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14 de octubre de 2009

La depresión: "Tocando Fondo"

Miércoles, 14 de octubre de 2009

La depresión: "Tocando Fondo"


Un artículo muy interesante


El psicoterapeuta y periodista
Luis Muiño ha sido seleccionado como uno de los diez finalistas de la 23 Edición del Premio Boehringer Ingelheim al Periodismo en Medicina por su reportaje sobre la depresión Tocando fondo, publicado en la revista Muy Interesante.

¿Qué son los premios Boehringer Ingelheim?


El Premio Boehringer Ingelheim al Periodismo en Medicina es el galardón más antiguo del
periodismo sanitario en España y, año tras año, consigue una amplia participación de una gran variedad de medios: nacionales, autonómicos, especializados, generalistas, radios y televisiones. Después de 23 ediciones, el galardón suma una cifra total de más de 1.850 periodistas participantes y más de 2.000 artículos o reportajes competidores.

Conocer Ciencia publica en artículo completo:


121 millones de personas en el mundo sufren depresión, un trastorno mental que convierte la vida en un mar de tristeza, desánimo y desesperanza. Científicos y expertos en salud psíquica trabajan para inventar y desarrollar terapias eficaces que nos ayuden a combatir esta plaga que aumenta día a día.



El escritor ruso León Tolstoi tenía fama de ser un autor exhaustivo. Las más de mil páginas que ocupan cada una de sus novelas Guerra y Paz o Ana Karenina (en todas las ediciones) lo atestiguan. Sin embargo, en el ensayo Mi confesión habla de su crisis depresiva y consigue describir esta enfermedad con tres certeras frases: “Mi vida se había detenido de golpe. Podía respirar, comer, beber, dormir. En realidad, no podía evitar hacerlo, pero no había una vida verdadera en mí”. Tolstoi escribió este texto en 1887, y hay referencias a la depresión en multitud de épocas y lugares, sin embargo, hay quien la considera la enfermedad del futuro.

Basta un apunte: según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud,
se espera que en 2020 la depresión sea la causa principal de discapacidad en todo el mundo. En cualquier caso no es necesario proyectarnos tanto. Las cifras del presente hablan de la importancia de este doloroso trastorno psicológico: nada menos que 121 millones de personas en el mundo sufren depresión, según la OMS. Sólo en atención primaria, se calcula que entre el 5% y el 10% de los pacientes que acuden a un médico padecen esta dolencia. Y si hacemos un estudio más detallado, veremos que en nuestro país un 14% de los individuos ha convivido con este mal en algún momento de sus vidas.

Esas serían las cifras si únicamente nos concentramos en los problemas producidos por la enfermedad en sí. Pero en
salud mental, la depresión es un factor omnipresente que interactúa con muchos otros males. Un ejemplo: en un reciente estudio, realizado por la OMS con más de 24.000 personas de 60 países, se desprende que entre el 9% y el 23% de los afectados por una enfermedad crónica padece, además, un trastorno depresivo. El trabajo, publicado en la revista médica británica The Lancet, señala también que esta combinación es más perjudicial para la vida psíquica que, por ejemplo, el hecho de padecer dos o tres enfermedades crónicas de forma simultánea.

¿Pero cómo definir la depresión?

La precisión es esencial para que el diagnóstico no resulte alarmista. Por un lado hay que señalar que el ser humano convive con la melancolía y la aflicción, que en ocasiones son sentimientos inevitables y necesarios. De hecho, como decía
Charles Darwin, “la tristeza (…) es una buena forma de adaptación que ayuda a que una criatura se cuide a sí misma contra cualquier peligro grande o repentino”.

Por eso es importante aclarar, en primer lugar, que sentirse triste o melancólico no es una enfermedad mental ni equivale a sufrir de depresión. Sólo cuando estos sentimientos se prolongan o se agravan pueden empezar a ser valorados como patológicos, e incluso entonces estos estados afectivos tendrán que ir acompañados de otros síntomas para que sean calificados como tales.


El Comité para la Prevención y Tratamiento de las Depresiones (PTD) define la depresión como un
síndrome que agrupa síntomas somáticos y síntomas psíquicos en torno a un núcleo central. El centro de esta enfermedad sería la tristeza patológica, la pérdida de impulsos y la sensación de vacío. Según el CIE-10 y el DSM-IV –los manuales de diagnóstico más corrientes–, la depresión es un trastorno mental afectivo caracterizado por la presencia de síntomas como la tristeza, la pérdida de interés y la incapacidad para experimentar sentimientos de placer.

Durante un episodio depresivo típico disminuyen la capacidad para disfrutar, la energía vital, el interés y la concentración. Cualquier esfuerzo, por nimio que sea, nos hace sentir cansados. También se sufren
trastornos del sueñodormir mucho más de lo habitual o padecer insomnio– y de la alimentación –comer compulsivamente o perder el apetito–. Además, la enfermedad afecta a la autoestima, se pierde confianza en uno mismo y aparecen sentimientos de culpabilidad.

En cuanto a su intensidad, los episodios depresivos pueden ser, según la OMS, leves, moderados o graves. Se considera leve cuando el paciente puede llevar a cabo la mayoría de sus actividades diarias; es moderado si tiene grandes dificultades para continuar con su vida cotidiana; en un caso grave, la mayoría de los síntomas están presentes de forma intensa y la
idea de suicidio o autodestrucción se hace frecuente. Las investigaciones actuales hablan de una interacción entre varios factores como causa de la enfermedad. No existe ninguna variable que explique completamente una depresión. De hecho, se tiende a hablar de relaciones causales que actúan como un círculo vicioso.

