Murió sin conocer el uso militar que se le daría a su invento.
Una de las personalidades que indirectamente tuvieron una influencia capital en la Segunda Guerra Mundial fue Arthur Scherbius, el padre de la máquina criptográfica Enigma. Ésta, usada inicialmente por la Marina alemana, la Kriegsmarine ,
fue posteriormente adoptada por todas las fuerzas armadas germanas para
el encriptado y codificado de sus comunicaciones secretas,
principalmente las instrucciones a los submarinos que, en «manadas de
lobos», libraban una lucha capital en alta mar por interrumpir el
tráfico marítimo y el sistema de convoyes hacia el Reino Unido.
Considerada
imposible de desencriptar, la historia de la ruptura de sus claves,
conseguida finalmente en el Reino Unido gracias a la labor desarrollada
anteriormente por un equipo de matemáticos y criptólogos polacos, es una
de las historias secretas más espectaculares de la Segunda Guerra Mundial.
Ingeniero eléctrico, Scherbius
dirigió su máquina criptográfica al sector civil y murió sin conocer la
dramática influencia que su invento tuvo en el desarrollo de la guerra.
Fuente: ABC (España)
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15 de diciembre de 2018
14 de junio de 2014
Se resuelve el misterio del lado oculto de la Luna (después de 55 años)
Investigadores explican por qué el lado que la Tierra nunca ve tiene un aspecto astroncompletamente distinto al que siempre tenemos enfrente.
El lado oculto de la Luna
«El hombre de la Luna»,
que se ve durante el plenilunio en la cara vista de nuestro satélite
natural, es una aparente figura humana que, según la tradición,
representa a un condenado enviado allá arriba por cometer un horrible
crimen. Leyendas aparte, la figura apareció en realidad cuando los
meteoritos golpearon el lado que mira hacia la Tierra, creando grandes
mares planos de basalto que vemos como áreas oscuras. Sin embargo, no
existe ningún «hombre» en la cara oculta de la Luna.
Allí hay valles, montañas y cráteres, pero ninguno de estos extensos
mares inertes. ¿Por qué? Un equipo de astrofísicos de la Universidad
Estatal de Pensilvania (EE.UU.) cree tener una buena respuesta.
«La primera vez que vi un globo de la Luna siendo niño me
asombró lo diferente que se veía la cara oculta», recuerda Jason Wright,
profesor de astrofísica. «Era todo montañas y cráteres. ¿Dónde estaban
los mares? Resulta que ha sido un misterio desde los años cincuenta».
Este misterio se llama el problema de las Tierras Altas Lunares y se remonta a 1959, cuando la nave espacial soviética Luna 3
transmitió a la Tierra las primeras imágenes del lado oscuro de la
Luna. Fue llamado oscuro porque no se conocía, no porque la luz del Sol
no llegara hasta allí. Los investigadores se dieron cuenta de inmediato
de que en ese lado desconocido, siempre de espaldas a nuestro planeta, existía un menor número de mares. Su aspecto era completamente diferente.
Los investigadores de la Estatal de Pensilvania creen que
la ausencia de mares en ese lado se debe a una diferencia en el espesor
de la corteza entre el lado de la Luna que vemos y el lado oculto,
consecuencia de cómo se formó nuestro satélite natural originalmente,
según explican en la revista Astrophysical Journal Letters.
La historia a la que hacen referencia comienza hace 4.500
millones de años, cuando un objeto del tamaño de Marte, bautizado como Theia,
chocó violentamente contra nuestro planeta. Capas externas de la Tierra
y de ese misterioso mundo salieron disparadas hacia el espacio y con el
tiempo formaron la Luna.
«Poco después del impacto gigante, la Tierra y la Luna estaban muy calientes», explica Steinn Sigurdsson, profesor de astrofísica. La Tierra y Theia
no sólo se derritieron; partes de ellas quedaron vaporizadas, creando
un disco de roca, magma y vapor alrededor de nuestro mundo.
Su situación era similar a la de los exoplanetas rocosos
descubiertos recientemente muy cerca de sus estrellas. La Luna estaba de
10 a 20 veces más cerca de la Tierra de lo que está ahora, y los investigadores encontraron que rápidamente asumió una posición de acoplamiento de marea
con el tiempo de rotación de la Luna igual al período orbital de la
Luna alrededor de la Tierra. Desde entonces, probablemente la Luna
siempre ha mostrado la misma cara. El anclaje de marea es un producto de
la gravedad de ambos objetos.
Lea el artículo completo en:
8 de noviembre de 2010
Por qué Isaac Newton tardó 20 años en publicar la ley de la gravitación universal
El annus mirabilis de Isaac Newton fue 1666. Su libro ”Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica“ se publicó en 1687, unos 20 años más tarde. ¿Por qué tan tarde? Algunos historiadores achacan el retraso a las dificultades de Newton en 1667 para demostrar la validez de su ley de la gravitación universal. Todo parece indicar que gestó la gravitación universal alrededor de 1680 y que en 1684 ya la había completado.
