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6 de noviembre de 2014

10 cosas que probablemente no sabías sobre la vagina

A pesar de la supuesta liberación sexual de nuestra época, aún existe poca información al respecto de asuntos tan esenciales como el cuerpo y sus características; éste es un poco el caso de la vagina. 

Supuestamente la nuestra es una época de manifiesta liberación sexual, de caída de tabúes y esparcimiento de la información en torno a la sexualidad, incluso (a la manera de Foucault) de la creación de todo un conocimiento técnico para mejorar el desempeño de los practicantes.

Sin embargo, esto parece ser sólo en apariencia, pues con la explosión de data que caracteriza nuestro tiempo, es imprescindible saber separar la información útil de la inútil, la desinformación de los datos fidedignos que nos alientan a saber más sobre un tema.

En esta ocasión, vía Alternet, presentamos 10 características de la vagina que probablemente te sean desconocidas, a pesar de la notable presencia que esta parte del cuerpo femenino tiene en múltiples expresiones de nuestras sociedades: desde el erotismo más refinado hasta la publicidad más pedestre. 
  • La vagina es sólo una parte del “pastel”
Una educación sexual deficiente ha acostumbrado a algunos a denominar vagina a la totalidad de la genitalia femenina, cuando en realidad se trata del canal que conecta la vulva con el cérvix, además, claro, de la presencia de otras partes externas como el clítoris, los labios interiores y exteriores y perineo.
  • El clítoris y el pene son prácticamente lo mismo
Anatómicamente, las diferencias entre mujeres y hombres son apenas un puñado: decisivas, sí, pero pocas. En la gestación, por ejemplo, lo mismo que en los hombres se transformará en su pene, en las mujeres toma la forma del clítoris (algo que sucede durante la sexta semana de embarazo).
  • El punto G es en realidad un punto C
A pesar de lo que pueda decirse del casi mítico punto G, investigaciones realizadas en años recientes parecen confirmar su existencia y ubicarlo en una zona conocida como “crura” (del latín crus: “pierna”), la parte más profunda del clítoris.
  • La existencia del punto A
Continuando con el mapeo de la zona genital femenina, hace poco se descubrió otro punto capaz de desencadenar una respuesta placentera amplia, un equivalente a la próstata masculina al que se le dio el nombre de punto A, por encontrarse en el fornix vaginal anterior (cerca de la cavidad vesico-uterina). De acuerdo con Desmond Morris, el científico que realizó el hallazgo, la estimulación del punto A incrementa la lubricación y provoca intensas contracciones orgásmicas.

El artículo completo en:

Pijama Surf

27 de agosto de 2014

Los orgasmos CUV: Una nueva investigación que acaba con la idea del punto G

Nude Sdraiato de Amedeo Modigliani

Nude Sdraiato de Amedeo Modigliani

Según científicos italianos las mujeres tenemos orgasmos CUV (clitoriuretrovaginales complejos) ¡toma ya! y aseguran que el punto G es poco más o menos que un “fantasmita” de alcoba.

Dándole vueltas en universidades al Vellocino de oro de la sexualidad femenina, la Atlántida del placer sexual, resulta que hoy el punto G —más bien su fantasma— vuelve a ser noticia tras la publicación en la revista Nature Reviews Urology  de un estudio de investigadores de la Universidad Tor Vergata, en Roma.

Su conclusión es que no existe en las profundidades de la mujer un punto mínimo, una resbaladiza rugosidad… No existe, dicen, una mini diana cuya existencia se persigue casi tanto como la vida extraterrestre.

Dicen los cientificos italianos que esa cúspide que eriza el vello de extremo a extremo tiene lugar por la estimulación conjunta del clítoris, la uretra y la pared vaginal (CUV, lo llaman). “Estimulados adecuadamente durante la penetración podría inducir la respuesta orgásmica», dice Emmanuele A. Jannini, profesor de la universidad y director del estudio. «Sabemos que es algo mucho más complejo que un ‘punto’ fantasmagórico, aunque esto no acabará con el debate».

Un respeto para la vagina

Según Jannini: “La vagina es un tejido activo que debe ser respetado. Su dinámica y sus estructuras sensibles hacen que sea algo más complejo que un solo punto”. Y, a partir de ahí, explica que las mujeres tenemos orgasmos CUV:  Las relaciones anatómicas y las interacciones dinámicas en el momento del placer entre el clítoris, la uretra y la pared vaginal anterior le han llevado a bautizar al orgasmo femenino con un nombre tridimensional: clitoriuretrovaginal (CUV). Una palabra compuestra de tres, vamos, como “en-hora-buena”

Fuente:

QUO

4 de enero de 2013

Geometría: ¿Cuán grande es un punto?

by
ball


NOTA: lo que sigue es un resumen del magnífico artículo: “How Big is a Point?” de Richard J. Trudeau [1].

“Un punto es lo que no tiene partes”.

En el lenguaje de los matemáticos griegos, “parte” viene a significar “dimensión”.

Es decir, Euclides imaginaba un punto como una entidad que no tiene longitud, ni altura, ni anchura.

