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25 de marzo de 2018

Así experimentó con humanos y animales la industria del automóvil para 'probar' que el diésel no es dañino

Veinticinco hombres y mujeres, diez monos macacos y un coche Volkswagen (VW) modelo escarabajo. La poderosa industria automovilística alemana vuelve a estar en el lado oscuro de la crónica, esta vez por haber financiado a través de una asociación afín experimentos con personas y animales destinados a demostrar que la inhalación de los gases emitidos por sus vehículos diésel no eran perjudiciales para la salud.

La revelación ya se ha cobrado la primera cabeza. La dirección de VW aceptó ayer la dimisión de su apoderado general y director de Relaciones Internacionales y Desarrollo Sostenible, Thomas Steg. Horas antes de poner su puesto a disposición, Steg dijo sentirse "avergonzado" por lo ocurrido. "No tenía que haber sucedido", dijo el ejecutivo ante este nuevo golpe a la credibilidad de la industria automotriz tras el caso de los motores trucados y las acusaciones de cártel de la Comisión Europea para ahorrar costes en la eliminación de los gases nocivos del diésel.

La presión a los fabricantes alemanes desde que el diario estadounidense 'The New York Times' destapara el caso hace una semana ha ido subiendo hasta alcanzar a la propia Cancillería. "Esos experimentos no tienen ninguna justificación ética ni científica y obliga a formular preguntas críticas a todos los responsables. Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos", ha afirmado el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, como reacción a una polémica que se agranda como una bola de nieve aunque los ensayos de laboratorio en cuestión, en Alemania y Estados Unidos, se realizaron de acuerdo a la legislación vigente.

El origen de los experimentos

El nuevo episodio del 'thriller' que protagoniza desde hace varias temporadas la industria automotriz alemana se remonta a 2014, un año antes de que estallara el escándalo de los motores trucados por el que VW se enfrenta a un proceso en EEUU en el que ya se ha declarado culpable de fraude y conspiración con un coste de más de 26.000 millones de dólares en multas. Fue entonces cuando la llamada "Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte" (EUGT, por sus siglas en alemán), un 'think thank' fundado por VW, Daimler, BMW y el fabricante de componentes automovilísticos Bosch, decide apuntalar las matriculaciones de vehículos diésel con estudios que demostraran la "limpieza" de los nuevos motores. Se eligieron los dos principales mercados y dos centros de renombre, la Policlínica de Aquisgrán (Alemania) y el Instituto Lovelace de Investigación Respiratoria (LRRI), con sede en Alburquerque, EEUU.
Los científicos de Aquisgrán optaron testar con humanos. Se seleccionó a 25 personas voluntarias, sanas y con enfermedades respiratorias. Durante cuatro horas se prestaron a inhalar dióxido de nitrógeno (NO2) para determinar los efectos del gas en el sistema respiratorio y circulatorio. Uno de los participantes en el experimento, asmático, ha asegurado bajo condición de anonimato que nunca se sintió mal o tuvo dificultades para respirar. "Era aire limpio", dijo. Y es que según explicó Steg, "los voluntarios fueron expuestos a concentraciones muy por debajo de lo normal en muchos puestos de trabajo". 

En EEUU, los experimentos transcurrieron de forma diferente. Los científicos estadounidenses propusieron también hacer las pruebas con humanos, pero VW prefirió en este caso que fuera con animales. Y el LRRI tiene sobrada experiencia con animales. Ubicado en la Base de la Fuerza Aérea de Kirtland (Ohio), el LRRI dispone de las instalaciones más grandes y mejor equipadas del mundo para la investigación respiratoria. Gracias a sus estrechos lazos militares, está autorizada a trabajar con virus y bacterias mortales en busca de vacunas que protejan el pueblo y ejército estadounidense de armas de destrucción masiva. Esta compañía biomédica, con más de 200 clientes, un millar de científicos y otros tantos monos, ratas y conejos para la investigación, sometió en 2014 a 431 macacos a experimentos controvertidos con dolor o sufrimiento no aliviado, incluida la infección de la peste e inhalación de materiales tóxicos y radiactivos. Desde entonces ha sido denunciada en seis ocasiones por violar el Acta de bienestar Animal. En 2011 pagó por ello 21.000 dólares de multas.

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El Mundo Ciencia

Un árbol genealógico gigante desvela nuevos secretos de la historia de la humanidad

Los investigadores han unificado millones de perfiles públicos de una página de genealogía colaborativa.


Investigadores de varias instituciones estadounidenses e israelíes han aprovechado datos publicados en internet por aficionados a la genealogía para trazar la relación familiar de 13 millones de personas en un único árbol genealógico. La documentación de esta gran familia abarca una media de 11 generaciones y su estudio, publicado en la revista Science, ha revelado nuevos detalles sobre la influencia de la cultura occidental en la diversificación genética de las poblaciones humanas. El equipo de investigación, que reúne a genetistas y científicos informáticos, también ha analizado el árbol para estimar la base hereditaria de la longevidad, que calculan en torno al 16%.

Los datos provienen de la página web de genealogía colaborativa Geni.com, donde cada usuario completa su árbol familiar, con la opción de integrar árboles de otros usuarios que tengan parientes en común. Los autores del estudio emplearon teoría matemática de grafos para limpiar y ordenar los datos de 86 millones de perfiles públicos, en un intento de fundir todas las familias disponibles. Además, validaron sus resultados utilizando datos de ADN que estaban disponibles para algunas genealogías. “Por primera vez se puede hacer historia de población de una manera amplia gracias a las genealogías recogidas en la web”, dice Jaume Bertranpetit, un científico del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) ajeno a este estudio. “De hecho, creíamos que el caso de Islandia, donde sí se ha hecho, era único; ahora vemos que esto puede hacerse mucho más general”, agrega.