De hecho, de la correspondencia que se conserva entre Newton y Hooke entre 1679-1680 se deduce que Newton no había dado todavía el salto conceptual de concebir la gravedad como una ley universal, aplicable tanto a la caída de una manzana como a la caída de la luna hacia la tierra. Se duda de que antes de 1680 Newton hubiera deducido a partir de la tercera ley de Kepler que la fuerza de la gravedad es proporcional a la inverso del cuadrado de la distancia, ni que hubiera concebido el concepto de fuerza centrípeta. ¿Influyó la correspondencia con Hooke en las ideas de Newton? Newton siempre afirmó que no, que sus ideas y descubrimientos eran anteriores a las ideas de Hooke (de 1679), pero no se ha conservado ningún documento manuscrito que lo atestigue y lo que se ha conservado implica dudas muy serias al respecto.
¿Por qué Newton no publicó sus ideas alrededor de 1680? Parece que Newton mantuvo ocultos en su escritorio estos trabajos hasta que Halley le pinchó en agosto de 1684. En octubre de 1684 Newton envió a Halley un resumen de los principios de su teoría de la gravedad (“De Motu Corporum en Gyrum” o “Sobre el movimiento de los cuerpos en órbita”). Dicho trabajo enuncia, pero no demuestra, todos los teoremas que presenta. En una carta que envió a Halley confesó que no demostró los teoremas sobre la gravedad de un casquete esférico hasta 1685 (que la gravedad fuera de un casquete esférico de cierta masa es igual a la producida si dicha masa se concentra en su centro). Aunque Newton siempre afirmó que concibió la gravedad universal antes de 1667 y que en dicha época ya había realizado los cálculos que se publicaron en los Principia, todos los historiadores dudan de que Newton antes de 1671, cuando el astrónomo francés Jean Picard calculó de forma fiable el radio de la tierra, hubiera podido calcular que la aceleración de la gravedad en la superficie de la luna era 1/3600 más pequeña que en la tierra. Nos lo cuenta David Derbes, “A twenty year delay in Newton’s publishing?,” American Journal of Physics 78: 1077-1078, Nov. 2010.
De hecho, de la correspondencia que se conserva entre Newton y Hooke entre 1679-1680 se deduce que Newton no había dado todavía el salto conceptual de concebir la gravedad como una ley universal, aplicable tanto a la caída de una manzana como a la caída de la luna hacia la tierra. Se duda de que antes de 1680 Newton hubiera deducido a partir de la tercera ley de Kepler que la fuerza de la gravedad es proporcional a la inverso del cuadrado de la distancia, ni que hubiera concebido el concepto de fuerza centrípeta. ¿Influyó la correspondencia con Hooke en las ideas de Newton? Newton siempre afirmó que no, que sus ideas y descubrimientos eran anteriores a las ideas de Hooke (de 1679), pero no se ha conservado ningún documento manuscrito que lo atestigue y lo que se ha conservado implica dudas muy serias al respecto.
¿Por qué Newton no publicó sus ideas alrededor de 1680? Parece que Newton mantuvo ocultos en su escritorio estos trabajos hasta que Halley le pinchó en agosto de 1684. En octubre de 1684 Newton envió a Halley un resumen de los principios de su teoría de la gravedad (“De Motu Corporum en Gyrum” o “Sobre el movimiento de los cuerpos en órbita”). Dicho trabajo enuncia, pero no demuestra, todos los teoremas que presenta. En una carta que envió a Halley confesó que no demostró los teoremas sobre la gravedad de un casquete esférico hasta 1685 (que la gravedad fuera de un casquete esférico de cierta masa es igual a la producida si dicha masa se concentra en su centro). Aunque Newton siempre afirmó que concibió la gravedad universal antes de 1667 y que en dicha época ya había realizado los cálculos que se publicaron en los Principia, todos los historiadores dudan de que Newton antes de 1671, cuando el astrónomo francés Jean Picard calculó de forma fiable el radio de la tierra, hubiera podido calcular que la aceleración de la gravedad en la superficie de la luna era 1/3600 más pequeña que en la tierra. Nos lo cuenta David Derbes, “A twenty year delay in Newton’s publishing?,” American Journal of Physics 78: 1077-1078, Nov. 2010.
[1] F. Cajori, “Newton’s twenty years’ delay in announcing the law of gravitation,” Sir Isaac Newton 1727–1927: A Bicentenary Evaluation of His Work (The History of Science Society, Williams & Wilkins, Baltimore, 1927), pp. 125–188.
[2] D. T. Whiteside, “The prehistory of the `Principia’ from 1664 to 1686,” Notes Rec. R. Soc. of Lond. 45 (1), 11–61 (1991).
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