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5 de marzo de 2012

Una llamarada solar causa apagones de radio en Australia, China e India


Una llamarada solar de escala X, la de mayor nivel, se ha registrado a las 05.05 horas de este lunes (hora española) con dirección a la Tierra y ha provocado apagones de radio en Australia, China e India. Según ha informado el Observatorio del Clima Espacial (http://www.facebook.com/ClimaEspacial) esta llamarada surge de la mancha solar 1429, que sigue apuntando hacia la Tierra y de la que se esperan que salgan nuevas llamaradas en los próximos días.

La mancha 1429 apareció en las últimas horas del pasado viernes, llevada por su propia rotación, en el lado del Sol por el que actualmente 'pasa' la Tierra. Debido a la composición de su campo magnético --y la alta cantidad de energía que almacenada--, ha sido el origen de una alta actividad geomagnética, con numerosas llamaradas de diferentes niveles a lo largo de todo este fin de semana.

Sin embargo, ninguna de ellas había tenido consecuencias hasta la registrada esta madrugada, que tuvo un nivel X1.1, y que llegó a incidir de manera inmediata sobre Australia, China e India, Concretamente, pocos minutos después de su emisión se produjo un apagón de Radio (R3) sobre distintas áreas de esas zonas por la ionización en la atmósfera terrestre proveniente de la llamarada. Los expertos, han apuntado que, habitualmente, suele tardar en torno a los 8 minutos en alcanzar el planeta.

Ahora, se espera la llegada de una eyección de masa coronal emitida (CME, por sus siglas en inglés), que incidirá sobre la Tierra para el 7 o 8 de marzo con una previsión de tormenta geomagnética menor a moderada (niveles G1-G2).

Al mismo tiempo que la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) ha revisado al alza la calificación inicial de la mancha 1429 (respecto la que daba un 5 por ciento inicial de llamaradas X) al tiempo que sigue su rotación hacia posiciones más centrales del disco solar y, por tanto, más geoefectivas.

Fuente:

Europa Press

24 de enero de 2012

Un material eléctrico en el manto podría explicar la rotación de la Tierra

Cuando se trata de la rotación de la Tierra, podrías pensar que los geofísicos lo tienen todo bastante calculado. Aún no. Para explicar algunas variaciones en la forma en que gira el planeta, el manto de la Tierra – la capa de roca caliente fundida que está entre la corteza y el núcleo – debe conducir la electricidad,una capacidad que no debería tener el manto que conocemos. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que el monóxido de hierro, que forma el 9% del manto, en realidad conduce la electricidad como un metal, pero sólo a las temperaturas y presiones encontradas bajo la superficie.

El giro de la Tierra no está exento de fallos. Los geofísicos han descubierto que el tiempo que necesita nuestro planeta para completar una rotación – la duración de un día -fluctúa ligeramente a lo largo de meses o años. También han observado una oscilación adicional predecible en el bamboleo del eje de rotación de la Tierra, como el balanceo de una peonza. Las variaciones están probablemente provocadas por el núcleo interno de hierro sólido, el núcleo exterior de metal líquido, y el manto rocoso, todos girando a velocidades ligeramente diferentes. La fricción les ayuda a alinearse, y el campo magnético del núcleo externo puede tirar del material del núcleo interior. Pero para encajar las observaciones, el núcleo debería también ejercer su tirón magnético sobre el manto, dice Bruce Buffett, experto en ciencias de la Tierra de la Universidad de California en Berkeley, que no estuvo implicado en el nuevo estudio. Esto significa que una capa del manto debe ser capaz de conducir la electricidad. Pero, comenta, “el origen de la capa metálica sigue siendo una cuestión abierta”.

Corte de la Tierra © by Samuel Mann


El componente principal de la roca del manto, incluido el monóxido de hierro, no conduce la electricidad a las temperaturas y presiones que solemos tener aquí en la superficie. Pero la investigación en la década de 1980 sugería que las cosas podrían ser algo distintas en las profundidades: Una corriente eléctrica pasaba a través del material más fácilmente cuando se exponía a una onda de choque. La presión de la onda de choque comprimía la ordenación del hierro y el oxígeno en el monóxido de hierro, permitiendo que los electrones viajasen más libremente entre átomos.

