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12 de junio de 2012

Personajes: Phillip V. Tobias, rastreador de las raíces humanas

Estudió, basándose en los restos del ‘Homo habilis’ hallado por los Leaky, el surgimiento de la conciencia y el habla. 

 

El paleoantropólogo sudafricano Phillip V. Tobias, fotografiado en su laboratorio en 1995. / ADIL BRADLOW (AP)

En las historias míticas el nacimiento de un niño viene anunciado por algún acontecimiento que determinará el curso de su vida futura. Phillip V. Tobias, fallecido el pasado jueves a los 86 años, nació en Durban (Sudáfrica) en el año 1925, el mismo en el que se dio a conocer el descubrimiento, en ese mismo país, de otro niño, pero este de dos millones de años de antigüedad, que pasaría a la historia como el Niño de Taung. Fue el primero de los australopitecos y desde entonces se buscan en África las raíces de la humanidad. Y efectivamente, como en las viejas leyendas, Tobias dedicaría su vida a desenterrar esas raíces. Fue el anatomista Raymond Dart el descubridor del Niño de Taung, y andando el tiempo Tobias le sucedería en la cátedra.

La carrera científica, como paleoantropólogo, del profesor Phillip V. Tobias se desarrolló sobre todo en el yacimiento sudafricano de Sterkfontein, una cueva que ha proporcionado fósiles maravillosos de australopitecos de unos dos millones y medio de años de antigüedad. El último de los grandes hallazgos producidos allí ha sido el de un esqueleto completo (apodado Pie Pequeño) que un día de estos, cuando se complete su restauración, saltará a la fama.

En los años cincuenta la geometría de la evolución humana se consideraba lineal y sencilla. Tres especies puestas en fila: Australopithecus africanus, Homo erectus y homo sapiens. Se trataba de una lógica reacción frente a la proliferación de nombres que había caracterizado la etapa anterior. Casi cada yacimiento tenía un nombre específico propio y a veces dos. Esta poda del árbol genealógico se consideraba más acorde con los nuevos principios de la moderna biología evolutiva que estaba haciendo su entrada en la Paleontología Humana.

En el año 1959 el matrimonio Leakey desenterró un cráneo en la barranca de Olduvai (Tanzania) y las miradas se dirigieron entonces hacia el este de África. Un año más tarde, en la misma garganta, los Leakey encontraron parte de un cráneo, una mandíbula y un puñado de huesos de la mano de un individuo que no era en absoluto como el anterior. El primero tenía un enorme aparato masticador y una cresta ósea en la parte alta del cráneo. Las muelas del segundo, en cambio, eran más pequeñas, y el cráneo carecía de esa cresta. Además, el tamaño de su cerebro, por lo que se podía intuir, era mayor que el de los australopitecos. 

Más tarde, en 1964, Louis Leakey, Tobias y John Napier decidieron, a partir del nuevo fósil de Olduvai, añadir un nuevo eslabón a la cadena evolutiva y lo llamaron Homo habilis. Era un eslabón intermedio entre el Australopithecus africanus y el Homo erectus y representaba la aparición de un fenómeno nuevo en la historia de la vida: la encefalización y quién sabe si la conciencia. Había sido el Homo habilis también (lo decía su mano) quien primero habría tallado la piedra. Más aún, el estudio de la forma del cerebro de los fósiles de esta especie le llevó a Tobias a defender que ya podía hablar.

Tobias vivió en su país los años más duros del apartheid, ideología a la que detestaba y combatía. En el membrete de su universidad, la de Witwatersrand en Johanesburgo, se decía explícitamente que allí no se practicaba la segregación. Afortunadamente vivió también el nacimiento de la nueva república democrática. 

El profesor Tobias era miembro de las dos sociedades científicas más prestigiosas en el mundo: la Royal Society de Londres y la Academia de Ciencias de Estados Unidos.

Tobias fue un gran amigo de España, que visitó varias veces, y de los investigadores españoles. Lo recuerdo en algunas de esas oportunidades. Examinando y evaluando los primeros hallazgos de Atapuerca en compañía de su amigo Emiliano Aguirre, como él nacido en el año de Taung. Charlando hasta altas horas de la madrugada (porque era un magnífico y ameno conversador). Escuchando a unos jóvenes y entusiastas científicos que se iniciaban entonces en la investigación paleoantropológica, en la que él era el maestro. 

