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18 de noviembre de 2018

Así cambia su cuerpo cuando deja de practicar sexo

El lado bueno de la actividad sexual está probado. ¿Abandonarla tiene entonces efectos negativos? Esto dice la ciencia.

Los beneficios de la actividad sexual sobre sistemas como el cardiovascular, el neurológico o el inmune están demostrados en la literatura científica. Pero esa evidencia puede dar pie a pensar en la idea contraria: ¿La abstinencia tiene efectos negativos sobre el organismo? Aunque la duda asalta a muchos, la cuestión todavía queda lejos de definirse como materia de discusión en ciencia.

Para entender por qué las implicaciones negativas de la inactividad sexual siguen en la indefinición, conviene empezar por el propio significado de abstinencia. Como señala el ginecólogo y sexólogo del Hospital Universitario de Burgos, Modesto Rey, portavoz de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), no existe una anulación sexual plena como concepto general. “Nadie puede dejar de comportarse como ser sexual. ¿Qué es la abstinencia, no tener prácticas con otras personas, no tener autoerotismo? ¿Alguien puede anular las fantasías sexuales y sus interacciones con el sistema emocional y físico? La abstinencia solo podría referirse a la falta de prácticas sexuales orientadas al orgasmo. Pero no hay estudios que evalúen su impacto en la salud de las personas que han decidido no tenerlas por razones morales o místicas o por miedos. A nivel psicológico, depende de la motivación de cada persona. Conocemos casos en consulta de quienes no tienen relaciones sexuales, pero no padecen trastornos. El problema de fondo es cómo se evidencia el conflicto de quien quiere tener relaciones pero no las tiene”, sostiene Rey, presidente de la Sociedad de Castilla y León y Norte de Contracepción.

“Los efectos negativos de los que se suele hablar son la contraposición de los beneficios que han sido estudiados. La relación positiva entre la sexualidad y la enfermedad cardiaca, los accidentes cerebro-vasculares o con el síndrome metabólico como la diabetes tipo 2 está probada. Por ejemplo, sabemos que las relaciones sexuales afectan a la inmunidad, con lo cual el déficit relaciones sexuales no estimularía de forma adecuada la inmunidad. Cuando se tienen relaciones con una pareja o con diferentes, entonces se está en contacto con antígenos de otras personas, y favorece la inmunidad”, afirma la sexóloga clínica Francisca Molero, codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona.


17 de abril de 2014

El origen de la palabra libido

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra libido hace referencia al "deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica". Esta definición alude muy probablemente a Sigmund Freud, quien acuñó este término en el siglo XIX. En un primer momento la palabra libido, que en origen es latina y significa `deseo´, se empleaba como tecnicismo en medicina y psicología, para pasar después a generalizarse en el lenguaje corriente.

A nivel lingüístico, existen algunos errores comunes en el empleo del término. Uno muy frecuente es el pronunciar o escribir la palabra como si fuera esdrújula -acentuada en la primera sílaba-, y no llana - acentuada en la segunda sílaba-.

Por otro lado, aunque termina en `o', la palabra es femenina y como tal le preceden artículos femeninos: `la libido' y no es correcto decir `el libido'. Por último, la palabra libido es con `b', ya que `lívido' significa "amoratado o excesivamente pálido".

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7 de diciembre de 2012

7 formas de aumentar tu fuerza de voluntad

voluntad¿Qué podemos hacer cuándo la voluntad flaquea? Los científicos han descubierto varias estrategias útiles para aumentar la fuerza de voluntad.

Cambiar hábitos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Case Western Reserve (EE UU), basta con pequeños cambios en hábitos cotidianos, por ejemplo lavarnos los dientes durante varios días con la mano contraria a la que solemos usar (la izquierda en el caso de los diestros), para fortalecer la voluntad.

Tensión muscular. Iris W. Hung, de la Universidad de Singapur, ha descubierto un curioso truco para ejercer el autocontrol: si cuando notamos que se nos hace la boca agua ante un pastel tensamos los bíceps o los músculos de la mano durante un minuto, nos resultará más sencillo evitar la tentación. “La mente y el cuerpo están tan estrechamente unidos que simplemente apretando los músculos se puede activar la fuerza de voluntad”, concluía en la revista Journal of Consumer Research.

Buenas acciones. Por su parte, Kurt Gray, de la Universidad de Harvard, ha demostrado que hacer una buena acción aumenta nuestra fuerza de voluntad y nuestra resistencia física. “Tal vez la mejor manera de resistirse a un donut a media mañana es donar el dinero que costaría para una buena causa”, sostiene Gray, que dió a conocer sus conclusiones en la revista Social Psychological and Personality Science.

Exponerse a la tentación. Aunque puede parecer contradictorio, para aumentar la fuerza de voluntad es mejor exponerse a tentaciones reales. En una serie de experimentos, científicos de la Universidad de Chicago demostraron que si una persona está a dieta fortalecerá mejor su voluntad si tiene pasteles o caramelos en la cocina, al alcance de la mano, y evita comerlos, que cuando solamente ve imágenes de chocolate y golosinas en las revistas o en la televisión.

Distracción. La distracción también es una buena estrategia, como han demostrado investigadores de la Universidad de Columbia (EE UU). Si canturreamos o pensamos conscientemente en otra cosa cuando algo nos tienta, nos costará menos controlarnos.


Uno a uno. Cumplir a la vez varios objetivos que exijan mucho autocontrol puede resultar casi imposible. Según Sandra Aamodt, editora jefe de la prestigiosa revista Nature Neuroscience, hay varias actividades que pueden agotar rápidamente nuestra fuerza de voluntad: resistirnos a probar ciertas comidas o bebidas, reprimir respuestas emocionales, hacer un examen, dormir poco y tratar de impresionar a alguien. Y, por lo tanto, es mejor no hacerlas todas a la vez.

