 se titula precisamente El reto ignorado (Urban sprawl in Europe. The ignored challenged), y señala que en los últimos 20 años se ha asentado un desarrollo urbano de baja densidad en la periferia de las ciudades. La expansión a lo ancho necesita que se construyan infraestructuras para que la zona recién habitada sea accesible e implica un mayor uso del transporte. En síntesis: supone un ingente gasto de recursos. "El consumo de hormigón en España", apunta el estudio, "ha aumentado un 120% desde 1996, llegando a un nivel de 51,5 millones de toneladas en 2005".

Ésa es la verdad incómoda de arquitectos como Luis Fernández-Galiano. En una conferencia organizada por la Fundación BBVA, el catedrático de proyectos arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid aseguraba que la planificación de las ciudades es la solución a los problemas del clima. "Mi verdad incómoda es compatible con la de Al Gore. Él no trató este tema, pero es igualmente importante. Han pasado ya 20 años del Panel Intergubernamental del Cambio Climático y ahora toca preguntarnos cómo ocupamos este planeta. El modelo de ciudad americana se está extendiendo, pero tenemos que abandonar esas utopías agrarias y concentrarnos en las ciudades", explica el arquitecto.

El modelo de la ciudad americana se asienta donde se amasa el sueño de la nación, en la California cinematográfica de las grandes urbanizaciones. Es ese mundo nuevo, lleno de ilusiones, donde todo parece fácil y accesible, el que impone una familia tradicional viviendo feliz en su casa-jardín. "Es una utopía de cuento de hadas", comenta Fernández-Galiano, "al estilo de El show de Truman. Y esa ciudad se ha extendido a Europa, África y Rusia. Pero ese sueño se ha acabado. No sirve para atajar los problemas medioambientales a los que hacemos frente. La palabra clave es densidad. Por eso defiendo lugares como Barbate o Benidorm, porque permiten concentrar a la población para poder dejar el resto del territorio salvaje".

La imposición de estos paisajes de casas bajas viene impuesta a veces desde los propios gobiernos europeos. El caso más actual y el que ha despertado las críticas de los arquitectos es el de la Comunidad de Madrid. La Ley de Medidas Urgentes aprobada recientemente por el Gobierno de Esperanza Aguirre limita a cuatro alturas (tres pisos más un ático) los edificios que se levanten a partir de ahora en la región. La norma ha levantado sarpullidos en los arquitectos de Madrid. "Esta ley supone una ruptura del modelo cultural", comenta Pedro Ortiz, portavoz de urbanismo del Colegio de Arquitectos de Madrid. "Es la sustitución de la ciudad, del urbanismo latino por el modelo anglosajón. No es una lectura de la ley. Éste ha sido uno de los argumentos dados por Esperanza Aguirre para justificar su ley. Quiere una ciudad anglosajona. Quiere que Madrid se parezca a Inglaterra".

La Comunidad de Madrid se defiende asegurando que la sostenibilidad de un barrio no tiene por qué definirse por la altura de sus edificios, sino por una correcta ordenación del territorio. "Los modelos de desarrollo de este tipo son escandinavos, de países que suponen un modelo ecológico y sostenible. Lo importante es que las casas estén bien orientadas, que exista una gestión de residuos correcta y un aprovechamiento de las aguas pluviales", explica un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente y Urbanismo.

Pero las cifras de Madrid no hablan precisamente de sostenibilidad. El informe de la UE mencionado anteriormente dedica un apartado especial a la comunidad titulado Región de Madrid. Un crecimiento económico rápido y un débil sistema de planeamiento: el estudio explica que el suelo urbano creció un 50% en los años noventa, mientras que la población sólo creció un 5,4%. Una de las razones de ese extraordinario desarrollo urbano se produjo por la demanda de segundas viviendas.

