21 de junio de 2014
Tener bajo nivel de glucosa 'enciende' las discusiones de pareja
Tener bajos niveles de azúcar en la sangre puede provocarnos un aumento de la agresividad y que las discusiones entre parejas sean más incendiarias. Es la conclusión de un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Ohio (EEUU) y Amsterdam (Holanda).
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), contó con la participación de 107 parejas casadas. Durante 21 días consecutivos midieron sus niveles de glucosa en sangre dos veces al día. Tras este período los investigadores comprobaron que las personas con menores niveles de glucosa habían tenido más estallidos de ira hacia su respectiva pareja que los que tenían niveles normales de azúcar.
En otra fase del experimento, a todos los participantes se les facilitó un muñeco de vudú con similitudes con su pareja y 51 alfileres. La prueba consistía en que al final del día tenían que insertar tantos alfileres en el muñeco según su nivel de enfado (sin la presencia de su pareja). Los resultados revelaron que cuanto más bajo era el nivel de glucosa, más alfileres clavaban en el muñeco que representaba a su pareja.
“Hay una clara relación entre los impulsos agresivos, como los que hemos observado con los muñecos, y una conducta agresiva real”, afima Brad Bushman, autor principal del estudio.
Esto sucede básicamente porque el autocontrol se “alimenta” de la glucosa en la sangre, y cuando esta energía se agota, provoca una disminución de esta capacidad, de ahí que tener una discusión mientras se tiene hambre no sea especialmente una buena idea, ya que irremediablemente estaremos más iracundos y agresivos.
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22 de octubre de 2012
Tras un desastre, no tengas miedo a los cadáveres sino a las heces de los supervivientes
4 de agosto de 2011
Los científicos asocian los brotes de cólera con las corrientes de los ríos
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Los científicos asocian los brotes de cólera con las corrientes de los ríos
Un examen de las cuencas de río más largas del mundo ha encontrado poderosas desembocaduras, ricas en nutrientes, que alcanzan picos en los periodos de rápida reproducción del placton, asociados a los brotes de cólera. Esta desembocaduras aumentadas suelen ocurrir en momentos en que aumenta la temperatura de las aguas costeras, lo que sugiere que predecir el potencial efecto del calentamiento global sobre el cólera será más complicado de lo que se pensaba.
Así lo advierte un estudio publicado este jueves en la revista especializada 'American Journal of Tropical Medicine and Hygiene', cuyos resultados podrían dar a las autoridades de salud pública otra pista clave para predecir futuros brotes de cólera basados en modelos climáticos y medioambientales con el objetivo de prevenir el avance de esta enfermedad infecciosa, que actualmente azota a países como Haití.
El estudio comenzó en la Bahía de Bengal, donde los investigadores querían resolver un misterio: cuando la temperatura del mar aumenta, el fitoplacton --plantas microscópicas que viven en el océano y sirven de alimento al zooplacton, al que está asociado la bacteria del cólera-- desciende. Así, los investigadores se preguntaron por qué anteriores estudios señalaron que cuando aumentaba la temperatura marina aumentaba también el fitoplacton.
Los autores de esta investigación analizaron datos recabados durante 12 años, entre los que se incluían imágenes de los satélites de la NASA, y descubrieron que las grandes corrientes de ríos como Ganges, Brahmaputra y Meghna, que transportan nutrientes procedentes de la tierra, son la causa de que se reproduzca con rapidez en fitoplacton, un fenómeno que después provoca el rápido crecimiento del zooplacton y contribuye así a la aparición de brotes de cólera.
Sin embargo, según el líder de este estudio, Shafiqul Islam, profesor del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental en la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Tufts University, en Medford (Estados Unidos), "no estaban satisfechos con este resultado, por lo que fueron a probar este descubrimiento en otros lugares", como el Orinoco (Sudamérica), Congo y las cuencas del Amazonas.
Comprobaron el mismo fenómeno: la relación positiva entre la rápida reproducción del fitoplacton y las temperaturas del océano están relacionados con las grandes desembocaduras de los ríos. "La principal aportación es que descubrir una asociación entre la temperatura de la superficie marina y los brotes de cólera nos previene de concluir diciendo que el calentamiento global aumentará los casos de cólera", asevera.
No obstante, Islam advierte de que el calentamiento global puede jugar otro tipo de papeles en la aparición de brotes de cólera, como contribuir con la sequía.
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