4 de abril de 2019
La dolorosa vida y la enigmática muerte del verdadero ‘Dumbo’, el elefante triste
Alcohólico, locamente enamorado de su mánager y muerto en extrañas circunstancias. Con estos datos podríamos estar hablando de cualquier estrella del rock, pero no: es la vida de Jumbo, el elefante más famoso de la historia que inspiró el clásico infantil de Disney y el remake que ahora se estrena (29 de marzo). La nueva versión se llama Dumbo y está dirigida nada menos que por el personalísimo Tim Burton y protagonizada por Colin Farrell, Danny DeVito y Michael Keaton.
A Jumbo, el verdadero, lo capturaron en Abisinia en 1862. Hay pocas dudas de que, para hacerlo, mataron primero a su madre, que a buen seguro lo intentó proteger. Por entonces, tenía dos años y medio. Lo bautizaron como Jumbo, que significa “hola” en suajili. Nadie pensó que llegaría con vida a París, el primer lugar donde hizo escala. Pero lo hizo, aunque en un estado lamentable. Pronto lo canjearon con el zoo de Londres a cambio de un rinoceronte.
Llegó a Londres en 1865. Por entonces, tener un elefante africano (y tan grande) era toda una rareza. Los zoológicos tenían muchos asiáticos, de menor tamaño y considerados dóciles. Los elefantes africanos, sin embargo, arrastraban fama de violentos y rebeldes. El director del zoo de Londres, Abraham Bartlett, sin embargo, lo quería a toda costa, a pesar de que Jumbo estaba más cerca del cementerio que otra cosa, tal y como dejó escrito: “Nunca había andado por los caminos de Dios una criatura más deplorable y enferma”.
Bartlett puso al cuidado del elefante a un trabajador llamado Matthew Scott. No tenía demasiada experiencia y era un tipo realmente singular. Tan solitario como Jumbo, no dudó en dormir con él en la jaula durante seis meses, creándose entre los dos un vínculo emocional que solo separaría la muerte. Scott conseguiría que Jumbo sanara; a cambio, el paquidermo era incapaz de permanecer mucho tiempo alejado de su cuidador. Scott contaría su relación en sus memorias, pero hoy sabemos que el amor que sentía Jumbo por su cuidador no es insólito entre los elefantes, animales tremendamente sociales y que necesitan interactuar constantemente con otros de su especie. A Jumbo le buscaron una pareja, llamada Alice, pero el animal prefería la compañía de su cuidador.
Lea el artículo completo en El País (España)
21 de febrero de 2014
¿Se deberían prohibir los zoológicos en el mundo?
En ese cruce de ideas, Manuel Carlos Casado Rubio se hizo la misma pregunta "¿Por qué la gente sigue visitando estas cárceles para animales llamadas zoológicos?"
A lo que John Deckard respondió: "Porque a veces los zoológicos son mejores lugares que tener a los animales expuestos ante cazadores furtivos que no miden las consecuencias de reducir drásticamente sus poblaciones. Esos animales son considerados "exóticos" y son altamente lucrativos debido a las prohibiciones".
En BBC Mundo consultamos a dos expertos en el tema para conocer los pros y los contras del principal interrogante: ¿es necesario que existan los zoológicos en la actualidad?
clic Lea: Marius, la jirafa condenada a muerte por sus genes
El artìculo completo en:
BBC Ciencia
6 de enero de 2013
La difícil tarea de contar a todos los animales del zoológico
Los funcionarios de zoológicos en todo el Reino Unido dieron comienzo al inventario anual de especies animales bajo su cuidado.
En el zoológico de Chester, eso puede significar levantar un registro de miles de especies.
Vea cómo lo hacen este video de BBC Mundo.
Fuente:
BBC Ciencia
21 de mayo de 2012
Santino, un chimpancé que prepara sus ataques a los visitantes del zoo
Santino, un chimpancé macho recluido en el zoológico de Furuvik, en Suecia, diseña ataques cada vez más complejos contra los visitantes del centro.
Al principio, Santino era famoso por lanzar piedras y otros proyectiles a los visitantes que le molestaban. Pero ahora ha mejorado su técnica, innovando en una forma que requiere de un pensamiento planificado, basado en el engaño y la previsión de situaciones futuras.
