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23 de julio de 2012

El plátano es radioactivo... ¿podemos seguir comiendo plátanos (bananas)?




Hace unos meses, uno de los padres de las famosas timopulseras Power Balance, el californiano Troy Rodarmel, declaró sin sonrojo que sostener un plátano en la mano te daba energía, aunque sostener azúcar te la restaba.


Sin duda, todo un contrasentido ya que el plátano es rico en fructosa, sacarosa y glucosa (tres azúcares naturales). Sin embargo en algo estaba en lo cierto, aunque seguramente Troy lo desconocía: esta apreciada fruta cuenta ciertamente con su propia energía… ¡Nuclear!

En efecto, todos sabemos que esta fruta es rica en potasio, pero lo que tal vez nos sorprenda es descubrir que parte de ese potasio aparece en forma de isótopo radioactivo, el potasio-40. No os preocupéis, el contenido de esta sustancia es realmente bajo (apenas un 0,0117% del total del potasio), de modo que cada banana contiene aproximadamente 370 picocurios de potasio radioactivo (o 14 becquerelios), lo cual es una cantidad realmente despreciable.

De todos modos, la dosis es lo bastante elevada como para que los lectores de radiación situados en los puertos y aduanas den falso positivo de vez en cuando. Tranquilo, el contador Geiger no va a saltar si llevas un plátano en el bolso, pero si conduces un camión cargado de esta fruta, o descargas un contenedor de un barco, el contador lo notará.

Curiosamente, los defensores de la energía nuclear emplean a menudo lo que ellos llaman “dosis equivalente a un plátano”, para medir las pequeñas fugas de radiación que se dan en las centrales nucleares. Es una forma de tranquilizar a los vecinos empleando escalas que los no iniciados entiendan fácilmente, ya que lo normal es que ni picocurios ni becquerelios nos digan demasiado, ¿verdad?

La vida media del potasio-40 es de 1.240 millones de años. Si te comes un plátano, cada segundo que pase se desintegrarán 14 átomos de potasio-40 en tu organismo de forma totalmente inocua. De hecho, esta propiedad hace que este isótopo se emplee también (como el carbono-14) para hacer dataciones bajo ciertas circunstancias.

Si estás pensando que estas dosis son acumulables te equivocas. El hecho de que te comas un plátano diario no va a incrementar tus contenidos en potasio-40. Nuestro cuerpo controla internamente los niveles de este isótopo, de modo que cuando entra más potasio del necesario, el organismo se libra del exceso.

De modo que tranquilos. No esperéis que estos frutos brilllen en la oscuridad, la radioactividad es algo natural que nos rodea por todas partes. De hecho, cualquier cosa que contenga carbono es ligeramente radioactivo (tú mismo, por ejemplo).

Además de esta fruta, existen muchos otros alimentos moderadamente radioactivos como las patatas, las pipas de girasol, las alubias, las nueces, etc. Se cree que el alimento más radioactivo conocido es la nuez amazónica, debido al alto contenido en radio y bario del suelo en que crece la planta.

Fuente:

10 de julio de 2012

Los bosques radiactivos de Chernobyl, una bomba dormida



Bosques Chernobyl
Muchos de los árboles que rodean la zona de exclusión de Chernobyl tienen partículas radiactivas.
La contaminación de los bosques de pinos que rodea la zona de exclusión de la planta nuclear de Chernobyl, en Ucrania, es tan alta que un incendio forestal podría provocar una nube de humo radiactivo devastadora.
Al norte de Kiev se pueden ver grupos de ancianas y nietas que se protegen del sofocante sol bajo la sombra de los altos pinos que bordean la carretera.
Es la temporada de los arándanos y ellas los venden en vasos plásticos de cerveza. A simple vista se podrían consumir, pero Sergiy Zibtsev, profesor del Instituto Forestal de la Universidad de Kiev, no lo recomienda: están contaminados con estroncio radioactivo.
Los frutos del bosque tienen la capacidad de absorber y almacenar radionucleidos, muchos de los cuales provienen de los penachos de humo que la explosión de Chernobyl dispersó por la antigua ex Unión Soviética y Europa occidental.
Las mediciones de radiación sólo se realizan en los mercados oficiales. En cuanto a los cientos de puestos de frutas improvisadas, generalmente organizados por mujeres mayores, nunca se comprueban los niveles de radiactividad.
Sin embargo, no todos los frutos del bosque son perjudiciales. En una ración tal vez sólo una cuarta parte estará contaminada. Lo principal es asegurarse de no ponerlos todos los días con los cereales.
Además de las vendedoras de arándanos, la periferia de la zona de exclusión de Chernobyl se nota más ocupada que cuando la visité hace un par de años.

El peligro de un incendio

Los pinos se estropean con facilidad: el viento los tira abajo, se llenan de insectos y la sequía los convierte en la yesca perfecta para comenzar un incendio forestal.
Además, en este caso, los llamados pinos radiactivos, contaminados por Chernobyl, se consideran demasiado peligros y costosos como para borrarlos del mapa.
"Si los pinos ardieran su efecto se podría comparar con el de poner una bomba nuclear en Europa del Este. El viento arrastraría las partículas radiactivas de humo a grandes distancias, no sólo en Ucrania, sino en todo el continente"
Si ardieran su efecto se podría comparar con el de poner una bomba nuclear en Europa del Este. El viento arrastraría las partículas radiactivas de humo a grandes distancias, no sólo en Ucrania, sino en todo el continente.
Para ayudar a confirmar o refutar esta hipótesis, Sergiy visita Chernobyl para recopilar datos sobre un enorme incendio que se propagó sin control y destruyó una vasta zona de pinos silvestres en 1992.
Un colega le está preparando un informe científico sobre las consecuencias del incendio, aún desconocidas. Juntos esperan conseguir fondos para advertir sobre el peligro que representan los bosques de Chernobyl.
Si son capaces de identificar los pinos más vulnerables, el siguiente paso será el de persuadir al gobierno de Ucrania y otros socios para invertir en capacitación y equipo para los bomberos de Chernobyl y, quizás con el tiempo, borrar las partes del bosque que tengan mayor riesgo.

