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27 de febrero de 2018

Londres supera los límites de contaminación para el 2018 en un mes


La batalla contra la contaminación avanza lentamente en la capital británica. Londres ha tardado esta vez un mes en superar los límites máximos permitidos de dióxido de nitrógeno para todo el 2018. El año pasado se superaron en apenas cinco días.

La introducción del peaje de congestión (11,2 euros para poder circular por el centro a los vehículos matriculados antes del 2006), la modernización de la flota y la desviación de las rutas de autobuses han contribuido este año al ligero avance. Aun así, el eterno "punto negro" de Brixton Road, al sur del Támesis, acaba de superar el "techo" anual de 18 veces por encima de los 200 microgramos de NO2 por metro cúbico.

"Estamos dando pasos, pero nos sentimos con la manos atadas por la falta de acción del Gobierno", ha denunciado el alcalde Sadiq Khan, que padece asma desde niño por la contaminación de su barrio, Toothing. No muy lejos de allí, la estación de medición de Putney High Street superó el año pasado hasta 1.200 veces el límite.

La contaminación se cobra unas 9.500 muertes prematuras al año en Londres y 40.000 en todo el país. Una larga decena de ciudades británicas figuran en la "lista negra" de la Organización Mundial de la Salud por la mala calidad del aire. La asociación ClientEarth ha llevado al Gobierno a los tribunales para obligarle a tomar medidas urgentes ante la "amenaza contra la salud pública".

La ciudad de Oxford pretende crear este año la primera zona de "emisiones cero" de Europa. En Londres, la zona de emisiones "ultrabajas" entrará en vigor en el 2019 en un perímetro que va mucho más allá del centro urbano. El alcalde pretende acelerar también los planes para peatonalizar la emblemática Oxford Street, invadidas a todas las horas por los autobuses y los viejos taxis de diésel.

"La frecuencia y la severidad de las alertas de contaminación tienen que quedar atrás cuanto antes", advierte Oliver Hayes, de Amigos de la Tierra, a la luz de los nuevos datos sobre la contaminación en Londres. "Ha llegado el momento de reimaginar nuestras ciudades y poner a la gente por delante de los coches. Nuestra salud, nuestro sentido de la comunidad y nuestro bienestar depende de ello".

Fuente:

El Mundo Ciencia

El secreto para tomar buenas decisiones

La regla de oro, 10-10-10, para acertar cuando tenemos dudas sobre qué hacer.

¿Estudio esto que me gusta o me pongo ya a trabajar? ¿Rompo una relación o continúo? Vivir es decidir y decidir es renunciar. Y es ahí donde surge el problema.

Nos atenazamos porque nos enfrentamos a varias alternativas y no tenemos claro qué nos pide el cuerpo. O queremos todo o no nos apetece nada. Nos llenamos de dudas, caemos en el impulso y quizá, luego, cuando miramos hacia atrás nos arrepentimos de lo que hicimos. Y la solución pasa por tomar perspectiva. Cuando estamos deshojando la margarita sobre qué hacer, solemos estar muy apegados al momento presente, a lo que nos angustia en esos instantes, y se nos olvida su impacto futuro. Por ello, necesitamos una técnica sencilla que nos ayude a contemplar el problema desde otro enfoque más amplio. Y esa técnica puede ser 10-10-10.

10-10-10 es la fórmula que propone Suzy Welch, quien fuera editora de la Harvard Business Review, para tomar decisiones tomando en cuenta el plazo inmediato, el medio y el largo plazo. Su idea surgió a raíz de tener que compaginar su vida profesional exitosa, no cabe duda, con ser madre de cuatro hijos. Los problemas en ambas esferas le tensaban la cuerda de tal manera que llegó a la conclusión de que podemos tomar decisiones demasiado impulsivas si no contemplamos el medio plazo; o que podemos centrarnos en el largo, olvidándonos de lo inmediato. Por ejemplo, ¿asisto a un evento social o me quedo en casa tan tranquila? La decisión puede ser errónea si nos dejamos llevar por la responsabilidad de ser “superwoman y estar en todos los sitios” o la de la culpa, en este caso.

Para resolverlo, Welch propone antes de tomar una decisión filtrarla por la regla 10/10/10, es decir, analizar cuál va a ser su impacto y cuáles van a ser sus consecuencias para los próximos diez minutos, los siguientes diez meses y los futuros diez años. Si me voy al evento, ¿me sentiré mal en los próximos 10 minutos?, ¿y en los próximos diez meses?, ¿o me acordaré, incluso, dentro de 10 años? De hecho, si hacemos una revisión de las cosas que nos agobiaban hace tiempo, como ciertos exámenes, decir algo incómodo o hablar en público, nos damos cuenta de que no es para tanto, que nuestra mente exagera cuando se enfrenta a los problemas y que cuanta más capacidad tengamos de tomar perspectiva, más acertaremos con nuestras decisiones.

