Se cree que en Argentina existen decenas de miles de glaciares, pero no se sabe con exactitud cuántos porque hasta ahora el país nunca ha realizado un recuento de sus ríos de hielo
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A comienzos de marzo, el gobierno de Cristina Fernández reglamentó una ley, aprobada por el Congreso en octubre de 2010, que prevé la realización del primer Inventario Nacional de Glaciares.
Será el primer paso para que se instrumente la Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglaciar –conocida como Ley de Glaciares– cuyo objetivo es limitar la actividad minera que pueda dañar las zonas de los hielos.
Pero ¿cómo se realiza la tarea titánica de hacer un inventario de glaciares?
BBC Mundo se lo preguntó a uno de los expertos que trabajará en el proyecto: el geógrafo Pierre Pitte, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), el organismo estatal responsable del estudio.
Un rompecabezas en fotos
Según Pitte, la tarea se divide en tres etapas. La primera –y la que más tiempo requiere– es la selección de imágenes que ayudarán a crear mapas de las zonas que se investigan.
"Usamos lo que se conoce como 'sensores remotos': imágenes satelitales y fotos aéreas", explicó.
Esas imágenes son tomadas, en su mayoría, por organismos extranjeros, en especial de Estados Unidos y Japón, por lo que la primera tarea de las autoridades argentinas es coordinar con ellos el envío del material.
Luego, los expertos deben elegir cuidadosamente cuál de las fotos usar, una tarea nada fácil.
"Hay dos obstáculos que impiden ver los glaciares con claridad: las nubes y la nieve", señaló Pitte.
La nieve es un elemento particularmente complejo: si bien parte de las nevadas pasan a formar parte de la masa del glaciar en forma de hielo, otra sección de la nieve se derrite completamente.
Para obtener una medición precisa del glaciar, los especialistas realizan su trabajo al final del verano (en Argentina, en febrero y marzo), cuando la mayor parte de la nieve más fresca se ha derretido.
Verificación en el terreno
Una vez que se ha armado el rompecabezas de imágenes que conforman las regiones glaciares comienza la segunda etapa de la tarea: el trabajo de campo.
Según el Cronograma de Ejecución, establecido por el Ianigla, unas 15 personas se dedicarán a recorrer las zonas de glaciares para tomar medidas y constatar lo que muestran las tomas desde el aire.
"De esta forma se valida el mapeo aéreo", dijo Pitte.
Para tener datos actualizados de su tamaño, el Inventario prevé una tercera y última etapa de trabajo: el monitoreo.
Los organismos internacionales que se dedican a inventariar glaciares actualizan los datos cada cinco años, debido a los cambios en los hielos por el calentamiento global y otros factores.
Tiempos
El cronograma establecido por el Ianigla para realizar el Inventario estipula que se tardará unos cuatro años para finalizar el trabajo.
La Ley de Glaciares sancionada por el Congreso incluía un artículo que establecía un plazo de 180 días para inventariar la zona de glaciares donde en la actualidad operan grandes minas a cielo abierto, como Pascua Lama o Veladero, en la provincia de San Juan.
Sin embargo, la reglamentación de la ley, publicada la semana última, dejó fuera ese artículo, lo que organizaciones ecologistas cuestionaron duramente.
Según Pitte, para que se dé prioridad al relevamiento de glaciares en zonas donde se realizan actividades mineras, primero es necesario que las autoridades nacionales informen cuáles son esas áreas prioritarias, algo que no ha ocurrido.
Además, el experto aclaró que los plazos establecidos por el Ianigla para concluir el inventario dependerán de un factor clave: que el gobierno argentino haga disponibles los recursos presupuestados para la tarea, establecidos en unos US$1.125 millones.
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