Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta ojo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ojo. Mostrar todas las entradas

19 de enero de 2019

Por qué los expertos advierten que hay una epidemia de miopía en el mundo y cuál es su origen

El aumento de miopía en las últimas décadas ha sido enorme y ahora afecta a la gran mayoría de los jóvenes en algunos países del este de Asia, como China y Corea del Sur. 
 
Durante los últimos 50 años se ha duplicado el número de personas miopes en el mundo.
Se estima que para 2020 un tercio de la población mundial será miope y para 2050 lo será la mitad de la humanidad.

"Estamos en medio de una epidemia global de miopía", dijo el doctor Earl Smith, profesor de desarrollo de la visión y decano del Colegio de Optometría de la Universidad de Houston, Estados Unidos.

Y esa epidemia tiene más incidencia entre los jóvenes del este de Asia, en países como China y corea del Sur, donde afecta ya a casi el 90% de los estudiantes al acabar la escuela secundaria.

En otras regiones del mundo aunque las cifras no son tan alarmante la condición avanza.

La gente que es corta de vista o miope puede ver claramente los objetos que están cerca, pero la vista se les vuelve borrosa cuando enfocan objetos distantes.

La miopía ocurre cuando el globo ocular crece demasiado y se vuelve más largo de lo normal. Esta condición visual suele manifestarse cuando los niños están en edad escolar y suele empeorar gradualmente hasta que el globo ocular completa su crecimiento.

Si no se detecta y corrige con lentes, la miopía puede progresar y con el tiempo aumentar significativamente el riesgo de sufrir cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina y maculopatía miópica.

Además, la miopía está entre las tres primeras causas de ceguera permanente en el mundo.

¿Qué la causa?

Aunque los expertos creen que la genética juega un cierto rol al determinar qué personas son más susceptibles de ser miopes, "hay algo en nuestro comportamiento y en nuestro ambiente que está contribuyendo al aumento de casos de personas miopes", asegura el doctor Smith, que hace unos meses recibió una beca de US$1,9 millones precisamente para investigar las causas y las estrategias de tratamiento de la miopía.

Muchos estudios han demostrado que la gente que pasa más tiempo al aire libre es mucho menos propensa a desarrollar miopía que la que permanece la mayor parte del día entre cuatro paredes.

"La demanda educacional cada vez más exigente y pasar más tiempo en espacios interiores que exteriores son factores que sabemos que contribuyen a que una persona se vuelva miope", dijo Smith. 

"En Asia, entre el 80 y el 95% de los jóvenes que terminan la secundaria en las zonas urbanas tienen miopía y hay evidencias fuertes que también está aumentando en Estados Unidos y en Europa", añadió el experto, que es uno de los investigadores líderes en esta condición visual.

"En aquellas situaciones en que hay una expectativa educacional alta es más probable que la gente desarrolle miopía. Considera a nuestros propios estudiantes de optometría como ejemplo: aproximadamente la mitad se vuelve más miope durante los cuatro años de estudios aquí", dijo el profesor de la universidad de Houston.

Smith y su equipo están ahora estudiando qué factores ambientales, como la exposición a ciertos tipos de luz, pueden tener un impacto sobre el crecimiento del globo ocular que conlleva a la miopía.

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

16 de septiembre de 2018

Qué es el "ojo silencioso", el fenómeno que diferencia a los mejores atletas del resto


El "ojo silencioso" de los atletas les permite procesar más rápido la información para activar la respuesta motora del cuerpo.

Si alguien sabe cómo lograr una victoria estando al borde del precipicio de la derrota esa persona es Serena Williams.

Lo ha hecho una y otra vez en su carrera, salvando juegos que tenía prácticamente perdidos, con bolas de partido en contra y rivales preparadas para dar la estocada final.

Ocurrió contra la belga Kim Clijsters en 2003 en las semifinales del Abierto de Australia, repitió en el mismo escenario en 2005, en Wimbledon en 2009 y en el Abierto de China en 2014.

Fue en situaciones de presión extrema cuando Williams marcó la diferencia y en lugar de aceptar el esperado desenlace lo que hizo fue agudizar su concentración.

Un estado en el que ocurre una variedad de procesos mentales que definen que una atleta como la tenista estadounidense se destaque sobre el resto, según logró identificar recientemente un grupo de psicólogos y neurocientíficos.

Siendo el más intrigante de todos el fenómeno que denominaron "ojo silencioso", que se trata de una especie de aumento en la percepción visual que permite a los deportistas eliminar cualquier distracción al tiempo que preparan su siguiente movimiento.

Tiempo detenido

Lo que más le llama la atención a los científicos es que este fenómeno aparece principalmente en situación de estrés, evitando que el deportista se "congele" en momentos de máxima presión.

Este proceso mental no solo afecta a los deportistas y ese mismo nivel de concentración es el que ayuda a los cirujanos durante las intervenciones quirúrgicas y está atrayendo interés de otros sectores como el militar.

El artículo completo en:

BBC Mundo

11 de julio de 2016

Experimento: ¿Cuál es tu ojo dominante?

Los dos ojos nos sirven para percibir la profundidad y las formas tridimensionales del mundo. La imagen ciclópea que todos notamos al mirar al mundo la forma el cerebro fusionando las imágenes de ambos ojos sin que se noten fisuras. Pero, ¿dónde acaba la imagen del ojo izquierdo y empieza la del derecho? ¿Cuál es tu ojo dominante, del que tu cerebro coge la imagen para la mayor parte del campo visual? En teoría, es importante que coincida con la mano dominante (diestro o zurdo) para no tener problemas en juegos como los dardos o el tiro con arco.


Existe una sencilla prueba oftalmológica (test de Miles) que te ayudará a determinarlo.

