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4 de mayo de 2013

¿Podría un trasplante de cerebro proveer nuevos recuerdos?

Un trasplante de cerebro no es posible. No sólo porque, literalmente, hasta el momento no existe la técnica, sino porque si se le pone un cerebro al cuerpo de otra persona, lo que se estaría haciendo no es un trasplante de cuerpo, no de cerebro.

Ese cuerpo tendría sus memorias, así como su personalidad y la "persona" de ese cuerpo no existiría más.

Trasplantar partes del cerebro tampoco funcionaría, pues la memoria está distribuida a lo largo de diferentes regiones del cerebro.

Virtualmente cada parte del cerebro tiene un rol en el proceso de acumular recuerdos.

Fuente:

BBC Ciencia

22 de noviembre de 2010

Trasplante de células madre contra la ceguera


La terapia será probada con pacientes que sufren enfermedad de Stargardt.

La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó un ensayo clínico con seres humanos para probar un nuevo tratamiento de células embrionarias contra una forma de ceguera.

La terapia consiste en trasplantar las células madre en los ojos de pacientes que sufren la enfermedad de Stargardt, una degeneración macular hereditaria que comienza en la niñez.

La empresa de biotecnología Advanced Cell Technology recibió autorización para llevar a cabo las pruebas iniciales con 12 pacientes, después de obtener resultados exitosos con ratones.

Tal como dijo a la BBC el doctor Robert Lanza, director científico de la compañía, éste es el inicio de "una nueva era" en la investigación con células madre.

"Estamos utilizando células embrionarias para generar un tipo de célula llamado epitelio pigmentario retinal", explicó el investigador.

Esas células, los fotoreceptores encargados de captar la luz en el ojo, comienzan a morir en las personas que sufren distintas enfermedades oculares como la degeneración macular o la enfermedad de Stargardt.

Los pacientes con este trastorno a menudo experimentan visión borrosa, dificultad para ver en condiciones de luz baja y eventualmente pierden su capacidad de visión.

El doctor Lanza afirmó: "Nuestro objetivo es usar las células madre embrionarias para crear nuevas poblaciones de estas células que posteriormente puedan ser trasplantadas al paciente y no sólo evitar la progresión de la enfermedad sino también restaurar algo de la función visual".

El trasplante, agregó el investigador, es llevado a cabo inyectando las células en el ojo del paciente para que éstas puedan recuperar toda la capa de fotoreceptores de la retina.

Lea el artículo completo en:

30 de octubre de 2009

Dos muertes diarias se evitarían en Perú diciéndole "sí" a la donación de órganos


Viernes, 30 de octubre de 2009

Dos muertes diarias se evitarían en Perú diciéndole "sí" a la donación de órganos


Hace 40 años se realizó el primer transplante el Seguro Social del Perú (EsSalud)


A Gina y Nelly se les realizó un trasplante en 1999 y 1998, respectivamente. En el medio, Carlos García, hermano de Hugo, la primera persona sometida a un trasplante de riñón en EsSalud. Foto: EsSalud

Lima, oct. 29 (ANDINA).- Cada día se evitaría la muerte de por lo menos dos personas en Perú si cambiáramos nuestra manera de pensar respecto a la donación de órganos y nos desprendiéramos de los prejuicios para dar vida después de la muerte, informó EsSalud, al recordar que un día como hoy, hace 40 años, se realizó el primer trasplante en la seguridad social.

El director del Programa Nacional de Trasplante de Órganos y Tejidos de EsSalud, Carlos Carvallo, señaló que mientras el año pasado en España hubo 37 donantes por cada millón de habitantes y en Uruguay 24, en Perú sólo hubo dos por cada millón.

Contó que diariamente a los centros de salud de la seguridad social ingresan a someterse a diálisis nueve personas. Por este tratamiento, EsSalud gasta un promedio de tres mil nuevos soles mensuales por cada paciente. Actualmente, hay siete mil pacientes sometidos a diálisis en esa institución.

El galeno indicó que mientras hasta marzo de este año el 83 por ciento de los ciudadanos indicó en su DNI que no quería donar sus órganos al morir, una encuesta realizada por una universidad local revelaba, contrariamente, que el 63 por ciento de los encuestados mostraba una actitud favorable a la donación.

El primer trasplantado

El testimonio de los García González-Prada es uno de los más conmovedores en la historia de los trasplantes en Perú. El pequeño Hugo padecía una atrofia renal que le obligaba a un trasplante de riñón para salvar su vida. El indubitable amor de su padre, don José García Aguilar, lo llevó a internarse en un quirófano del entonces hospital del Empleado, hoy Rebagliati, y darle -con toda la generosidad de que es capaz un padre hacia su hijo- uno de sus riñones.