Un ejemplo de estas cadenas que se alimentan a sí mismas puede partir de la
vida poco estimulante que a veces llevan las personas que sufren este síndrome. Si alguien carece de estímulos y su patrón de personalidad hace que tienda a echarse la culpa de lo que le ocurre, caerá en un estado de ánimo melancólico. La tristeza y el pesimismo le llevaran a pensar de forma negativa acerca de los que le rodean y a actuar dando por hecho que los va a perder. El fatalismo hacia los demás funcionará como profecía autocumplida y llevará a la persona a una vida más carente aún de estímulos.

Esta cadena relacionaría factores de conducta (vida poco estimulante), de personalidad (tendencia excesiva a la responsabilización), emocionales (tristeza), cognitivos (pesimismo) y de habilidades sociales (poco empeño a la hora de conservar relaciones) en un círculo que se iría agrandando a medida que se repite. Según sus partidarios, esta
teoría de los círculos viciosos explicaría el aumento de la incidencia de la depresión, ya que para las generaciones pasadas era más fácil quebrar el círculo. Por ejemplo, en las sociedades colectivistas era raro permanecer aislado y sin estímulos; la familia o los amigos rompían la cadena depresiva por ese punto y la enfermedad no se llegaba a agravar. Hoy vivimos en una sociedad individualista que tiende a perpetuar esas cadenas que se retroalimentan.

Los factores implicados en el ciclo depresivo pueden ser
genéticos, bioquímicos, neuroendocrinológicos, neurofisiológicos, psicosociales, de personalidad y ambientales. Respecto a los genéticos, algunas investigaciones señalan que el riesgo de la enfermedad aumenta en individuos con un progenitor o un hermano depresivo, y los estudios con gemelos monocigóticos apuntan que, si uno de ellos está diagnosticado de depresión mayor, la probabilidad de que el otro la sufra es del 50%. Debido a estos indicios, se está llevando a cabo una investigación en varios países sobre los genes que predisponen al riesgo de padecer depresión y trastorno bipolar. Por otro lado, se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos y que las personas con depresión grave tienen un desequilibrio de las sustancias conocidas como neurotransmisores. Por ejemplo, la noradrenalina, que aumenta la excitación y mejora el estado de ánimo, es sobreabundante durante la fase maníaca del trastorno bipolar y escasea cuando llega la etapa depresiva. Eso también ocurre con la serotonina y por eso los fármacos antidepresivos tienden a aumentar el suministro de noradrenalina y serotonina, y a bloquear su recaptación o descomposición química. Las alteraciones neuroendocrinológicas más relevantes han sido detectadas en relación con las llamadas depresiones endógenas, que son aquellas debidas a algo que viene de nuestro interior, sin causa externa aparente.

Se ha observado que los pacientes que la sufren no experimentan la elevación habitual del nivel de hormonas tiroideas y su glándula pineal segrega menos melatonina. Estos dos factores explicarían en parte los problemas de insomnio causados por este trastorno. Otra sustancia que aparece frecuentemente en los estudios es el
cortisol, generado por la glándula pituitaria: el 50% de pacientes con depresión grave presentan un alto nivel. La investigación en el área neurofisiológica se ha centrado en los hallazgos observados mediante el electrocradiograma (EEG) tradicional o el EEG computerizado, los estudios de las fases del sueño y los de potenciales evocados. Tampoco hay que olvidar los factores psicosociales.

Algunas personas caen en la depresión sin motivos aparentes, pero otras veces surge a raíz de alguna circunstancia difícil, como la muerte de un familiar próximo o de un amigo, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, un divorcio..., hechos que pueden ocasionar síntomas que sostenidos a lo largo del tiempo acaban desencadenando una depresión clínica.
Respecto al factor de personalidad, hay que decir que las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer depresión. Un ejemplo muy estudiado son los patrones cognitivos: las personas deprimidas tienden a explicar los hechos malos como algo estable –“va a durar toda la vida”–, global –“va a afectar a todo lo que hago”– e interno –“ha sido culpa mía”–.

Expertos como Lyn Abramson, de la Universidad de Wisconsin-Madison, mantienen la teoría de que el resultado de estas atribuciones pesimistas, hipergeneralizadas y culpables es un sentimiento de desesperanza depresivo. Si creemos que nuestra tristeza no se puede cambiar, afecta a toda nuestra vida y es responsabilidad nuestra, iniciaremos uno de esos círculos viciosos que llevan a la enfermedad.
Por último, no hay que olvidar las causas ambientales: una vida poco estimulante en cuanto a relaciones, amistades, trabajo, familia... es un factor que puede llevar a la depresión. El reto de los tratamientos actuales es romper la cadena por alguno de sus eslabones. Muchos investigadores lo creen, aunque debido a la compartimentación de la ciencia, cada científico intente romper el círculo en el punto en que es experto.

Por eso hay métodos para salir de la depresión desde la bioquímica, desde lo psicosocial, desde la genética… Lo importante es detectar los puntos de ruptura y trabajarlos poco a poco porque de la depresión se puede salir. Para Winston Churchill, la enfermedad era un “perro negro” que de vez en cuando le perseguía.
Abraham Lincoln era tan retraído y pensativo de joven que sus amigos temían que se quitara la vida. Y Bertrand Russell afirmaba en su autobiografía que no se suicidó porque quería aprender más matemáticas. Todos ellos lucharon contra la depresión y rompieron el círculo. Luís

Muiño
Fuente:


Muy Interesante

9 de octubre de 2009

10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental

Sábado, 10 de octubre de 2009

Día Mundial de la Salud Mental

¿Qué es la salud mental?