Este trabajo picó la curiosidad de Kenji Ohta, que estudió materiales bajo condiciones extremas en la Universidad de Osaka en Japón. Para calcular si la presión podría convertir al monóxido de hierro en un conductor en el manto de la Tierra, Ohta y sus colegas calentaron un disco del material con un láser, y lo comprimieron en un yunque de diamante. A la vez, midieron lo bien que conducía la electricidad haciendo pasar una corriente a través del mismo mientras también monitorizaban la ordenación de sus átomos con rayos-X. Aproximadamente a 700 000 veces la presión de la atmósfera terrestre y a una temperatura de 1600 ºC, el equipo encontró que el monóxido de hierro conducía la electricidad igual de bien que un metal.

El monóxido de hierro había hecho la transición de no conductor a conductor, pero su estructura no había cambiado. En lugar de esto, había creado un nuevo tipo de transición, dice el geofísico Ronald Cohen de la Institución Carnegie para la Ciencia en Washington D.C., que lideró la simulación por computador del monóxido de hierro. El cambio depende de las propiedades magnéticas del material a altas temperaturas. En el monóxido de hierro no conductor, cada electrón potencialmente móvil está atrapado en un átomo de hierro. No pueden moverse fácilmente a través del cristal, pero pueden alinearse con los campos magnéticos como la aguja de una brújula – es decir, están en un estado magnético. A altas temperaturas y presiones, los electrones empiezan a fluctuar entre el estado magnético y el no magnético, en el cual ya no responden al campo magnético. Esto corta su ligadura con los átomos, y se mueven libremente como en un metal, según informa el equipo el 12 de enero en Physical Review Letters.

Cuando los investigadores elevaron la presión a 1,4 millones de atmósferas y la temperatura a 2200 ºC, condiciones comparables a las del interior de la Tierra, el monóxido de hierro seguía en una forma metálica. Luego predijeron la conductividad a 3430 ºC – la temperatura en el límite entre el manto y el núcleo – y encontraron que el monóxido de hierro permanecía como un respetable conductor.

Buffett señala que el 9% del monóxido de hierro del manto no es suficiente para garantizar que se forme una capa conectada. Estaría concentrado cerca del núcleo externo, formando posiblemente el 90% del material que hay allí. Buffett apunta que otros investigadores han propuesto reacciones químicas entre el manto y el núcleo que podría producir compuestos similares al monóxido de hierro. “Los impresionantes avances recientes tanto en experimentos como en teoría” podrían evaluar pronto la plausibilidad de una capa de monóxido de hierro, comenta.

Fuente:

Ciencia Kanija

Crean un jabón magnético que podría revolucionar la limpieza

Jabón magnético.

Una gota que contiene el jabón (dcha) es atraída por un imán.

Un grupo de científicos anunció que ha descubierto un jabón con propiedades magnéticas que podría servir para fabricar productos de limpieza más ecológicos.

Los investigadores, de la Universidad de Bristol, explicaron que el jabón tradicional disuelve la suciedad, grasa y los químicos, pero no los elimina del medio ambiente.

Aseguran que al aplicar un campo magnético al jabón los restos son acumulados y pueden ser eliminados por completo.

Los científicos enumeran entre sus posibles aplicaciones la limpieza del mar por un derrame de petróleo o la purificación del agua residual.

Hasta ahora, los detergentes usados en los derrames de crudo pueden causar un daño mayor que la polución que tratan de limpiar.

El anuncio del invento apareció clic publicado en la revista alemana Angewandte Chemie.

"Perplejidad"

Limpieza de crudo.

Los detergentes usados en los derrames de crudo pueden causar un daño mayor que la polución que tratan de limpiar.

Fue creado disolviendo hierro en un jabón líquido rico en cloro y bromo, similar al usado en los líquidos de enjuague bucal o en el suavizante.

Esto produjo un centro metálico dentro de las partículas de jabón que respondía a la presencia cercana de un campo magnético.

"Si hace diez años le hubieras dicho a un químico que iba a serEnlace creado un jabón que respondiera a los imanes, te había mirado con perplejidad", dijo el coautor del estudio Julian Eastoe, de la Universidad de Bristol.

"La investigación de la Universidad de Bristol en este ámbito trata de conferir propiedades extraordinarias a lo ordinario por medio del diseño químico".

Fuente:

BBC Ciencia

13 de septiembre de 2011

Cómo construir un antiimán que anula el campo magnético


Investigadores de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) han publicado una fórmula para construir un antiimán que anula el campo magnético y que permitiría practicar resonancias magnéticas a personas con marcapasos, así como controlar la presencia de un campo magnético en dispositivos tecnológicos.

