Muchos escritores soñaron en el pasado con cyborgs, hombres que suplían sus carencias con un toque de tecnología.
Como si una eternidad hubiera pasado desde las disparatadas
imaginaciones futuristas hasta la realidad tecnológica en la que
vivimos, no se nos hace extraño encontrarnos con nuevos dispositivos que nos ayuden a hacer nuestra vida más llevadera.
Si, es una comparación un poco exagerada pero, si en el presente ya nos encontramos con la tecnología como aliada, ¿cómo podría ser el futuro?
El avance tecnológico ha hecho posible el desarrollo de Finger Reader, un anillo de plastilina que no pesa más que uno regular, diseñado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, que es capaz de leer lo escrito y reproducirlo.
Este aparato, cuya finalidad es ayudar a las personas con dificultad
para ver a leer textos impresos o digitales, es aún un prototipo, que
esperan que salga al mercado en el menor tiempo posible.
Este
anillo posee una cámara portátil con un sistema de reconocimiento de
caracteres y un sintetizador de voz. Se coloca en el dedo índice para
que el usuario señale el texto a leer, que el sistema de reconocimiento interpreta y retransmite de forma hablada. Debe ser controlada por el usuario en todo momento, tanto para ajustar la velocidad como para mantener la cámara colocada sobre las palabras.
El gadget vibra al inicio y final de renglón, escanea las palabras que siguen y avisa al usuario cuando no esta en la linea correcta.
Este aparato tiene otras aplicaciones inmediatas, como el aprendizaje de la lectura y hasta la traducción en tiempo real. Aunque aún haya que mejorar el orden de las palabras entre idiomas, este aparato traduce el texto
antes de reproducirlo. Esto puede ayudar, no solo a los invidentes,
sino también a todo aquel que quiera leer textos en otros idiomas.
Sus creadores afirman que está diseñado para personas con “discapacidad, habilidad y superación”,
pues podrá disfrutar de este aparato cualquier persona. También mostró
un estudio realizado por el Instituto Nacional Real de Ciegos de Gran
Bretaña, que prueba que en el año 2011 solo un 7% de los libros tienen
letra grande, audio y braille integro, incluidos los formatos como libros electrónicos, por lo que Finger Reader podría abrirle la puerta a numerosos textos que no se habían podido leer hasta el momento.
Fuentes:
GizTab
ZomBit
Por primera vez la ciencia logró
encontrar "similitudes extraordinarias" entre la gente adicta a las
drogas y los adictos al sexo.
Científicos de la Universidad de Cambridge encontraron evidencia de que la adicción sexual también podría tener bases neurológicas como otras adicciones.
En el primer estudio que investiga la actividad cerebral en supuestos "adictos al sexo", los investigadores sometieron a 19 hombres a escáneres cerebrales mientras miraban videos pornográficos.
Encontraron que los mismos centros de recompensa que se activan cuando los adictos a drogas observan su droga preferida, se activaron cuando los participantes miraban los videos.
Y cuando los voluntarios vieron imágenes sexuales explícitas, se desencadenó una activida cerebral muy similar a la que se ve en las personas que dependen de drogas.
Los científicos, sin embargo, indican que no hay certeza de que una persona obsesionada con pensamientos o conductas sexuales sea realmente un adicto, como lo es alguien adicto a la nicotina, y más bien podría tratarse de un trastorno obsesivo
Fuente:
BBC Ciencia
Científicos de la Universidad de Cambridge encontraron evidencia de que la adicción sexual también podría tener bases neurológicas como otras adicciones.
En el primer estudio que investiga la actividad cerebral en supuestos "adictos al sexo", los investigadores sometieron a 19 hombres a escáneres cerebrales mientras miraban videos pornográficos.
Encontraron que los mismos centros de recompensa que se activan cuando los adictos a drogas observan su droga preferida, se activaron cuando los participantes miraban los videos.
Y cuando los voluntarios vieron imágenes sexuales explícitas, se desencadenó una activida cerebral muy similar a la que se ve en las personas que dependen de drogas.
Los científicos, sin embargo, indican que no hay certeza de que una persona obsesionada con pensamientos o conductas sexuales sea realmente un adicto, como lo es alguien adicto a la nicotina, y más bien podría tratarse de un trastorno obsesivo
Fuente:
BBC Ciencia