Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta olor. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta olor. Mostrar todas las entradas

3 de junio de 2010

Hallan compuesto de la atracción sexual (... en los ratones)


Jueves, 03 de junio de 2010

Hallan compuesto de la atracción sexual (... en los ratones)

Científicos británicos descubrieron -en un estudio con ratones- la sustancia que hace que una hembra se sienta más atraída hacia un macho en particular, la sutancia se encuentra en la orina de los roedores; un olor repugnante para nostros pero sumamente exutante para las ratonas.

Inevitablemente uno se pone a pensar ¿existirá una sustancia similar en los seres humanos? Y, claro está, ¿podremos obtener dicha sustancia sin llegar a los extremos que narra la novela "El Perfume"?




Ratón

La feromona 'darcin' se encuentra en ratones pero quizás hay sustancias similares en humanos.

Y han bautizado al compuesto "darcin" en honor a Darcy, el atractivo héroe de "Orgullo y Prejuicio", la famosa novela de Jane Austen.

Tal como explican los investigadores en la revista BMC Biology, esta inusual sustancia es una feromona que se encuentra en la orina de los machos.

Y es la primera vez que se identifica a un compuesto específico capaz de "despertar" la atracción sexual de un individuo en particular.

Aunque el hallazgo fue llevado a cabo en ratones, los investigadores de la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, creen que podría haber sustancias en humanos capaces de despertar respuestas similares ante el olor de un individuo particular.

Estudios en el pasado han demostrado que las feromonas liberan señales químicas específicas para la comunicación entre individuos de una misma especie.

Estos compuestos son capaces de provocar comportamientos específicos o desencadenar procesos fisiológicos en los individuos.

Recuerdo del olor

Las señales químicas que liberan las feromonas pueden ser detectadas tanto en aromas como sabores y algunos animales las utilizan para coordinar su comportamiento social, incluida la atracción sexual para el apareamiento.

En los ratones, se sabía que las feromonas son utilizadas para "anunciar" la ubicación del animal, o para "marcar" la posesión y dominio de un territorio

Lo que hasta ahora no se había logrado entender, sin embargo, era si existen compuestos específicos utilizados por los mamíferos para provocar respuestas específicas, como la atracción hacia un individuo en particular.

Para investigarlo, los científicos estudiaron a más de 450 ratonas hembras adultas que mantuvieron en cautiverio.

En los pruebas se colocó a las ratonas junto dos marcas aromáticas de orina, una de un macho y una de hembra, y se siguió un registro del tiempo que los animales pasaban junto a cada una de las marcas.

Ratón de laboratorio

Quizás haya una sustancia similar en los humanos.

En algunos de los experimentos las ratonas podrían "tocar" la marca aromática pero en otros sólo recibían el olor suspendido en el aire.

Los científicos descubrieron que las hembras pasaron más tiempo con los aromas de los machos y además, lograron memorizar el olor particular de ese macho.

"El contacto con la feromona darcin consistentemente duplicó el tiempo que las hembras pasaron cerca del aroma de un macho" explica la doctora Jane Hurst, quien dirigió la investigación.

"Cuando podían tocar a darcin con la nariz las hembras lograron aprender ese olor particular y subsecuentemente triplicaron el tiempo que pasaron cerca del aroma suspendido en el aire de ese mismo macho. Y no mostraron ninguna atracción hacia otros machos", agrega la investigadora.

Atracción selectiva

Según los científicos, esto revela que la proteína darcin estimula una respuesta a olores específicos no sólo por un proceso de aprendizaje sino también con la memoria.

Y esto, afirman, permite que la atracción sexual femenina sea selectiva hacia un macho en particular.

Los investigadores afirman que es la primera vez que se logra identificar a una proteína específica capaz de provocar una respuesta de atracción sexual en un vertebrado.

"Este 'efecto darcin' nos ofrece una nueva herramienta para investigar las bases neuronales de memorias específicas en el cerebro y nos da información importante sobre la regulación de la conducta en modelos de mamíferos complejos", dicen los científico.

Tal como señala la doctora Hurst "aunque darcin se encuentra sólo en esta especie, quizás hay feromonas similares capaces de estimular el aprendizaje del olor de un individuo que podrían ser la base de respuestas específicas individuales en humanos".

