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7 de diciembre de 2019

10 cosas que cambian tu cerebro (06/10): el dolor crónico

Por muy bien que afronte un enfermo con dolor crónico el sufrimiento físico permanente, a la larga su cerebro se resiente. 


Las alteraciones más importantes se producen en las conexiones neuronales de una zona de la corteza frontal vinculada a la gestión de las emociones. «Si sientes dolor veinticuatro horas al día, siete días a la semana, hay áreas de tu cerebro que se mantienen constantemente activas», explica Dante Chialvo, fisiólogo de la Universidad Northwestern (EE UU) coautor de una investigación que publicaba The Journal of Neuroscience

Y cuando las neuronas están a tiempo completo en ‘modo on’ se trastornan o incluso mueren porque no pueden resistir la falta descanso. El resultado es que el cerebro cambia y se daña para siempre, y aparecen trastornos del sueño y dificultades serias a la hora de tomar decisiones.

23 de noviembre de 2019

10 cosas que cambian tu cerebro (01/10): Dormir mal, tan dañino par tu cerebro como emborracharte

Estudios previos han relacionado la falta de sueño con un mayor riesgo de depresión, obesidad, diabetes, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares 



Su cerebro necesita una mayor cantidad de tiempo para registrar lo que está percibiendo».
Una mala noche nos afecta al día siguiente de muchas maneras: olvidamos las llaves, cometemos errores en el trabajo o echamos una cabezadita en el auto.

Numerosas investigaciones han relacionado la falta de sueño con un mayor riesgo de depresión, obesidad, diabetes, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares pero hasta ahora se sabía qué la falta de sueño modificaba nuestra capacidad cognitiva. Desde ahora ya sabemos por qué. Un trabajo que se publica en « Nature Medicine» es el primero en revelar cómo la falta de sueño interrumpe la capacidad de nuestras células cerebrales para comunicarse entre sí, lo que lleva a lapsos mentales temporales que afectan la memoria y la percepción visual.

«Hemos descubierto que privar a nuestro cuerpo del sueño necesario también limita la capacidad de las neuronas de funcionar correctamente», señala el autor principal, Itzhak Fried, de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA). «Esto explicaría de alguna manera el camino para los lapsos cognitivos que padecemos después de una ‘mala noche’ y afecta nuestra forma de percibir y reaccionar ante mundo que nos rodea».

Pero eso no es todo...


Los 6 principales efectos de la falta de sueño para el cerebro son:

1) Hace al cerebro más lento
La actividad cerebral se vuelve más lenta, y por tanto, la persona no puede pensar tan bien como lo hace normalmente. Esto ocurre porque las neuronas no pueden recargar la energía que necesitan.

2) Causa síntomas de depresión
Angustia, ansiedad y temores son más frecuentes cuando se duerme menos de 6 horas al día o más de 8 horas, de manera recurrente.

3) Afecta el hipocampo
Esta región del cerebro se asocia con los recuerdos, las emociones y el aprendizaje. De acuerdo a un estudio realizado en 2016, dormir apenas 5 horas puede afectar la forma en que se conectan las neuronas en el hipocampo, o sea, dañar la memoria.

4) Afectar el centro emocional del cerebro
¿Te sentís irritado después de una mala noche? Esto se debe a que privarse del sueño afecta el centro emocional del cerebro, y por tanto se generan reacciones desmedidas ante ciertos estímulos. Así lo demostraron científicos de la Universidad de Tel Aviv.

5) Afecta la toma de decisiones
De acuerdo a un estudio de Forbes, las personas que duermen menos por las noches toman decisiones más impulsivas y riesgosas, o al menos, la probabilidad de tomarlas aumenta en estas personas.

6) Afecta la producción de melatonina
La melatonina es la hormona que permite mantener el ciclo del sueño en condiciones óptimas. La falta de sueño afecta la producción de esta hormona, y por tanto es probable que el insomnio vuelva a generarse.

Estos efectos no solo impactan en las personas a nivel físico, sino también a nivel emocional. Por lo que el precio de dormir mal puede ser bastante alto.