En definitiva, el tiempo posiblemente sea uno de los recursos más escasos que tengas. Piensa que te puede hacer vivir malas pasadas y antes de tomar cualquier decisión en la que te sientas en una encrucijada aplícale la regla 10/10/10. Responde a las tres sencillas preguntas: ¿Qué impacto tendrá esta decisión en los próximos 10 minutos? ¿Y dentro de 10 meses? ¿Y de 10 años? Es un buen hábito para contemplar el tiempo desde la triple dimensión a tu favor, no en tu contra, y ganar un 10.

Fuente:

El País (España)

4 claves para entender por qué Ciudad del Cabo puede ser la primera gran ciudad del mundo en quedarse sin agua

A partir del 1 de febrero, los habitantes de Ciudad del Cabo solo podrán utilizar 50 litros de agua al día.
Es una de las nuevas restricciones que entrará en vigor para tratar de evitar lo que se conoce como el 'Día cero': el momento en que por primera vez los grifos de una gran ciudad del mundo podrían quedarse sin agua ante la falta de reservas. 

Si los niveles en las presas no mejoran, las autoridades pronostican que a partir del 12 de abril la población tendrá que acudir a uno de los 200 puntos de distribución de agua que se abrirán en la ciudad para recoger un máximo de 25 litros diarios.

"Tienen que ahorrar agua como si su vida dependiera de ello, porque depende de ello (…). Nadie debería estar duchándose más de dos veces a la semana", dijo la jefa de gobierno provincial, Helen Zille, quien continúa convencida de poder evitar la emergencia.

Pero ¿cómo es posible que la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica y uno de los principales destinos turísticos del mundo haya llegado a esta crisis que su alcaldesa denominó como "punto sin retorno"?

1. La peor sequía del siglo

La ausencia de lluvias continuada en el tiempo es, sin lugar a dudas, uno de los motivos principales por los que Ciudad del Cabo ha llegado a este punto.

Después de varios años consecutivos con escasas precipitaciones en medio de una de las peores sequías del siglo en la región, los niveles de las presas de la ciudad cayeron en picado.

Si en 2014 se encontraban casi llenos, a inicios de este año estaban en el 28% de su capacidad.

La esperanza más cercana de que la situación pueda mejorar no llegaría hasta mayo, cuando comience la temporada de lluvias. 

Pero pueden volver a no ser suficientes y, en todo caso, la crisis no se solucionaría de manera inmediata.

"Llevará varios meses que las presas comiencen a rellenarse aunque sea un poco, y años antes de que se recuperen por completo", según publicó en el sitio Earther Christian Alexander, especialista en sostenibilidad y planificación urbana basado en Ciudad del Cabo
El fenómeno meteorológico "El Niño" es el principal responsable de la situación climática que afecta a la región, y que provoca que el extremo sur de África se convierta en una de las zonas más secas.

Sin embargo ¿por qué Ciudad del Cabo llegó a esta situación de emergencia si el fenómeno también afecta a otros países?

El artículo completo en:

BBC Ciencia

El Red Bull y la Viagra de los gladiadores

En cada escuela de gladiadores (ludus) los esclavos, prisioneros de guerra e incluso hombres libres sedientos de sangre o de gloria practicaban y se ejercitaban en el arte de la lucha para salir victoriosos de los combates en la arena. Lógicamente, también era muy importante su preparación física y la dieta. Contrariamente a lo que podríamos pensar, por las imágenes de hombres musculosos y fornidos que el cine y la TV nos han grabado a fuego en nuestras retinas, su dieta no era rica en grasas y proteínas animales, sino todo lo contrario.

Científicos de las Universidades de Berna y Viena han estudiado los restos de decenas de gladiadores encontrados en una necrópolis de Éfeso (ciudad de la Antigüedad situada en la actual Turquía) y han llegado a la conclusión de que su dieta consistía principalmente en cereales, legumbres, verduras y apenas carne. Por lo que los podríamos considerar casi vegetarianos. Entonces, ¿su dieta no se distinguía de la del resto de los mortales? Algo sí que había distinto, porque comparando los huesos de los gladiadores con el de otros cuerpos de la época, los de los luchadores presentan mayores niveles de ciertos elementos, como el estroncio. ¿Y a qué se debía? Pues a su bebida energética.

Igual que hoy en día los deportistas toman barritas energéticas o bebidas isotónicas para recuperarse de los esfuerzos, los gladiadores tomaban un brebaje de cenizas vegetales disuelto en agua y endulzado con miel. Eso sí, pero sin darles alas.

Y lo de la Viagra, no es exactamente que ellos la consumiesen, sino que se obtenía de sus cuerpos: se creía que el sudor y la sangre de los gladiadores podía curar la impotencia -supongo que por aquello de la virilidad de estos luchadores-. De hecho, algunos comerciantes dedicados al noble arte del engaño de los ingenuos esperaban en el espoliario (lugar donde se desnudaba a los gladiadores muertos y se remataba a los heridos mortalmente) para recoger las sustancias del amor y venderlas en pequeños frasquitos.

Tomado de:

Historias de la Historia
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