La fórmula, publicada en 'New Journal of Physics', cumple los objetivos de que el campo magnético generado por un objeto rodeado por el antiimán no pueda salir al exterior, de que todo aquello rodeado por el antiimán esté completamente protegido de los campos exteriores y de que, además, sea indetectable.

La receta, que se puede llevar a cabo con tecnología existente, se basa en la superposición en capas de materiales con distintas propiedades magnéticas, formando lo que se conoce como metamaterial.

Consiste en una capa interna superconductora recubierta de diversas capas de un material ferromagnético, separadas por aire o por cualquier material sin propiedades magnéticas.

Los expertos han significado que este dispositivo puede tener diversas formas geométricas y puede aislar prácticamente todo el campo magnético aunque el espacio no sea completamente cerrado, lo que abre la puerta a diversas aplicaciones prácticas en medicina.

El magnetismo es clave en la ciencia y la tecnología, teniendo en cuenta que el 99% de la energía consumida se genera gracias a los campos magnéticos dentro de las turbinas de centrales térmicas, nucleares y eólicas.

Pese a que los expertos conocen bien cómo crear magnetismo, el último gran reto ha sido el de conseguir anularlo cuando es necesario

Fuente:

Europa Press

28 de febrero de 2011

El polo Norte: ¿Geogräfico o Magnético?

Ya hemos visto las características geográficas de la zona sobre la Tierra, a la que denominamos polo Norte. Pero ¿por qué los científicos afirman que el polo Norte exacto, como un punto sobre la superficie, no existe? Resulta que cuando nos referimos al polo Norte podemos estar hablando del polo Norte geográfico o del polo Norte magnético, y cada uno está en puntos diferentes sobre la Tierra. Entonces, ¿dónde esta el verdadero Norte? Veamos qué es lo que pasa.


¿Qué es el magnetismo?



El magnetismo se puede definir como un fenómeno que ocurre a todos los átomos en desequilibrio, es decir, a aquellos que no tienen igual número de electrones y protones para contrarrestar las fuerzas electromagnéticas positivas y negativas. Un elemento en la naturaleza que contiene una cantidad considerable de átomos en desequilibrio es el hierro (Fe), por lo que la acumulación de este en un lugar puede generar un alto magnetismo a su alrededor.


Campo magnético de la Tierra

La manera más fácil de describir lo que sucede con el campo magnético de la Tierra es imaginándose que ésta funciona como un imán gigante. Todos los imanes contienen dos polos magnéticos opuestos denominados Norte y Sur, y entre ambos polos se crean líneas de fuerza que siempre van cerradas. En el caso de la Tierra, los polos Norte y Sur magnéticos no corresponden exactamente a las zonas geográficas con el mismo nombre. Se cree que el origen de estos campos magnéticos puede ser una combinación entre los efectos de la rotación y las corrientes de convección que se originan por el calor del núcleo de la Tierra.



El Norte Magnético



Hoy en día el polo Norte magnético de la Tierra se localiza a 1.600 km del polo Norte geográfico, es decir, del que hablamos en nuestro artículo anterior. Actualmente este polo magnético se encuentra en una isla denominada Bathurst en la parte septentrional de Canadá. El norte magnético es aquel que marca cualquier brújula, y si estuvieras parado justo encima de él, una brújula puesta horizontal comenzaría a dar vueltas incesantemente, mientras que una vertical marcaría hacia abajo.


Cuando el polo Norte magnético estuvo en el Sur



¡Sí! ¡El Norte estuvo alguna vez en el Sur! ¿Cómo así? Pues resulta que el campo magnético de la Tierra no siempre ha sido el mismo, y ha variado durante el curso de las eras geológicas. A esto se le llama variación secular. Según estudios realizados en rocas muy antiguas que guardan registro de la orientación magnética de la Tierra, han existido épocas en las que el magnetismo planetario se ha reducido a cero y luego se ha invertido. Es así como en algún momento, el polo Sur actual fue el Norte de nuestro planeta. Estas inversiones del campo magnético han ocurrido por lo menos veinte veces, y la más reciente fue hace 700.000 años. Se calcula que la próxima inversión del magnetismo terrestre se producirá en unos 2.000 años, ya que lentamente se ha venido reduciendo la fuerza del actual campo magnético de la Tierra.