Fuente:

BBC Ciencia

19 de abril de 2010

El peor olor del mundo

Lunes, 19 de abril de 2010

El peor olor del mundo


Aunque es difícil establecer un ranking de hedores, la mayoría de los expertos coinciden en que el olor más desagradable del mundo es el que genera el mercaptano. Se trata de un compuesto sulfurado que genera la materia en descomposición, y que en estado puro emite un “tufo” que puede hacernos sentir realmente enfermos. Quienes lo han olido comparan su hedor con el que desprenden los huevos podridos o unos calcetines muy usados.

No obstante, este aroma fétido también ha resultado ser útil: añadiendo un derivado, el metilmercaptano, al gas natural se consigue que este combustible, que es inodoro, pueda ser detectado por el olfato humano, alertando de posibles fugas. De ahí que se pueda afirmar que el mercaptano también ha salvado muchas vidas.

El mercaptano se añade además a los combustibles de los reactores y a los pesticidas.

Fuente:

Muy Interesante

17 de febrero de 2010

El dulce olor d ela moralidad o cómo los olores dan forma a nuestro pensamiento


Miércoles, 17 de febrero de 2010

Los olores dan forma a nuestro pensamiento

Un estudio publicado recientemente en la revista Psychological Science sugiere que los olores pueden afectar algo tan complejo como el comportamiento ético. Investigadores descubrieron que reuniendo personas personas en una sala recientemente aromatizada con un limpiador con aroma de cítricos, se comportaban de manera más justa jugando al clásico juego de la confianza(Trust Game). En otro experimento, el olor del limpiador hizo a los sujetos más afines a la beneficencia. La tradición filosófica occidental relegó el olfato a un lugar secundario.


¿Puede un olor a limpio convertirte en una mejor persona?

Un equipo de investigadores encontraron que cuando las personas se encontraban en una sala recientemente aromatizada con un limpiador con aroma de cítricos se comportaban de manera más justa. En otro experimento, el olor del limpiador creó más probabilidades de obtener voluntarios para una organizaciones benéficas.

Los resultados sugieren que simplemente oliendo algo limpio hace que la gente limpia su comportamiento - es decir un olor puede provocar un salto mental entre la limpieza y la moral, haciendo que la gente piensa de manera diferente sobre el mundo que les rodea. Los autores sugieren incluso que los olores pueden ser empleados como una herramienta para influir en las acciones de las personas.

La idea de que un olor puede afectar a algo tan complejo como el comportamiento ético resulta sorprendente, sobre todo porque el olor ha sido visto como uno de los "sentidos más bajos", jugando con nuestras emociones y los instintos, mientras que nuestra razón y el juicio operaban en otro plano. Pero la investigación demuestra cada vez más que el olor no sólo afecta a cómo nos sentimos: Afecta a nuestra forma de pensar, de manera que apenas están empezando a ser entendido.

Otros estudios han confirmado que los olores pueden desencadenar la generosidad, y que afectan a nuestros procesos de toma de decisiones y los juicios en lugar de las emociones solamente. Incluso cuando los olores no están en la vanguardia de nuestra conciencia, nuestra mente está tratando de coincidir con otra información sensorial para interpretar nuestro entorno.

El sentido del olfato, resulta, es más compleja e influyente que se pensaba. Los especialistas en marketing ya están tratando de usar los olores de nuevas maneras para configurar nuestro consumo. Y una mejor comprensión del olfato tiene implicaciones más amplias, así, puede ayudar a explicar las fuerzas ocultas que motivan nuestras percepciones y comportamiento, e incluso la apertura de nuevas vías para que la experiencia del mundo.

Lea el artículo completo en:

Boston.com

4 de febrero de 2010

El mosquito de la malaria huele a los humanos


Viernes, 05 de febrero de 2010

El mosquito de la malaria huele a los humanos

Así informa El País (España). El mosquito de la malaria predominante en África, el Anopheles gambiae, elige a sus víctimas humanas por el olfato (algo así como si pensara: huele a humano, luego es alimento). Esto se suponía, sin embargo, no se conocía cómo lo hace -qué compuestos del olor humano, presentes en el sudor, capta con sus receptores olfatorios y cuáles son éstos-. Por tanto, no se podían diseñar trampas o repelentes tan selectivos y eficaces como probablemente se podrá hacer a partir de ahora.