También abriendo de par en par las puertas de su departamento universitario para que pudiéramos estudiar los fósiles que allí custodiaba. Pero sobre todo, lo recuerdo sosteniendo en su mano, con la mirada brillante y orgullosa, al Niño de Taung.


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El País Ciencia

27 de abril de 2012

¿Se comieron los humanos modernos a los neandertales?

'Los caníbales', de Francisco de Goya, donde ya retrató esta tendencia humana.

'Los caníbales', de Francisco de Goya, donde ya retrató esta tendencia humana.
  • Dos paleontólogos españoles plantean que se extinguieron al ser cazados
  • Los humanos modernos habrían acabado así con su competencia
La desaparición de los neandertales de la faz de la Tierra pudo deberse a que fueron cazados, como los mamuts, por los humanos modernos llegados a Europa hace unos 40.000 años, que acabaron devorándoles como parte de su menú. Esta se la innovadora hipótesis que han planteado dos investigadores españoles del Instituto de Paleoecología Humana y Evoluciòn Social (IPHES) en su último trabajo.

Varias han sido hasta ahora las teorías que manejan los paleoantropólogos sobre las causas de la desaparición de esta especie humana: el cambio climático, la poca diversidad genética, su dispersión en pequeños grupos y, por supuesto, la competencia con los recién llegados 'Homo sapiens' desde África. 

Pero ¿y si fueron cazados como a otros animales para comérselos?

Los paleontólogos Bienvenido Martínez-Navarro y Policarp Hortolà así lo defienden en la revista 'Quaternary International', donde explican que los neandertales fueron una presa de caza más de nuestra especie, ya sea para consumirlos como alimento o para acabar con la competencia ante la escasez de recursos, aunque al final acabaran también en su estómago.

Fémur de neandertal de Zafarraya, con marcdas de corte. |Cecilio Barroso
Fémur de neandertal de Zafarraya, con marcdas de corte. |Cecilio Barroso

"Creemos que fueron perseguidos como piezas de caza, como los mamuts o como aún lo son los gorilas o los chimpancés, que son de la nuestra familia taxonómica. Y pudo ocurrir también el mismo fenómeno cada vez que una especie de 'Homo' más avanzada se superpuso a otra que lo era menos, como el 'erectus' o el 'floresiensis", señala Policarp Hortolá.

La hipótesis se fundamenta en estudios que prueban cómo la megafauna es más difícil de extinguir que la pequeña en un cambio climático como los que hubo en el Cuaternario. Animales como los mamuts se ha probado que desaparecieron cazados por 'sapiens'. "Entonces, ¿Por qué no los neandertales, que también tenían bajas tasas de reproducción?", se pregunta Martínez-Navarro.
 
Especie depredadora
Su trabajo se fundamenta en el hecho de que los 'sapiens' llegaron a Europa con una tecnología muy superior, lo que les convirtió en "la especie con la mayor capacidad destructiva de la Tierra", en palabras del paleontólogo. Por ello, señala, no sería extraño que se comportaran como otros carnívoros depredadores, cazando todo aquello que fuera susceptible de ser comido, y mejor si, encima, eran competidores. "También los leones matan a hienas o guepardos y se comen su carne", recuerda el investigador.

Todavía no hay ningún yacimiento en el mundo que pueda servir para probar esta teoría. Si se han encontrado huesos de neandertal con marcas de corte, en el de Zafarraya (Málaga), pero fueron canibalizados por sus congéneres.

Menciona que los restos encontrados en el yacimiento de la Grotta del Cavallo, al sur de Italia, confirman que los humanos modernos se dispersaron con mucha rapidez por el continente cuando aún estaba habitado por neadnertales.

Martínez-Navarro, en declaraciones a ELMUNDO.es, recuerda que el canibalismo ha existido siempre en nuestra especie. Se ha documentado en la Gran Dolina de Atapuerta y también en algunas zonas del planeta durante el siglo XX. "La agresividad con los otros es una constante. Cuando los españoles llegaron a América violaban a las indias y mataban a los indios. Somos una especie territorial y agresiva", argumenta.