Fuente:

DINI

6 de enero de 2011

El polo magnético terrestre está cambiando drásticamente

Los científicos saben desde hace mucho tiempo que el polo magnético de la Tierra cambia de lugar constante y paulatinamente. Incluso sabemos que el cambio se puede dar tan drástico que el polo norte y sur intercambian posición cada cierto tiempo (lo que puede variar, entre decenas de miles de años y millones de años, pero con un promedio de unos 300,000 años).

El último cambio drástico, según el récord fósil, ocurrió hace 780,000 años, pero algo parece estar ocurriendo en años recientes...

Desde que se inició a medir la posición de los polos en 1831, el polo norte (y noten que obviamente el polo sur está en posición opuesta) se ha movido unos 15km (unas 9 millas) por año, lo que permaneció estable por siglo y medio.

Sin embargo, desde la década de los 1990s algo está causando cambios drásticos en el comportamiento de los polos, y esta se está desplazando a relativa alta velocidad desde su origen inicialmente medido en la Península de Boothia (en lo que hoy es Canadá), en dirección a Siberia (en Rusia) a una velocidad de 55km por año.

Una posible explicación (que espera verificación en los próximos años con nuevas mediciones más exactas y nuevos modelos simulados) es que una de las capas derretidas debajo del polo está girando, algo que es natural que suceda cada cierto tiempo dada la gran velocidad de rotación de la Tierra, y que esos movimientos subterráneos son los que ocasionan estos cambios en los polos.

Es importante entender que si la causa fuera que estuviésemos en un ciclo de cambio de polos (es decir, que el polo norte y el sur intercambien lugares), que esto tendría graves consecuencias no solo para la humanidad sino que para la vida natural también.

Para empezar, esto "alocaría" todos nuestros sistemas de navegaciones, los cuales tendrían que ser re-ajustados acorde cambian los polos, y mientras no sean ajustados los vuelos de todo tipo de aeronaves estarían en peligro, así como los sistemas de navegación de automóviles, o esta los mapas que vemos en nuestros celulares inteligentes.

Por otro lado, animales que en los últimos cientos de miles de años evolucionaron para tomar ventaja de los polos magnéticos (como las aves migratorias) perderían su rumbo y en algunos casos incluso terminen en la extinción.

Así que esperemos a ver qué sucede en realidad, pues de nosotros estar actualmente en un ciclo de intercambio de polos, serían muchas las cosas a tener pendientes para estar preparados.

Por otra parte, ya me imagino los espiritistas, astrólogos y demás charlatanes utilizando esto como "evidencia" de que el mundo se termina en el 2012... :)

Fuente Blog de Eliax

16 de septiembre de 2010

¿Puede el Sol provocar un apagón global?


Toca ponerse un poco postapocalíptico. Pero antes, pongámonos en antecedentes.

La aldea de irreductibles galos que resisten al invasor temía que el cielo se cayera sobre nuestras cabezas y ese miedo ha perdurado hasta nuestros días. El escenario de devastación más habitual que uno se imagina en estos casos es el de un gigantesco asteroide incrustándose en la corteza terrestre y borrándonos del mapa. Bueno, más bien borrando el mapa. Más o menos lo que se recrea en el video de la imagen (qué queréis, necesitaba una imagen chula con la que abrir el post):

Sin embargo no hace falta que un objeto contundente impacte sobre la Tierra para causar daños irreversibles a nuestra civilización. No hace falta, de hecho, que muera ni un ser humano en el proceso y sin embargo, acabar volviendo a la Edad de Piedra. Ese es el mayor riesgo que corremos actualmente: nuestra dependencia de los sistemas de abastecimiento de corriente eléctrica y de los satélites en órbita es nuestra mayor debilidad.

Nuestro Sol emite constantemente una cantidad inimaginable de partículas de muy alta energía que son proyectadas hacia todas las direcciones y por tanto hacia la Tierra en particular. Esto sucede porque el Sol es una gigantesca bola de plasma en cuyo interior tiene lugar la fusión nuclear. La cantidad de masa, las condiciones de temperatura y presión son tan gigantescas que un fotón creado en el interior del Sol tarda unos 2 millones de años en alcanzar la superficie para finalmente salir y cubrir en poco más de 8 minutos la distancia que nos separa del Sol hasta nuestros ojos.