Del análisis se desprendieron 5,3 millones de árboles inconexos; el más grande de ellos une a 13 millones de personas, algo más que la población actual de Bélgica. “Toda la humanidad es parte de la misma familia”, apunta el autor del estudio Yaniv Elrich, un genetista y científico informático de Columbia University (EE UU) que también es director científico de MyHeritage, la empresa propietaria de Geni.com. “Según la teoría matemática, si cada persona pudiera proyectar 75 generaciones, el árbol genealógico de la humanidad conectaría a todo el mundo: desde un aborigen en Australia, pasando por una persona europea o africana, hasta un inuk en Alaska”, explica Elrich. “Y 75 generaciones no es tanto, son unos 2.000 años; no hablo de volver a la prehistoria”, matiza.

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La corta infancia de las galaxias

Galaxias jóvenes rotantes observadas por ALMA sobre una imagen tomada por el Hubble.

Nuevas observaciones de galaxias remotas muestran que, cuando el universo tenía tan sólo 800 millones de años de edad, las galaxias existentes ya habían formado discos rotantes similares al de nuestra Vía Láctea. La evolución temprana de las primeras galaxias tuvo que ser muy rápida.

Tiempos turbulentos

Tras el Big Bang, que tuvo lugar hace 13.800 millones de años, el universo era mucho más denso que el que conocemos hoy. Las galaxias se formaron de manera paulatina, primero mediante la agregación de masas nebulosas de geometría irregular. Después las colisiones entre las primeras galaxias en aquel universo más denso fueron dando lugar a estructuras mayores y mucho más ordenadas como nuestra Vía Láctea.

El universo temprano era, pues, turbulento y caótico y uno esperaría que aquellas primeras galaxias fueran igualmente desordenadas y turbulentas. Resulta sumamente afortunado que muchas de esas galaxias tan jóvenes puedan ser observadas hoy tal y como eran en su juventud. Algunas de éstas están situadas a la vertiginosa distancia de 13.000 millones de años luz, es decir, la luz que recogen hoy nuestros telescopios fue emitida desde estas galaxias hace 13.000 millones de años, cuando el universo tan solo tenía 800 millones de edad.

Estas galaxias tan remotas aparecen como unos diminutos puntos rojos en las imágenes más profundas de las tomadas por el telescopio espacial Hubble, no es posible distinguir ningún detalle en ellas. Sin embargo, desde hace unos meses el radiotelescopio gigante ALMA en el desierto de Atacama sí que puede examinar estas galaxias con mayor detalle, investigando su estructura con un poder de resolución de unos miles de años luz.

Galaxias remotas observadas en el Campo profundo del Hubble

Carbono ionizado

Renske Smit, de la Universidad de Cambridge, ha utilizado el telescopio ALMA para observar la emisión del carbono ionizado en dos de estas galaxias remotísimas (su desplazamiento hacia el rojo es z=6,8). Lo primero que sorprende es que las estrellas de estas galaxias hayan tenido tiempo para formar carbono, mediante reacciones nucleares en su interior, y de formarlo en una abundancia suficiente. Las observaciones demuestran así que los elementos necesarios para la vida estaban ya presentes en los albores del universo.

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El Mundo Ciencia

18 de marzo de 2018

Docente de Reino Unido fue la ganadora del Global Teacher Prize 2018

Andria Zafirakou fue reconocida con el premio considerado el nobel de educación.

Ella es profesora de Arte y TExtilería en Alperton Community School (Reinop Unido) ~ andria.zafirakou@gmail.com

Andria Zafirakou docente del Reino Unido ganó el mayor premio en educación: el Global Teacher Prize 2018, el galardón que expone y resalta las acciones con las que educadores logran impactar de manera significativa a su comunidad.


El premio fue anunciado en la noche del domingo, hora Dubái, en la ceremonia organizada por la Fundación Varkey, creadora del galardón, y que brinda respaldo a las capacidades de los docentes a nivel global.

Zafirakou es profesora de arte y textiles de la escuela Alperton Community School, Brent, Londres, Reino Unido.  Brent es uno de los lugares étnicamente más diversos del país, se hablan 130 idiomas en sus escuelas. Sus alumnos provienen de algunas de las familias más pobres de Gran Bretaña, y muchos comparten una casa con otras cinco familias, muchas de ellas expuestas a la violencia de pandillas.


Rediseñó el plan de estudio desde cero, trabajando cuidadosamente junto con otros profesores con la tarea de ganarse la confianza de sus alumnos y sus familias para comprender las complejas vidas de las que provienen. De ahí logró subir los niveles de calificaciones entre los estudiantes.

El premio que otorga la fundación es una vitrina al mundo que permite que historias de innovación y talento se conviertan en un ejemplo a imitar, pues desde la educación se logran hacer grandes cambios en la vida de aquellos que se benefician de los resultados. 

Adria fue elegida entre 10 maestros finalistas, luego de superar una competencia ardua. Este año se presentaron más de 30.000 nominaciones y 173 solicitudes de todo el mundo.

La ganadora recibirá una suma de dinero en cuotas iguales durante diez años, y Varkey  Foundation le ofrecerá asesoría financiera. De igual forma, se le pedirá que sea embajadora mundial de la Varkey  Foundation, lo que implica asistir a eventos públicos y disertar en foros sobre cómo mejorar el prestigio de la profesión docente.

Fuente:

Semana (Colombia) 
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