Hugo, con sus 15 años, se convirtió así en el primer paciente trasplantado de la historia de la seguridad social, hace 40 años, el 29 de octubre de 1969.

Ese trasplante le duró un año, tiempo en el cual su organismo comenzó a rechazarlo, obligándolo a someterse a un nuevo trasplante, que esta vez le sirvió durante tres años.

El tercer trasplante fue el más exitoso, pues permitió que Hugo viviera con tranquilidad durante nueve años. Una cuarta intervención cuando el paciente frisaba los 36 años fue el capítulo final de su vida.

A Hugo todo el personal médico del Reblagiati lo recuerda con mucho cariño, sobre todo los médicos de antaño, que lo conocieron cuando era prácticamente un niño y lo vieron crecer, madurar y vivir con entusiasmo pese a sus problemas de salud.

“El hospital se había convertido en nuestra casa. Aquí pasábamos la mayor parte del tiempo”, recuerda Carlos García González-Prada, hermano de Hugo.

Otro de los hermanos García González-Prada, José Luis, de 18 años, no corrió con la misma suerte. Aquejado también de un problema renal, en mayo de 1970 recibió el ofrecimiento de la donación de un riñón de un compañero de cuarto en el mismo hospital, que padecía de una enfermedad terminal y sabía que le quedaba poco tiempo.

Cuando ya estaba en la sala de operaciones para recibir el órgano que le extendería sus días, la familia del donador se opuso radicalmente. La mezquina decisión sumió a José Luis en una profunda depresión que lo llevó a la tumba más rápido de lo previsto.

Mejoraron calidad de vida

A Gina Guevara le detectaron una miocardiopatía dilatada cuando tenía 39 años y el cuerpo no le daba más. No podía caminar mucho ni hacer ningún esfuerzo físico y sufría constantes desmayos. La gravedad de su mal hizo que los médicos la pusieran como prioridad uno dentro de la lista de los que esperaban un donante.

Dos meses y medio, que le parecieron eternos, duró su espera por un nuevo corazón, que llegó hace diez años. Desde ese momento se escribió un nuevo capítulo en la vida de Gina, hoy con 49 años, una hija de 22 años y muchas ganas de vivir, porque ya no se cansa al caminar, puede trabajar sin problemas y su calidad de vida ha mejorado ostensiblemente.

Nelly Guiop y Marilú Bedoya son dos pacientes trasplantadas. La primera recibió un corazón hace diez años y la segunda fue operada hace ocho años para recibir dos riñones. Las dos sostienen que su calidad de vida es enormemente mejor que antes de ser intervenidas.

Marilú, una administradora de empresas de 48 años, es la más entusiasta y dice estar muy agradecida con los médicos, pero sobre todo con Dios. Señala que lo más importante es tener ganas de vivir y no pensar tanto en el futuro.

“Yo les digo a mis compañeros trasplantados que no piensen en cuánto les va a durar el órgano, sino que vivan cada día intensamente y que lo disfruten sin pensar demasiado en el después”, comenta tras señalar que sus riñones perdían proteína, por lo que tuvieron que ser sustituidos.

Manifiesta que está prohibida de comer mariscos, carnes rojas y comidas muy grasosas, y que debe llevar un constante chequeo médico si quiere mantener el nivel de vida del que hoy disfruta sin remilgos.

Fuente:

Agencia Andina

10 de junio de 2009

Fallece Jean Dausset. pionero de la inmunología

¿Quién fue Jean Dausset?

Jean Dausset (1916 - 2009). nació en Toulouse, Francia. Fue profesor de medicina experimental del Collège de France. Sus trabajos se han centrado fundamentalmente en el campo de la inmunología. Su descubrimiento del sistema HLA (Human Leucoccyte Antigens), le suposo ser galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1980, compartido con Baruj Benacerraf y George Davis Snell.

¿Qué es el sistema HLA?

Los antígenos leucocitarios humanos —abreviados HLA (acrónimo inglés de Human leukocyte antigen)— son antígenos formados por moléculas.

No es sencillo explicar el sistema HLA pero podriamos decir que cumplen con la función de reconocer lo propio de lo ajeno y aseguran la respuesta inmune, capaz de defender al organismo de algunos agentes extraños que generan infecciones.