En definitiva, para los autores de este trabajo, aludir a los cambios climáticos no basta para explicar su fin total porque cuando hacía más calor las especies se dispersaban hacia el norte y con el frío bajaban al sur. Tendría mucho más que ver con el afán depredador humano, en su lucha por la supervivencia.

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El Mundo Ciencia

1 de abril de 2012

'Los monos también hacen huelga'

El primatólogo Frans de Waal, en su reciente visita a Madrid. | Gonzalo Arroyo

El primatólogo Frans de Waal, en su reciente visita a Madrid. | Gonzalo Arroyo

El animal humano no es el único primate que se pone en huelga. En realidad, la protesta de los indignados 'sapiens' españoles que hoy se rebelan contra la reforma laboral del Gobierno tiene profundas raíces evolutivas, inscritas en el ADN que compartimos con nuestros parientes más cercanos.

Esto es lo que han revelado las investigaciones pioneras del gran primatólogo Frans de Waal, director del Laboratorio Yerkes de Investigación de Primates en Atlanta (EEUU) y autor de libros como 'El mono que llevamos dentro' (Ed. Tusquets).

"Hemos comprobado que si a un mono capuchino le das una recompensa menor que a otro por hacer la misma tarea, el primate perjudicado se enfada y deja de colaborar", explicaba De Waal a ELMUNDO.es durante una reciente visita a Madrid, cuando participó en las Jornadas Ciencia y Sociedad, dirigidas por Eduardo Punset y organizadas por la Fundación Santander.

"Por tanto, estoy convencido de que estos monos entienden perfectamente cuándo se les trata de manera injusta y pueden rebelarse contra la desigualdad de una manera comparable a las huelgas de los humanos", aseguraba el primatólogo.

Para llegar a esta conclusión, el doctor De Waal y sus colegas enseñaron a un grupo de monos capuchinos a realizar una tarea sencilla. El trabajo consistía en recoger piedras y depositarlas en las manos de un investigador. A cambio, los científicos les daban un pepino para recompensarles por sus servicios.

Hasta ahí, la productividad de esta peculiar 'empresa' iba sobre ruedas. Si todos los monos recibían el mismo 'salario', sin diferencias notables en el tamaño de los pepinos que se repartían entre los 'obreros', reinaba la paz social y el 90% de los capuchinos cumplía con sus obligaciones en menos de cinco segundos.

Rebelión contra la desigualdad

Sin embargo, los problemas empezaron cuando, de forma indiscriminada, los científicos decidieron aumentar el sueldo a algunos de sus trabajadores. Ante la mirada pasmada de los demás capuchinos, los monos afortunados empezaron a recibir uvas, en vez de pepinos, cada vez que recogían una piedra. Para comprender la gravedad del asunto, hay que tener en cuenta que ante los ojos (y el paladar) de un capuchino, una jugosa y dulce uva tiene un valor infinitamente superior a la de un mediocre pepino.

La reacción de los primates agraviados fue la que cabría esperar de cualquier 'currante' ante una situación de desigualdad manifiesta: perdieron motivación, cayeron en el pasotismo y empezaron a desobedecer a los investigadores. En definitiva, el conflicto laboral estalló y los capuchinos maltratados se negaron a seguir trabajando.

Según De Waal, el comportamiento de estos primates demuestra que poseen una "aversión a la desigualdad" que les lleva a reaccionar con hostilidad si algún miembro de la manada recibe una recompensa mayor por hacer lo mismo que los demás.

Los humanos, en definitiva, no somos los únicos animales a los que nos ofenden los agravios comparativos. El experimento de De Waal demuestra que nuestros parientes más cercanos tampoco 'tragan' sin rechistar las desigualdades, e incluso pueden rebelarse contra un caso flagrante de favoritismo injustificado.

"Quizás lo que esté pasando en España y otros países en los que los ciudadanos se sienten indignados por los privilegios de una élite, con salarios astronómicos en una situación de grave crisis económica, sea comparable a lo que sienten estos monos ante una discriminación injusta", concluye De Waal.

