Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta pueblos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta pueblos. Mostrar todas las entradas

21 de diciembre de 2015

Eyman: El pueblo cuyo sacrificio logró parar la epidemia de peste negra

En ocho escasos días, en agosto de 1667, Elizabeth Hancock perdió a su marido y a sus seis hijos.
Cubriendo su boca con un pañuelo para disimular el hedor de la descomposición, arrastró sus cuerpos hasta un campo cercano y los enterró.



Los seres queridos de Hancock fueron víctimas de la peste negra, también conocida como peste bubónica o muerte negra, una plaga mortal que asoló Europa de forma intermitente entre el siglo XIII y el XVII, matando a 150 millones de personas.

La epidemia que tuvo lugar entre 1664 y 1666 fue particularmente notoria, el último gran brote de la enfermedad en Inglaterra.

Sólo en Londres fallecieron 100.000 personas, una cuarta parte de la población de la capital.
En medio de esa devastación, en el Distrito de los Picos de Eyam, donde vivían Hancock y su familia, tuvo lugar el más heroico de los sacrificios de la historia de Reino Unido.
Gracias a ese acto la peste negra dejó de propagarse.

Lee: La peste negra, la plaga que EE.UU. no ha logrado erradicar

Telas infestadas

Hoy todo parece estar bien en Eyam.

Los niños recolectan gruesas moras en las zarzas de las afueras del pueblo.
Los ciclistas aminoran la marcha en sus empinadas calles, haciendo a las hojas secas crujir bajo las ruedas.

Situada a 56 kilómetros al sureste de Manchester, es una tranquila ciudad dormitorio de 900 habitantes.

Y cuenta con todos los elementos presentes en cualquier localidad inglesa: pubs, acogedores lugares para tomar el té y una idílica iglesia.

Lea: ¿Por qué sigue muriendo la gente de peste bubónica?

Pero hace 450 años el panorama era muy distinto.

Las calles estaban vacías, las puertas de las casas habían sido pintadas con cruces blancas y sólo se escuchaban los lamentos de los moribundos, infectados por la peste bubónica.

La el artículo completo en:

BBC mundo

1 de abril de 2012

Pueblos en extinción: El azúcar 'roba' el agua a las tribus etíopes

Área en la que viven los bodi, antes y después de ser 'preparada' para cultivar. | Survival

Área en la que viven los bodi, antes y después de ser 'preparada' para cultivar. | Survival

La vida al sur de Etiopía nunca ha sido fácil. Una tierra poco fértil, escasas lluvias, comunicaciones muy complicadas... Las tribus que viven en la región se asentaron hace quizás miles de años en torno al río Omo, un cauce que como en Nilo inunda sus orillas y les permitió sobrevivir manteniendo su ancestral modo de vida pastoreando el ganado y con pequeñas zonas de cultivo. Ahora, según ha destapado Survival Internacional, el Gobierno etíope ha puesto en marcha un ambicioso plan de reasentamiento de estos pueblos. El objetivo: utilizar las zonas fértiles para grandes plantaciones de caña de azúcar.

Investigadores de la ONG, que se centra en la defensa de los pueblos indígenas, visitaron el terreno recientemente y localizaron el mapa interno de la Autoridad para la Conservación de la Naturaleza (EWCA, en inglés) de este país, donde se especifican las zonas donde se harán las plantaciones y también los lugares adonde se quiere trasladar a los habitantes de la región, mursis, karos, kwegus y otros pueblos. En total, 200.000 personas podrían resultar afectadas.

Es el llamado Proyecto Kuraz, en el que ya hay implicadas empresas italianas con concesiones de biocombustibles en el territorio tribal del Omo: Fri El-Green (en la tierra de los dassanaches) y OBM (en la tierra de los mursis). También hay una empresa de la India que cultiva algodón, Whitefield Cotton, que también trabajaría en la tierra de los dassanaches, al oeste del Omo, en unas 10.000 hectáreas.

Pastora mursi de Etiopía. | Eric Laforgge /Survival

Pastora mursi de Etiopía. | Eric Laforgge /Survival

Desde el Gobierno etíope no se facilita información sobre estos reasentamientos, pero fuentes de la región aseguran que se están construyendo ya tres campos para realojar a los bodi. Los indígenas afirman que el Gobierno tiene intencion de quedarse con su ganado, que es su sustento: no sólo forma parte fundamental de su tradición gastronómica, que es consumir su sangre mezclada con leche, sino que las vacas son la base de sus relaciones sociales.