Un poco de historia

Los anticuerpos, sustancias que pro­tegen el organismo de la intrusión de otras sustancias extrañas, se des­cubrieron en los primeros años del siglo XX, a raíz del descubrimiento del mecanismo de la alergia y del descubrimiento de los grupos sanguíneos y las aglutininas.

Pero los biólogos y los defensores de una nueva ciencia, la inmunología, creían que quedaba mucho por saber sobre los mecanis­mos de defensa del organismo. Des­de los años cincuenta, numerosos biólogos se plantean la técnica de los trasplantes, que se iniciará diez años después, pero ya saben, a partir de los experimentos con animales, que el rechazo del órgano trasplantado es prácticamente ineludible.

También en los años cincuenta,
Jean Dausset, futuro profesor del Colegio de Francia, se especializaba en he­matología y estudiaba los anticuer­pos antiglóbulos blancos presentes en la sangre de las mujeres que ha­bían tenido varios embarazos. Ob­servó que estos anticuerpos, compa­rables a las aglutininas, sólo agluti­naban los glóbulos blancos de deter­minado número de sujetos, porta­dores, por tanto, de antígenos parti­culares. De este modo identificó un grupo leucocitario específico: el gru­po Mac. Después estableció la exis­tencia de otros grupos del mismo tipo y, grupo a grupo, llegó a la con­clusión de que en los glóbulos blan­cos hay antígenos comparables a los de los glóbulos rojos, que se cono­cían desde hacía varias décadas.

Pero en tanto que el sistema
antí­geno-anticuerpos de los glóbulos rojos es relativamente sencillo, ya que, además de los cuatro pares an­tagonistas de los grupos A, AB, B y O, sólo contiene el par Rhesus, el de los glóbulos blancos demostró ser de una complejidad sorprendente.

Jean Dausset acabó estableciendo que había en total treinta antígenos y otros tantos anticuerpos, entre los que el azar de la genética elige seis por sujeto, de lo que resulta que el número de combinaciones posibles del sistema HLA es tan grande que las posibilidades de obtener dos su­jetos de un grupo idéntico son casi nulas. Conozca más en el siguiente enlace.


Así informó el diario El País, de España:

El intento de comprensión de los mecanismos inmunológicos, distintos para cada ser humano, que regulan la defensa biológica responsable del rechazo a la implantación de órganos y del fracaso en la lucha contra las bacterias o las células cancerosas fue el campo de investigación del científico francés Jean Dausset, fallecido ayer en Palma de Mallorca a los 92 años.


El investigador conquistó un lugar destacado entre los pioneros de una ciencia en la que él inició sus pasos como especialista en trasplantes renales. Su descubrimiento en 1958 del llamado sistema de histocompatibilidad (HLA) le permitió conocer en profundidad los problemas de rechazo de órganos. Gracias a ello el índice de éxitos en los trasplantes de riñón subió en 20 años hasta alcanzar el 80%.

Esta valiosa aportación fue galardonada en 1980 con el Nobel de Medicina, que Dausset compartió con Baruj Benacerraf y George Snell, otros dos académicos clave para el dominio de la inmunología contra el cáncer y la tecnología de selección de espermatozoides, dirigida a eliminar enfermedades hereditarias.

En Francia, al conocer la muerte de Dausset, el presidente, Nicolas Sarkozy, ha rendido homenaje "al gran científico que representó la excelencia de la medicina y de la investigación médica francesas".

Investigador, médico y profesor, Dausset falleció en el hospital Son Llàtser de Palma de Mallorca, isla en la que vivía desde hace varios años, y donde se integró en el mundo científico, académico y sanitario. Allí recibió la designación de académico de honor de la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares, con la que colaboró activamente durante cinco años y, en 2005, el Premio Ramon Llull.

En Palma, la consejería subrayó ayer en un comunicado que Dausset, miembro de las academias francesas de Medicina y de la Ciencia, "dedicó toda su vida a aportar grandes avances a la biomedicina en el siglo XX" y que sus investigaciones han hecho posible "que hoy miles de personas se salven gracias a los órganos donados por otras".

Dausset también mantuvo una fuerte vinculación académica con Valencia, donde participó en varias ocasiones como jurado de los Premios Rey Jaime I, y donde fue uno de los siete premios Nobel que integraron la Comisión Científica Asesora del Museo Príncipe Felipe. Como resultado de este vínculo, en 1999, donó al Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia sus documentos científicos y condecoraciones que comparten allí los archivos con el legado del profesor y premio Nobel español, Severo Ochoa.


Fuentes:

El País - España

Europa Press
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