Investigadores de las universidades de Yale y de Vanderbilt (EE UU) han identificado en este mosquito más de dos docenas de receptores que detectan compuestos químicos del sudor humano.
El mosquito de la malaria es un sabueso

Un Anopheles pica a una persona en el dedo

Los mosquitos que transmiten la malaria son capaces de olfatear a las personas, pero hasta ahora nadie sabía muy bien cómo. Un estudio que publica hoy Nature desvela una intrincada red de detectores que convierten al Anopheles gambiae, uno de los principales transmisores de la enfermedad, en un sabueso que rastrea el olor del sudor, el aliento y la piel humana.

Lo hace para buscar su alimento, pues las hembras de esta especie beben sangre. El contagio de la malaria se produce cuando un mosquito se ceba primero en una persona enferma y luego en otra sana, transmitiendo el parásito que provoca la enfermedad. Cerca de un millón de personas muere cada año de malaria, la mayoría de ellas en África, donde el A. gambiae es el principal mensajero de esta enfermedad.

Los responsables del estudio, de la Universidad de Yale (EEUU), han desvelado las claves genéticas del olfato del mosquito. Ahora que conocen cuáles son los olores que más le atraen, creen que tal vez puedan engañarle para llevarle a una trampa y evitar así que pique a una persona sana.

Los insectos huelen gracias a neuronas olfativas especializadas en diferentes olores. Lo hacen mediante genes receptores que se activan ante la presencia del olor de una manzana, en el caso de la mosca de la fruta, o el sudor, en el caso del A. gambiae.

Neuronas huecas

En 2004, John Carlson y su equipo demostraron que se puede vaciar una neurona de la mosca de la fruta una especie muy usada en el laboratorio para probar en ella las propiedades de un receptor olfativo. Ahora han usado la misma técnica para expresar, en esas neuronas huecas, más de 70 receptores de los mosquitos maláricos. Han comprobado que funcionan como neuronas originales del insecto y han desvelado cómo cooperan para oler 110 compuestos que desprenden las personas y otros característicos de los nidos donde ponen sus huevos.

El estudio ha desvelado un grupo de especialistas que ayudan al insecto a detectar a sus presas. Se trata de receptores que sólo se activan ante la presencia de compuestos como el indol, un componente mayoritario del sudor y el aliento humano. Otros se activan sólo ante químicos de la orina o de la flora bacteriana de la piel. En comparación con la mosca de la fruta, el Anopheles muestra un olfato afinado durante millones de años en detectar los productos químicos que desprende el cuerpo humano. El trabajo puede ayudar a crear nuevos repelentes y trampas que disminuyan la enorme incidencia de la enfermedad, concluyen los autores.

Fuentes:

Publico.es

El País Ciencia

6 de noviembre de 2009

El olor de los recuerdos


Viernes, 06 de noviembre de 2009

El olor de los recuerdos

¿Qué es el olor?

El olor es una propiedad intrínseca de la materia y se define como la sensación resultante de la recepción de un estimulo por el sistema sensorial olfativo. El término “olor” se refiere a una mezcla compleja de gases, vapores, y polvo, donde la composición de la mezcla influye directamente en el olor percibido por un mismo receptor. Aquello que carece de olor se denomina inodoro. El olor es el objeto de percepción del sentido del olfato.


¿Alguna vez ha sentido que un olor de la infancia le transporta inesperandamente a un recuerdo del pasado? Un estudio neurocientífico publicado en la revista Current Biology revela que los primeros olores ocupan un lugar privilegiado en el cerebro, lo que explica por qué la memoria olfativa puede llegar a ser tan vívida.

“La primera vez que asociamos un objeto a un olor se crea una huella profunda en el cerebro”, explica Yaara Yeshurun, del Instituto Weizmann de Israel, que aclara que esto sucede tanto para olores agradables como desagradables. “Según nuestro anterior paradigma las primeras asociaciones olfativas y las posteriores se recordaban con igual intensidad, pero hemos comprobado que no es así, que hay una memoria especial la primera vez que olemos algo, que es creada en nuestro cerebro por las regiones del hipocampo y la amídgala”, aclara Yeshurun. Según los investigadores se trata de una impronta privilegiada, y observando en el momento de la exposición el sistema nervioso sería posible predecir qué asociación olfatoria va a ser recordada. Conocer cómo funciona podría ayudar a borrar recuerdos traumáticos, pronostica Yeshurun.

Fuente:

Muy Interesante

14 de noviembre de 2007

La percepción de los olores no es cultural, sino universal e innata.

Depende de la estructura molecular de cada sustancia, lo que permite anticipar cómo será su olor.