Salud mental o "estado mental" es la manera como se conoce, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Se dice "salud mental" como analogía de lo que se conoce como "salud o estado físico", pero en lo referente a la salud mental indudablemente existen dimensiones más complejas que el funcionamiento orgánico y físico del individuo.

Según El Austral: El “Día Mundial de la Salud Mental” se celebra todos los 10 de octubre y fue instaurado el año 1992 por iniciativa de la Federación Mundial de Salud Mental con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre esta materia, además de abogar por la no discriminación de personas que padezcan alguna enfermedad de este tipo.

Algunos datos de la OMS:


  • 450 millones de personas experimentan problemas mentales o neurológicos en el mundo.

  • nEstos desórdenes constituyen 5 de las 10 principales causas de discapacidad.

  • nCrean un impacto social y económico importante en los individuos, familias y gobiernos.

  • nLa depresión clínica será la 2da causa de discapacidad en el mundo para el año 2020 y en países en desarrollo será la primera causa.

  • nLas personas con trastornos mentales sufren de discriminación, estigma y están proclives a sufrir violaciones en sus derechos humanos.

  • La pobreza interactúa en forma importante con la salud mental en un círculo vicios

Más detalles aquí y aquí...

Muy Intersante publicó esta interesante nota, ocho supersugerencias con sus respectivos ochos superenlaces:
Hoy, sábado 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. De los avances de la neurociencia publicados en MUY Interesante a lo largo de 2009, extraemos 8 consejos útiles para mantener una mens sana. ¡Toma nota!

1. Evita la obesidad
Un estudio realizado por Paul Thompson, investigador de la Universidad de California, apunta a que la obesidad puede reducir el tamaño del cerebro en los ancianos, haciéndolos más vulnerables a la demencia.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/46-salud/8000-iel-exceso-de-grasa-encoge-el-cerebro

2. Lee a Kafka
Leer a Franz Kafka, por ejemplo la historia de Un médico rural, estimula nuestras neuronas y “nos incita a aprender nuevos patrones cerebrales, a desarrollar una mayor capacidad de aprendizaje”, según un reciente estudio de la Universidad British Columbia y la Universidad de California.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/8073-leer-a-kafka-estimula-el-cerebro

3. Mejor en pareja
Estar casado o vivir en pareja reduce el riesgo de sufrir demencia y Alzheimer al envejecer en un 50 por ciento, según revela un estudio realizado por científicos suizos y finlandeses y publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/7428-vivir-en-pareja-reduce-el-riesgo-de-demencia-

4. Entrénate para la multitarea

La capacidad de hacer varias cosas a la vez de forma eficiente está “limitada por la velocidad a la que nuestra corteza prefrontal procesa la información”, asegura Paul E. Duz, investigador de la Universidad de Vanderbilt y coautor del estudio. La buena noticia es que esa capacidad se puede entrenar.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/7581-entrenate-para-la-multitarea

5. Apaga la televisión
Investigadores de la Universidad de Pensilvania han comprobado que ver la televisión antes de dormir suele generar deudas de sueño, que aumentan el riesgo de caer enfermos.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/7316-la-ciencia-del-sueno

6. Medita
Si queremos desarrollar músculos más grandes y huesos más fuertes existen cientos de ejercicios y suplementos dietéticos que nos ayudan a lograr nuestro objetivo. ¿Pero qué sucede si lo que pretendemos es aumentar el tamaño de nuestro cerebro? Científicos de la Universidad de California (UCLA) demostraron la pasada primavera que también es posible recurriendo a la meditación.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/46-salud/7194-iquieres-que-tu-cerebro-crezca-medita

7. Únete a un grupo

Un equipo de futbol, un club de lectura, una banda de rock,... Formar parte de un grupo social puede reducir el riesgo de sufrir infarto y demencia, según demostraban hace poco investigadores de las universidades australianas de Exeter y Queensland.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/8062-mas-vale-en-grupo-que-solo

8. Haz garabatos
Llenar un papel de garabatos no es una pérdida de tiempo ni una distracción. Muy al contrario, favorece la concentración mental y estimula la memoria, según un estudio de la Universidad de Plymouth publicado en la revista Applied Cognitive Psychology.
www.muyinteresante.es/index.php/salud/46-salud/6510-garabatear-ayuda-a-pensar

Fuente:


Revista Muy Interesante

17 de enero de 2009

La mitad de los nacidos alrededor del año 2000 padecerá Alzheimer a los 60 años



¿Qué es el mal de Alzheimer?


La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer o simplemente alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales, esto significa que se deterioran las funciones del pensamiento y, obviamente, se producen trasntornos en el comportamiento de las personas afectadas.

Cerebro con enfermedad de Alzheimer comparado con uno normal en imágenes capturadas por RMN.

Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada de 10-12 años, aunque esto puede variar.

Alois Alzheimer

Aloysius "Alois" Alzheimer (Baviera, 14 de junio de 1863 - Breslau, 19 de diciembre de 1915), psiquiatra y neurólogo alemán que identificó por primera vez los síntomas de lo que luego se conocería como enfermedad de Alzheimer.