Ser bombero en Chernobyl

Los bomberos de Chernobyl tienen uno de los trabajos menos envidiables del mundo. Pasan todo el día sobre las oxidadas torres de los vehículos de la antigua Unión Soviética que se mueven como cajas de lata y que, a menudo, atraen las descargas eléctricas de las tormentas. Suele ocurrir que las propias torres hayan generado incendios.
Bomberos de Chernobyl
Los bomberos de Chernobyl creen distinguir cuando están luchando contra un incendio radiactivo.
Al detectar un incendio, los bomberos triangulan su posición por radio. Los equipos saltan a bordo de los grandes camiones soviéticos y se dirigen por carreteras agrietadas al origen de las llamas.
Su equipamiento es muy básico. Ellos creen distinguir cuando están luchando contra un incendio radiactivo porque experimentan una sensación de hormigueo y metálica en la piel. Pese a ello, no entienden completamente los graves peligros de la exposición a partículas radiactivas a altas temperaturas.
Su descripción del trabajo todavía pertenece a los ideales heroicos de la Unión Soviética: Hay que detener el fuego sin importar las consecuencias personales.
Sergiy subraya que más incendios forestales como el que en 1992 afectó a Chernobyl serían catastróficos para la imagen de Ucrania, y potencialmente devastadores para las tierras de cultivo en toda Europa.
El peligro aumenta con cada nuevo verano caliente.

Sergiy y sus colegas necesitan apoyo, no sólo para salvar a los bomberos de la exposición a altas dosis de radiación, sino para detener las partículas que el viento lleva a lugares lejanos donde mucha gente piensa que el accidente de Chernobyl ya se puede olvidar.
Fuente:

5 de julio de 2012

El 'desastre' de Fukushima fue 'causado por el hombre que lo pudo prever y evitar'

Altos niveles de radiación en un pueblo cerca de Fukushima. | EL MUNDO
          Altos niveles de radiación en un pueblo cerca de Fukushima. | EL MUNDO
  • 'TEPCO falló en su deber de proteger la vida de las personas'
  • El informe ha sido elaborado por diez intelectuales y expertos privados
  • Cerca de 80.000 personas siguen evacuadas a 20 kilómetros

El accidente nuclear de Fukushima fue "un tremendo desastre provocado por el hombre que podría haber previsto y evitado" y no fue causado únicamente por el devastador terremoto y el tsunami que se produjo el 11 de marzo de 2011 en el noreste de Japón, ha concluido la comisión de investigación ordenado por el Parlamento.

"Está claro que este accidente es un desastre provocado por el hombre. Los gobiernos pasado y el actual, los reguladores y al compañía Tokyo Electric Power (TEPCO) fallaron en su deber de proteger la vida de las personas y la sociedad", afirma el informe de 641 páginas, muy crítico con el Ejecutivo del anterior primer ministro, Naoto Kan.

"Creemos que las causas fundamentales son los sistemas de organización y regulación que se basan en una lógica defectuosa en sus decisiones y acciones, y no un problema de un individuo en particular", añade el informe

Además, asegura que una multitud de errores y negligencias sobre las medias de seguridad salieron de la planta . "Aunque provocado por el terremoto, el posterior accidente en la planta de Fukushima Daiichi no puede ser considerado como un desastre natural", ha explicado el presidente de la comisión, creada en mayo del año pasado.

Además, aunque TEPCO sostuvo que la central estaba preparada para seísmos y los reactores no sufrieron daños por el terremoto de 9 grados, sino por el tsunami posterior, el informe señala que no se puede descartar que el reactor 1 sí sufriera daños por el seísmo.

El informe ha sido elaborado por diez intelectuales y expertos del sector privado, que han entrevistado a 1.167 personas para aclarar las causas de la crisis nuclear.

Los expertos afirman que el accidente nuclear de Fukushima, que quedará "grabado en la historia", sorprendió a las centrales atómicas japonesas sin las medidas de protección adecuadas, y recuerda que la crisis "no ha acabado".

Un informe anterior, por encargo de TEPCO, absolvió a la compañía eléctrica de toda responsabilidad, afirmando que la fuerza del terremoto y el tsunami superó todas las expectativas "Suena a excusa para eludir su responsabilidad", asegura la comisión en su informe.

Los seis reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi resultaron muy dañados después de que el terremoto y posterior tsunami que golpeó a los sistemas de refrigeración de los reactores, dando lugar a fusiones y a la liberación de radiactividad.

Decenas de miles de personas fueron evacuadas de la zona de exclusión alrededor de la planta nuclear, mientras que los trabajadores lucharon para que los reactores se mantuvieran bajo control.

Cerca de 80.000 personas siguen evacuadas en un radio de 20 kilómetros en torno a la maltrecha central de Daiichi a causa de la radiactividad, mientras que en el interior de las instalaciones miles de operarios trabajan para evitar filtraciones y retirar el combustible nuclear.

Se calcula que la delicada operación de sacar el combustible de los reactores dañados y desmantelarlos puede llevar unas cuatro décadas.

Fuente:

El Mundo Ciencia

5 de marzo de 2012

¿Energía nuclear sin peligros?

La carrera global para construir nuevas plantas nucleares se frenó en seco en marzo pasado cuando tres reactores en la planta japonesa de Fukushima se fundieron, provocando que los niveles de radioactividad se dispararan en los alrededores.

Pero, ¿qué tal que existiera una manera más segura de producir energía nuclear; reactores que no pudieran ser usados para hacer armas, que no explotaran y que produjeran menos desechos?

Torio

Usando torio en vez de uranio se podría producir energía nuclear más segura, sospechan.¿Qué tal que hubiera un tipo de energía nuclear que incluso el defensor del medioambiente más acérrimo pudiera aceptar?

En las cuatro esquinas del mundo, científicos trabajan para acercarse a un futuro nuclear alternativo, a un renacimiento nuclear, limpio y seguro. La llave: reemplazar el combustible. En vez de uranio, torio.

"Es difícil no sobreestimar esta posibilidad", le confiesa a la BBC la baronesa Bryony Worthington.

"Si uno tiene en cuenta que el torio es uno de los elementos más abundantes en el planeta, que es altamente energético, más que el uranio; los reactores pueden ser pasivamente seguros, pueden construirse a pequeña escala... es como energía nuclear sin las maldades", señala.

La baronesa Worthington es una respetada activista por el medio ambiente y ha visto lo suficiente para convencerse de que torio cumple lo que promete.

"Si es como dicen, parece demasiado bueno para ser cierto, sin embargo, mucha gente ha hecho lo mismo que yo: preguntarle a expertos que respetan y tratar de descubrir los problemas, y entre más lo hacemos, mejores cosas descubrimos".

Su infeccioso entusiasmo es producto de un encuentro con el ingeniero y empresario estadounidense Kirk Sorensen, quien está ansioso por construir una nueva generación de reactores de torio.

"Hay cuatro veces más torio que uranio en la Tierra. En 2007 usamos 5.000 millones toneladas de carbón, 31.000 millones barriles de petróleo y 5 billones de metros cúbicos de gas natural, junto con 65.000 toneladas de uranio para producir la energía que consumió el mundo. El torio es tan altamente energético que uno puede tener un suministro de por vida de energía en la palma de la mano".