En conclusión, para combatir el cambio climático, gastar menos combustible y ahorrar en infraestructuras, lo mejor es viajar en ascensor. En este debate no hay sólo un trasfondo ecológico, sino sociológico. La ciudad densa al estilo de Nueva York facilita el contacto con la gente, tiene mayores posibilidades de encuentros fortuitos y genera un mayor tráfico de ideas que el que se logra en los barrios residenciales. El sociólogo Mario Gaviria, otro defensor de Benidorm como lugar turístico ("pese a que a muchos les parezca una horterada"), insiste en la defensa de la ciudad mediterránea "compacta, densa y continua. Lo demás es el más allá". "En lugares como Benidorm se va a todos sitios a pie, las aceras suelen ser anchas, se utilizan piscinas colectivas y en un mismo lugar se encuentran todo tipo de mezclas, desde el lupanar hasta la iglesia, desde el gimnasio hasta la tienda. Todo está en el mismo sitio. Esto desaparece en las urbanizaciones de adosados, donde toda esa mezcla se ha sustituido por el centro comercial", expone.

Gaviria define el interés por el jardín de casa como la "ideología de la clorofila", y señala las contradicciones de un ecologismo mal entendido que se contenta con tener algo verde cerca de los ojos. "En España estamos infrapoblados todavía. Tenemos que hacer ciudades para unos quince millones de personas más dentro de 20 años. Las nuevas tendrán que seguir ese modelo mediterráneo, proporcionar agua y energías renovables. Así haremos ciudades sostenibles de verdad y no yéndonos a las afueras con una parcelita de césped", concluye.

Aun así, los ecologistas no tienen muy claro que Benidorm sea un ejemplo de nada y opinan que el problema no ha de centrarse en la altura de los edificios, sino en la ordenación del territorio. "Hay distintos modelos dependiendo del lugar donde se construya, pero no me parece que una ciudad como Benidorm, a pie de playa, sea sostenible en sí misma", matiza Juan López de Uralde, director de Greenpeace España.

En eso están de acuerdo todos, en la importancia de planificar las ciudades, sobre todo las de nueva construcción. A miles de kilómetros de aquí, el arquitecto Norman Foster proyecta en la capital de Emiratos Árabes Unidos, Abu Dabi, una nueva ciudad salida de la nada. Se trata de Masdar, una superficie de seis kilómetros cuadrados pensada al milímetro, cuya energía sólo provendrá de fuentes renovables y cuyos canales interiores aportarán la sombra necesaria en el desierto.

Para muchos, el proyecto es un ejemplo de una ciudad pensada para los nuevos tiempos compatibles. Desde la ética resurge el debate sobre qué tipo de lugares han de construirse para que los seres humanos ocupen el suelo sin dañar el medio ambiente. La solución está en manos de los gobernantes. "Son ellos los que determinan cómo hacemos las ciudades", señala Fernández-Galiano. "Es muy raro que los arquitectos renuncien a un encargo por razones éticas". El catedrático matiza sus palabras recordando una frase del arquitecto Miguel Fisac, fallecido en mayo de 2006: "Mis obras más importantes son las que no he hecho".

Fuente:

El País - Sociedad

11 de diciembre de 2007

Contaminemos como los ricos.
India reivindica su modelo de fuerte crecimiento con alto coste ecológico.



Países emergentes como India parecen poco dispuestos a frenar su expansión económica en aras de la protección ambiental. ¿Reducir las emisiones antes que reducir la pobreza? El reto es hacer compatibles ambos objetivos.

Un hombre rico y gordo devora casi la totalidad de una "tarta de carbono". A su lado, un pobre que tiene la piel pegada a los huesos se dispone a probar una ínfima rebanada. El hombre gordo le advierte al escuálido: "¡Ten cuidado con las calorías!". Esta viñeta, difundida por una de las organizaciones ecologistas más influyentes de India, ilustra perfectamente el recelo del subcontinente a que los países desarrollados quieran imponer compromisos sobre la reducción de emisiones de carbono.

"Las emisiones están ligadas al crecimiento: hasta ahora no hay un modelo económico exitoso que no contamine", dice a este diario Sunita Narain, la directora de la ONG responsable de la viñeta, el Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente. "Este dilema entre desarrollo y contaminación no es exclusivo de India: las emisiones españolas también aumentaron en un 40% entre 1995 y 2005", explica.