La percepción del olor no es cultural sino universal e innata, aunque las percepciones se maticen según las costumbres de cada lugar. Esto se debe a que los olores dependen de la estructura molecular de los materiales, según se desprende de un estudio estadístico realizado por neurobiólogos norteamericanos e israelíes. El estudio demostró que se pueden predecir con gran seguridad las características del olor de una sustancia conociendo sólo su estructura molecular, lo que supone el fin de la creencia de que el olfato depende de nuestro lugar de origen.
Por Olga Castro-Perea.


Un momento del experimento. Rehan Khan/UC Berkeley.

Los olores son percibidos como agradables o desagradables de manera universal e innata, aunque con algunos condicionamientos culturales, asegura un equipo de neurobiólogos del Instituto Weizmann de Rehovot, en Israel, y de la universidad de California en Berkeley.

Chinos, africanos e hindúes pueden diferir en lo que ellos consideran un olor “apetitoso”, pero en realidad perciben los olores de la misma manera, señala un estudio realizado por dicho equipo y cuyos resultados han sido publicados en la revista especializada Journal of Neuroscience.

Los autores del estudio explican que, aunque hay consenso científico en que las características físico-químicas de las moléculas determinan el olor que de ellas se percibe, las reglas que gobiernan la relación entre estructura molecular y la percepción de los olores aún se desconocen.

Origen físico

Un obstáculo significativo para comprender la relación entre la estructura molecular y la percepción de los olores es la enorme cantidad de características que describen la percepción del olor y también la estructurea de las moléculas.

Para superar este obstáculo, los científicos, liderados por el neurobiólogo Noam Sobel, aplicaron un método estadístico para reducir la dimensionalidad descriptiva de la percepción de los olores y de un conjunto amplio de moléculas. Así, descubrieron que se puede predecir si una sustancia tendrá un olor agradable o no sólo conociendo su estructura molecular.

Según un comunicado emitido por el Instituto Weizmann, hasta ahora se desconocía el factor físico del que dependía nuestra sensación de “oler”. En la vista y en el oído, por ejemplo, se sabe que nuestra percepción viene determinada por las propiedades físicas de la longitud de onda de la luz o de la frecuencia de las ondas sonoras, respectivamente.

Este estudio supone por eso un primer paso en la comprensión de cómo el cerebro llega a procesar los olores. Para identificar los principios generales por los que nuestro sentido del olfato se produce, los investigadores elaboraron una lista de 160 olores diferentes, que luego fueron organizados por 150 expertos en 146 características (olores dulces, ahumados, rancios…).

Predecir el olor

Posteriormente, estos datos fueron analizados con un programa estadístico que reflejó la variación en las percepciones de los expertos. Así, se descubrió que los datos recorrían un eje que describía el grado de agrado de los olores, desde “dulce” y “florido” hasta el otro extremo: “rancio” o “repugnante”.

Para su sorpresa, los científicos descubrieron que la misma distribución a lo largo del eje se repetía en la descripción de la variación de las propiedades químicas y físicas de las sustancias. A partir de esto, los investigadores cayeron en la cuenta de que se podía construir un modelo para predecir, considerando la estructura molecular de una sustancia, cómo podía ser de agradable o desagradable su olor.

Para verificar el modelo, Sobel y su equipo probaron posteriormente cómo se evaluaban 50 olores que los participantes jamás hubieran olido antes. De esta forma, se comprobó que realmente se podía saber de antemano, y con bastante certeza, cómo los definirían, teniendo en cuenta sólo las estructuras moleculares.

En cualquier lugar del planeta

Según Sobel, “ahora se puede usar la química para predecir la percepción de los olores de nuevas sustancias”. Otro de los investigadores, el científico Rehan Khan, explicó en un comunicado de la universidad de Berkeley, que hasta ahora la gente pensaba que la forma en que se percibe un olor es totalmente subjetiva, y que simplemente se aprende de nuestra cultura, especialmente en lo que se refiere a los alimentos.

Aunque en parte esto es así, Khan señala que en realidad lo que la gente encuentra agradable o desagradable en los olores es lo mismo en cualquier lugar del planeta, porque los olores reflejan las características de las moléculas.

Sobel afirma que este descubrimiento muestra que la forma en que percibimos los olores, al menos en gran parte, depende de un orden real existente en el mundo físico. Por eso, se puede usar la química para predecir la percepción de los olores de nuevas sustancias.