Intereses creados

Sorensen está ansioso por construir una nueva generación de plantas nucleares que utilicen torio, pero incluso él sólo se enteró hace poco del secreto nuclear mejor guardado.

Alvin Weinberg con los Kennedy

Alvin Weinberg en el Oak Ridge National Laboratory, con los Kennedy. Fue ahí donde condujo experimentos con torio.

"En 2000, cuando estaba trabajando en la NASA, estaba interesado en encontrar la manera de suministrar energía a bases en la Luna o Marte. Estaba estudiando reactores nucleares y un colega me contó que había escuchado rumores sobre un reactor nuclear en Oak Ridge National Laboratory (1945) muy interesante que utilizaba combustibles líquidos".

Así que la teoría sobre el torio no es nueva. De hecho, ha sido el combustible de varios reactores experimentales y comerciales en Estados Unidos y Europa, y sus raíces se extienden hasta el amanecer de la era nuclear.

"El pionero fue Alvin Weinberg, quien había estado en el Proyecto Manhattan (el programa de investigación y desarrollo que produjo la primera bomba atómica). Después de la guerra, le ofrecieron el cargo de director del Oak Ridge National Laboratory. Ahí construyó varios reactores que utilizaban torio y de hecho, el de sal fundida fue tan exitoso que se fue a la Comisión de Energía Atómica en EE.UU. a pedir más fondos".

Entonces, ¿qué pasó?

"Lo revisaron y se dieron cuenta de que su investigación se había alejado de la línea que ellos habían propuesto, que era utilizar combustibles sólidos y plutonio, y decidieron cancelar la investigación de Weinberg y a despedirlo".

Con torio no se podían hacer bombas. Además, ya habían escogido al plutonio. ¿Fue por ello que esa idea de energía nuclear nunca despegó, porque no respondía a los intereses de la época?

"La Comisión de Energía Atómica era una agencia civil, no obstante, una de sus grandes prioridades era proveer material para producir armas nucleares".

El presente

La promesa de energía nuclear sin los peligros parece demasiado buena para ser verdad.

Hay una manera rápida y sencilla de usar el torio en el tipo de reactores que ya existen hoy en día: mezclándolo con uranio 235 o plutonio, para producir los neutrones que hagan que el nucleo se divida y produzca la energía necesaria.

De hecho, eso es lo que los indios están haciendo, lo cual tiene sentido, pues tienen mucho torio y poco uranio.

El problema es que si se usa torio en reactores convencionales, se reducen los beneficios potenciales. Una tragedia como la de Fukushima, por ejemplo, sigue siendo posible.

En Francia, entretanto, están trabajando en algo mucho más imaginativo.

En Grenoble, el centro alpino de la enorme industria de investigación nuclear francesa, Veronique Ghetta está tratando de encontrar la manera de mover un combustible líquido súper caliente de torio fundido y fluoruro de uranio por una planta nuclear.

Sal fundida como combustible nuclear líquido es lo que Alvin Weinberg usó en su primer reactor y es un concepto que está siendo maximisado por los chinos y rusos, así como los franceses.

Y, mientras los franceses, rusos, chinos y estadounidenses están detrás del rector de sal de torio fundida, los británicos están trabajando en un diseño muy diferente, usando EMMA.

EMMA es el acrónimo en inglés de la Máquina del Electrón con Muchas Aplicaciones, y se puede pensar en ella como la hermana pequeña del Gran Colisionador de Hadrones.

En el diseño, propuesto por Bob Cywinski, físico nuclear de la Universidad de Huddersfield, protones producidos por un acelerador de partículas como EMMA serían disparados a un reactor repleto de torio 232, convirtiéndolo en uranio 233, para crear la fisión nuclear que puede producir electricidad.

"EMMA provee una demostración de una nueva forma de aceleración que puede ser usada para reactores nucleares. El concepto nunca ha sido probado, por lo que es importante que los físicos y los diseñadores de aceleradores pudieran hacer un modelo antes de que construir una máquina a escala real", le explica a la BBC Susan Smith, trabaja en las Instalaciones de Ciencia y Tecnología de Darsbury, Cheshire, Inglaterra, donde se aloja EMMA.

El futuro crítico

El problema es que, por más planes y beneficios que haya, la experiencia demuestra que es difícil pasar la fase crítica.

Intentos anteriores de tornar la teoría sobre el torio en realidad práctica han fracasado.

En Alemania hubo un reactor de torio de 1983 a 1989, pero lo clausuraron por problemas técnicos y económicos.


"¿Puede demostrarse que el torio es tan seguro y comercialmente conveniente como para que se inviertan grandes cantidades de dinero, esfuerzo y trabajo para que esa tecnología funcione?"

Francis Livens

El profesor Francis Livens del Instituto Dalton de Investigación Nuclear en la Universidad de Manchester es escéptico frente a las afirmaciones respecto a las ventajas en términos de acceso y desechos del torio, pero lo que más le preocupa es cuánto tiempo tomará convertirlo en una fuente de electricidad eficiente y comercialmente viable.

"Lo que una nueva tecnología ofrece es un riesgo, pues quizás no cumpla con lo que promete. ¿Puede demostrarse que el torio es tan seguro y comercialmente conveniente como para que se inviertan grandes cantidades de dinero, esfuerzo y trabajo para que esa tecnología funcione?".

"En principio, es muy atractivo. Es como el reactor reproductor rápido: se quema plutonio y el desecho, el reactor hace más combustible del que consume... parece apuntar al mítico momento en el que la energía llegue a ser demasiado barata para cobrarla. Pero la realidad, a gran escala, es que hay que usar solventes agresivos, metales fundidos, hubo problemas técnicos y se tornó mucho más difícil de implementar de lo que se anticipó".

Por su parte, los entusiastas del torio admiten su preocupación de que las mismas fuerzas que trajeron consigo el fin de la carrera del pionero del torio Alvin Weinberg actuen.

"Ha habido una inversión tremenda en lo que ahora consideramos como la industria nuclear convencional, de manera que si alguien viene con otra idea, no es muy bien recibido. La respuesta es: 'sabemos qué estamos haciendo', y es cierto, están construyendo plantas nucleares más seguras. Pero lo que nosotros estamos proponiendo es algo que lidia con el problema de los desechos nucleares y de sustenibilidad", señala Cywinski.

La respuesta del estadounidense Sorensen es sencillamente ignorar a la terca industria nuclear. Desde su punto de vista, esta nueva tecnología funcionará mejor inicialmente presentada en la forma de reactores pequeños y producidos en masa, para grandes consumidores de energía, como los hornos de aluminio, o para llevar electricidad a comunidades remotas.

Ya logró incluso que el Pentágono se interese. El ejército estadounidense está considerando seriamente llevar mini reactores nucleares de torio a sus bases en el frente en lugares como Afganistán.

