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24 de noviembre de 2017

La NASA localiza un planeta donde nieva protector solar

Un lado del planeta está en permanente oscuridad, en este espacio las lluvias de óxido de titanio (protector solar) no llegan al lado diurno y caluroso que se enfrenta con la estrella madre. 



El telescopio espacial Hubble de la Administración de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) encontró un caluroso planeta fuera de nuestro sistema solar donde nieva protector solar.

El único problema para un posible visitante es que la precipitación con protector solar (óxido de titanio) solo ocurre en el lado nocturno permanente del planeta llamado Kepler- 13Ab. 

El protector solar necesitaría ser embotellado porque no se encontraría esta sustancia en el otro lado ardiente y diurno que siempre enfrenta a su estrella anfitriona.

Los astrónomos del Hubble explicaron que poderosos vientos trasladan el óxido de titanio hacia el lado nocturno más frío, donde se condensa en escamas cristalinas, forma nubes y precipita en forma de nieve. La fuerte gravedad superficial de Kepler- 13Ab, seis veces mayor que la de Júpiter, saca la nieve de óxido de titanio de la atmósfera superior y la atrapa en la atmósfera inferior.

Kepler- 13Ab están tan cerca de su estrella madre que está bloqueado marealmente. Un lado del planeta siempre se enfrenta a la estrella, el otro lado está en permanente oscuridad, del mismo modo que nuestra Luna está bloqueada a la Tierra y solo un hemisferio es permanentemente visible desde nuestro planeta.
El sistema Kepler- 13 está a 1.730 años luz de la Tierra.

Fuente:

TeleSur

Como los humanos: las abejas son diestras, zurdas o ambidiestras

Científicos esperan que un mayor análisis del vuelo de estos insectos les permita mejorar el diseño de drones.

Un estudio publicado en la revista científica Plos One, reveló que las abejas al volar, tienen un lado preferente para inclinarse por sobre el otro, ya sea diestro o zurdo.

Hasta ahora, se pensaba que estas habilidades sólo la tenían algunos animales con un mayor nivel cognitivo.

"A diferencia de los humanos, que en su mayoría son diestros, las abejas son principalmente zurdas, diestras, y otras no presentan ninguna preferencia por volar de un lado u otro”, indica en la investigación.

Al contrario de las obreras de la miel, otros insectos voladores no presentaron ninguna preferencia en su vuelo. Sin embargo y de acuerdo a la investigación, un 45 por cierto de las abejas analizadas tenían un lado por el que preferían volar, lo que llevó a los científicos a creer que ésto puede entregar nuevas pistas sobre cómo mejorar la eficiencia de vuelo en un ambiente muy saturado.

"Los insectos voladores constantemente tienen el desafío de escoger las rutas más eficientes, seguras, y libres de colisión al navegar por follaje denso”"indicó el Profesor Professor Mandyam Srinivasan de la Universidad de Queensland en el estudio.

Los investigadores creen que este nuevo conocimiento podría también ayudar a mejorar el diseño de drones que puedan tomar decisiones autónomas y ser más eficientes al volar.


Fuente:

TeleSur

23 de noviembre de 2017

Las ‘apps’ con las que te localizan y localizas a alguien en todo momento

Antes de que WhatsApp activase esta opción, ya había propuestas pensadas para familias que deben supervisar la seguridad de alguno de sus miembros.

Dos de las principales aplicaciones de mensajería instantánea lanzaron recientemente una funcionalidad que permite a los usuarios compartir su localización exacta, en cada momento, con aquellos que deseen. La primera de ellas fue Telegram, cuya versión 4.4 incorporó el 10 de octubre lo que la compañía ha bautizado como live locations o ubicaciones en directo, que se activan durante 15 minutos, una hora u ocho horas. Tan solo siete días después, WhatsApp anunció la llegada de sus ubicaciones en tiempo real, que posibilitan hacer lo mismo durante los mismos periodos. En ambos casos, esa función se puede anular cuando se estime oportuno, sin necesidad de que se agote la duración escogida en el momento de compartir la ubicación.

A pesar del revuelo causado por estos anuncios, sobre todo entre los más preocupados por su privacidad, no se trata de algo nuevo. De hecho, el pasado marzo esta opción ya fue integrada por Google Maps y Facebook Messenger. Pero, además, hace tiempo que existen otras aplicaciones que proporcionan un servicio similar, algo que resulta de utilidad a las familias que deben supervisar la seguridad de algunos de sus miembros, como las personas mayores o los más pequeños de la casa.

Conoe estas propuestas en el siguiente enlace:

El País (España)

22 de noviembre de 2017

“Los árboles adultos alimentan y cuidan de los pequeños”

Peter Wholleben: Tengo 61 años. Mujer y dos hijos. Vivo en la región de Eifel (Alemania). Dirijo una explotación forestal respetuosa con el medio ambiente. Trabajo para retornar a la naturaleza los necesarios bosques primigenios. 


