La especie humana no es la única en la que cada individuo tiene un
nombre. Un estudio acaba de descubrir que los delfines nariz de botella
emplean un silbido concreto para identificar a cada miembro de una comunidad.
Así lo han comprobado científicos de la Universidad de St Andrews
(Escocia) en un estudio publicado en 'Proceedings of the National
Academy of Sciences' (PNAS).
Investigaciones anteriores ya habían revelado que los delfines responden y se comunican mediante un amplio repertorio de silbidos, pero nunca se había demostrado que utilizan un sonido específico que designa a cada animal del grupo.
El doctor Vincent Janik, de la Unidad de Investigación de mamíferos de la universidad explica que los delfines "viven en alta mar, en un entorno sin puntos de referencia, por lo que tienen que permanecer juntos como un grupo. Ese mismo entorno es el que hace que necesiten un sistema eficaz para mantenerse en contacto".
El estudio ha sido realizado con 200 delfines nariz de botella salvajes. Recogieron los sonidos que emitían y luego procedieron a reproducirlos mediante un altavoz bajo el agua. Los investigadores concluyeron que los animales solo respondían a sus propias llamadas, cuando oían el silbido que les designaba.
Se cree que esta forma de comunicación surgió para favorecer la unidad del grupo en su hábitat. Tal y como explica Janik, "la mayoría de las veces no pueden verse entre sí ni tampoco usar el olfato bajo el agua -elemento muy importante para los mamíferos a la hora de reconocerse-. Además tampoco tienden a permanecer en un solo lugar, por lo que no tienen nidos a los que volver".
Ya se habían encontrado indicios de que algunos tipos de loros emplean sonidos para diferenciar a otros de su grupo, pero, para Stephanie King, coautora del proyecto, "ésta es la primera evidencia real de la existencia de nombres y apelativos en el reino animal".
Para el Dr. Janik es interesante cómo esta práctica es desarrollada por comunidades de delfines de muy distintos grupos, y esto puede ayudar a comprender cómo se desarrolló la comunicación en los seres humanos.
Investigaciones anteriores ya habían revelado que los delfines responden y se comunican mediante un amplio repertorio de silbidos, pero nunca se había demostrado que utilizan un sonido específico que designa a cada animal del grupo.
El doctor Vincent Janik, de la Unidad de Investigación de mamíferos de la universidad explica que los delfines "viven en alta mar, en un entorno sin puntos de referencia, por lo que tienen que permanecer juntos como un grupo. Ese mismo entorno es el que hace que necesiten un sistema eficaz para mantenerse en contacto".
El estudio ha sido realizado con 200 delfines nariz de botella salvajes. Recogieron los sonidos que emitían y luego procedieron a reproducirlos mediante un altavoz bajo el agua. Los investigadores concluyeron que los animales solo respondían a sus propias llamadas, cuando oían el silbido que les designaba.
Se cree que esta forma de comunicación surgió para favorecer la unidad del grupo en su hábitat. Tal y como explica Janik, "la mayoría de las veces no pueden verse entre sí ni tampoco usar el olfato bajo el agua -elemento muy importante para los mamíferos a la hora de reconocerse-. Además tampoco tienden a permanecer en un solo lugar, por lo que no tienen nidos a los que volver".
Ya se habían encontrado indicios de que algunos tipos de loros emplean sonidos para diferenciar a otros de su grupo, pero, para Stephanie King, coautora del proyecto, "ésta es la primera evidencia real de la existencia de nombres y apelativos en el reino animal".
Para el Dr. Janik es interesante cómo esta práctica es desarrollada por comunidades de delfines de muy distintos grupos, y esto puede ayudar a comprender cómo se desarrolló la comunicación en los seres humanos.
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