Entonces, ¿se convertirá eventualmente el torio en el combustible limpio y verde del futuro?

La historia nuclear esta llena de grandes ideas que fracasaron terriblemente pero cuando hasta los defensores del medioambiente están dispuestos a considerar su posición respecto a la energía nuclear gracias a la promesa del torio, quizás sea un sueño que se podría convertir en realidad.

Fuente:

BBC Ciencia

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21 de diciembre de 2011

El Gobierno nipón revela su plan para desmantelar Fukushima en cuatro décadas

Especialistas analizan los datos de la radiación filtrada por Fukushima. | AP

Especialistas analizan los datos de la radiación filtrada por Fukushima. | AP

El Gobierno japonés y la operadora de la maltrecha central de Fukushima, TEPCO, revelaron hoy la "hoja de ruta" para desmantelar en un plazo de entre 30 y 40 años la planta, tras decretar hace cinco días la "parada fría" de sus reactores.

Según la agenda, el primer paso será eliminar el combustible nuclear usado de las piscinas de los reactores 1 al 4 en los dos próximos años, y retirar el combustible fundido en el interior de las unidades 1 a la 3 en el próximo decenio, informó la agencia Kyodo.

De acuerdo con el informe, las piscinas de combustible usado de los reactores del 1 al 4 contienen 3.108 "elementos combustibles", como se conoce a las estructuras que contienen las barras de combustible atómico Las unidades de la 1 a la 3 cuentan por su parte con 1.496 "elementos combustibles" en su interior, muchos de los cuales se piensa puedan estar fundidos o dañados.

En una reunión celebrada hoy entre el Gobierno y TEPCO, el ministro de Industria nipón, Yukio Edano, instó a la operadora a "incrementar" el nivel trabajo para reducir la preocupación de los cerca de 80.000 evacuados en la zona por la crisis nuclear.

Ayudas de 1 billón de yenes

Además, según el diario económico Nikkei, el Gobierno estudia entregar cerca de 1 billón de yenes (9.798 millones de euros) de las arcas públicas para ayudar a la compañía a pagar las compensaciones para afectados por la tragedia.

Desde el inicio de la crisis en la central de Fukushima el 11 de marzo, la eléctrica ha reportado pérdidas por más de 5.800 millones de euros entre abril y septiembre.

Durante este año fiscal, que concluye en marzo de 2012, TEPCO tendrá que desembolsar cerca de 1 billón de yenes (9.789 millones de euros) en indemnizaciones, y la cantidad podría aumentar a 4,5 billones de yenes (44.090 millones de euros) en los próximos dos años.

El pasado 16 de diciembre el Gobierno de Japón confirmó que los tres reactores nucleares de la central de Fukushima dañados por el tsunami de marzo habían alcanzado la "parada fría", lo que supone que se mantienen de forma estable por debajo de 100 grados centígrados, incluso en el caso de que haya una emergencia.

A pesar de haber decretado la "parada fría", será necesario desmantelar la central y concluir las labores de limpieza de la radiactividad en torno a la planta antes de dejar atrás la crisis nuclear, la peor en los últimos 25 años.

Fuente:

El Mundo Ciencia

Universidad planea utilizar monos con GPS para medir radioactividad en Fukushima

Es inconcebible, en la tierra de la más alta tecnología se piensa en emplear a simios para medir niveles de radioactividad... y nosotros en "Conocer Ciencia" nos preguntamos ¿por qué no se utilizan microrrobots para estas tareas?

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Como consecuencia de la explosión de la planta nuclear de Fukushima, existen extensas zonas de terrenos en torno a la planta de las que no se sabe el estado actual de contaminación en el que se encuentran.

Es por esta razón que en la Universidad de Fukushima han ideado un proyecto con el que esperan recolectar información en terreno sobre las reales condiciones de contaminación existentes en los alrededores de la planta, para lo cual se encuentran “entrenando” a un grupo de valientes monos para que midan la radiactividad.

La idea de los investigadores es dotar a estos animalitos de equipos GPS y medidores de radiactividad, para que sean ellos los encargados de medir el nivel de contaminación presente en algunas zonas cercanas a la planta.

Hasta ahora las únicas mediciones existentes han sido tomadas desde helicópteros que han sobrevolado algunas zonas cercanas a la planta, por lo que no sirven para tener una idea clara respecto al nivel de contaminación en el que se encuentran.

El proyecto contempla iniciar las mediciones en el borde de la llamada “zona de exclusión” (Minamisoma), en donde soltarán a los monos para que recorran los bosques y durante dos meses envíen los datos que vayan recolectando (la información se envía en forma automática).

Una vez concluido el plazo definido para realizar el estudio en terreno, los monos quedarán liberados de sus obligaciones y podrán seguir viviendo en las zonas en donde fueron desplegados.

Link: Wild monkeys to measure radiation levels in Fukushima (The Telegraph)

Fuente:

FayerWayer

18 de octubre de 2011

¿Qué nos dicen los bananos sobre la radiación?

La preocupación mundial por la radiación se multiplicó tras ver los daños a la planta nuclear de Fukushima en Japón tras el terremoto y tsunami de clic marzo pasado. Esta semana se detectó otro punto en clic Tokio. Pero, ¿hay manera de traducir las complicadas medidas que usan los científicos para que podamos entender el riesgo?, se pregunta Michael Blastland, de BBC Magazine.

Bananas

Los bananos pueden ayudarnos a entender la radiación.

Qué cosa peculiar, la radiación, ¿no?

Invisible, incomprensible, perjudicial (bombas) y a la vez útil (rayos X) o incluso ambas cosas a la vez (energía nuclear). Y nos ponemos como locos si alguien quiere poner material radiactivo en nuestro patio trasero, aunque sabemos que está en todas partes.

Sería mucho más fácil entender si nuestra exposición a los peligros de la radiación es reducida a algo como los bananos. En realidad, se puede, en cierta medida: bienvenidos a la Dosis Equivalente en Bananos o DEB.

Los bananos son una fuente natural de isótopos radiactivos. Es cierto que no hay muchos en una banano. Pero son suficientes como para que unos cuantos racimos activen los sensores de radiación que hay en los puertos de Estados Unidos para detectar el contrabando de material nuclear, según la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear, un centro de estudios sobre seguridad.

La medida estándar de los efectos biológicos de la radiación es el sievert. Un sievert es una dosis gigantesca, pero una décima parte de una millonésima de un sievert -0,1 microsievert- es más o menos la dosis que se ingiere al comer un banano.

Por lo tanto, podemos utilizar un banano como unidad básica y convertir otras exposiciones a la radiación en las correspondientes bananos. Los datos de la tabla vienen de clic aquí (en inglés). No garantizo haberlos revisado.