Auguste D., paciente en la que Alzheimer identificó por primera vez los síntomas de la enfermedad que llevaría su nombre.

Los observó en una paciente que vio en 1901, y publicó en 1906 los descubrimientos que hizo al examinar post mórtem su cerebro. Alzheimer asistió a las universidades de Tubinga, Berlín y Wurzburgo, donde se licenció en Medicina en 1887. Al año siguiente estuvo cinco meses asistiendo a enfermas mentales, antes de ocuparse de una consulta en un asilo mental de Frankfurt.

El 21 de septiembre es el día mundial del Alzheimer.


La mitad de los nacidos alrededor del año 2000 padecerá Alzheimer a los 60 años

Cuatro de cada cinco personas de 90 años padece Alzheimer en la actualidad. Las estadísticas que manejan los científicos apuntan que la incidencia de la enfermedad se disparará en los próximos años como consecuencia del envejecimiento progresivo de la población. El científico norteamericano Zaven Khachaturian hizo ayer un llamamiento a las Administraciones para que «asuman esta realidad como un reto social que permita dar soluciones a este problema de salud pública» y avanzó que si no se pone remedio «la mitad de la población nacida en el año 2000 sufrirá la enfermedad cuando tenga 60 años».

A juicio del investigador, que pronunció una conferencia en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) invitado por el grupo SAR y la Fundación Pasqual Maragall, las soluciones al problema pasan por destinar más recursos a la atención, pero, sobre todo, a la investigación, ya que la única forma de detener su incidencia es «con una detección precoz».

Precisamente con este objetivo, la Fundación Pasqual Maragall auspiciará un ambicioso proyecto de investigación internacional, que reunirá a los mayores expertos en enfermedades neurodegenerativas de EE. UU. y Europa, con el objetivo de que la prevención del Alzheimer sea una realidad en 2020. La solución pasaría por «encontrar un modo de retrasar el desarrollo de los síntomas 10 ó 20 años», y así evitar la patología, a través de un fármaco que restaure la función neuronal y no intente sustituir los neurotransmisores, como hacen los medicamentos actuales, porque las células acaban por morirse y, por tanto, éstos pierden efecto, según explicó Zaven Khachaturian.

«Tendra cura en 10 años» El científico afirmó que si las investigaciones siguen esta línea, «probablemente en 10 años el Alzheimer tendrá cura». A la jornada asistieron también la consellera de Salud, Marina Geli; el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez Alonso; y el ex presidente del Govern, Pasqual Maragall. Con una prevalencia del 1,36%, ligeramente superior a la media europea (1,27%), España es uno de los cinco países auropeos con más casos de Alzheimer. La patología afecta a un 10% de los mayores de 65 años y a más de un tercio de los mayores de 85.

Todavía se desconoce la causa exacta de la enfermedad y por lo tanto no existe un tratamiento efectivo contra el mal.


Detectados los primeros síntomas

El equipo de Jean-François Dartigues, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, realizó una investigación, detectó alteraciones en las funciones cognitivas de pacientes entre 10 y 13 años antes de que ésta les fuera diagnosticada.

El estudio se ha basado en los resultados de exámenes psicológicos periódicos realizados a lo largo de 14 años por un grupo de voluntarios, creado en Francia en 1980 para investigar el envejecimiento cerebral, y del que formaban parte 3.800 franceses que en esa fecha tenían más de 65 años y no sufrían la enfermedad.

Dartigues y su equipo compararon los tests de 350 pacientes que desarrollaron alzhéimer durante los 14 años que duró el seguimiento, con los de los que permanecieron sanos.

El análisis reveló que los voluntarios que desarrollaron la enfermedad experimentaron un deterioro de las funciones cognitivas entre los 10 y 13 años anteriores al diagnóstico, y otros síntomas, como problemas de memoria y depresión entre los 8 y 10 años previos.
También detectó dificultades en actividades cotidianas simples como llamar por teléfono, utilizar el transporte público o tomar la medicación, entre los 5 años y medio y los 6 años previos al diagnóstico.

Las investigaciones realizadas hasta ahora habían detectado alteraciones de las funciones cognitivas, y sobre todo de la memoria, entre los 3 y 6 años anteriores al comienzo de la enfermedad, que se agudizaban en los 2 o 3 años previos al diagnóstico.

Según el equipo de Dartigues, la investigación ha revelado síntomas tempranos del alzhéimer, lo que podría permitir un diagnóstico mucho más precoz e incrementar la eficacia de los tratamientos, al poder empezar a administrarlos en estadios más tempranos de la dolencia. Informó Territorio Digital.

La Enfermedad de Alzheimeres la causa más frecuente de demencia en los ancianos.

El posible origen del mal

Científicos de Londres identificaron una molécula que es clave para descubrir la causa de las enfermedades neurodegenerativas como el Mal de Alzheimer y de Parkinson. El equipo que dirige la profesora argentina Patricia Salinas, egresada de la UNT, abrió una puerta a la esperanza de millones de pacientes que necesitan una terapia para sus enfermedades.

Salinas es profesora de Neurobiología Celular en la University College of London, un centro de prestigio international especialmente en el área de la neurociencia. Sus estudios, realizados con éxito en ratones y pollos, demostraron que una molécula llamada Wnt es esencial para lograr las conexiones nerviosas entre las neuronas y la musculatura que controla las funciones de caminar, correr y respirar.