Cinco comidas al día. Cuando nos falta glucosa en sangre nuestra capacidad de autocontrol se resiente, según demostró hace poco Roy F. Baumeister, de la Universidad de Florida (EE UU). De ahí que los expertos recomienden no saltarse ninguna comida para conservar la fuerza de voluntad que necesitamos para hacer ejercicio físico, dejar de fumar, estudiar, adquirir algún hábito como ir en bicicleta al trabajo, e incluso perserverar en una dieta de adelgazamiento


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¿A qué tentaciones nos cuesta más resistirnos?

 tentacionLas tentaciones relacionadas con el trabajo o con la diversión son a las que más nos cuesta decir "no". Concretamente, un estudio de la Universidad de Chicago (EE UU) demuestra que los impulsos a los que más cuesta resistirse a un ser humano tienen que ver con la necesidad de mirar el móvil, tumbarse en el sofá, consultar el correo electrónico para ver si hay un nuevo asunto de trabajo o echarle un vistazo a las actualizaciones de las redes sociales, entre ellas Twitter. 

El mismo estudio muestra que los deseos que sentimos los seres humanos con más intensidad son los que afectan a la necesidad de dormir y al sexo. Y el tabaco y el alcohol, a pesar de ser adictivos, nos generan un deseo mucho más débil.

En cuanto a los más problemáticos, sorprendentemente para los investigadores fueron el sueño y el ocio, o lo que es lo mismo, la lucha entre “la inclinación natural a descansar y a relajarse y la tensión permanente que generan el trabajo y las obligaciones de la vida cotidiana”, aclara Wilhelm Hofmann, coautor del estudio que publicaba la revista Psychological Science.

El equilibrio entre el deseo y las tentaciones y el autocontrol es especialmente difícil cuando flaquea la fuerza de voluntad. En esos momentos, es como si “todo en la vida aumentara de volumen”, dice Roy Baumeister, coautor del estudio. Es decir, las cosas que nos tientan destacan más cuando nos falta voluntad. Además, cuanto más frecuente y reciente sea la resistencia que ha puesto una persona para vencer un deseo, menos éxito tendrá para resistir cualquier otro posterior.


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19 de enero de 2010

El deseo de alguna cosa hace que la veamos más cerca

Martes, 19 de enero de 2010

El deseo de alguna cosa hace que la veamos más cerca


Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha revelado que si queremos algo realmente, este deseo influye en nuestra forma de percibir los objetos que nos rodean.

En el estudio participaron una serie de voluntarios. Una parte de ellos bebió agua antes de un primer experimento, mientras que los voluntarios de la otra parte tomaron galletitas saladas que les dieron sed.

Después, los científicos les pidieron a todos los participantes que estimaran a qué distancia se encontraba una botella de agua. Los resultados demostraron que los voluntarios sedientos calcularon que el agua estaba más cerca de ellos que aquellos voluntarios que habían bebido agua antes de la prueba. En otro experimento realizado se obtuvieron resultados similares.

Estos resultados demuestran, según los científicos, que nuestro deseo de ciertos objetos puede condicionar nuestra percepción de éstos. La razón: cuando creemos que algo cerca de nosotros, a nuestro alcance, nos motivamos más para conseguirlo.

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Tendencias 21

16 de septiembre de 2007

Especial: Simios. Los chimpancés también son capaces de resistir tentaciones.

Especial: Simios.Los chimpancés también son capaces de resistir tentaciones.
Estudio de la Universidad de Georgia, en los Estados Unidos.




Mathieu Rached LE MONDE. ESPECIAL

Para contenerse y no ceder a una tentación, es natural tratar de distraer la propia atención del objeto deseado. Evidente en el hombre, este comportamiento acaba de ser observado en chimpancés por dos psicólogos del Centro de Investigaciones del Lenguaje, de la Universidad de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos.

"El dominio de sí" era ya conocido en los chimpancés. En la naturaleza, saben inhibir pulsiones "que no se corresponden con su interés de largo plazo", explican los autores del estudio. En lugar de "comer rápido lo que tienen a mano", prefieren recorrer una distancia mayor y buscar frutos más calóricos. O incluso elaborar herramientas para romper la cáscara de las frutas en lugar de contentarse con simples vegetales. Del mismo modo, cuando está a punto de aparearse con una hembra, un chimpancé optará por esperar a que se haya ido otro macho que merodea en la zona para no ser molestado.

La novedad estriba en "la adopción de una estrategia para distraerse". Para su estudio, publicado en Biology Letters, los investigadores sometieron a prueba con éxito la capacidad de los chimpancés para "desarrollar una estrategia" en un ejercicio en el cual la recompensa era mucho más importante si los simios lograban tener paciencia. Esto exige "un nivel de sofisticación del comportamiento rara vez observado fuera del hombre", explican.

Cuatro chimpancés fueron colocados, uno a uno, frente a un recipiente donde se iban acumulando los caramelos si ellos no los tomaban. Los chimpancés a cuya disposición se habían puesto juguetes lograron tener paciencia más tiempo que los demás y, por lo tanto, obtener más golosinas. Contrariamente, cuando los caramelos no estaban accesibles, los monos jugaban menos tiempo.

"Los chimpancés se dieron cuenta de que había una ventaja en ocuparse de los juguetes", afirmó Theodore A. Evans, coautor de la publicación.

Fuente:

El Clarín
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