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El Mundo Ciencia

27 de febrero de 2012

Los neandertales europeos, al filo de la extinción antes del humano moderno

Mandíbula neandertal de Valdegoba. | UCM-ISCIII

Mandíbula neandertal de Valdegoba. | UCM-ISCIII

  • La mayoría de los neandertales de Europa murió hace 50.000 años
  • Un pequeño grupo recolonizó Europa central y occidental
  • Allí sobrevivieron otros 10.000 años, según un nuevo estudio genético
  • Científicos españoles participan en esta investigación internacional

Los neandertales europeos estuvieron al filo de la extinción antes de la llegada de los humanos modernos, según un estudio internacional que publica la revista 'Molecular Biology and Evolution' en el que participan investigadores españoles.

Esta es la principal conclusión de un estudio genético publicado en la citada revista, en el marco de un proyecto internacional, según ha informado el Museo de la Evolución Humana de Burgos en una nota.

De los resultados de esta investigación se deduce que los neandertales desaparecieron de la mayor parte del continente europeo hace unos 50.000 años y que posteriormente un pequeño grupo recolonizó Europa central y occidental, donde sobrevivió otros 10.000 años antes de que los humanos modernos entraran en escena (unos y otros llegaron a coexistir).

Recreación de un varón joven de Valdegoba. | Sonia Cabello

Recreación de un varón joven de Valdegoba. | Sonia Cabello

Según Love Dalén, del Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo, "el hecho de que los neandertales de Europa casi se extinguieran para luego recuperarse y que todo eso sucediera mucho antes de que tuvieran contacto con los humanos modernos fue una completa sorpresa para nosotros".

Dramáticos cambios climáticos

Esto indica, ha continuado, que "los neandertales pudieron ser más sensibles a los dramáticos cambios climáticos que ocurrieron durante la última edad del hielo de lo que se pensó previamente".

Debido a esto y al realizar los análisis de ADN sobre fósiles de neandertales del norte de España, los investigadores notaron que la variación genética entre los neandertales europeos fue extremadamente limitada durante los diez mil años que precedieron a su desaparición.

Fósiles europeos y asiáticos más antiguos muestran mayores niveles de variación genética, los mismos que se encuentran en otras especies que han sido abundantes durante mucho tiempo en un mismo territorio.

La diversidad genética de los neandertales más antiguos y de los asiáticos era tan alta como la de los humanos modernos como especie, mientras que la variación de los últimos neandertales europeos no alcanzaba a la de los humanos modernos de Islandia, dice Dr. Anders Götherström, de la Universidad de Uppsala.

Este estudio se basa exclusivamente en ADN muy degradado, por lo que los análisis requirieron el uso de metodologías avanzadas. Por ello, se contó con la colaboración de especialistas de varios países, entre los que figuran estadísticos de Dinamarca y EEUU, expertos en secuenciación moderna de ADN de Dinamarca, y paleontólogos de España. Según explica la nota, sólo cuando todos los miembros del equipo internacional revisaron sus hallazgos, tuvieron la certeza de que los resultados revelaban una importante y hasta entonces desconocida parte de la historia de los neandertales.

El punto de vista sostenido anteriormente sobre una Europa habitada por una población neandertal que había permanecido estable durante cientos de miles de años hasta la llegada de los humanos modernos debe revisarse, según los investigadores de este estudio.

Los investigadores destacan que este tipo de estudios interdisciplinares es extremadamente valioso para el avance de la investigación en evolución humana, pues el ADN de humanos prehistóricos ha aportado hallazgos inesperados en los últimos años. Es muy emocionante imaginar qué nuevos descubrimientos se producirán en los próximos años en este campo, dice Juan-Luis Arsuaga, profesor de Evolución Humana de la Universidad Complutense de Madrid.

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El Mundo Ciencia

21 de noviembre de 2011

Los neandertales fueron 'absorbidos' por los humanos modernos

Mapa de asentamientos durante la Edad de Hielo. Los puntos azules son de 'Homo sapiens' . los rojos de neandertales y los amarillos de posibles hibridaciones entre ambos. | Human Ecology

Mapa de asentamientos durante la Edad de Hielo. Los puntos azules son de 'Homo sapiens' . los rojos de neandertales y los amarillos de posibles hibridaciones entre ambos. | Human Ecology

La desaparición de los neandertales, que vivieron en Europa hace entre 300.000 y 28.000 años, continúa siendo objeto de especulación científica. La teoría vigente hasta hace pocos años, que señalaba que la inteligencia superior de los 'Homo sapiens' provocó su extinción, ha perdido peso a medida que aquellos homínidos han ido mejorando su imagen de especie muy primitiva y sin capacidad de adaptación a su entorno. Ahora, una nueva investigación, realizada con modelos informáticos, ha dado la vuelta a la tortilla y concluye que fueron 'absorbidos' por los más numerosos 'sapiens' porque eran muy similares.