No sé si lo han notado, pero es un concepto MUY profundo.

De hecho, choca contra nuestra intuición y sentido común.

Normalmente, cuando se introduce el concepto de punto, se suele poner como ejemplo el pensar en un círculo (aunque sería más conveniente pensar en una esfera) cuyo diámetro es muy, muy, muy, muy pequeño en relación al resto de elementos que lo rodean. Es una aproximación muy empleada en Física: la luna es un punto, en comparación al sol. El sol es un punto, en comparación con la galaxia. Yo soy un punto, en comparación con la Tierra.

De este modo, nuestra intuición cede un poco y estamos algo más cómodos, ya que tenemos un modo de “visualizar” este objeto tan extraño que carece de dimensiones.

El problema viene cuando uno se topa con un segmento. Es decir, un trozo de línea con una longitud determinada (p. ej., 1 cm.).

Un segmento está compuesto por puntos.

Entonces, ¿cómo diablos adquiere LONGITUD un segmento? ¿Cómo es posible que “poniendo un punto al lado del otro” APAREZCA de repente una nueva dimensión? ¡La “suma” (finita o infinita) de longitudes CERO no puede dar lugar a una longitud FINITA!

La respuesta es que dichas objecciones no responden a la LÓGICA, sino a la INTUICIÓN.

Veamos.

La frase “poner un punto al lado del otro” CARECE DE SENTIDO. ¿Cómo vamos a poner un punto “AL LADO DE” otro, si un punto NO TIENE DIMENSIONES?

En general, ése es uno de los mayores problemas de las analogías. Al hacer la analogía de un punto como una canica muy pequeña, uno OLVIDA el concepto original. Y lo que es peor, si APLICAMOS dicha analogía a otros conceptos basados en el concepto de punto, podemos llegar a CONCLUSIONES ERRÓNEAS.

Vale. Ya hemos aceptado que una línea está formada DE ALGÚN MODO QUE NO SOMOS CAPACES DE IMAGINAR por puntos.

Ahora bien, ¿cómo APARECE la nueva DIMENSIÓN? ¿Cómo aparece la LONGITUD a partir de algo que CARECE DE LONGITUD?

La respuesta es que la objección anterior sigue BASADA en la INTUICIÓN, no en la LÓGICA.
Pensamos que la LONGITUD de un segmento viene dada DE ALGÚN MODO por la “SUMA” de LONGITUDES más pequeñas, y que dichas longitudes más pequeñas tienen que provenir de las longitudes de los puntos. Pero como los puntos NO TIENEN LONGITUD, llegamos a una contradicción. Y por tanto, creemos que NO ES POSIBLE crear un segmento a partir de puntos.

Fijémonos en la palabra “SUMA” del párrafo anterior.

De forma implícita estamos empleando el concepto “SUMA” desde un punto de vista ARITMÉTICO.
Además, nuestro concepto INTUITIVO de “SUMA” (cardinal de la unión de conjuntos) sólo es aplicable a SUMAS FINITAS.

Es decir, nuestra INTUICIÓN no es capaz de “visualizar” una “SUMA” DE INFINITOS ELEMENTOS.
Bueno, quizás a las personas que hayan estudiado series, les sea más fácil aceptar que se pueden “SUMAR” infinitos elementos. Sin embargo, el meollo de la cuestión es que la suma de series que uno suele tener en mente está formada por una cantidad INFINITO NUMERABLE de elementos. Y aquí estamos hablando de una “SUMA” NO CONTABLE de elementos. Estamos en el ámbito CONTINUO, no en el discreto. 

No hablamos de SUMATORIOS sino de INTEGRALES.

Ajá. Ya casi estamos llegando al final.

El modo en que se suele introducir la INTEGRAL es como una SUMA INFINITA DE TÉRMINOS INCONTABLES. Algo así como una generalización del SUMATORIO.

Pero esto es otra vez una INTERPRETACIÓN INTUITIVA del CONCEPTO de INTEGRAL.

Así que abandonemos de una vez la INTUICIÓN y empleemos la LÓGICA.

Olvidemos el concepto INTUITIVO de SUMA.

Y aceptemos el hecho de que un segmento está formado por puntos. Y que la LONGITUD de un segmento APARECE por la COMBINACIÓN DE UN CONJUNTO INFINITO NO NUMERABLE de PUNTOS.

Es decir, olvidemos los conceptos ARITMÉTICOS y vayamos a conceptos GEOMÉTRICOS.

Si formamos un triángulo rectángulo con catetos de longitud 1, la hipotenusa ha de
tener longitud \sqrt 2.


Es decir un número IRRACIONAL.

Algo que produjo una “conmoción” en la forma de pensar al trabajar con los números hasta entonces.
Algo que parecía ILÓGICO y por tanto NO RACIONAL.

Porque durante mucho tiempo se creía que uno podía formar figuras geométricas con
materiales REALES y que las longitudes guardaban relaciones enteras entre sí.