Bananos y radiación

Número de bananos

Equivalentes a exposiciones de radiación de...

500 millones

Diez minutos junto al núcleo del reactor de Chernóbil tras la explosión y el derrumbe

80 millones

Dosis letal, incluso con tratamiento

20 millones

Envenenamiento por radiación grave, fatal en algunos casos

500.000

Dosis máxima legal anual para un obrero en la industria de la radiación en EE.UU.

70.000

Tomografía computarizada de tórax

40.000

Diez años de dosis normal, el 85% de la cual proviene de fuentes naturales

4.000
Mamografía
1.000

Dosis total aproximada recibida en el Ayuntamiento de Fukushima durante las dos semanas posteriores al accidente

400

Vuelo desde Londres a Nueva York

300

Objetivo previsto de descarga anual de una planta de energía nuclear

200

Radiografía de tórax

50

Radiografía dental

1
Comer una banana
0,5
Dormir con alguien

Pero ¿por qué molestarse en convertir todo esto a bananos? En parte porque es de esperar que los DEB sean más amigables que los sieverts, grays, rads, rems y demás parafernalia.

Aunque no a todos les gustan los DEB, a causa de los problemas que supone medir los cambios en el nivel de exposición a la radiación de un banano a medida que pasa por nuestro cuerpo.

Pero creo los DEB son útiles por varias razones. En primer lugar, nos recuerdan que la radiación es un lugar común. Hay pocas cosas más comunes que un banano.

En segundo lugar, sabemos que comer un banano no nos va a matar. Ni remotamente. No sin violencia extrema. Esto confirma una vieja teoría sobre la toxicidad: el peligro está en la dosis.

Cantidad

En otras palabras, la mayoría de las cosas, incluida la radiación, sólo son peligrosas en grandes cantidades. La distinción entre lo tóxico y lo seguro no es realmente una distinción de grado, sino de cantidad. Esto es válido para casi todo, desde el agua y las vitaminas hasta el arsénico.

En tercer lugar, imagínense comer 20 millones de bananos, el equivalente a una dosis que produciría un envenenamiento por radiación grave, incluso mortal. Probablemente uno se moriría de otra cosa diferente a la radiación antes de terminar de comerselos. No intenten esto en su casa. Incluso durante una vida de 80 años, habría que comer 700 por día.

Por lo tanto, si ponemos toda exposición a la radiación en una escala -la escala del banano- podemos ver claramente cuán grande es la escala. A dosis bajas, los bananos vienen en racimos, y luego ya vienen de a miles de millones, que corresponden a microsieverts, milisieverts y sieverts.

Miden la radiación de un bebé en Fukushima.

Así miden la radiación de un bebé en Fukushima.

Por lo general, los gráficos sobre este tipo de temas usan una escala logarítmica, como con los decibeles, pero las escalas logarítmicas confunden a algunos lectores. Los bananos no tienen ese problema.

Volviendo a los bananos, nuestro sistema no pretende trivializar el riesgo para la salud que supone la radiación. La radiación -en rigor, estamos hablando de la radiación ionizante, el tipo que puede dañar las células humanas- está lejos de ser algo trivial. El Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. ha estimado, por ejemplo, que los millones de tomografías computarizadas que se hicieron en EE.UU. sólo en 2007 pueden llegar a causar 29.000 casos de cáncer.

Pero la forma en que medimos las cosas puede cambiar nuestra forma de pensar sobre ellas. Pensemos en la radiación de una tomografía computarizada del tórax. Si les digo que equivale a estar a unos dos kilómetros del epicentro de la bomba atómica de Hiroshima, es posible que vean el riesgo de forma diferente que si lo comparo con comer 70.000 bananos.

Créase o no, ambas comparaciones son válidas. La exposición causada por la bomba disminuye rápidamente con la distancia. Decidan ustedes mismos qué suena peor.

Así que, ¿les cambia algo mirar la radiación pensando en bananos? Si la respuesta es no, admito que puede deberse a lo insólito de la idea.

Las actitudes que uno asume ante los riesgos son complicadas, emocionales, culturales y muy profundas. El miedo, por ejemplo, no es fácil de cuantificar. No es simple poner la psicología del riesgo en un gráfico.

Los números sólo nos ayudan hasta cierto punto, incluso cuando los transformamos en algo tan cotidiano como un banano.

Fuente:

BBC Ciencia

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El cierre de la central de Fukushima se completará a finales de este año

Imagen de la central nuclear de Fukushima. | Reuters

Imagen de la central nuclear de Fukushima. | Reuters

El Gobierno japonés y la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) han asegurado este lunes que cierre de la central nuclear Fukushima-1 se completará a finales de este año.

Tanto TEPCO como el Ejecutivo nipón han sostenido que las temperaturas de los reactores 1, 2 y 3 se mantienen por debajo de los 100 grados y que la emisión de material radiactivo ha caído la mitad en el último mes. Los últimos exámenes situaban el índice de radiactividad en 100 becquerelios por hora.

De este modo, se revisará el calendario del programa de contención de la crisis nuclear activado a raíz del accidente en la planta nuclear de Fukushima, tras el paso del terremoto y el posterior tsunami en la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo.

El informe que reflejará dichos cambios será publicado este lunes, mismo día en el que Tepco remitirá al Gobierno las medidas de seguridad nuclear que aplicará para mantener el enfriamiento de la central durante los próximos tres años.

Asimismo, estas mismas fuentes han confirmado que una cubierta gigante de poliéster que recubrirá el reactor 1 será finalizado a finales de este mes.

El Gobierno japonés y Tepco han afirmado que las medidas para lograr la estabilidad necesaria para el cierre de Fukushima-1 están siendo implantadas de forma progresiva, según ha informado la cadena japonesa NHK.

Fuente:

El Mundo Ciencia

14 de octubre de 2011

La necesidad volvió a los japoneses expertos en medir la radiación

Para proteger a sus hijos, muchas madres están pendientes de los niveles de radioactividad.

No hasta hace mucho tiempo atrás la medición de la radioactividad era un trabajo reservado para los científicos. Armados con un contador Geiger, los especialistas podían medir los niveles de contaminación nuclear presentes en un lugar determinado.

Sin embargo, después de la avería de la planta nuclear de Fukushima, provocada por el terremoto y posterior tsunami en Japón de marzo, muchos ciudadanos de ese país parecen haberse convertido en expertos en esa tarea.

Desde abril, por ejemplo, cientos de ciudadanos de a pie comenzaron a subir sus propias mediciones a Safecast.org, un página de internet que les permite a los usuarios compartir información de lo que está pasando en cuanto a la radioactividad en el lugar en el que viven.

El objetivo de esta organización sin fines de lucro es llenar el vacío que existe ante la falta de información de las autoridades.