El Sol posee un potente campo magnético y como el plasma es un conductor excelente de la corriente, tenderá a seguir las líneas de campo magnético. Esto da lugar a los lazos que se observan sobre la superficie del Sol, como puede apreciarse en la imagen:

La imagen superior fue captada por el observatorio solar SOHO. El disco solar (círculo en blanco) se bloquea para apreciar mejor lo que ocurre en la corona solar. Se observa un gigantesco filamento de plasma que surgió de la superficie del Sol alcanzando una altura de casi dos millones de kilómetros sobre la superficie. Cuando esto sucede puede ocurrir que el lazo sea expulsado violentamente del Sol para nunca regresar. Entonces es cuando se produce la eyección de masa coronal. Una situación en la que el Sol expulsa miles de millones de toneladas de plasma a gran velocidad hacia el espacio exterior. En este link puede verse una animación del comportamiento de los filamentos sobre la superficie solar a menor escala (aunque estos filamentos tienen varias veces el tamaño de la Tierra).

Las eyecciones de masa coronal ocurren con frecuencia. Una vez por semana o incluso más, dependiendo del ciclo solar. Ocurren cuando se produce una reconexión magnética en la superficie del Sol. El campo magnético del Sol tiene una dinámica muy complicada pero podemos resumir este efecto como un reajuste local del campo magnético como causante de estas violentas explosiones.

¿Podemos imaginarnos lo que ocurre cuando la Tierra es impactada por algo así?

Bueno, no solo podemos imaginarlo sino que además somos impactados con relativa frecuencia por eyecciones de masa coronal. La última vez ocurrió a principios de agosto de 2010.


La Tierra posee un campo magnético relativamente intenso que nos protege, hasta cierto punto, de estos eventos. La magnetosfera redirige las partículas cargadas hacia los polos del campo magnético creando las auroras polares cuando estas partículas de gran energía impactan contra los átomos de la atmósfera, los excitan y al desexcitarse emiten el exceso de energía en forma de fotones dando lugar a la característica luminescencia verde-azulada. La atmósfera por tanto nos otorga una cierta protección adicional.

¿Qué consecuencias tendría?

Los satélites que se encuentran en órbitas altas están menos protegidos contra la radiación solar y desde luego contra las eyecciones de masa coronal. Un evento como este de grandes dimensiones podría dañar de forma irreparable satélites de comunicaciones, la red GPS, etcétera.

Imaginemos por un momento que nos quedamos sin televisión, sin telefonía o sin GPS. El GPS es fundamental hoy en día. No solo porque ayude a los coches o a los barcos a navegar con facilidad. También afecta a maniobras en pista en los aeropuertos, gracias a lo cual accidentes como el de Los Rodeos en Tenerife no vuelvan a ocurrir. También a mediciones de obras de grandes dimensiones, etcétera. Por no hablar de las consecuencias estratégicas y militares de quedarse sin el sistema de posicionamiento global.

Una eyección de masa coronal puede provocar la saturación de centrales eléctricas pudiendo llegar a provocar un apagón que afecte a países o continentes enteros. Esto es debido a que al tratarse de plasma y al comprimir este plasma el campo magnético terrestre se pueden inducir enormes corrientes eléctricas que saturen a las centrales de abastecimiento.

Se sabe que las tormentas solares afectan a las conducciones eléctricas desde hace muchos años. Ya en 1859 se achacó un fallo global en el sistema de telegrafía en Nueva Inglaterra y Europa debido a una gran erupción solar. Y más recientemente, en marzo de 1989 una tormenta solar provocó un apagón durante más de diez horas en las instalaciones de la HydroQuebec Power Grid en Canadá afectando a 6 millones de ciudadanos. La solución que se adpotó fue instalar dispositivos para prevenir las corrientes inducidas geomagnéticamente con un coste de 1200 millones de dólares. El coste es tan elevado que se opta generalmente por prevenir e intentar mejorar el pronóstico de tiempo espacial para poder tomar acciones con el tiempo suficiente para no repercutir en el consumidor la instalación de dispositivos que prevengan este tipo de desastres.

Una eyección de masa coronal lo bastante grande podría podría saturar ya no una, sino varias centrales importantes. La red eléctrica debe generar lo que se consume o de lo contrario pueden empezar a caer nodos importantes y provocar un efecto dominó que afecte a varios países e incluso a todo el mundo. Por eso es muy complicado protegerse de algo así y podría tener impacto a escala global. Si nos quedamos sin energía durante semanas o meses quién puede imaginar las consecuencias para la civilización.

