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17 de septiembre de 2011

El Día del Ozono identifica un nuevo enemigo para la capa vital del planeta

Especial: Calentamiento Global

La Organización de Naciones Unidas aprovechó el día de ayer (16 de septiembre) el Día Internacional de la protección de la capa de ozono para identificar un nuevo enemigo para ese escudo del planeta: los HFC, y recordó la "oportunidad única" que ofrece la nueva tecnología para no utilizarlos.

HCFC (Hidroclorofluorocarburos)


¿Qué es?

Los HCFCs son compuestos formados por átomos de cloro, flúor, hidrogeno y carbono. Aunque son destructores de la capa de ozono, han sido introducidos temporalmente como sustitutos de los CFCs.

Fuentes de emisión y aplicaciones de los HCFCs.

La principal fuente de contaminación de estas sustancias son los equipos de refrigeración, tanto en estado operativo, como al final de su vida útil. También se encuentran presentes en aerosoles, pinturas, barnices, etc.

No existen fuentes naturales de contaminación, ya que se trata de sustancias sintetizadas por el hombre.

Efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.

Los efectos producidos por la inhalación de los HCFCs suelen ser confusión mental y somnolencia, pero en elevadas concentraciones se puede llegar a la pérdida del conocimiento y asfixia. El contacto con el líquido provoca congelación en la piel y enrojecimiento y dolor en los ojos.

Los HCFCs se usaron como sustancias sustitutivas de los CFC debido a su menor toxicidad y persistencia en el medio ambiente, aun así son sustancias cloradas destructoras Enlacede la capa de ozono. Por lo general son sustancias con un potencial de bioacumualación bastante bajo, aunque el 2,2-dicloro -1,1,1- trifluoroetano, según estudios realizados en el alga Daphnia, presenta un nivel moderado de toxicidad en los organismos acuáticos.

Más información en la web del Ministerio de Medio Ambiente de España.


La Organización de Naciones Unidas aprovechó hoy el Día Internacional de la protección de la capa de ozono para identificar un nuevo enemigo para ese escudo del planeta: los HFC, y recordó la "oportunidad única" que ofrece la nueva tecnología para no utilizarlos.

Con el doble objetivo de proteger la capa de ozono y atajar el cambio climático, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) subraya que los hidrofluorocarbonos (HFC), si bien no atentan contra la ozonosfera, provocan el efecto invernadero.

El propio Ban Ki-moon señala en un escrito a propósito del Día Internacional de la Protección de la Capa de Ozono, la posibilidad de que se incluya en los acuerdos internacionales una recomendación sobre los HFC para evitar el calentamiento global.

Los HFC, si bien no agotan la capa de ozono, son gases de efecto invernadero muy potentes, y su consumo ha ido aumentando rápidamente a medida que se utiliza para reemplazar a los HCFC, químicos antropogénicos dedicados a la refrigeración y fabricación de aerosoles con los que se sustituyó a los ya prohibidos clorofluorocarbonos (CFC).

En esta fecha se conmemora desde 1995, por decisión de la Asamblea General de la ONU, la firma del Protocolo de Montreal (1987), que identifica y restringe las sustancias que agotan la capa de ozono.

"Las Partes en el Protocolo de Montreal están ahora examinando nuevas enmiendas, incluidas propuestas encaminadas a incorporar a los hidrofluorocarbonos (HFC) en el régimen del Protocolo, en una forma que complemente los esfuerzos emprendidos al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Protocolo de Kyoto", añade el secretario de la ONU en el escrito publicado en la página de la Secretaría para el Ozono de la organización.

La tecnología que se elija para reemplazar a los HCFC "será determinante" a futuro y se invita a gobiernos e industrias a aprovechar la "oportunidad singular" de adquirir tecnologías de vanguardia, que eliminen los compuestos que agotan la capa de ozono, disminuyan los costos de energía y respeten el clima.

"Los HCFC son tanto sustancias que agotan la capa de ozono como potentes gases de efecto invernadero: el HCFC más utilizado es casi 2.000 veces más potente que el dióxido de carbono en sus efectos sobre el calentamiento de la Tierra", precisa Ban Ki-moon en su nota.

Para facilitar esa "transición" en los países en desarrollo, el Protocolo de Montreal ofrece una "financiación ampliada", apunta el diplomático coreano, quien reconoce que en más de 24 años de "aplicación satisfactoria", el documento se ha reforzado gradualmente hasta abarcar la eliminación de casi 100 sustancias que atacan el ozono.

"La Eliminación de los HCFC: una oportunidad única", el lema de este año, se suma a otras campañas internacionales que desde 1985, cuando científicos del Centro de Investigación Británico identificaron el agujero antártico de la capa de ozono, conciencian sobre este problema global.

Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se anima a las administraciones de todo el mundo a revisar, ampliar y aplicar las medidas encaminadas a reducir los gases que atacan directamente la ozonosfera, el área de la estratosfera que absorbe la radiación ultravioleta de alta frecuencia que emite el sol y el primer "escudo" de vida del plante.

En España se anunció ya la próxima puesta en marcha de un modelo de "transporte químico" acoplado a los modelos meteorológicos para identificar especies químicas atmosféricas (aerosoles y radiación ultravioleta) en zonas de interés, como la Antártica.

Tomado de:

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