“En enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (afección degenerativa que provoca parálisis muscular progresiva), las conexiones nerviosas (sinapsis) entre las motoneuronas (encargadas de generar y transmitir los impulsos nerviosos que provocan la contracción muscular) y los músculos se van debilitando progresivamente. Esto lleva a la pérdida o muerte de motoneuronas con la consecuente incapacidad del enfermo para caminar y respirar adecuadamente”, explicó la experta.

El 50% de los afectados muere dentro de los 14 meses de detectada la enfermedad, alertó. A pesar de los estudios realizados en este campo, los científicos todavía no han logrado descubrir cómo se producen estas conexiones ni cómo evitar las enfermedades neurodegenerativas, reconoció. Los estudios del equipo de Salinas fueron publicados por la BBC de Londres y en la revista científica “Proceeding of the National Academy of Sciences”. “Nuestro trabajo tiene importancia para el desarrollo de medicamentos y para el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas tales como Alzheimer y Parkinson”, señala. Informó La Gaceta de Tucumán.


Fuentes:

ABC.es

ADN.es

El Economista en línea

Documento:

Todo sobre el Alzheimer

23 de enero de 2008

Una pelea con su pareja podría ser buena para la salud.

Según un estudio norteamericano, el reprimir la cólera incrementa las enfermedades relacionadas con el estrés, así como de males cardíacos y presión alta.

Una pelea con su pareja puede ser buena para la salud, según un estudio que será publicado este mes.

Las parejas que reprimen su cólera tienen un índice de mortalidad dos veces superior a las que al menos uno de los cónyuges se defiende, según un estudio realizado con 192 parejas a lo largo de 17 años.

"Cuando las parejas se juntan, una de sus principales tareas es reconciliarse luego del conflicto", dijo el principal autor del estudio Ernest Harburg, profesor emérito de la Universidad de Michigan.

"El punto clave es, cuando surge el conflicto, ¿cómo lo resuelven?", dijo.

"Si no lo haces, si entierras tu cólera, y te amarga y resientes al otro o al agresor, y no intentas resolverlo, ahí estás en problemas", agregó.

Estudios previos han determinado que suprimir la cólera incrementa las enfermedades relacionadas con el estrés como males cardíacos y presión alta.

La investigación observa cómo la cólera reprimida y el resentimiento en un matrimonio afectan los índices de mortalidad.

Se ajustó a la edad, hábito de fumar, peso, presión arterial, problemas bronquiales, respiratorios y riesgo cardiovascular.

Harburg y sus colegas usaron un cuestionario para determinar cómo los cónyuges respondieron al comportamiento que percibieron como injusto.

Ambos cónyuges reprimieron su cólera en 26 de las parejas, mientras que al menos uno expresó su rabia en las 166 parejas restantes.

Al menos una muerte se registró en la mitad de las parejas que reprimen la cólera, mientras que sólo en 26% de las otras parejas murió uno de los cónyuges.

Y las parejas que se reprimen tienen casi cinco veces más posibilidades de haber muerto ambos 17 años más tarde, según el estudio.

Harburg advirtió que los resultados son todavía preliminares y no constituyen una muestra representativa de las relaciones maritales actuales.

El estudio se realizó con parejas entrevistadas en 1971 y mide la supervivencia hasta 1988.

La muestra se obtuvo de un pequeño pueblo, predominantemente blanco y de clase media, de Michigan y la mayoría de mujeres son amas de casa nacidas antes de la revolución sexual.

La investigación aparecerá en la edición de enero de la revista especializada Journal of Family Communication.

Fuente:

Peru 21

4 de enero de 2008

Los mensajes subliminales condicionan las actitudes políticas.

Un experimento demuestra que la visión subliminal de una bandera suaviza los extremismos.


Los mensajes subliminales, aquéllos que nuestro cerebro procesa sin que nos demos cuenta, se usan a menudo en publicidad. Sin embargo, poco se sabe del efecto que pueden tener en los comportamientos y opiniones políticas. Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han demostrado recientemente que este efecto es potente: la visión durante unas milésimas de segundo de una bandera ondeante de Israel templó las actitudes más radicales de un equipo de voluntarios, e incluso afectó a su intención de voto. Por Olga Castro-Perea.


Bandera de Israel.

Utilizar la bandera de un país como mensaje subliminal puede templar los sentimientos y actitudes nacionalistas e incluso influir en las intenciones de voto, señalan un conjunto de investigaciones recientes dirigidas por el psicólogo Ran Hassin, de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del que se ha hecho eco la revista especializada Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).

Un mensaje subliminal es un estímulo incorporado en un contexto visual, concebido para ser percibido inconscientemente. Las técnicas subliminales son a menudo utilizadas en publicidad, en anuncios o vídeos, y consisten en remplazar una de las secuencias de las imágenes (en cine unas 24 por segundo) por una imagen que nada tenga que ver con el contexto en que se incluye. Para que el televidente no note conscientemente que se le ha introducido dicha imagen subliminal en lo que está viendo, ésta no ha de durar más de 0,04 segundos.

Los científicos hebreos se preguntaron en qué sentido las señales nacionalistas sutiles que prevalecen constantemente en nuestro entorno pueden afectar tanto a las opiniones como al comportamiento político de la gente. Para ello, eligieron un motivo nacionalista típico: una bandera ondeante, en este caso la de Israel. Según han explicado los investigadores en PNAS, los resultados de estos estudios demostraron que estas señales nacionalistas sí influyen en la población, pero quizá no de la manera enfatizadota que cabría esperar.