Para su organización, en la lucha contra el calentamiento global y el bienestar de la humanidad debe haber justicia y cooperación: el desarrollo debe compartirse entre los países. "Los ricos deben reducir para que los pobres puedan crecer. Debe crearse un espacio ecológico. Si los ricos emitieron ayer, el mundo emergente va a hacerlo hoy", dice Narain.

India es el cuarto emisor de carbono en el mundo, sólo después de Estados Unidos, Australia y China en términos absolutos. Pero, sus niveles de contaminación son bajos si se atiende al dato de las emisiones per cápita: un indio emite 17 veces menos carbono que un estadounidense, ocho veces menos que un europeo y seis veces menos que un español. Así, el Gobierno indio asegura que para mantener su crecimiento económico del 9% y reducir la pobreza, sus emisiones deben al menos duplicarse.

La postura está respaldada por uno de los indios más reconocidos: Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), ganador del Premio Nobel de este año junto a Al Gore. "No veo ninguna razón para que los países en desarrollo deban aceptar ningún compromiso", dijo a los medios antes de partir hacia Bali. "Somos un país muy grande y todavía no hemos llegado a los niveles de bienestar deseables. Necesitamos tener un espacio para contaminar y proveer de energía a las empresas en crecimiento y de electricidad a unos 500 millones de personas que todavía no la tienen", explica la investigadora del IPCC, Suruchi Bhadwal.

La producción de energía es precisamente la principal fuente de emisiones de India. Más del 74% de su electricidad es producida con carbón, que tiene poca eficiencia y emite tres veces más CO2 que el gas natural. Una de esas plantas contaminantes, la Planta de Energía Indraprastha, está casi en el centro de Nueva Delhi. La espesa columna de humo negro que sale de una de sus chimeneas enturbia cada vez más el aire de la capital que ya nunca es transparente. En invierno una capa gris de niebla mezclada con contaminación cubre la capital.

Irónicamente, quienes más cerca viven de esta central, los habitantes de un poblado chabolista, ni siquiera tienen electricidad. "El humo viene hacia aquí. Huele siempre a carbón. Mis hijos tosen todo el tiempo y tienen problemas en los ojos", dice Lila Devi, mientras señala a Ashok, de 8 años al que la polio le ha dejado unas piernas tan delgadas que no le dejan levantarse del plástico sobre el que está sentado. La mujer sólo cuenta con unas ramas que ha arrancado de los árboles cercanos y que quema constantemente para proteger a sus hijos del frío que ha llegado hasta los seis grados este año.

La familia de Devi es sólo un ejemplo de lo que pasa en India, donde también se repite el esquema mundial. "Los más ricos emiten mucho más que los pobres, pero son estos los que se verán más afectados por la contaminación y el cambio climático, porque son más vulnerables a las catástrofes y tienen menos capacidad de hacerles frente", cuenta el experto en calentamiento global de Greenpeace en India, Soumyabrata Rahut.

Según los distintos expertos consultados, India no puede dejar de crecer pero sí debería intentar lo que nadie ha logrado hasta ahora: romper con la idea de que desarrollo es igual a contaminación. Para ello los países desarrollados tendrían que ayudar no sólo con la transferencia de tecnología limpia, sino "también liberando las patentes para que esta tecnología se pudiera replicar en los países en desarrollo, como China, India y Brasil", opina la experta en Cambio Climático por el Consejo Indio para la Investigación en Relaciones Económicas Internacionales, Purnamita Dasgupta.

India será uno de los países más afectados por el cambio climático. Los glaciares del Himalaya se están ya derritiendo. Las inundaciones y sequías se harán más severas, una amenaza muy seria para más del 60% de la población dependiente de la agricultura. Y el nivel del mar aumentará afectando gravemente de toda la línea costera y a Calcuta. La antigua capital colonial será la ciudad más expuesta en todo el mundo en 2070 a la subida del nivel del mar, según un estudio de la OCDE, lo que afectará gravemente a la economía.

Sin embargo, los efectos del cambio climático ya han llegado a India: a unas horas de Calcuta, sobre la costa del Estado de Bengala Occidental, dos de las islas pobladas del archipiélago de los Sundarbans, se han sumergido bajo el agua dejando los primeros miles de refugiados a causa del calentamiento.