En última instancia, el olor consiste en que la nariz y el cerebro nos indiquen si una molécula es “agradable” o no, es decir, nos aporta información útil sobre la materia. Por esta razón, independientemente de que seamos americanos, musulmanes o europeos, y a pesar de las diferencias en las preferencias de las diversas cocinas, los olores se perciben de formas muy semejantes.

Viernes 09 Noviembre 2007

Fuente:

Tendencias 21

21 de mayo de 2007

La ciencia descubre el secreto mejor guardado del mar.

Una especialista del CONICET describe el verdadero origen de las sensaciones tonificantes experimentadas frente a la orilla del mar.



La ciencia ha logrado identificar la esencia del aroma marino que parece no ser tan beneficiosa como se creía. Una especialista del CONICET describe el origen de las sensaciones tonificantes experimentadas frente a la orilla del mar.


La doctora Matilde Otero Losada, especialista en investigaciones sensoriales, sostiene que a pesar de la creencia generalizada de que aspirar el olor a ozono que desprende la orilla del mar tiene ciertas virtudes, esta idea parece no estar del todo justificada ya que el ozono no es tan beneficioso y, además, no es el responsable del particular olor de la orilla del mar que, en realidad, se debe a la inhalación de otro gas, informa el portal Universia.

La afirmación de la investigadora fue realizada en el marco del segundo ciclo de charlas organizado por el CONICET y la Fundación Ecocentro, “El mar necesita que lo miren”.

Allí, Otero Losada se refirió a las emociones y a los efectos en la salud que produce el aroma marino.

A pesar del posible desencanto de los eternos románticos, la especialista desterró el ancestral misterio que se oculta detrás de la fascinante brisa marina.

Sucede que un grupo de científicos ingleses parece haber descifrado una nueva especie de bacteria aislada en la costa de North Norfolk, en el Reino Unido, que sería la responsable de la emisión y producción de un gas fuertemente oloroso llamado dimetil sulfuro (DMS).

Es decir, con este descubrimiento se podría afirmar que el mar ha sido atrapado en un tubo de ensayo.

Los investigadores de la Universidad de East Anglia, a cargo del profesor Andrew Johnston, lograron identificar, a principios de 2007, este particular microbio en los lodos de las salinas de Stiffkey.

Esta explicación acerca del origen de la percepción olfativa del mar les valió la publicación de su trabajo en la revista Science.

Según las palabras de Otero Losada, el DMS encontrado en las aguas marinas constituye un gas fuertemente oloroso con un efecto tónico-estimulante en los seres humanos, que resulta agradable en pequeñas concentraciones y desagradable cuando se encuentra en grandes proporciones.

De hecho, es responsable del característico olor a repollo y lechugas hervidas, es otros términos, los aromas y sus componentes hedónicos varían con la concentración.

Además, este gas funciona a modo de “aroma hogareño” para las aves que sobrevuelan los océanos como, por ejemplo, las gaviotas. Así, resulta una señal que identifica sus fuentes de alimentos.

Respecto de los posibles efectos tonificantes del olor a mar, Otero Losada advierte que no se deben a las características inherentes del aroma en cuestión, sino que su estimulación energizante se remonta a conocimientos ancestrales culturalmente adquiridos y transmitidos por la humanidad de generación en generación, por lo que depende del contexto y no de la percepción aislada.

En este sentido, adquiere particular importancia la llamada dimensión antropológica del olor.

En el caso del mar, nos remite a una memoria ancestral como especie.

El mar como origen de vida, el mar reflejo del cielo, del sol (energía) y las estrellas (romance, magia, imaginación y ensueño). Nos toca con su infinitud y su fuerza. Es pura energía, dinamismo y quietud, fuerza y sutileza oscilantes, agresividad y calma?, describe la especialista.

Debido a que el olfato es un sentido emocional e intuitivo más que intelectual y lógico, agrega, no es la composición química de los olores la causa de las distintas sensaciones físicas y psicológicas que provoca, sino que se trata de la huella mnémica que ha quedado grabada como impronta genética y se transmite de generación en generación.

A su vez, esto explica, señala Otero Losada, porqué la memoria olfativa es episódica, íntimamente ligada a las emociones y en su mayor parte no conciente.

Por eso, concluye que aunque lo esencial sea invisible a los ojos, no lo es para el olfato debido a que todo el mundo que nos rodea huele y respirar, incluso un olor desagradable, es un reflejo de vida.

Fuente:

Gente de Buenos Aires
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0