El trabajo, publicado en la revista 'Journal Human Ecology', analiza la evolución biológica y cultural como respuesta al cambio climático durante la Edad de Hielo. Los investigadores, de las universidades de Arizona y Colorado, se centran en las poblaciones de cazadores y recolectores de hace entre 128.000 y 11.500 años. "Nuestros resultados muestran que los neandertales no se extinguieron porque tuvieran un comportamiento menos sofisticado que otros homínidos, dado que eran muy adaptables, sino que fueron víctimas de su propio éxito", afirma Michael Burton, de Arizona.

El equipo utilizó también datos arqueológicos para documentar cómo todos los grupos humanos fueron cambiando su comportamiento en Eurasia Occidental a lo largo de 100.000 años. Analizan cómo la movilidad aumentó a medida que el clima se iba enfriando y era necesario desplazarse en la búsqueda de alimentos. Sus continuos recorridos, según los modelos creados por ordenador, provocó que ambas especies se entrecruzaran muy a menudo.

Los autores defienden que los neandertales eran homínidos muy flexibles y capaces de modificar su comportamiento ante circunstancias muy duras,y que eso es lo que volvieron a hacer cuando se encontraron con la competencia de otra especie. "Es probable que los 'Homo sapiens' les vieran como posibles compañeros sexuales. Como consecuencia, en cierto plazo, se extinguió su población, fueron absorbidos", explica Julien Riel-Salvatore, de Colorado, también coautor del estudio.

Modelo de 1.500 generaciones

En su programa, los investigadores modelizaron el equivalente a 1.500 generaciones, demostrando así que humanos modernos y neandertales fueron ampliando anualmente sus encuentros, hasta su desaparición. Esta conclusión 'virtual', Burton asegura que la probaron con los restos arqueológicos.

No obstante, lo cierto es que en toda Eurasia no hay ninguna evidencia física de que ese encuentro llegara a producirse, no hay ni un yacimiento con restos de ambas especies en el mismo momento y hay muchos paleontólogos que apuntan que nunca llegaron a relacionarse.

Sin embargo, según Barton, su modelo también predice el bajo nivel de intercambio de genes de neandertal que se ha encontrado en los últimos estudios genéticos que acaban de ser publicados.

En otras palabras: al adaptarse de forma adecuada a los cambios climáticos severos, tanto los neandertales como otros homínidos menos conocidos (los denisovanos) se hicieron más vulnerables a la extinción biológica y con ello garantizaron su contribución genética a las poblaciones modernas.

En todo caso, y aunque las conclusiones chocan con otros trabajos, se trata de un nuevo método de aproximación a la paleoantropología. "Este modelo informático puede ayudar a mejorar nuestro conocimiento sobre el impacto a largo plazo de los seres humanos en su entorno para tener más datos a la hora de decidir sobre la ocupación de territorios en el futuro", señala Barton.

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El Mundo Ciencia

12 de octubre de 2011

Una mutación que protegía de la malaria favoreció el origen de los humanos

Recreación artística de un 'Homo ergaster'.|PNAS

Recreación artística de un 'Homo ergaster'.|PNAS

Investigadores de la Universidad de California han descubierto que los ancestros humanos sufrieron una mutación genética que les hizo resistentes contra enfermedades como la malaria, y esto favoreció la aparición del 'Homo sapiens' sobre la Tierra, la especie que este año alcanzará los 7.000 millones de ejemplares.

Los autores, bajo la batuta de Pascal Gagneux, profesor en la Universidad de Washington, publican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science (PNAS), que hay un claro vínculo entre las moléculas de ácido siálico, un azúcar que se encuentra en la superficie de las células de todos los animales, y la selección darwinista.