Para reunir la mayor cantidad de mediciones posibles, fabricaron sus propios contadores Geiger y se los entregaron a voluntarios -científicos, aficionados a la tecnología y personas comunes y corrientes- que viven en las zonas más afectadas.

Al cabo de unos meses, recibieron una cantidad invaluable de datos que les permitió crear mapas que muestran los niveles de radioactividad.

Desconfianza

Para muchos, el hecho de que los ciudadanos comunes hayan comenzado a tomar mediciones por cuenta propia es un reflejo de la pérdida de confianza en la información suministrada por las autoridades.

La confusión, provocada por la publicación información contradictoria, tampoco contribuye a calmar la ansiedad de la población.

Este jueves por ejemplo, se informó de la presencia de elevados niveles de radiación en el distrito de Setagaya, a unos 200 kilómetros de Fukushima.

Sólo más tarde, las autoridades señalaron que la radiación se originó en unas antiguas botellas que estaban guardadas en una caja de madera en un sótano de una casa de Tokio y, por lo tanto, descartaron una conexión con la planta nuclear.

La información recopilada por los usuarios de Safecast.org ha tendido hasta el momento a coincidir con las mediciones del gobierno. Sin embargo, en algunos casos, reveló que la radioactividad en algunos sitios era más elevada de lo que se esperaba.

Madres con iniciativa

Celular que puede medir la radioactividad

NTT DoCoMo creó un teléfono que puede medir la radioactividad.

Estos datos sirven para que la población pueda alertar a las autoridades y hacer que se tomen medidas antes de que sea demasiado tarde y las partículas de radioactividad se esparzan por una región más amplia.

Según explica Ryugo Hayano, físico nuclear de la Universidad de Tokio, en determinadas situaciones "no fue sino hasta que los residentes locales elevaron sus voces que los gobiernos municipales se tomaron el tema seriamente".

En el caso de Setagaya, por ejemplo, fue un grupo de madres las que, tras medir la radioactividad en las inmediaciones de la guardería a la que acudían sus hijos, alertaron a las autoridades.

Y para los que no saben cómo hacerlo o no disponen de un contador Geiger, el gigante de los teléfonos celulares japonés NTT DoCoMo presentó una solución: desarrolló un teléfono inteligente que tiene la capacidad de medir la radiación en el ambiente.

Fuente:

BBC Ciencia

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15 de septiembre de 2011

Explosión en un complejo nuclear semisecreto de Francia

Las autoridades niegan que hubiera fugas radiactivas, pero no dan explicaciones precisas sobre lo ocurrido. Denuncian, además, que se ocultó información a la población.
Enlace
En Fukushima las causas fueron naturales: el terremoto y el tsunami causaron la tragedia. Pero aquí, en Francia, estamos ante un accidente industrial. De cualquier modo, para Conocer Ciencia, la energía nuclear NO es segura para la Humanidad.

Y, mientras tanto, crece eltemor en Francia por un incidente en
una planta atómica. Y la bolsa de Paris se desploma como producto de la explosión.


"No hay ningún riesgo de fuga radiactiva". "El accidente ha terminado". "Ni siquiera fue necesario confinar al personal del complejo nuclear". La Administración francesa descargó estos mensajes, en ráfaga, sólo unas horas después de la explosión e incendio de un horno de incineración de materiales radiactivos, que se produjo ayer dentro del inmenso complejo nuclear de Marcoule, a unos 285 kilómetros por carretera desde La Jonquera. El accidente dejó un muerto y cuatro heridos, según el balance oficial.

Todo comenzó con una explosión en uno de los dos hornos que la empresa Socodei-Centraco, filial del gigante eléctrico EDF, tiene en el sector sur del complejo de Marcoule, una impresionante área de 278 hectáreas. En ella se encuentran cinco reactores nucleares experimentales o militares paralizados, dos plantas de producción o tratamiento del plutonio militar, un laboratorio de residuos altamente activos y un inmenso basurero atómico.

La Administración llegó a alertar oficialmente de "riesgos de fuga"

La explosión se produjo antes de las 11.45 y desató un incendio que, según las versiones oficiales de la Administración, estuvo totalmente controlado a las 13.00 en esa zona del sector civil del complejo. La persona que falleció era un empleado que se encontraba al lado del horno donde, oficialmente, sólo se incineran y se acondicionan residuos metálicos de radiactividad baja o muy baja. El trabajador resultó totalmente carbonizado, aunque, según el Ministerio de Interior, "sin señales de contaminación radiológica". Otras cuatro personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico.

Hacia las 14.30, el Ministerio de Interior podía afirmar triunfalmente que el accidente había "terminado". Según las mismas fuentes, ni siquiera había sido necesario "confinar o evacuar" a los miles de asalariados de este complejo que se encontraban allí en el momento del accidente. Marcoule cuenta con una plantilla de 3.800 empleados fijos y 1.500 temporales.

Esa versión, no obstante, no concordaba con los testimonios recogidos por la versión online del diario regional Midi-Libre. Este periódico pudo contactar con las parejas de varios empleados que se encontraban en el centro hacia las 13.00 horas, quienes habrían afirmado que sí habían sido confinados y privados de información en sus despachos y plantas.

Parte del centro está clasificado como militar, sin control civil

Así, tras unas primeras horas de alerta máxima en las que la Administración francesa advirtió oficialmente sobre "los riesgos de fuga" radiactiva para las poblaciones locales, especialmente la vecina gran ciudad de Nimes, París intentó tranquilizar por todos los medios sobre lo ocurrido en el gigante situado a orillas del Ródano. Buena parte del complejo está clasificado como Instalación Nuclear de Base Secreta (INBS), esto es, base militar confidencial, que escapa a cualquier control de las autoridades civiles, incluida la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN).

Pese a esa carencia, la propia ASN anunciaba hacia las 16.00 horas que desactivaba los planes de emergencia y que el accidente había terminado. "El recinto implicado [el horno] no sufrió destrozos", no hubo fugas, y "este accidente no conlleva problemas radiológicos, ni acciones de protección de las poblaciones", concluyó la ASN al desactivar los planes de emergencia. El ministro de Industria, Eric Besson, se encargó de afirmar que EDF descartaba que se hubiera producido "cualquier fuga radiactiva o química" en la zona.

El horno de Socodei-Centraco siniestrado sirve para incinerar, fundir y acondicionar residuos nucleares metálicos de baja y de muy baja actividad que proceden de desmantelamientos de centrales o fábricas, de su funcionamiento normal en el día a día o de pruebas radiológicas en hospitales. El isótopo presente habitualmente en los materiales que se procesan en el horno es el cobalto-60.