Bandera centralizadora

Según explica The Jerusalem Post, a pesar de que las banderas ondeantes son generalmente consideradas un medio visual de exaltación patriótica, su imagen subliminal puede producir el efecto contrario: moderar las actitudes políticas, afectando a la intención de voto.

En los experimentos realizados por Hassin participaron un total de 300 voluntarios, procedentes del campus universitario Monte Scopus. Según la revista Newscientist, entre estos voluntarios había individuos muy identificados con el nacionalismo israelí y otros que se identificaban sólo someramente con él. En el primer experimento, los participantes fueron divididos en dos grupos, y se les preguntó sobre temas centrales del conflicto palestino-israelí.

Posteriormente se les hicieron estas mismas preguntas, pero después de que la mitad de ellos presenciaran imágenes subliminales de la bandera de Israel proyectadas en una pantalla. A la otra mitad no se les presentaron dichas imágenes. Las respuestas denotaron una tendencia del primer grupo a la moderación política, tras visualizar la bandera sin saberlo.

Un segundo experimento, llevado a cabo en la época en que fueron retiradas las tropas israelíes de Gaza, mostraron estos mismos resultados entre los participantes a los que se presentó la imagen subliminal de la bandera de Israel ondeando. Estos voluntarios expresaron puntos de vista centristas en relación con la retirada y con los asentamientos en Gaza y Cisjordania.

No se sabe por qué

Aún un tercer experimento, llevado a cabo justo antes de las últimas elecciones generales en Israel corroboró este efecto porque los participantes expuestos a la imagen subliminal afirmaron que votarían a partidos menos radicales que aquéllos que no la habían visto. Tras las elecciones, los voluntarios fueron de nuevo reunidos y se confirmó una vez más que los que habían visto la bandera sin darse cuenta habían votado por candidatos más moderados que el resto de los participantes.

Los resultados por tanto han sido sorprendentes. ¿Por qué la exposición a un símbolo nacionalista produce un efecto de moderación política (sobre todo, considerando que la imagen subliminal de la bandera de Israel apareció sólo durante unas milésimas de segundo en las imágenes presentadas)?

Los científicos aún no lo saben pero señalan que la importancia de la investigación radica en que proporciona evidencias empíricas de las formas no conscientes en que las ideologías nacionalistas sutiles afectan a nuestras opiniones y comportamientos.

A partir de ahora, Hassin y su equipo pretenden examinar de qué manera otras ideologías pueden afectarnos de manera sutil, así como sus expresiones. También tratarán de comprender los mecanismos mentales que subyacen a este fenómeno, con la intención de conocer a fondo cómo funciona el conocimiento inconsciente.

Pensamiento político sutilmente condicionado

Según escriben los investigadores en PNAS, a pesar de la importancia de la política en nuestras vidas y la existencia actual de importantes conflictos en todas partes –desde las tensiones étnicas en Europa hasta la guerra en Oriente Medio-, aún se sabe poco sobre cómo afectan a nuestras actitudes las señales nacionalistas sutiles, y que nuestro cerebro procesa sin que nos demos cuenta.

La revista Not Exactly Rocket Science señala que en las últimas décadas la psicología experimental (rama de la psicología que estudia los fenómenos psicológicos de forma empírica) ha demostrado que nuestra perspectiva consciente del mundo es una construcción creada por nuestro cerebro: simplemente no podemos procesar conscientemente toda la información que nos llega de manera constante a través de nuestros sentidos, por lo que nuestro cerebro hace gran parte del trabajo sin que nos demos cuenta (de forma inconsciente).

Este hecho, que por una parte nos libera de un colapso de la conciencia, tiene por otro lado como consecuencia que nuestras decisiones y actitudes estén en gran medida influenciadas por estímulos visuales, sonoros, etc. de los que ni siquiera nos percatamos.

También nuestras actitudes políticas. En un mundo ideal, decidiríamos nuestros votos y nuestras opiniones a este respecto reflexionando fría y racionalmente sobre los hechos más relevantes y sobre nuestras propias creencias. Pero, en el mundo real, los símbolos y las manipulaciones mediáticas subliminales condicionan notablemente nuestra voluntad política, tal y como ha demostrado este experimento.

Viernes 04 Enero 2008

14 de diciembre de 2007

"Hipócrates y la medicina"

Conocer Ciencia - Programa Nº 12

Serie_Ciencias Naturales_

Causa y Efecto
¡Qué maravilloso es el milagro de la vida y qué asombrosas son las cosasvivientes! La planta más minúscula, el animal más ínfimo parece más complejo e interesante que la masa más grande de materia inerte que podamos imaginar.

Porque, a fin de cuentas, la materia inerte no parece hacer nada la mayor parte del tiempo. O si hace algo, actúa de un modo mecánico y poco interesante. Pensemos en una piedra que yace en el camino. Si nada la molesta, seguirá allí por los siglos de los siglos. Si le damos una patada, se moverá y volverá a detenerse. Le damos más fuerte y se alejará un poco más. Si la tiramos al aire, describirá una curva de forma determinada y caerá. Y si la golpeamos con un martillo, se romperá.

Con algo de experiencia es posible predecir exactamente lo que le ocurrirá a la piedra en cualquier circunstancia. Uno puede describir sus avatares en términos de causa y efecto. Si se hace tal cosa con la piedra (causa), le ocurrirá tal otra (efecto).