Estas moléculas, que sirven de blanco para patógenos invasores porque interactúan con otras células y con el ambiente, hace millones de años eran idénticas entre todos los simios, incluidos los antepasados de los seres humanos. Todas eran del tipo conocido como ácido N-glycolylneuraminico o Neu5Gc.

El éxito de un gen inactivo

En el año 2005, los autores ya señalaron que este gen mutó hace unos tres millones de años y se quedó inactivo, permitiendo que la rama de nuestros antepasados se hiciera resistente al parasito de la malaria, tan común en África. Al mismo tiempo, empezaron a producir una variante de ácido siálico, la Neu5Ac. "La mutación podría representar en el linaje homínido una ventaja, al impedir el paso a algunos patógenos, por así decirlo, cerrándoles la puerta de entrada a las células", explica el experto español en ADN antiguo Carles Lalueza-Fox, del CSIC.

Este cambio, según Gagneux, sucedió "en el mismo tiempo en el que aquellos homínidos se convertían en depredadores en su medio ambiente". "Es complicado estar seguro de lo que sucedió, porque la evolución es simultánea en muchos genes, pero sí sabemos que los humanos primitivos desarrollaron una inmunorespuesta a Neu5Gc. Sus sistemas inmunes lo reconocían como un intruso que debía ser destruido", apunta. Recuerda Gagneux que era el momento en el que comenzaban a comer más carne roja, una gran fuente de esta molécula, lo que pudo estimular aún más esta respuesta inmune.

Los investigadores defienden que esta respuesta frente a la molécula probablemente afectó a la reproducción. Dado que los embarazos de los mamíferos tienen un alto coste biológico para las hembras -incluso la vida, en algunos casos extremos- , pudo ocurrir que fuera necesario para ellas asegurarse que el esperma que fertilizaban sus óvulos fuera el mejor posible, por lo cual rechazarían los que llevaran la molécula Neu5Gc, que reducía sus posibilidades de éxito reproductivo.

Experimentos con esperma

Para probar esta hipótesis, expusieron esperma de un chimpancé, en el que la superficie de estas células es diferente del esperma humano en más de un 50%, a los anticuerpos humanos 'anti-Neu5Gc'. Y los anticuerpos mataron el esperma del mono 'in vitro'.

Un segundo test consistió en acoplar ratones femeninos transgénicos (manipulados para no producir los 'anti-Neu5Gc') con machos que sí producían esta molécula. El resultado fue que la fertilidad de las hembras fue muy baja por incompatibilidad entre ambos. "A lo largo del tiempo esa incompatibilidad se iría reduciendo y al final se acabaría eliminando a los machos con Neu5Gc", concluye Gagneux, para quien no deja de resultar extraño que ese proceso de selección fuera más rápido cuando la fertilidad disminuye poco a poco que cuando es del 100%".

En palabras de Lalueza-Fox: "El esperma que tuviera ácido siálico en su superficie, y por tanto no tuviera la mutación que lo inactiva, se habría eliminado de la población por este mecanismo reproductivo (y quizás también porque tendrían una desventaja frente a algunos patógenos)".

Estos resultados, según Gagneux, dan peso al concepto de "especiación por la infección", es decir, al proceso por el cual una combinación de enfermedades infecciosas que afecta a una población de individuos concreta podría haber predispuesto a ese grupo a divergir de otras poblaciones de la misma especie, debido a que se generó una incompatibilidad reproductiva. En el caso de los primeros 'Homo', uno de esos factores pudo se la inmunidad femenina al gen Neu5Gc.

Esta pérdida del Neu5Gc, hace entre dos y tres millones de años, coincidió con la aparición del 'Homo ergaster/erectus', considerado el ancestro más probable de nuestra especie, por lo cual ese mecanismo inmune pudo estar implicado en la evolución.

Para el científico del CSIC "la idea original es la de que en el linaje humano hay no solo genes que han adoptado funciones evolutivamente nuevas respecto al chimpancé, sino que también hay genes que se han inactivado y que siguen siendo funcionales en el chimpancé".

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El Mundo Ciencia

27 de septiembre de 2011

México: Descubren huellas humanas de 25 000 años de antiguedad

Las improntas podrían corresponder a los primeros hombres que poblaron esa región del norte de México.




