Europa estaría empezando a deslizarse debajo de Africa, creando una nueva zona de subducción y aumentando potencialmente el riesgo de terremotos en el Mediterráneo occidental, según un informe científico.
Las zonas de subducción se forman donde chocan las placas tectónicas, y una placa se desliza debajo de la otra hacia el manto terrestre. A veces las colisiones son graduales, pero con frecuencia se producen en grandes sacudones que pueden desatar terremotos.
Como las zonas de subducción están generalmente en el lecho marino, los terremotos de estas zonas pueden provocar tsunamis, como la ola que devastó Japón. Duante millones de años la placa africana, donde está parte del lecho marino mediterráneo se ha movido hacia el norte hasta la placa de Eurasia a un ritmo de aproximadamente un centímetro por año.
Estudios de recientes terremotos en la región indican que se estaría formando una nueva zona de subducción donde colisionan las placas a lo largo de las costas de Argelia y del norte de Sicilia.
"La formación de una nueva zona de subducción es muy rara", afirmó el director del estudio, Rinus Wortel, geofísico de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos.
Cambian roles geológicos
Según Worte, hace 30 millones de años se daba la situación inversa, cuando la placa africana se deslizaba bajo la placa de Eurasia a lo largo de una importante zona de subducción del Mediterráneo occidental.
Allí, las densas rocas del lecho marino africano eran empujadas bajo la placa europea.
A lo largo de millones de años, Africa se movió tan al norte que no queda nada de la placa en el lecho del Mediterráneo occidental. Sólo quedan las rocas del continente mismo, que eran más livianas que el lecho marino y no se hundían, explicó Wortel.
Pero las dos placas han seguido convergiendo, generando tensiones tectónicas. Parte de esta tensión fue absorbida por el plegamiento de la placa de Eurasia en los Alpes, la región del Cáucaso y los montes Zagros.
En base a las ubicaciones y los movimientos de terremotos recientes a lo largo de los límites de la placa, Wortel y sus colegas piensan que la subducción ha vuelto a comenzar pero esta vez es Europa la que se desliza debajo de Africa.
La nueva zona de subducción, anunciada en una reunión reciente de la Unión Europea de Geociencias en Viena, es un descubrimiento interesante, según Wortel, porque tales regiones tienden a existir durante largos períodos, geológicamente hablando.
¿Se subestimó el riesgo?
Otros científicos están intrigados por la posible zona de subducción pero siguen siendo cautos.
"No escuché nada, pero es perfectamente plausible", afirmó Seth Stein, profesor de geofísica de la Northwestern University de Illinois. Por ejemplo, otras partes de la región mediterránea, como Italia continental, han tenido cambios tectónicos en los últimos dos millones de años, explicó.
Worte, el director del estudio, añadió que la formación de una zona de subducción es un proceso lento: "Estos procesos se dan en una escala de tiempo de varios millones de años". Por ejemplo, añadió, las zonas de subducción más establecidas están marcadas por gigantes fosas oceánicas. En en Mediterráneo podría formarse una fosa similar, pero no de la noche a la mañana.
Wortel opina que los nuevos datos indicarían que el riesgo de terremoto en el Mediterráneo occidental ha sido subestimado y quizás vaya en aumento.
"Usualmente no se la considera una región de enorme actividad sísmica, no de la magnitud gigante experimentada recientemente en Japón", explicó Wortel. Eso simplemente puede deberse a cierta complacencia histórica. "El hecho de que algo no haya ocurrido en cien años no significa que no exista el riesgo de que ocurra".
De hecho, añadió que 70.000 personas murieron en Messina, Italia, en 1908, cuando un terremoto de una magnitud de 7,1 produjo un tsunami con olas de 12 metros.
Y uno de los terremotos más devastadores de la historia europea ocurrió al oeste del estrecho de Gibraltar en 1755, cuando una ola gigante alcanzó Lisboa y provocó 100.000 víctimas fatales, según cálculos de la época.
Fuente:
Quilmes Presente