No se había visto un desastre así desde 1998.
Las fuertes lluvias que se registran en Perú desde fines de enero han dejado al menos 75 muertos, más de 700.000 afectados y han causado importantes daños en viviendas y carreteras, principalmente en tres regiones del norte del país: Tumbes, Piura y Lambayeque.
Los efectos de las precipitaciones también se han dejado sentir en La Libertad, Cajamarca, Ica y Lima.
Solo en la región Piura hay más de 15.000
damnificados, que han sufrido los desbordes de los ríos y el colapso de
los sistemas de alcantarillas.
Mientras, en la costa de Ecuador, los aguaceros han causado la muerte
de 14 personas y causado daños a miles de viviendas, principalmente en
las provincias de Chimborazo, Guayas, Los Ríos y Manabí.
Esta
situación, que no se veía en las zonas afectadas en cerca de dos
décadas, se debe a un fenómeno que, por sus consecuencias es parecido al
fenómeno de El Niño, pero en este caso se ubica solo frente a las
costas de Perú y Ecuador.
Los científicos peruanos lo han bautizado como "ElNiño costero" y expertos de todo el mundo lo están observando por si se trata de una señal de que se acerca un Niño de escala planetaria.
Calentamiento focalizado
Durante
un fenómeno de El Niño, aumenta la temperatura del agua en toda la
franja ecuatorial del océano Pacífico, hasta la costa norte de Estados
Unidos, y los efectos se sienten en todo el mundo: lluvias monzónicas
débiles en India, inviernos más fríos en Europa, tifones en Asia y
sequías en Indonesia y Australia, entre otras calamidades.
Pero cuando el calentamiento ocurre solo en la zona costera de Perú y Ecuador, las anomalías (lluvias torrenciales) se restringen a estos territorios. Los expertos peruanos llaman "El Niño costero" al fenómeno, según el Comité Multisectorial para el estudio del Fenómeno de El Niño en ese país (Enfen).
El
hecho de que el aumento de la temperatura del agua ocurra solo frente
ambos países, se relaciona con las corrientes de viento que circulan por
esta zona.
A fines de 2016, unos vientos del norte, provenientes de
Centroamérica, favorecieron el desplazamiento de aguas cálidas hacia el
sur, dice el Enfen.
En su recorrido hacia la costa ecuatoriana y
peruana, esta masa hídrica no encontró ninguna barrera, explicó a BBC
Mundo el meteorólogo Nelson Quispe, director de área de Pronóstico del
Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú (Senamhi).
Los
vientos costeros que iban en dirección opuesta -de sur a norte- "se
debilitaron" durante los primeros días de diciembre de 2016 y
permitieron el ingreso de las aguas cálidas de Centroamérica.
"Normalmente
el viento que va de sur a norte ayuda a llevar la corriente marina de
Humboldt, que es fría. Pero como el viento se había debilitado, la
corriente también fue más débil", agregó Quispe.
El calentamiento anómalo del mar en la costa costera empezó a mediados de enero y ha causado que el agua alcance temperaturas pico de 29 ºC en Perú, y de 28 ºC en Ecuador.
El artículo completo en:
BBC