Fuente:

El País - Sociedad

10 de diciembre de 2007

La destrucción de la Amazonia.

En tres años se han destruido 700.000 kilómetros de selva.

JUAN ARIAS - RÍo de Janeiro - 10/12/2007 -



La deforestación contamina, y mucho: por cada kilómetro cuadrado destruido de selva amazónica se producen 22.000 toneladas de CO2, así que Brasil es uno de los impulsores de que se incentive la conservación de los árboles

Antes de morir de cáncer de pulmón, el biólogo José Márcio Ayres, creador de la mayor reserva amazónica (Mamirauá), contaba desesperado los trucos en las notarías de las ciudades de los ocho estados de la Amazonia para falsificar documentos y vender a privados territorios inmensos de la selva que son propiedad del Estado. Hubo quién llegó a comprar hasta seis millones de hectáreas de una sola vez. Ayres murió como un quijote luchando contra los molinos a viento, cargado de premios internacionales y de angustia. "No le veo un buen fin al futuro de esta selva maravillosa", decía.

La Amazonia es un mundo. En ese territorio, donde caben diez Españas, hay de todo: planicie, montañas, tierras alargadas, y, sobre todo, cien mil kilómetros de terreno ocupados por numerosos ríos. En ella habitan 23 millones de personas y la mayor biodiversidad del planeta. Es un archipiélago con ocho islas fluviales gigantescas tan biológicamente distintas como todos los países europeos. Posee el 23% de toda el agua potable del planeta y es la mayor selva virgen del mundo.

Sus riquezas siguen siendo descubiertas cada día. Por eso el mundo tiene los ojos puestos en ese gigante, como un vientre no sólo de maderas preciosas sino del mayor conjunto de minerales del mundo en su subsuelo, desde diamantes hasta caolín, la materia prima que sirve para fabricar cerámica, cosméticos y medicamentos.

Pero el pulmón verde también contamina. El 75% del millón y medio de toneladas de dióxido de carbono que Brasil produce es fruto de las quemas de árboles de la Amazonia. Por cada kilómetro cuadrado destruido de selva se producen 22.000 toneladas de CO2. En tres años se han arrasado 60.000 kilómetros cuadrados de selva, lo que ha producido 1.300 millones de toneladas de dióxido de carbono, más que el producido durante 80 años en la gran São Paulo, la ciudad con 20 millones de habitantes. Solo en 2007 han tenido lugar 20.000 incendios intencionados.

Si no se mitiga la deforestación, la Amazonia está llamada a desaparecer. Según el biólogo americano William Laurence, investigador del Smithsonian Tropical Reserche Institute, antes de 20 años, quedará sólo el 28% de los actuales cuatro millones de kilómetros cuadrados de la selva amazónica brasileña.

Los cálculos son fáciles de hacer: en los últimos 30 años la Amazonia ha sido más devastada que en 450 años de colonización. Se han perdido 700.000 kilómetros cuadrados de selva. Los destructores son bien conocidos: el comercio de madera preciosa, la ganadería y la agricultura.

Y el último gran verdugo de la Amazonia está comenzando a rondarla: el plantío de soja. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha repetido varias veces que no se plantará soja en la Amazonia. Pero todos los expertos apuntan que la planta está ya avanzando sobre la selva. Y señalan, además que lo seguirá haciendo: Brasil se ha convertido en el gran campeón del mundo de la fabricación de biocombustibles alternativos al petróleo.

Aparte de la deforestación, el calentamiento global también puede causar estragos en la región: ambos podrían convertir del 30 al 60 por ciento del bosque tropical del Amazonas en bosque seco de sabana, según una investigación realizada bajo el auspicio del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE). De 1990 a 2000, la temperatura media mensual en todo el noroeste de Sudamérica, incluyendo el Amazonas, ha aumentado unos 0.8 grados centígrados. Si continúa esta progresión, según las organizaciones ecologistas, el proceso de sabanización del Amazonas puede ser irreversible.

Fuente:

El País - Sociedad

9 de diciembre de 2007

Las enfermedades podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico.

La biología total aporta una nueva perspectiva de la enfermedad basada en los símbolos.