¿Cómo vas a dormir esta noche? Después de conocer estos efectos, quizá sería un buen momento para reconsiderar tus hábitos de descanso y proponerte dormir más temprano esta vez.
Fuentes:

ABC

Universia

 

26 de noviembre de 2012

Una siesta en cualquier parte

El dúo Kawamura — Ganjavian crea en Madrid una almohada para descansar en cualquier parte

Pretenden que se aumente la productividad en un tiempo de cambio en los horarios laborales


Un viajero descansa en un aeropuerto con el Ostrich Pillow, creada en un estudio creativo en el madrileño barrio de Tetuán. / Studio Banana

Cualquier lugar es bueno para echar una siesta: el sofá, una tumbona frente al mar o, ¿por qué no?, la mesa de la oficina después de comer. Con esta idea en la cabeza, los creativos Key Portilla-Kawamura y Ali Ganjavian han inventado para la siesta un accesorio propio, distinto a la almohada tradicional: el Ostrich Pillow, que tiene la capacidad de convertir el rincón más insospechado en una cama. ¿Su precio? 50 euros.

El Ostrich Pillow (o almohada avestruz) puede parecer ridículo a simple vista. Es circular, grande como dos cabezas, acolchado y tiene tres orificios —dos para los brazos, otro para la nariz— que permiten la entrada de aire en cualquier posición. “Buscábamos privacidad total, un microambiente donde no se escuchara nada ni se viera nada”, asegura el creativo Ali Ganjavian. Al principio surgió de una necesidad dentro de su propia empresa, ubicada en Madrid, luego se dieron cuenta de que esa necesidad era colectiva, sobre todo en países en los que las horas laborales superan con creces la media de trabajo, como por ejemplo China.

La base de operaciones del dúo Kawamura-Ganjavian está en el barrio de Tetuán. Allí, en un espacio coworking llamado Studio Banana del que ambos son cofundadores, fue donde se forjó la idea, donde se diseñó y se puso en marcha por un grupo de creativos de todo el mundo, que tuvieron que meter la cabeza en todo tipo de objetos para alcanzar el prototipo deseado: desde taparse los ojos con una cinta a cubrirse enteros con una manta o un jersey. “El ritmo laboral ha cambiado. El tiempo que pasamos en la oficina se dobla y no podemos ser igual de productivos con tantas horas de trabajo”, asegura Ganjavian. “¿Por qué no crear un producto que permita descansar y desconectar si así se mejora nuestro trabajo?”, se pregunta.

La sociedad respondió velozmente y en solo siete días consiguieron la financiación para llevar adelante el proyecto. No solo se recaudaron los 70.000 dólares que necesitaban para empezar a fabricarlo, sino que la cifra alcanzó un 160% más de lo esperado. A los tres días de lanzarlo al mercado ya tenían más de 2.000 encargos. Eso ya era un triunfo.

“La siesta está mal vista en España. En cambio, en el extranjero va ligada a la productividad”, asegura el Ganjavian, que habla un perfecto español a pesar de ser mitad británico mitad iraní. “Poco a poco, España se va abriendo a la innovación”, se alegra. Desde otros países no paran de llegar pedidos. La Federación Nacional de Baloncesto de EE UU ha encargado varias unidades para evitar el efecto negativo en los jugadores cada vez que viajan. También el Ejército Británico ha solicitado una muestra. “Eso sin contar los pedidos de varios centros de investigación sobre el sueño y asociaciones vinculadas al autismo”, explica.

La voz de Ganjavian es pausada, transmite tranquilidad. Sin embargo, sus ideas son alocadas, tanto que han logrado encontrar un hueco en el mercado gracias a la funcionalidad de sus creaciones que siempre incorporan elementos que hacen que el producto sea, además, divertido. “La mayoría de nuestros proyectos surgen de una idea disparatada, pero si la tienes, por muy imposible que parezca, se puede llevar a cabo solo por el hecho de que has sido capaz de pensarlo”, reflexiona Ganjavian al tiempo que recita uno de sus lemas: “Fracasa, fracasa de nuevo y fracasa mejor”

Fuente:

El País CIENCIA
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