EDF declinó detallar si el horno contenía material radiactivo cuando explotó

Material militar

No obstante, en el pasado, Socodei-Centraco ha sido sancionado por la ASN por no respetar los límites radiológicos del material que, normalmente, debe aceptar en sus hornos, cosa que podría indicar, según ingenieros nucleares independientes consultados por Público, que acepta en ocasiones incinerar material procedente de las instalaciones militares situadas a pocas decenas de metros, dentro del complejo de Marcoule.

La falta de información, a lo largo de la jornada, fue palpable. Contactada por Público, la dirección de EDF se negó a informar sobre si el horno accidentado se encontraba en funcionamiento o apagado en el momento de la explosión. Tampoco quiso dar la información de si estaba cargado con material radiactivo o no. Ninguna indicación fue suministrada sobre los niveles de radiactividad en el interior del recinto del horno.

Los Verdes y el Frente de Izquierdas intentaron ayer acelerar el debate sobre la energía nuclear en Francia, una discusión que en todo caso ya está abierta incluso entre las filas de los conservadores. Para el Frente de Izquierdas, por boca de su líder Jean-Luc Mélenchon, lo urgente, más allá del abandono del sector, es apostar por "una verdadera seguridad, que pasa por suprimir la externalización, la creación de filiales y de subcontratistas, y el regreso al 100% público", antes de "un referéndum" sobre las opciones energéticas en el país.

La secretaria nacional de Los Verdes, Cécile Duflot, afirmó que el Gobierno "se burla de la gente cuando dice que la explosión de un horno que incinera desechos irradiados no es un accidente nuclear" y exigió más transparencia al Gobierno.

Para intentar calmar un debate que crece, de cara a las elecciones presidenciales, en el país que produce en torno al 80% de su electricidad gracias a la energía atómica, la ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, efectuó a últimas horas de la tarde de ayer una visita televisada a las inmediaciones de la zona siniestrada.

Fuente:

Público Ciencia

10 de septiembre de 2011

Tragedia: Fukushima ya ha dejado sin hogar a 155.000 japoneses

  • El país comienza asumir las consecuencias de la catástrofe nuclear, seis meses después.
  • El Gobierno gastará 2.000 millones de euros en las labores de descontaminación y recogida de residuos.
  • El gobierno japonés mintió pues minimizó cifras de radiación en Fukushima.

Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.

Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.


"Es triste decirlo, pero esas poblaciones son como ciudades muertas, sin un alma a la vista". El ministro de Industria japonés, Yoshio Hachiro, se sinceró de este modo tras viajar al entorno de la central nuclear de Fukushima Daiichi. Ayer, a las pocas horas de decirlo, se vio obligado a pedir perdón por sus palabras, que habían sentado como sal sobre las heridas abiertas de la población afectada por la descomposición de la planta atómica. Más de 155.000 personas se han quedado sin casa tras abandonar ciudades como Minamisoma y Namie, según publicó ayer el Mainichi Shimbun, uno de los rotativos más importantes de Japón.

Cuando se cumplen seis meses desde que el tsunami noqueara la central de Fukushima, las consecuencias de la catástrofe comienzan a mostrarse en su forma más cruda, ahora que el sobresalto inicial ha pasado y la relativa estabilización de los reactores permite tomar un respiro para mirar con perspectiva lo sucedido. Ahora se sabe que muchos jamás volverán a ver sus hogares, después de que Naoto Kan, ex primer ministro, reconociera por primera vez la semana pasada días antes de dejar el cargo que el entorno afectado permanecerá inhabitable durante décadas debido a la alta radiación. Enlace

Tras visitar la zona una importante representación del recién estrenado Ejecutivo del nuevo primer ministro, Yoshihiko Noda, su portavoz adelantó que Japón tendrá que gastar 2.000 millones de euros en las primeras labores de descontaminación de las áreas residenciales, en la recogida de los residuos y en la limpieza de los terrenos afectados.

Depósito de residuos

Dentro de este objetivo de deshacerse de la basura tóxica, se ha planteado la posibilidad de hacer de la necesidad virtud y aprovechar la situación de Fukushima para convertir el lugar en un depósito de residuos radiactivos. "No tenemos más remedio que pedir a las autoridades de Fukushima que nos dejen establecer una instalación de almacenamiento temporal dentro de la prefectura para almacenar de forma segura los residuos", dijo la semana pasada el ministro recién encargado de lidiar con la crisis nuclear desde la cartera de Medio Ambiente, Goshi Osono. Ayer, el portavoz gubernamental reconoció que Noda tendrá que explicar muy bien esta medida a los habitantes de la zona.

Una opción es convertir la zona en un depósito de residuos

Junto a los más de 100.000 evacuados forzosos, las autoridades reconocen que a lo largo de estos seis meses otras 55.000 personas han abandonado áreas de la prefectura de Fukushima que no están dentro de las zonas de exclusión establecidas por el Gobierno, sino que han decidido marcharse de sus viviendas por sus propios motivos. Una importante razón por la que estos japoneses han abandonado sus domicilios puede ser la desconfianza.

Por ejemplo, suspicacias sobre la ubicación concreta de las zonas contaminadas y sobre los riesgos reales para la población. La semana pasada el Ministerio de Ciencia nipón desveló que más de una treintena de lugares, también fuera de la zona evacuada, registran niveles de contaminación radiactiva tan altos como los que obligaron a evacuar poblaciones del entorno de Chernóbil.

Kan dimitió la pasada semana por su mala gestión de la crisis, pero deja un legado difícil de remontar a su sustituto. Una encuesta publicada por Associated Press con motivo de su renuncia muestra que la melancolía y la más absoluta desconfianza hacia el Ejecutivo se ha asentado con fuerza entre los japoneses. Un 82% de la población duda de la capacidad del Gobierno para responder ante otro desastre y ocho de cada diez piensan que sus dirigentes no les dicen la verdad.

Un 80% de los ciudadanos cree que el Gobierno ha mentido

Para calmar a la ciudadanía, Noda ya ha dejado claro que su intención es que en el futuro, una vez superada la crisis económica, no haya ninguna planta atómica operativa en el país. Pero va a necesitar más que palabras para que los japoneses olviden determinados errores. Por ejemplo, cuando el Gobierno malinterpretó los riesgos de la radiación y expuso a la ciudadanía a lo peor de la contaminación liberada por Fukushima los días en que una desafortunada combinación de lluvias y vientos hicieron que estos materiales cayeran sobre un área amplia en torno a la central.

En los últimos meses, Japón ha asistido a numerosas rectificaciones por parte de los técnicos y las autoridades, que reconocían errores de gestión con mayores consecuencias de las admitidas inicialmente. Ahora sabemos que el total de partículas nocivas despedidas tras el accidente es el doble de lo admitido inicialmente por la empresa y las autoridades (una décima parte de las que emitió el reactor de Chernóbil en 1986).