Las enfermedades que desarrollan los organismos podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico personal o heredado de los progenitores, propone una corriente terapéutica conocida como decodificación terapéutica o biología total. Ahondar en el origen simbólico de las enfermedades serviría para curarlas, plantea esta terapia, puesto que es en el cuerpo donde esos problemas salen a la luz. Por tanto, la enfermedad sería una vía de curación más profunda, aunque aparentemente pensemos de ella lo contrario.

Por Ángela Boto.

El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci

Los trabajos de investigación de Rosalyn Franklin contribuyeron de manera decisiva al descubrimiento de la estructura del ADN, pero sólo muchos años después de su muerte Rosalyn empieza a recuperar el reconocimiento que le arrebató su jefe. Su vida en un mundo de hombres no fue ni mucho menos sencilla. Esta científica murió de cáncer de ovario sin saber que sus descubrimientos formarían parte de los Nobel.

¿Mala suerte? Emmy Noether se considera uno (hombres y mujeres juntos) de los más grandes matemáticos de todos los tiempos, pero por el simple hecho de ser mujer tuvo que superar todo tipo de zancadillas para acceder al puesto que en justicia le correspondía. Noether también murió de un cáncer de ovario. ¿Azar o quizá hay una razón para que estas dos mujeres que sufrieron por su condición de tales desarrollaran una enfermedad tan femenina? “Qué es el azar, sino una realidad desconocida”, escribe Annick de Souzenelle en su libro El simbolismo del cuerpo humano.

¿Podrían las enfermedades ser el reflejo codificado de un estrés psíquico? Muchos aseguran que sí. En algunos países europeos está bastante extendida una forma diferente de comprender la enfermedad. Unos le llaman decodificación biológica, otros biología total.

De forma general se podría denominar simbología de las enfermedades y encierra una idea que ya lanzó Carl G. Jung: “la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre” o dicho de otro modo “no curarás tu enfermedad, será ella la que te cure”.

Síntomas o alfabeto de símbolos

¿Una enfermedad para curar? Sí, los males físicos para curar los dolores del alma. Olivier Soulier, un médico francés especialista en esta terapéutica asegura que “las enfermedades deben comprenderse como la interacción de dos fuerzas ancladas en lo más hondo de la existencia”. Se trata de la biología y el espíritu o si se prefiere, el cerebro y el corazón. Quizá resulte más familiar para la mayoría hablar de somatización, pero la simbología va un poco más lejos.

Los síntomas y los signos de la alteración son las palabras de un alfabeto de símbolos en las que se encierra su causa y también su tratamiento. Algo así como un jeroglífico tras el que se oculta la respuesta para la curación. Cada patología lleva un mensaje muy preciso al que la padece, un mensaje sobre su propia existencia como individuo y como parte de una familia.

Tal vez pueda resultar extraño para muchos, pero al observar con más detalle hasta nuestro propio lenguaje confirma la idea de la simbología. Cuando algo nos disgusta exclamamos “no lo trago” o “no puedo digerirlo”. Se habla de mala bilis o se dice “me repatea el hígado” para referirnos a estados de cólera. Pues bien, todas esas expresiones reflejan exactamente el simbolismo físico de las emociones.

Esta forma de terapéutica es absolutamente individualizada, pero hay algunas reglas más o menos generales. Los trastornos del tracto digestivo tienen mucho que ver con la aceptación de lo que viene del exterior. Los matices dependen absolutamente de la vivencia de cada persona. Pongamos un ejemplo simple. Una mala jugada puede vivirse como algo imposible de tragar o como un asunto difícil de digerir. En el primer caso, se manifestaría como una alteración de la garganta y en el segundo en forma de malestar digestivo, vómitos…

En lo que se refiere al hígado y la bilis, la simbología asocia la cólera y la rabia a la función hepática. Incluso la ciencia experimental está empezando a confirmar lo que predica la biología total. Recientemente se ha encontrado una relación entre la pérdida de masa ósea y la depresión. Simbólicamente la pérdida de hueso está asociada a un sentimiento de desvalorización.