 “Cuando inicié mi andadura profesional como agente forestal, sabía tanto de la vida secreta de los árboles como un carnicero de los sentimientos de los animales...”. Así comienza el apasionante y sorprendente libro de Wohlleben, La vida secreta de los árboles (Obelisco), que fue una revolución en Alemania, número uno en la lista de superventas de Spiegel y traducido a 19 lenguas. Basándose en investigaciones científicas explica cómo los árboles hacen conexiones sociales importantes, forman vínculos afectivos y tienen parentescos. Apuesta por recuperar bosques naturales y da sobradas razones para ello. Vive en los bosques, “pero no abrazo árboles”. También ha publicado La vida interior de los animales (Obelisco)

¿Los árboles son seres sociales?
Están conectados a través de las raíces, y pueden distinguir las raíces de otras especie e, incluso, de los diferentes ejemplares de su misma especie. Un bosque es un superorganismo, como un hormiguero.

¿Juntos funcionan mejor?
Sí, porque juntos crean un clima local equilibrado. Cada árbol es importante para la comunidad y el bosque actúa en consecuencia: a los ejemplares enfermos el resto les proporciona los nutrientes necesarios para que sanen.

Creía que competían.
Pueden competir ferozmente con otras especies, pero también entablar amistad y vigilar que ninguna rama demasiado gruesa crezca en dirección del otro. Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. A través de las raíces tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho cede y el que tiene poco recibe ayuda.

En esos bosques espesos, ¿cómo pueden crecer los pequeños arbolitos?
A través de las raíces sus madres entran en contacto con ellos y les proporcionan azúcar y otros nutrientes. Podría decirse que los árboles bebé son amamantados.

Increíble.
Los adultos forman ese espeso techo sobre el bosque y sólo dejan pasar un tres por ciento de luz para que los pequeños no crezcan demasiado rápido, es lo que los expertos forestales desde hace generaciones llaman educación.

¡Educación!
El crecimiento lento es condición para que luego se alcance una edad avanzada. La ciencia ya no discute la capacidad de los árboles para aprender, queda por resolver dónde almacenan lo aprendido y cómo lo rescatan.
...
Muchos botánicos sostienen que en las puntas de las raíces tienen estructuras similares al cerebro. De hecho sabemos que los árboles tienen memoria, son capaces de registrar y distinguir las temperaturas en ascenso de la primavera de las que están en descenso durante otoño.

Sólo les falta hablar...
A su manera también lo hacen. Mediante sustancias odoríferas se comunican. Cuando se aproxima un peligro, la acacia avisa a sus congéneres emitiendo etileno, un gas de aviso.

¿Y qué hacen con la información?
Sueltan sustancias tóxicas para prepararse. También envían avisos mediante señales eléctricas a través de las raíces y de las redes de hongos, que son como nuestro sistema nervioso.

¿También lo hacen las hortalizas?
Por desgracia nuestras plantas de cultivo han perdido la capacidad de comunicarse. Son mudas y sordas, y por tanto muy vulnerables a los insectos.

Los árboles, ¿sufren cuando pasan sed?
Gritan. Según investigaciones del centro de ­investigación confederado de los bosques de Suiza que registraron los tonos de ultraso­nidos, los árboles emiten determinadas vibraciones cuando el agua escasea.

Y los árboles de ciudad, ¿se comunican?
Igual que en las plantaciones forestales, debido a la poda y plantación las raíces quedan dañadas para siempre y ya no pueden formar una red. Se comportan como niños de la calle. Básicamente les falta el bosque, la comunidad, la educación: nadie que les castigue si crecen demasiado deprisa o torcidos privándoles de luz.

¿No es partidario de la poda?
Si se retira una gran parte de las ramas se reduce la fotosíntesis y en consecuencia una gran parte de las raíces mueren de hambre, en esas zonas muertas penetran los hongos.

Pensábamos que saneaba a los árboles...
Hemos estado considerando y tratando la naturaleza como si fuera una máquina, pero en un puñado de tierra del bosque hay más seres vivos que seres humanos sobre la Tierra.

Usted trabajó durante veinte años al servicio de la Comisión Forestal de su país.
Sí, mi trabajo consistía en gestionar bosques como si fueran madera, con los años empecé a mirar de otra manera. Hoy estoy convencido de que existe una comunidad de bosque en el que cada ser vivo tiene su papel.

Ha colaborado con biólogos de la Universidad RWTH de Aquisgrán.
Todo lo que le cuento no es una chifladura, se basa en investigaciones científicas realizadas también por la Universidad de Aquisgrán, la Columbia Británica y la Sociedad Max Planck. Y todas esas investigaciones apuntan a que nuestra gestión de los bosques es muy errónea.

¿Por ejemplo?
Los estudios afirman que los árboles viejos son mucho más productivos que los jóvenes, e importantes aliados en el tema del cambio climático, así que revitalizar los bosques es un error.

Hay que dejar que los bosques envejezcan.
Sí, necesitamos más bosques salvajes, dejar que los árboles crezcan con el espacio intermedio que ellos eligen. Y no hay que temer a la maleza, en las reservas en las que hace 100 años los humanos no hemos intervenido la densa sombra y la hojarasca impide el crecimiento de hierbas y matojos.

Dicen que el aire de bosque es salud.
Además de filtrar el aire los árboles desprenden sustancias, pero no son las mismas en una vieja reserva forestal que en una plantación artificial. Con la hojarasca se transportan hasta el mar a través de ríos ácidos que estimulan el crecimiento del plancton, el primer y más importante eslabón de la cadena alimentaria.

Fuente:

La Vanguardia
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