Existe una sencilla prueba oftalmológica (test de Miles) que te ayudará a determinarlo.
- Recorta un pequeño rectángulo en un cartón o folio y extiéndelo delante de ti de forma que puedas ver a través de la abertura. Alternativamente, puedes usar tus dos manos extendidas dejando sólo un pequeño triángulo entre tus pulgares e índices por donde mirar.
- Con los dos ojos abiertos, busca algún objeto que quepa en la apertura y céntrate en él.
(Fuente) - Ahora, sin mover la cabeza ni las manos, cierra el ojo derecho y mira sólo con el izquierdo. Y luego al contrario, mira sólo con el derecho.
Puedes probar mirando en distintas direcciones a ver si tu ojo dominante cambia a partir de cierto ángulo, como sugieren recientes estudios 1).
¿Cómo funciona?
La visión binocular requiere de dos campos visuales para percibir la profundidad y las distancias en escala absoluta. Si no, ocurriría como en el cine donde una imagen de una maqueta puede pasar perfectamente por una ciudad o una enorme nave espacial y no hay forma de distinguir el engaño. Pero a la hora de coordinar acciones motoras con entradas visuales, el cerebro necesita elegir uno de los dos ojos como “referencia”, y para eso parece jugar un papel importante la división de las neuronas del cortex visual en “columnas” que prefieren alternativamente la imagen de un ojo o del otro.Estudios recientes demuestran que el concepto de “ojo dominante” no es estático, como lo es el ser zurdo o diestro: depende de la profundidad a la que se enfoca, la dirección en que se mira, etc. Los experimentos2) sí que parecen demostrar que es un proceso automático, y que no se puede “alterar” de manera consciente.
Fuente:
Ciencia Explicada