Patologías heredadas y origen cerebral

Precisamente Robert Poskin, el único terapeuta que tiene consulta en España, es un ejemplo de esa relación. “Me diagnosticaron espondiloartritis anquilosante y según la medicina convencional, a mi edad tendría que estar en una silla de ruedas”. Lejos de eso, Robert lleva una vida muy deportista. En este caso, las raíces de la patología se encuentran en una historia de desvalorización de la figura paterna heredada de varias generaciones.

“Mi bisabuelo paterno perdió las piernas y no pudo mantener a su familia. Es el primer ancestro de mi árbol desvalorizado como pilar familiar”. En un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial, murieron el bisabuelo materno y su tío. “Mi abuelo y mi padre sobrevivieron, pero mi abuelo vivió un conflicto de desvalorización por no poder proteger a su familia, su hijo murió”. Quizá algunos se sorprendan, pero para los especialistas en simbología es absolutamente lógico: “comencé a tener crisis insoportables a los 28 años y me diagnosticaron la espondilitis. Acababa de ser padre”.

Muchos terapeutas de simbología llegaron a ella por propia necesidad, porque no encontraron ni solución ni respuestas para sus trastornos en la medicina convencional. Y es que “una enfermedad es siempre una reacción a algo distante que se ha vuelto invisible”, explica Christian Fleche en su libro El cuerpo como herramienta de curación.

Quizá se pregunten dónde está la clave. Pues, la clave está justo encima de los hombros, es el cerebro. Las mismas redes neuronales que nos permiten escribir el más bello de los poemas tienen como propósito ancestral y primigenio la supervivencia. Y al básico instinto de permanecer con vida hay que añadir una sutileza adicional: el cerebro de Sapiens no distingue entre lo real, lo imaginario, lo simbólico o lo construido mentalmente…. Todo es igual de real.

Lógica biológica

Robert utiliza una imagen que ilustra muy bien lo que se oculta en nuestras redes neuronales. “El cerebro automático es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Después están los programas que se abren con un doble clic.”

Éstos se van insertando con las experiencias de la vida, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando. El doble clic lo da un acontecimiento vital estresante que despierta todos los anteriores. La enfermedad física es la mejor solución de supervivencia porque disminuye drásticamente el estrés psíquico que de otro modo sería insoportable para nuestro cerebro. Veamos un ejemplo sencillo del funcionamiento del doble clic. La piel es el mayor órgano del organismo, más de dos metros cuadrados de superficie para el interactuar con el exterior. Simboliza pues el contacto.

Cuando un bebé sufre estrés debido a la separación de su madre después del parto es altamente probable que desarrolle un eccema. Ese bebé, cuando más tarde a lo largo de su vida experimente otra situación de separación, real o imaginaria, revivirá inconscientemente el momento en que le separaron de su madre y muy probablemente tendrá un brote de eccema.

Otro ejemplo de la lógica biológica. Cuando una experiencia es difícil de digerir, el cerebro automático que, una vez más, no distingue entre real, imaginario o simbólico manda a las células del estómago el mensaje ‘multiplicaos para que podamos digerir el trozo y tener una posibilidad de vivir'. Y las células comienzan a dividirse. O sea que una posible solución de supervivencia inmediata sería desarrollar un cáncer de estómago. De hecho, se ha comprobado que la mucosa digestiva tumoral es 10 veces más eficaz para digerir que la normal.

Todo esto son conceptos más o menos generales porque la biología total o la decodificación biológica es una forma absolutamente individualizada de concebir una enfermedad y, desde luego, un tipo de terapéutica que da al paciente la oportunidad de diseñar su propia curación. Tomando prestadas las palabras de una escena de la película Matrix, se podría decir que los especialistas en simbología de las enfermedades muestran la puerta, pero es cada individuo quien tiene que abrirla.

Fuente:

Tendencias 21

La ONU discute, el mundo marcha
Redacción BBC Mundo

En el Día Mundial de Acción contra el Cambio Climático, varias manifestaciones se han desarrollado en diferentes partes del planeta mientras prosigue, en la isla indonesia de Bali, la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas que busca un acuerdo que sustituya el Protocolo de Kyoto, que termina en 2012.