  1. Recorta un pequeño rectángulo en un cartón o folio y extiéndelo delante de ti de forma que puedas ver a través de la abertura. Alternativamente, puedes usar tus dos manos extendidas dejando sólo un pequeño triángulo entre tus pulgares e índices por donde mirar.
  2. Con los dos ojos abiertos, busca algún objeto que quepa en la apertura y céntrate en él. 

  3. Ahora, sin mover la cabeza ni las manos, cierra el ojo derecho y mira sólo con el izquierdo. Y luego al contrario, mira sólo con el derecho.
En alguno de los dos casos, el objeto habrá desaparecido de la apertura, mientras que en el otro seguirás viéndolo perfectamente. El ojo que tienes abierto cuando ves el objeto es tu ojo preferente. Al menos para esa dirección. Según diversos estudios, el ojo derecho es dominante entre el 53% y el 82% de las personas para objetos que estén justo en la dirección frontal.

Puedes probar mirando en distintas direcciones a ver si tu ojo dominante cambia a partir de cierto ángulo, como sugieren recientes estudios 1).

¿Cómo funciona?

La visión binocular requiere de dos campos visuales para percibir la profundidad y las distancias en escala absoluta. Si no, ocurriría como en el cine donde una imagen de una maqueta puede pasar perfectamente por una ciudad o una enorme nave espacial y no hay forma de distinguir el engaño. Pero a la hora de coordinar acciones motoras con entradas visuales, el cerebro necesita elegir uno de los dos ojos como “referencia”, y para eso parece jugar un papel importante la división de las neuronas del cortex visual en “columnas” que prefieren alternativamente la imagen de un ojo o del otro.



Representación del cortex visual, donde las franjas oscuras y claras representan neuronas que “prefieren” detectar imágenes de uno u otro ojo. Los colores indican preferencia de detección de patrones en las distintas orientaciones (Fuente).

Se sabe que esta especialización ya existe antes de nacer, y dado que las retinas de un feto ya generan señales (oscilaciones neurales) aún antes de abrir los ojos, es posible que sea algo que el cerebro aprenda, no que venga “precableado”. En cualquier caso, aún queda mucho por investigar en todo lo relacionado con la percepción visual.

Estudios recientes demuestran que el concepto de “ojo dominante” no es estático, como lo es el ser zurdo o diestro: depende de la profundidad a la que se enfoca, la dirección en que se mira, etc. Los experimentos2) sí que parecen demostrar que es un proceso automático, y que no se puede “alterar” de manera consciente.

Fuente:

Ciencia Explicada

22 de diciembre de 2015

Cómo leer más rápido entendiendo lo que lees

A veces nos gustaría ser como el robot de 'Cortocircuito' y leernos tres libros en cinco minutos, pero nuestro cerebro no funciona así. Aunque sí se le puede adiestrar para que lea más rápido y para que entienda lo que lee, que es el gran quid de la cuestión. Porque leer muy rápido y no enterarse de nada, al final, es como si no supiéramos leer.

Se considera que la velocidad de lectura media está entre unas 200 y 300 palabras por minuto, pero para cada persona puede ser diferente. No sólo dependerá de lo acostumbrados que estemos a leer, de si lo hacemos en nuestra lengua materna o en otra, de si el vocabulario utilizado nos es familiar o desconocido, de si a nuestro alrededor hay factores externos que nos distraigan... También dependerá de lo entrenados que estén nuestros ojos a leer.

El ojo es más lento que el cerebro

"Lo ideal sería poder leer tan deprisa como surge el pensamiento. Este es siempre mucho más veloz que el proceso de la percepción visual". Así lo apunta Juan Guerrero, responsable en España de Progrentis, un método para mejorar la comprensión lectura que incluye técnicas para que los estudiantes, sobre todo, aprendan a leer más rápido. Los ojos son mucho más lentos leyendo de lo que lo es el cerebro procesando esa información, por lo que acaba "distrayéndose".


Cuando leemos, nuestros ojos no siguen el texto de una manera continuada, sino que lo hacen a saltos (denominados "saltos de ojo") y haciendo pausas (llamadas "descansos de ojo"). También se detienen en puntos de fijación en los que leen bloques de significado, que pueden ser una palabra, un grupo de palabras o una frase entera. Cuantos más puntos de fijación se hagan, más lenta será la lectura, más interrupciones habrá en el flujo de información hacia el cerebro y la comprensión del texto será peor.

El "truco", por tanto, es entrenar a los ojos para que realicen movimientos más fluidos al leer, para que no se detengan tanto en los puntos de fijación. Guerrero explica sobre esa velocidad lenta de lectura que:

"Normalmente el lector lento, el que lee a razón de 150 a 200 palabras por minuto, aproximadamente, o bien lee de viva voz los vocablos, o bien lo va haciendo mentalmente durante el curso de su lectura, tiene un mal hábito de lectura que dificulta en extremo las cosas: por una parte, disminuye la velocidad lectora, con la consecuente pérdida de tiempo, y por otra, asegura una mala comprensión del pensamiento que se expresa en el texto, ya que la lectura lenta, "palabra por palabra", rompe el pensamiento en pequeños trozos, lo cual hace imposible, o en extremo difícil, captarlo globalmente en su fluido devenir".
Una mayor velocidad de lectura se asocia a una mejor comprensión lectora, y en la búsqueda de esa mayor rapidez leyendo, el objetivo es entender frases enteras, no quedarse atascado en palabras sueltas. Pero antes de ponernos a dar consejos sobre cómo podemos leer con más celeridad, tendremos que averiguar si somos lectores lentos o rápidos.

El artículo completo en:

Xakata Ciencia
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0