Daños ambientales

La investigadora de Survival Elisabeth Hunter, que visitó hace poco la región, asegura a ELMUNDO.es que han cerrado el paso al Parque Nacional Mago, una reserva natural de gran valor ecológico donde se teme que estén arrasando la tierra para las plantaciones. En esa área estarían construyendo tres campamentos para realojar a los bodi, lugares, donde, según Hunter "sólo les quedaría vivir de las ayudas que quisieran darles el Gobierno".

En total, se quieren cultivar 250.000 hectáreas, lo cual requiere también la construcción de infraestructuras que están realizando empresas chinas. "Los mursis y los bodi, los más afectados, me contaban que no han contado con ellos para nada y que protestan cuando ven a las máquinas destrozar su territorio, pero que a algunos les han encarcelado por ello", afirma Hunter.

Al parecer, una de las vías en construcción va en paralelo al río Omo, precisamente en el escaso pedazo de tierra donde cultivan los indígenas aprovechando el limo.

Atracción turística

La situación incluso es más dramática para los kwegu, que aún son cazadores y recolectores. Todos, en general, son considerados como 'reductos del pasado' que hay que 'modernizar' por parte de las autoridades. Así lo ha reconocido el presidente Meles Zenawi en algunos discursos. Zenawi ha dicho que son "algunas personas las que quieren mantener a los pastores como una atracción turística, pero los pastores no quieren ser eso".

Pero lo cierto es que nadie les ha preguntado oficialmente si quieren cambiar su forma de vida. Ni por las plantaciones, que les acabarán echando de sus tierras, ni por las presas, que río arriba están bajando el cauce del Omo. La presa Gibe II y ya está en marcha y el proyecto de Gibe III, que está en pleno desarrollo, se cree que cortará buena parte del cauce del Omo, tributario del Lago Turkana, en Kenia.

"El desastre no sólo va a ser humano, sino que también ambiental, con repercusiones para casi medio millón de personas entre los dos países y para la fauna salvaje", recuerda la representante de Survival.

Los habitantes de esta región aseguran que ya han notado una fuerte caída del cauce del Omo desde que se puso en marcha Gibe II, a finales de 2010. "Detrás de algunas de estas obras están empresas europeas y hasta es posible que se estén financiando con fondos de cooperación al desarrollo. Seguramente, si los que pagan impuestos supieran que esa ayuda va para echar a indígenas, no lo aceptarían", argumentan en la ONG.

Fuente:

El Mundo Ciencia

17 de junio de 2010

La fiebre energética de Brasil inundará la selva peruana de megahidroeléctricas

a
Jueves, 17 de junio de 2010


La fiebre energética de Brasil inundará la selva peruana de megahidroeléctricas


La Amazonía se verá afectada

Otra más del fascista Alan García ( y su Cia.), no contentos con el Baguazo, el conflicto desarrollado en la Amazonía peruana, hace un año exactamente, ahora continúan en sus intentos de seguir rematnado nuestra Amazonía, contaminando el bosque tropical y despreciando los derechos de miles de ciudadanos que viven en dicho suelo. Y nuevamente veremos como el gobierno les mete bala y los asesina sin compasión. Y seguiremos así hasta que todos nos unamos y consigamos la vistoria final. Conozca más, vía prensa internacional, obviamente:

Protestas contra el proyecto Inambari. | La República

Protestas contra el proyecto Inambari. | La República

Mientras Alan García y Luiz Inácio Lula Da Silva se reunían el miércoles en Manaos para dar los últimos retoques el Acuerdo de Integración Energética Perú-Brasil, las comunidades ashaninkas peruanas del Río Ene, diezmadas y desplazadas de sus territorios durante las dos décadas de violencia política, asistían impotentes a una negociación que puede desplazarlas nuevamente de sus territorios ancestrales.

Este acuerdo, cuyo contenido es llevado con mucha reserva por ambos gobiernos, prevé la construcción en la amazonía peruana de centrales hidroeléctricas que durante 30 años comprometerán para su exportación a Brasil una capacidad acumulada de más 6000 MW.

En la práctica, este hecho supondrá, según la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), la construcción por capitales brasileños de hasta 6 mega centrales que inundarán miles de hectáreas de una biodiversidad única y convertirán en desplazados a los pueblos campesinos e indígenas que las habitan.

En las tres últimas décadas, 3 millones de personas han sido desplazadas en Brasil para la construcción de hidroeléctricas, según el Movimiento de Afectados por Represas (MAB). Hoy, la demanda de energía insatisfecha de este gigante de casi 200 millones de personas le obliga a extender las represas fuera de sus fronteras y, con ellas, también los conflictos sociales y ambientales.