Manifestante en el Big Ben, Londres.
Cientos de manifestantes tomaron las calles de Londres y llegaron al Parlamento británico.

Las marchas se han desarrollado en cincuenta ciudades alrededor del globo. Las protestas se han escenificado en Londres, Estocolmo, Bruselas, Berlín, Glasgow, Atenas, Denpasar y Estambul.

En Londres, los manifestantes entregaron una carta en Downing Street, residencia del primer ministro Gordon Brown.

En el documento, los protestantes pidieron que se asuma como una prioridad la implementación de medidas contra el cambio climático.

"Sentimos que lidiar con esta amenaza debería ser la prioridad número uno del gobierno británico, una prioridades en todas las áreas y departamentos del gobierno".

Cientos de personas tomaron las calles de Manila para pedirle al gobierno filipino la aprobación del proyecto de ley sobre Energía Renovable.

En Alemania, cientos de activistas ambientalistas tomaron las calles de Berlín mientras el artista Christian Funk tallará una escultura de 15 toneladas de hielo en forma de oso polar frente a Puerta de Brandeburgo para protestar en contra del calentamiento de la tierra que amenaza a esa especie de osos.

Las movilizaciones se producen en el marco del encuentro de la ONU, en el cual se busca la reducción de las emisiones de efecto invernadero y un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kyoto en 2012.

Miles de delegados de casi 200 naciones participan en la convención de Bali, la cual comenzó el 3 de diciembre y terminará el 14 de diciembre.

Los más pobres

Los asistentes procuran acordar un "Kyoto II", un nuevo tratado sobre el clima global.

Las conversaciones también tienen como objetivo encontrar la forma de ayudar a las naciones más pobres a sobrellevar el calentamiento del planeta.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo advierte que los esfuerzos deben centrarse en cómo combatir el impacto del cambio climático, que amenaza con convertirse en el principal obstáculo para el desarrollo de los países más pobres.

Lo que hemos visto tras una investigación en México es que los niños que están afectados por una sequía o una inundación son más propensos a enfermarse. Son los niños más pobres y tienen 16% más probabilidades de enfermarse, después de una sequía, ó 41% de ser más vulnerables a enfermedades, si viven una inundación
Ricardo Fuentes, especialista en políticas y coautor del informe del PNUD

Ricardo Fuentes, especialista en políticas y coautor del informe del PNUD, le dijo a BBC Mundo hace pocos días, que los efectos que el cambio climático puede tener en los más pobres pueden ser muy severos.

"Lo que hemos visto tras una investigación en México es que los niños que están afectados por una sequía o una inundación son más propensos a enfermarse. Son los niños más pobres y tienen 16% más probabilidades de enfermarse, después de una sequía, ó 41% de ser más vulnerables a enfermedades, si viven una inundación", dijo el investigador del PNUD.

De acuerdo con Fuentes, una de las posibles consecuencias del cambio climático es el desvanecimiento de glaciares que puede afectar la capacidad agrícola de la región latinoamericana.

"La desaparición de los glaciares tropicales en Perú puede afectar la oferta de agua en ciudades como Lima", indicó Fuentes.

Hito

El ministro del ambiente de Indonesia, Rachmat Witoelar, quien preside la conferencia, dijo que esperaba que Estados Unidos, país que no firmó el Tratado de Kyoto en 1997, se sume.

Manifestantes en Berlín vestidos de pingüinos.
Diferentes estrategias para llamar la atención hacia el cambio climático usaron los protestantes en Berlín.

El ministro de comercio de Australia, Simon Crean, alertó que tanto las naciones ricas como las pobres deben comprometerse a reducir drásticamente los gases contaminantes.

El funcionario dijo que Australia no firmará ningún compromiso vinculante hasta que se den a conocer, en 2008, los resultados de un informe sobre cambio climático, que comisionó el primer ministro, Kevin Rudd.

Rudd firmó los principales documentos para ratificar el Protocolo de Kyoto apenas asumió el cargo, con lo que revirtió las políticas del anterior gobierno conservador.

Estados Unidos se opone al Tratado de Kyoto porque no incluye países altamente contaminantes como China e India.


Fuente;

BBC en español
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0