«Después de que un grupo de visitantes abandonara la zona del complejo, Santino fue al interior del recinto y trajo un buen montón de heno, que colocó cerca de la sección del visitante, e inmediatamente después guardó unas piedras debajo», explicó el investigador Mathias Osvath, director científico de la Estación de Investigación de Primates Furuvik, en la Universidad de Lund.
«También colocó algunos proyectiles atrás. Después de esto, se sentó al lado de la paja y esperó. Cuando volvieron a llegar visitantes, él esperó a que estuvieran cerca y, sin ningún tipo de manifestación previa, se puso a lanzar piedras contra la multitud.»
Según Osvath, calcular estos ataques por sorpresa a los visitantes demuestra un pensamiento muy avanzado, generalmente asociado en exclusiva a los seres humanos.
«Lo más interesante es que Santino hizo estos preparativos cuando los visitantes se encontraban fuera, incorporando innovaciones en su comportamiento y reproduciendo mentalmente un resultado futuro.»
Los investigadores creen que la recombinación de las experiencias anteriores, junto con la innovación «es una buena señal de las capacidades de previsión y sofisticación del pensamiento en los chimpancés.»
Independientemente de nuestras capacidades cognitivas, todos los animales compartimos una misma cualidad básica y fundamental a la hora de ser respetados: somos capaces de experimentar dolor y placer, tristeza y alegría, miedo y deseos y, por tanto, somos individuos con intereses propios que no deberían ser frustrados por otros.
Los zoos, al contrario de lo que mucha gente se imagina, son centros donde los animales sufren y padecen todo tipo de privaciones. A los animales en los zoos se les enjaula de por vida privándoles de la posibilidad de desarrollarse según sus intereses y necesidades.
Si te importan los animales no vayas al zoo. Educa a tus hijos en el verdadero respeto por todos los individuos, independientemente de su especie.
Fuente:
Igualdad Animal
9 de marzo de 2011
Argentina: Zoológico deja morir animales para "recortar gastos"
En este caso... ¿quiénes se comportan como animales?
El periódico El Diario de Madryn publicó un reportaje en el que acusan un extremo caso de negligencia en el zoológico de Rawson, la capital de la provincia de Chubut, al sur de la república Argentina. Según la información que entrega el medio, gran parte de los animales del zoológico perecieron de hambre y sed.
Hace más o menos un año, la intendencia de Rawson entregó el zoológico a la municipalidad, para que se hicieran cargo de él con la promesa de convertirlo en uno de los mejores zoológicos del país, para lo que recibirían un subsidio de 60mil pesos argentinos. Los habitantes de Rawson esperaban que en poco tiempo el zoológico fuera uno recomendable a nivel internacional, pero a poco después se encontraron con la sorpresa de que los animales empezaron a desaparecer.
Con la nueva administración empezaron a pasar cosas como que alimentaban a los animales con carne de guanaco, producto prohibido en Argentina, y desaparecían las mejores partes de esa carne, como el lomo. Los empleados del parque comenzaron a cazar palomas para dar de comer a las águilas, que podían pasar hasta 20 días sin alimento.
Los veterinarios dejaron de atender a los animales con la nueva administración, por lo que muchos animales enfermos murieron, como el ciervo blanco. Otro ciervo, el rojo, se golpeaba contra las rejas haciéndose heridas en la cabeza, las que se infectaron sin que nunca fuera atendido. Empezaron a desaparecer chivos y a proliferar asados. Ovejas y carneros fueron faenados en el mismo zoológico. Los tigres, flacos como palos, comen carne podrida y fétida de color verde. Los guanacos asomaban la cabeza por entre los alambres para comer el pasto que alcanzaran. Uno de ellos murió en esa posición.
Todas esas acusaciones las hicieron empleados del zoológico, quienes aseguraron que los administrativos les exigían que dijeran que el tigre había sido regalado a otro parque, cuando en realidad había muerto. Según los empleados, se alegraban cuando moría un animal pues así recortaban gastos.
En todo caso, si bien este es un caso extremo, hay quienes pensamos que los animales no deberían en ningún caso vivir en cautiverio. Excepto por contadas excepciones, como el BuinZoo, los animales encerrados sufren de enfermedades mentales que los llevan a tener conductas obsesivas y repetitivas, producto del infinito aburrimiento que enfrentan en el encierro. Pero dejarlos morir de hambre para recortar gastos, eso es simplemente maldad.
Fuente:
Actúa, es el momento