Una de las cinco huellas descubiertas.


Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) descubrieron cinco huellas humanas en la Sierra Tarahumara que podrían tener una antigüedad de entre 4.500 y 25.000 años, informó hoy el organismo.

El hallazgo tuvo lugar en el norteño estado de Chihuahua, después de que un habitante de la zona diera aviso a las autoridades, y las improntas podrían corresponder a los primeros hombres que poblaron esa región del norte de México.

El INAH explicó en un comunicado que se trata de "las primeras huellas humanas que se localizan" en Chihuahua y que si se verifica su antigüedad, "se sumarían a las pocas impresiones de primeros pobladores del continente americano que se conservan en México".

A la fecha en México se han encontrado huellas en el municipio de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, y en un rancho del estado de Sonora.

Dos de las huellas encontradas corresponden a los dos pies de un adulto, y las otras tres son de dos adultos y de un niño.

Todos ellos probablemente vivieron en las cuevas que se hallan en un paraje de la Sierra Tarahumara, en el Valle de Ahuatos, a ocho kilómetros del poblado chihuahuense de Creel, detalló la dependencia.

La mayor de las huellas tiene una longitud de 26 centímetros, de un adulto del sexo masculino, y la más pequeña de 17 centímetros, y corresponde al pie derecho de un infante de 3 o 4 años.

Solo hay un par de marcas que corresponden a los pies de una misma persona, que tienen seis dedos cada una, "lo que puede deberse a una malformación", manifestó el INAH.

El antropólogo José Concepción Jiménez explicó que un habitante de Chihuahua le envió un correo electrónico para avisar de la existencia de huellas humanas antiguas impresas en el Valle de Ahuatos, en el municipio de Bocoyna.

"Después de varias búsquedas las encontramos en un arroyo que corre en la pendiente de un paraje de aproximadamente mil metros cuadrados. Las improntas se ubicaron en un área de aproximadamente dos metros dentro del riachuelo, en el cual el agua sólo fluye en temporada de lluvias, y el resto del año está seco", dijo.

Los expertos recorrieron 50 kilómetros alrededor del lugar y hallaron "un área con rastros de campamentos primitivos".

Ello ha dado pie a los expertos a creer que en la zona hubo presencia humana desde épocas remotas como el Pleistoceno (12.000 años antes del presente).

En los alrededores, los antropólogos encontraron además cinco cuevas con vestigios, tres de ellas con pinturas rupestres sobrepuestas, las cuales fueron hechas en tres periodos: precerámico, prehispánico y colonial.

En las cuevas también se encontraron restos de hollín producido por fogones y morteros, a modo de hoyos tallados en las rocas, para moler alimentos.

Asimismo, en la entrada de las cuevas los especialistas detectaron una serie de hoyos de 25 centímetros de diámetro por 1,30 metros de profundidad, "que pudieron servir para guardar comestibles; además de otros más pequeños cavados en círculo, que posiblemente se ocuparon para clavar postes de madera", señala la nota.

Según Jiménez, coordinador del Proyecto El Hombre Temprano en México del INAH, estos descubrimientos son de gran relevancia porque indican que en ese paraje del estado de Chihuahua "se asentaron algunos de los primeros grupos humanos que llegaron a esa parte del continente".

El funcionario apuntó que es necesario hacer estudios adicionales de laboratorio para fechar con exactitud las huellas humanas, pinturas y el resto de materiales arqueológicos encontrados.

A la fecha los restos humanos más antiguos en América son los pertenecientes a la llamada "mujer de Naharón", de 11.600 años de antigüedad, los cuales fueron hallados en un cenote del estado mexicano de Quintana Roo.

Fuente:Enlace

ABC Ciencia

6 de septiembre de 2011

Los humanos modernos se cruzaron en África con especies más primitivas

Michael F. Hammer con un fósil de un homínido. | Universidad de Arizona.

Michael F. Hammer con un fósil de un homínido. | Universidad de Arizona.

La genética está revolucionando la historia de la Humanidad: ahora ha revelado que todos los humanos modernos se cruzaron con especies más primitivas que dejaron su rastro en el ADN, una teoría que hasta hace no mucho era desechada por gran parte de los investigadores. Si hace en mayo de 2010 se descubría que los 'Homo sapiens' se hibridaron con los neandertales al salir de África, ahora un nuevo estudio ha descubierto que los que se quedaron en este continente también tuvieron descendencia con homínidos arcaicos, de quienes se desconoce la identidad.