La creencia de que iguales causas obran más o menos los mismos efectos en todas
las ocasiones conduce a la visión del universo que llamamos «mecanicismo»



Contenido:

Los seres vivos
Causa y efecto
Mecanicismo
Vitalismo
Demonios
Espíritus
Brujos
Curanderos
Hipócrates
Juramento de Hipócrates
Salud
Enfermedad

El profe Leo
Barranca, diciembre de 2007

9 de diciembre de 2007

Las enfermedades podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico.

La biología total aporta una nueva perspectiva de la enfermedad basada en los símbolos.

Las enfermedades que desarrollan los organismos podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico personal o heredado de los progenitores, propone una corriente terapéutica conocida como decodificación terapéutica o biología total. Ahondar en el origen simbólico de las enfermedades serviría para curarlas, plantea esta terapia, puesto que es en el cuerpo donde esos problemas salen a la luz. Por tanto, la enfermedad sería una vía de curación más profunda, aunque aparentemente pensemos de ella lo contrario.

Por Ángela Boto.

El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci

Los trabajos de investigación de Rosalyn Franklin contribuyeron de manera decisiva al descubrimiento de la estructura del ADN, pero sólo muchos años después de su muerte Rosalyn empieza a recuperar el reconocimiento que le arrebató su jefe. Su vida en un mundo de hombres no fue ni mucho menos sencilla. Esta científica murió de cáncer de ovario sin saber que sus descubrimientos formarían parte de los Nobel.

¿Mala suerte? Emmy Noether se considera uno (hombres y mujeres juntos) de los más grandes matemáticos de todos los tiempos, pero por el simple hecho de ser mujer tuvo que superar todo tipo de zancadillas para acceder al puesto que en justicia le correspondía. Noether también murió de un cáncer de ovario. ¿Azar o quizá hay una razón para que estas dos mujeres que sufrieron por su condición de tales desarrollaran una enfermedad tan femenina? “Qué es el azar, sino una realidad desconocida”, escribe Annick de Souzenelle en su libro El simbolismo del cuerpo humano.

¿Podrían las enfermedades ser el reflejo codificado de un estrés psíquico? Muchos aseguran que sí. En algunos países europeos está bastante extendida una forma diferente de comprender la enfermedad. Unos le llaman decodificación biológica, otros biología total.

De forma general se podría denominar simbología de las enfermedades y encierra una idea que ya lanzó Carl G. Jung: “la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre” o dicho de otro modo “no curarás tu enfermedad, será ella la que te cure”.

Síntomas o alfabeto de símbolos

¿Una enfermedad para curar? Sí, los males físicos para curar los dolores del alma. Olivier Soulier, un médico francés especialista en esta terapéutica asegura que “las enfermedades deben comprenderse como la interacción de dos fuerzas ancladas en lo más hondo de la existencia”. Se trata de la biología y el espíritu o si se prefiere, el cerebro y el corazón. Quizá resulte más familiar para la mayoría hablar de somatización, pero la simbología va un poco más lejos.

Los síntomas y los signos de la alteración son las palabras de un alfabeto de símbolos en las que se encierra su causa y también su tratamiento. Algo así como un jeroglífico tras el que se oculta la respuesta para la curación. Cada patología lleva un mensaje muy preciso al que la padece, un mensaje sobre su propia existencia como individuo y como parte de una familia.

Tal vez pueda resultar extraño para muchos, pero al observar con más detalle hasta nuestro propio lenguaje confirma la idea de la simbología. Cuando algo nos disgusta exclamamos “no lo trago” o “no puedo digerirlo”. Se habla de mala bilis o se dice “me repatea el hígado” para referirnos a estados de cólera. Pues bien, todas esas expresiones reflejan exactamente el simbolismo físico de las emociones.

Esta forma de terapéutica es absolutamente individualizada, pero hay algunas reglas más o menos generales. Los trastornos del tracto digestivo tienen mucho que ver con la aceptación de lo que viene del exterior. Los matices dependen absolutamente de la vivencia de cada persona. Pongamos un ejemplo simple. Una mala jugada puede vivirse como algo imposible de tragar o como un asunto difícil de digerir. En el primer caso, se manifestaría como una alteración de la garganta y en el segundo en forma de malestar digestivo, vómitos…

En lo que se refiere al hígado y la bilis, la simbología asocia la cólera y la rabia a la función hepática. Incluso la ciencia experimental está empezando a confirmar lo que predica la biología total. Recientemente se ha encontrado una relación entre la pérdida de masa ósea y la depresión. Simbólicamente la pérdida de hueso está asociada a un sentimiento de desvalorización.

Patologías heredadas y origen cerebral

Precisamente Robert Poskin, el único terapeuta que tiene consulta en España, es un ejemplo de esa relación. “Me diagnosticaron espondiloartritis anquilosante y según la medicina convencional, a mi edad tendría que estar en una silla de ruedas”. Lejos de eso, Robert lleva una vida muy deportista. En este caso, las raíces de la patología se encuentran en una historia de desvalorización de la figura paterna heredada de varias generaciones.

“Mi bisabuelo paterno perdió las piernas y no pudo mantener a su familia. Es el primer ancestro de mi árbol desvalorizado como pilar familiar”. En un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial, murieron el bisabuelo materno y su tío. “Mi abuelo y mi padre sobrevivieron, pero mi abuelo vivió un conflicto de desvalorización por no poder proteger a su familia, su hijo murió”. Quizá algunos se sorprendan, pero para los especialistas en simbología es absolutamente lógico: “comencé a tener crisis insoportables a los 28 años y me diagnosticaron la espondilitis. Acababa de ser padre”.