Y así, se pensaba que se podía formar un triángulo con “canicas”, y que habría un número CONTABLE de canicas formando el triángulo. Y que las proporciones entre número de canicas eran relaciones RACIONALES.

El descubrimiento de la IRRACIONALIDAD de \sqrt 2 significaba que, en CONTRA de lo que siempre se había dado por hecho, EXISTEN pares de segmentos que NO TIENEN UNA MEDIDA COMÚN. No existe una “canica”, por muy pequeña que sea, que mida ambas longitudes.

Por lo que concluyeron (agárrense y asómbrense de la capacidad matemática y lógica
de los griegos) que la EXISTENCIA del número \sqrt 2 SIGNIFICABA que los PUNTOS NO PUEDEN TENER DIMENSIÓN.


La posterior evolución de las Matemáticas y de los conceptos de integral y de las forma de “operar” con conjuntos infinito no numerables nos ha dado una mayor comprensión del significado de la palabra “MEDIDA”.

En todo caso, hay que reconocer el enorme genio LÓGICO y GEOMÉTRICO de los matemáticos de la antigua Grecia.

LEAN Y DISFRUTEN DEL ARTÍCULO DE Richard J. Trudeau. ¡YA!

[1] Richard J. Trudeau. “How Big is a Point?“. The College Mathematics Journal, Vol. 14 (1983), pp. 295-300.

Fuente:

Divergiendo

El problema de las distancias enteras en el plano

Que levanten la mano los que crean que “en matemáticas está todo inventado”. Venga, sin miedo que aquí estamos para aprender.

Pues no, las matemáticas son una ciencia muy viva con una gran actividad investigadora (y, por el momento, España está entre los primeros puestos en investigación matemática). Sin embargo, aún quedan muchos problemas para los que no se conoce solución, o para los que se busca una solución mejor.


Hoy contaremos un ejemplo de problema muy fácil de entender, pero aún sin resolver, el problema de las distancias enteras en el plano. Empecemos por la siguiente pregunta:
¿Cuántos puntos se pueden colocar en el plano de manera que la distancia entre cualquier par de puntos sea un número entero?
Así sin más, la respuesta es muy fácil. Piénsalo un poco... ¿La tienes? Bastaría con poner puntos alineados, por ejemplo a lo largo de una recta horizontal, cada uno a distancia 1 del siguiente. Así podríamos colocar infinitos puntos con distancias enteras entre todos ellos.

Infinitos puntos con distancias enteras entre ellos

Y entonces podemos preguntarnos
¿Hay alguna otra manera, que no sea sobre una recta, de colocar infinitos puntos en el plano con distancias enteras entre todos ellos?
En 1945 Erdős (un matemático muy particular) y Anning demostraron que no, que sólo puede haber infinitos puntos con distancias enteras si éstos están alineados. Además, también demostraron que para cualquier número (finito) n, se pueden colocar n puntos en el plano con distancias enteras entre ellos.

Eso sí, para ello tenían que colocar todos los puntos sobre una circunferencia. Así que después de publicar este resultado en 1945, Erdős modificó la pregunta inicial. Lo verdaderamente interesante era:
¿Cuántos puntos se pueden colocar en el plano, sin que haya tres en una misma recta ni cuatro en una misma circunferencia, de manera que la distancia entre cualquier par de puntos sea un número entero?
Vamos a intentar responder a esta pregunta. Con 2 puntos todo el mundo sabe hacerlo...

Dos puntos con distancia entera entre ellos

Ahora inténtalo con 3 puntos. ¿Ya lo tienes? Sirve cualquier triángulo rectángulo cuyas longitudes de los lados formen una terna pitagórica. Por ejemplo:

Tres puntos con distancias enteras entre ellos

Con 4 puntos es un poco más difícil, pero no mucho. Después de un rato pensando, se nos puede ocurrir usar cuatro triángulos como el anterior para obtener:

Cuatro puntos con distancias enteras entre ellos

Con 5 puntos la cosa ya se complica más y no pretendemos que lo resuelvas, pero si quieres puedes comprobar que los puntos de la siguiente figura cumplen la propiedad:


Cinco puntos con distancias enteras entre ellos

Para 6 puntos también se puede hacer, si quieres comprobarlo puedes mirar este enlace.

Para 7 puntos, Kreisel y Kurz encontraron la manera de hacerlo, que puedes ver también en este otro enlace. Lo llamativo es que para ello necesitaron varias buenas ideas y unas cuantas horas de cálculo por ordenador... y su resultado es de 2007. Es decir, más de 60 años después de la pregunta original de Erdős.

¿Y para 8 puntos? Pues, aunque no te lo creas:
Nadie sabe si es posible colocar 8 puntos en el plano, sin que haya tres en una misma recta ni cuatro en una misma circunferencia, con distancias enteras entre todos ellos.
Así que aquí tienes un problema de matemáticas que es bien fácil de entender y que sigue sin resolverse, en el que siguen trabajando investigadores de todo el mundo. ¡¡Y eso que son sólo 8 inofensivos puntos!! 

Fuente:

Cifras y teclas
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