30 de marzo de 2011
Nivel radioactivo supera en más de 3 mil veces el límite en el mar cerca a Fukushima
Detectan radiación baja de Fukushima en Pekín y zonas del oeste de China
Oficiales miden el nivel de radiación en un hombre al noreste de Japón AP Niveles bajos de yodo-131 radiactivo, procedente de la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, fueron por primera vez detectados en las últimas horas en Pekín y otras zonas del norte y oeste de China, informó este martes la agencia oficial Xinhua.
Después de que se reportara en el extremo nororiental del país la primera presencia de este material, el pasado sábado, zonas del sureste, este, y ahora el norte y el oeste del país han registrado también bajos niveles de yodo-131, según las mediciones del Comité Nacional de Coordinación ante Emergencias Nucleares de China.
En concreto, son 14 de las 30 divisiones administrativas del país asiático las que han encontrado restos de yodo-131 en su aire: Heilongjiang (noreste), Jiangsu, Shanghai, Zhejiang, Anhui (este), Cantón, Guangxi (sureste), Shandong, Tianjin, Beijing, Hebei, Henan (norte), Shanxi y Ningxia (noroeste). Las autoridades nucleares y de salud chinas insistieron en que las bajas concentraciones de este material no son dañinas para el medio ambiente ni para la salud pública, ya que la concentración equivale a una cienmilésima de los niveles "normales".
La contaminación radiactiva en la atmósfera de China en la actualidad equivale a la que una persona puede contraer al viajar en avión para un trayecto de 2.000 kilómetros, señalaron fuentes sanitarias nombradas por la agencia Xinhua.
Otros países como Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Francia, Suecia, Suiza, Rusia, Corea del Sur, Filipinas y Vietnam también detectaron en los últimos días restos de yodo 131 en su aire, en todos los casos niveles muy bajos.
Fuente:
El Nacional
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A oscuras, con mascarillas y alumbrando el interior de las salas de control con sus linternas. Las imágenes de los trabajadores de la central de Fukushima nos permiten asomarnos por primera vez a la lucha que estos hombres libran contra los reactores desde hace dos semanas. Con la ayuda de los informes técnicos, las imágenes, y dos operadores de centrales nucleares españolas, reconstruimos la odisea que viven estos trabajadores para evitar una catástrofe.
En la imagen hay dos trabajadores bajo la luz de una linterna, llevan mascarillas y trajes protectores y examinan un plano mientras hablan por teléfono. Están en el interior de una de las salas de control de la central nuclear de Fukushima, que ha quedado a oscuras desde que el terremoto de intensidad 9 y el posterior tsunami de diez metros inutilizaran los generadores auxiliares de la central, hace ahora dos semanas.
“Viendo las imágenes”, nos asegura un operador de una central nuclear española, “se te ponen los pelos como escarpias”. “Es la sensación más angustiosa que puedes tener en una sala de control”, explica, “no por la oscuridad en sí, sino porque sabes lo que significa, y significa que no tienes nada para hacer frente a tu trabajo, no tienes disponibilidad de tus equipos de salvaguardias, pero además has perdido toda la información sobre la planta. Es una de nuestras pesadillas”.
Al igual que muchos de sus compañeros, los dos hombres de la imagen han sobrevivido al mayor terremoto de la historia del país, a un tsunami de diez metros, varias explosiones de hidrógeno y fugas radiactivas que obligaban a retirarse y evacuar la central durante horas. "Nos estamos quedando sin agua. Siento que me va a dar algo", decía el mensaje de uno de los trabajadores a su esposa hace unos días, cuando el mundo permanecía en vilo a la espera de que estos nuevos "héroes" controlasen un monstruo que podía dejar escapar una dosis letal de radiación.
A estas horas hay más de 500 trabajadores dejándose la piel en la central nuclear de Fukushima, se ha restablecido parte del suministro eléctrico y empiezan a tener más datos sobre lo que sucede dentro de los reactores, pero en los peores momentos llegaron a ser apenas 50, no tenían luz en las salas de control y estaban prácticamente a ciegas respecto a las condiciones de presión y temperatura en las vasijas. ¿Cómo han sido estas dos semanas de pesadilla en la central?
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