Tal vez por esta razón resulta algo sorprendente la noticia de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos, haya presentado un escrito en donde señala que los genes no deberían ser patentables. Lo anterior en relación a un caso que involucra a dos genes humanos relacionados con el cáncer de mama y ovarios.
Según algunas estimaciones actualmente un 20% de los genes humanos se encuentran registrados por la Oficina de Patentes y Marcas, por lo que el cambio de estrategia del gobierno de Estados Unidos podría significar un importante avance para las organizaciones que se oponen a las patentes de genes, pero que ya ha comenzado a generar un cierto temor en la industria farmacéutica y de biotecnología.
Estas últimas señalan que dichas patentes son vitales para el desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico, drogas y el emergente campo de la medicina personalizada (los medicamentos son diseñados para cada paciente según su información genética).
Tal vez la idea al interior del gobierno de Estados Unidos es generar un debate serio respecto a este tema, de manera de revertir décadas de retraso en comparación con otras naciones que ya cuentan con políticas claras en torno al tema de las patentes.
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