Muchos terapeutas de simbología llegaron a ella por propia necesidad, porque no encontraron ni solución ni respuestas para sus trastornos en la medicina convencional. Y es que “una enfermedad es siempre una reacción a algo distante que se ha vuelto invisible”, explica Christian Fleche en su libro El cuerpo como herramienta de curación.

Quizá se pregunten dónde está la clave. Pues, la clave está justo encima de los hombros, es el cerebro. Las mismas redes neuronales que nos permiten escribir el más bello de los poemas tienen como propósito ancestral y primigenio la supervivencia. Y al básico instinto de permanecer con vida hay que añadir una sutileza adicional: el cerebro de Sapiens no distingue entre lo real, lo imaginario, lo simbólico o lo construido mentalmente…. Todo es igual de real.

Lógica biológica

Robert utiliza una imagen que ilustra muy bien lo que se oculta en nuestras redes neuronales. “El cerebro automático es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Después están los programas que se abren con un doble clic.”

Éstos se van insertando con las experiencias de la vida, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando. El doble clic lo da un acontecimiento vital estresante que despierta todos los anteriores. La enfermedad física es la mejor solución de supervivencia porque disminuye drásticamente el estrés psíquico que de otro modo sería insoportable para nuestro cerebro. Veamos un ejemplo sencillo del funcionamiento del doble clic. La piel es el mayor órgano del organismo, más de dos metros cuadrados de superficie para el interactuar con el exterior. Simboliza pues el contacto.

Cuando un bebé sufre estrés debido a la separación de su madre después del parto es altamente probable que desarrolle un eccema. Ese bebé, cuando más tarde a lo largo de su vida experimente otra situación de separación, real o imaginaria, revivirá inconscientemente el momento en que le separaron de su madre y muy probablemente tendrá un brote de eccema.

Otro ejemplo de la lógica biológica. Cuando una experiencia es difícil de digerir, el cerebro automático que, una vez más, no distingue entre real, imaginario o simbólico manda a las células del estómago el mensaje ‘multiplicaos para que podamos digerir el trozo y tener una posibilidad de vivir'. Y las células comienzan a dividirse. O sea que una posible solución de supervivencia inmediata sería desarrollar un cáncer de estómago. De hecho, se ha comprobado que la mucosa digestiva tumoral es 10 veces más eficaz para digerir que la normal.

Todo esto son conceptos más o menos generales porque la biología total o la decodificación biológica es una forma absolutamente individualizada de concebir una enfermedad y, desde luego, un tipo de terapéutica que da al paciente la oportunidad de diseñar su propia curación. Tomando prestadas las palabras de una escena de la película Matrix, se podría decir que los especialistas en simbología de las enfermedades muestran la puerta, pero es cada individuo quien tiene que abrirla.

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Tendencias 21

25 de noviembre de 2007

Especial - Comportamiento:

Dormir poco nos vuelve más primitivos PDF Imprimir E-Mail

Irritable, nervioso y sensible. Es la descripción del estado de cualquier ser humano tras una noche en vela. Cuando no dormimos, nuestro cerebro lo paga caro y reacciona de forma desproporcionada, sobre todo a las experiencias negativas, según concluye un estudio publicado en la revista Current Biology.

“El sueño restablece nuestros circuitos cerebrales emocionales, y al hacerlo nos prepara para los retos del día y las interacciones sociales”, asegura el investigador de la Universidad de California Matthew Walter, coautor del trabajo. Si no cumplimos con las horas mínimas de sueño, se bloquea el lóbulo prefrontal, que es la región del cerebro encargada de mantener las emociones bajo control.

Para llegar a esta conclusión, Walter y sus colegas analizaron la actividad cerebral de un grupo de voluntarios que habían permanecido despiertos más de 35 horas, usando para ello resonancia magnética funcional. Aunque esperaban una respuesta intensa, el resultado les pilló por sorpresa: los centros emocionales eran un 60 por ciento más reactivos en sujetos privados de sueño. “Cuando no dormimos, el cerebro regresa a un patrón más primitivo de actividad, y somos incapaces de poner las experiencias emocionales en contexto y de responder de forma controlada y apropiada”, advierte Walter. Y asegura que estamos ante la demostración más evidente del riesgo que entraña no dormir suficiente. “La falta de sueño altera los mecanismos cerebrales que regulan aspectos esenciales de nuestra salud mental –subraya-; dormir no es un lujo que podamos escoger, es una necesidad biológica”.

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Especial - Comportamiento:

La soledad afecta a la salud PDF Imprimir E-Mail

La soledad no sólo no es buena consejera. También resta eficacia a la respuesta defensiva de nuestro organismo. Un equipo de investigadores de la Universidad de California (UCLA) acaba de identificar un patrón de expresión genética en las células del sistema inmune propio de aquellas personas que padecen crónicamente altos niveles de soledad.

Los resultados sugieren que el aislamiento social produce una sobreexpresión de los genes ligados a la inflamación, mientras que la respuesta antiviral y la producción de anticuerpos se ven mermadas. La investigación es la primera que explica desde un punto de vista molecular por qué el aislamiento social está normalmente ligado a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, infecciones virales y cáncer. “Hemos comprobado que lo que cuenta a nivel genético no es a cuántas personas conoces, si no a cuántas sientes realmente cerca”, matiza Steve Cole, coautor del estudio que publica el Journal of Genome Biology.

Journal of Genome Biology (http://genomebiology.com/)

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