¿Se os ha quedado buen cuerpo, eh? Bueno, tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a un enemigo así. Es cierto que es muy raro que llegue a ocurrir un evento de tales características. Pero desde luego, la posibilidad no es tan remota como que nos impacte un asteroide como el del video inicial.

Fuente:

Migui Ciencias y Cultura

29 de julio de 2010

¡Nos vamos a Marte! ¡Activen los escudos!

¿Aburridos de su viaje de medio año a Marte? Ni de lejos. Cuando los astronautas miren a través de las ventanas, se asombrarán con la esfera de plasma que rodea la aeronave. Es difícil de creer que el pequeño electroimán que llevan en la nave pueda producir algo tan bonito.

No es que la razón de ser del imán sea estética, evidentemente. La función del imán es evitar que los astronautas mueran lentamente y de forma horrible por culpa de la radiación.

La NASA está dudando sobre la posibilidad de enviar astronautas a Marte -y es comprensible. Una exposición de medio año a las partículas de viento con alta energía que fluyen desde el sol pueden ser mortales. Pero un equipo de investigadores del Laboratorio Rutherford Appleton (RAL) cerca de Oxford, han encontrado un fenómeno que podría resolver el problema. Han demostrado que un imán del tamaño de una mano puede desviar un flujo de partículas cargadas como el del viento solar. Esto da vida a la vieja idea de dotar a la nave de un escudo y podría dar lugar a una nueva era de viajes espaciales. “La radiación espacial se considera el único freno para la exploración espacial tripulada”, dijo Ruth Bamford de RAL. “Nuestro experimento demuestra que podría haber una manera de que el espectáculo continuase”.

Magnetosfera

Magnetosfera. Astronomy cafe.

La inspiración para la idea es tan vieja como la Tierra. La vida es posible en nuestro planeta debido a que su núcleo es una caldera de hierro fundido. El resultado es nuestra magnetosfera, el campo magnético que  envuelve la Tierra y desvía el viento solar. Sin este escudo algunas de las partículas que vienen del sol se cargarían sobre nuestros cuerpos, destruyendo las células que los hacen funcionar. En ausencia de nuestro campo magnético protector, la vida compleja en la Tierra podría ser insostenible.

Más allá de la magnetosfera -por ejemplo, en una misión a Marte- dejamos esa protección atrás. El viento solar puede dar lugar a explosiones radiactivas 1000 veces más potentes que las de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Esto no es algo a lo que la NASA quiera someter a sus astronautas o a los ciudadanos que sufragan el viaje con sus impuestos. “Imagina una nave que vaya a marte con astronautas muertos en su interior y el mundo entero mirando atemorizado”, dijo Bamford.

Por esto se ha buscado un escudo apropiado durante muchos años. Wernher von Braun, el pionero de los cohetes que creó el programa Apollo, pensó por primera vez en un escudo para una nave en los años 60. Al final desechó la idea porque pensó que requeriría un imán demasiado grande. Estaba equivocado.
El error se ha detectado a través de una serie de descubrimientos realizados por naves a la deriva. Inicialmente creímos que las únicas magnetosferas en el sistema solar pertenecían a cuerpos suficientemente grandes como para albergar un núcleo de hierro fundido. Pero según parece en nuestro sistema solar hay muchos escudos magnéticos pequeños pero sorprendentemente potentes.

Parece que hay varias en la luna, para empezar. Las partículas del viento solar han oscurecido gradualmente la mayoría de la superficie de la luna, pero hay puntos brillantes en varios lugares. En 1998, la Luna Prospector sobrevoló uno de ellos. La sonda orbitaba a 18 km de la superficie cuando sus sensores indicaron que había pasado sobre una región con el campo magnético más elevado y se movió a una cavidad en la que había una menor densidad de partículas cargadas. había entrado en una mini-magnetosfera que las partículas de viento solar no podían penetrar.

Este campo probablemente se formó cuando el calor desprendido por el impacto de un asteroide fundió la superficie lunar. Esto habría creado plasma -una nube de gas caliente ionizado. Los plasmas mueven un campo magnético y cuando la superficie lunar se vuelve a solidificar, la roca conservaría el magnetismo del plasma.

Lea el artículo completo en:

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