Un grupo de biólogos norteamericanos, liderados por Michael F. Hammer, de la Universidad de Arizona, ha llegado a esta conclusión después de comparar varias regiones del ADN de indígenas del centro de África: en algunas de las poblaciones cerca del 2% de su material genético provendría de un ancestro con el que se reprodujeron sus antepasados hace unos 35.000 años. No se sabe la especie, pero sí que su rama evolutiva se había separado de la nuestra hace unos 700.000 años.

Los científicos se centraron en 61 regiones del ADN no codificado (lo que no son genes) de 16 individuos mandingas, 16 pigmeos baka de Camerún y nueve san (bosquimanos) sudafricanos, si bien también utilizaron muestras de otras étnias, como los dogón (Malí), los xhosa (Sudáfrica) o los mbuti (de República Democrática del Congo).

Homínidos de transición

Partían de una pregunta sin respuesta: si los 'Homo sapiens' se hibridaron con los neandertales hace 60.000 años, dejándoles hasta un 4% de su ADN, y también hubo cruce con los denisovanos ¿no habría sucedido lo mismo en África? A fin de cuentas, se dijeron, allí podían haber convivido con muchas más especies primitivas durante decenas de miles de años. "El registro fósil indica que hay una gran variedad de homínidos de transición, con características modernas y arcaicas en un área que va de Marruecos a Sudáfrica", recuerdan en un artículo que publican hoy en 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS).

Pero la respuesta no la encontraron en las bases de datos que existen sobre la genética de los pueblos africanos: por un lado, porque no habían tenido en cuenta las mutaciones causadas por la selección natural; y por otro, porque no había información sobre cazadores-recolectores, que son la mayor reserva de diversidad genética del planeta.

Una dificultad añadida es que en África es muy complicado, si no imposible, recuperar ADN de homínidos extintos, como ocurrió con los neandertales, debido a sus condiciones climáticas, muy cálidas.

Fue al analizar algunas secuencias genéticas del cromosoma 4 cuando descubrieron que la única explicación plausible para estos polimorfismos era que procedieran de un homínido arcaico. Además, mientras los pigmeos tienen el porcentaje más alto (un 3,6%) de una de las mutaciones, en otras les superan los bosquimanos (con un 11,9%) y los mbuti (un 14,8%). Precisamente, estos últimos son los que han vivido más aislados durante miles de años en las selvas congoleñas. "Toda esta información sugiere que África central fue el hogar de un homínido arcaico que se hibridó con los humanos modernos que vivían allí", aseguran los autores.

Hibridación

Los biólogos no ponen nombre a la especie. Tan sólo apuntan que se separó de la rama humana en el Pleistoceno Medio y se mantuvo aislada cientos de miles de años. "Hace 700.000 años en África vivía el 'Homo erectus', que ya tenía un cerebro grande; hace 200.000, ya había individuos con una morfología moderna. Y hay restos de homínidos con rasgos primitivos hasta hace 35.000 años. La eviencia que presentamos aquí sugiere que una especie que llevaba mucho tiempo separada cambió genes con otra que evolucionaba hacia una apariencia moderna o ya la tenía. Y ese fenómeno ocurrió en África central", asegura el equipo de Hammer, que defiende que la hibridación "ha jugado un papel clave en el origen de algunos de nuestros rasgos humanos únicos".

El biólogo Carles Lalueza-Fox (CSIC), que participó en el proyecto del genoma del neandertal, reconoce que "si los sapiens pudieron cruzarse fuera de África, también lo podían hacer dentro" y apunta que "el panorama de la emergencia de nuestra especie es definitivamente más complejo de lo que hubiéramos pensado hace un par de años".

Los autores no entran en determinar qué función tiene ese ADN que han conservado algunos africanos hasta nuestros días. En el caso de los neandertales, se sabe que dejaron genes que mejoraron el sistema inmune de los sapiens. En éste, los científicos ya están buscando para qué les ha servido.

Fuente:Enlace

El Mundo Ciencia

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