Un acuerdo 'astuto'

En ninguno de los 15 artículos del 'Acuerdo para el suministro de electricidad al Perú y exportación de excedentes a Brasil' se especifica cuantos proyectos hidroeléctricos se 'promoverán' ni cual será su localización exacta.

"La capacidad acumulada de todas las centrales de generación que se puedan comprometer a la exportación a Brasil será como máximo de 6000 MW más una tolerancia del 20%", reza el artículo 3.

"Es un acuerdo muy astuto porque al no identificar los proyectos sino el volumen de energía, los gobiernos evitan que podamos hacer cálculos para saber el número total de hectáreas inundadas y de poblaciones que serán desplazadas", explica a ELMUNDO.es Mariano Castro, de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, quien denuncia el 'apresuramiento' de ambos líderes en concretar su firma.

"El Perú hoy día tiene un potencial de energía limpia nueve veces mayor que la demanda interna, por lo tanto, no hay justificación suficiente para que se apresuren en construir estas centrales y tengamos que asumir todos los costos ambientales y sociales", denuncia el experto.

Por su parte, los mandatarios hacen gala de sus excelentes relaciones bilaterales y evitan meterse en estos terrenos farragosos. Se limitan a anunciar que el acuerdo permitirá a Perú tener energía para el mercado interno a precio regulado y que sólo el excedente eléctrico será exportado a Brasil.

Sin garantías ambientales

Mientras que el acuerdo es muy explícito en fijar las cuotas energéticas de exportación, es vago en lo relacionado con los costos sociales y ambientales. Su artículo 9 sólo sostiene que "todas las actividades que se realicen para el cumplimiento del presente Acuerdo (..) se efectuarán en un contexto de desarrollo sostenible".

La falta de salvaguardas sociales y ambientales de estos acuerdos ha motivado que se conforme una plataforma integrada por universidades y organizaciones medioambientales, quienes denuncian que al inundar el bosque amazónico se generarán gases invernaderos, producto de la putrefacción de la materia orgánica. Por ello-afirman- una hidroeléctrica en la amazonía contamina 10 veces más que una central a carbón.

Según esta plataforma, una de las represas de capitales brasileños que se beneficiará de este acuerdo de exportación estará en Inambari, en la región de de Madre de Dios, una zona que alberga el mayor número de áreas naturales protegidas del país.

Esta central hidroeléctrica inundará 40 mil hectáreas, convirtiéndose en la más extensa de Perú y la 5ª más grande de América. Para su construcción, 3400 personas que habitan centros poblados de los departamentos de Puno, Madre y Cusco tendrían que ser desplazadas. Desde el anuncio de este proyecto hidroeléctrico, Inambari ha protagonizado paros y protestas multitudinarias.

Sin consulta previa a los pueblos indígenas

Otra de centrales hidroeléctricas sería la de Pakitsapango, en el distrito de Junín. A través de una resolución, el Ministerio de Energía y Minas ya ha autorizado a una empresa a realizar los estudios de factibilidad necesarios para iniciar este proyecto.

Para el Pueblo Ashaninka que habita el área concesionada, Pakitsapango (Casa del Águila) es un territorio sagrado.

"Esta concesión se superpone al territorio de 10 de nuestras comunidades nativas, así como la cuenca del Río Ene y fue otorgada sin informarnos ni consultarnos (…), colocándonos en una situación de vulnerabilidad y demostrando, una vez más, la falta de respeto del Gobierno Peruano hacia nuestra forma de vida y nuestros derechos", reza el pronunciamiento público emitido el pasado 8 de mayo por las comunidades ashaninkas de la cuenca del río Ene.

Hasta el momento, el Ejecutivo peruano no promulga la ley de consulta previa a los pueblos indígenas, aprobada por el Congreso a finales de mayo. Esta ley obligará al Estado, tal y como establece el Convenio 169 de la OIT, a consultar a las comunidades indígenas antes de otorgar en concesión un proyecto que las afecte.

"Me parece inaudito que se firme el acuerdo energético con Brasil sin tener cuenta los derechos de los pueblos originarios", opina la congresista Gloria Ramos, miembro de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos del Congreso. "Hay un cálculo político para no aprobar la ley de consulta previa. Con la firma del convenio con Brasil se demuestra que seguimos con la lógica que causó el Baguazo".

Fuente:

El Mundo Ciencia

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0