Y ayer mismo la Agencia Japonesa para Energía Atómica reveló que los niveles de radiación registrados en el mar son más de tres veces superiores a los calculados inicialmente por Tepco: los investigadores de la agencia han elevado la cifra de becquerelios liberados al Pacífico hasta los 15.000 billones frente a los 4.700 billones estimados por la compañía. Según reconocen, la empresa no sumó la contaminación radiactiva que cayó al mar tras ser emitida al aire por los núcleos fundidos de los tres reactores.

El total de partículas nocivas es el doble de lo admitido inicialmente

Los japoneses recelan de las autoridades porque los efectos reales del accidente se han sabido demasiado tarde y porque cada día tienen noticias de una nueva estratagema de los dirigentes del país para confundir a la población. Una investigación oficial acaba de concluir que altos funcionarios del Gobierno trataron de manipular encuentros y votaciones sobre el futuro de la energía atómica, y recomendaron a las empresas que utilizaran a sus empleados de forma encubierta para alterar los resultados a su favor.

Los héroes

Otra cicatriz que quedará para siempre marcada en la piel de los nipones es el tormento al que se sometió a los operarios de la central, recién premiados con el Príncipe de Asturias de la Concordia. "Además de las condiciones en las que tenían que enfrentarse a esta grave situación, tan severas y hostiles, llenas de trampas, lo hacían con el elemento perturbador de desconocer la situación en la que se encontraban sus familiares, en el entorno de devastación del tsunami y el terremoto", relata el director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear, Juan Carlos Lentijo, el único español que ha pisado Fukushima Daiichi tras el grave accidente.

El único español que ha estado en la planta elogia el trabajo de los operarios

Lentijo, que visitó la planta entre mayo y junio como experto del Organismo Internacional para la Energía Atómica, recuerda que muchos de estos operarios mostraban un gran deseo de transmitir sus vivencias a pesar de su evidente agotamiento: "Habían dado lo mejor de sí mismos y se les notaba muy cansados, agotados". No es para menos. Los hombres de Tepco y otra docena de organizaciones, entre empresas del sector y Fuerzas de Seguridad, se enfrentaron a una tarea titánica, nunca antes imaginada: tres reactores derritiéndose a la vez, juntos, sin recursos, sin planes, sin apoyos, sin infraestructuras que permitieran ayuda externa.

Para Lentijo el plan de estabilización de la central va por buen camino, y se felicita por la noticia de que los reactores ya han bajado de los 100 grados de temperatura. El físico nuclear y portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, lamenta que ese plan de Tepco haya tardado tanto en llegar. "No sabían qué hacer y no estaban preparados para lo que sucedió. Nadie contaba con que coincidieran tantas circunstancias negativas. Pero ya hemos descubierto que con la energía nuclear siempre pasa algo con lo que no contábamos".

La situación inicial a la que se enfrentaron los 50 de Fukushima fue tan grave que Kan reconoció en una entrevista reciente que Tepco pensó que tendría que abandonar a su suerte la planta por estar totalmente fuera de control. "Si esto hubiera sucedido, Tokio sería una ciudad desierta hoy. Fue un momento crítico para la supervivencia de Japón. Podría haber sido una fuga decenas de veces mayor que la radiación de Chernóbil", aseguró Kan, quien calculó que, de no haber sido por los héroes, hoy serían 30 millones los evacuados.

Fuente:

Público (España)

29 de agosto de 2011

Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

RADIACTIVIDAD | A pesar de la descontaminación

Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

Europa Press | Madrid

La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este lunes que los colegios de la región de Fukushima no son seguros aún, ya que la radiación supera en esos lugares los máximos de seguridad. Por ello, emplaza a las autoridades japonesas a retrasar el inicio escolar, previsto para el 1 de septiembre.

Un equipo de expertos de Greenpeace en protección radiológica ha certificado que los niveles de radiación superan los estándares internacionales para población infantil.

Las muestras tomadas los días 17, 18 y 19 de agosto revelan radiación de hasta 1,5 microsieverts por hora, es decir, 13,14 milisieverts por año (mSv/año), en una escuela que acoge niños desde preescolar hasta secundaria y que ya había sido descontaminada. Estos niveles están muy por encima de la tasa aceptada internacionalmente de 1 mSv/año para adultos, superior a la recomendada para niños.

Desprotección infantil

El equipo también examinó una muestra obtenida a un metro del suelo en un parque del centro de la ciudad de Fukushima. Ésta ha deparado hasta 2 milisieverts por hora (17,52 mSv/año) por lo que Greenpeace considera que los esfuerzos de las autoridades para la descontaminación "no han sido suficientes para proteger la salud de los niños".

"No se puede obligar a los padres a elegir entre dar una educación a sus hijos o exponerlos a altos niveles de radiación", ha declarado este lunes desde Tokio en rueda de prensa la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace Japón, Kazue Suzuki.

Sin embargo, las autoridades municipales han rechazado las acusaciones de Greenpeace alegando que los colegios son seguros conforme a las normas gubernamentales.

Tras la descontaminación

"Hemos terminado la descontaminación de los colegios y ya no hay altos niveles de radiación", ha señalado un portavoz de la Alcaldía, Yoshimasa Kanno, en declaraciones a Reuters. Además, ha considerado precipitado retrasar el inicio del curso escolar en las más de un centenar de escuelas de la ciudad debido a que Greenpeace haya hallado radiación en "solo tres".

Además, Greenpeace ha calificado el anuncio del Gobierno nipón de llevar a cabo un nuevo plan básico de descontaminación para Fukushima y su gran área metropolitana como "inadecuado" y considera que llega "demasiado tarde".

"El tan esperado plan de limpieza ofrece demasiado poco y además llega demasiado tarde. El primer ministro debe retrasar el inicio del curso escolar, trasladar inmediatamente a los habitantes de zonas altamente contaminadas y movilizar los miles de trabajadores que sean necesarios para conseguir que los niveles de radiación bajen todo lo posible por debajo de 1 mSv/año", ha añadido Suzuki.

Greenpeace ha destacado además las labores de descontaminación llevadas a cabo por las comunidades locales al margen de las iniciativas oficiales y que habrían conseguido reducir la radiación. "Encontramos un notable descenso de los niveles de radiación en una guardería de Fukushima, pero fue gracias a los esfuerzos de descontaminación llevados a cabo por las comunidades locales y las ONG", ha señalado el experto en radiación de Greenpeace Jan Vande Putte.

"Esto demuestra que es posible disminuir los niveles de exposición a la radiación para los niños, pero mientras no se haga es necesario impedir desde este mismo momento que se expongan innecesariamente a este riesgo radiológico", ha añadido.

Fuente:

El Mundo Ciencia

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