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9 de agosto de 2014

¿Qué galaxia pesa más: la Vía Láctea o Andrómeda?

Por primera vez, un grupo internacional de astrofísicos ha sido capaz de calcular la masa de la Vía Láctea y Andrómeda basándose no solo en las galaxias enanas que las rodean, sino con referencias de otras aglomeraciones de estrellas más grandes, pertenecientes, como las dos citadas, al llamado Grupo Local.
Además, los expertos han conseguido conjugar en sus mediciones (algo que tampoco se había hecho nunca) dos variables: la gravedad que atrae a las galaxias y la fuerza repulsiva que expande el universo y, por lo tanto, las aleja entre sí.
El resultado ha sido sorprendente, ya que Andrómeda parece tener el doble de masa que la Vía Láctea. Antes de publicarse este cálculo en la revista especializada Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, el más preciso hasta la fecha, se pensaba justo lo contrario: que nuestro hogar estelar era bastante más pesado que su vecina. Además, nada menos que el 90 % de la masa de ambas es materia oscura, o sea, que no emite luz y cuya naturaleza es todavía un misterio.

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Muy Interesante

18 de enero de 2014

Así se vería la galaxia de Andrómeda en nuestro cielo nocturno



La imagen que podéis contemplar aquí arriba muestra el aspecto que ofrecería la galaxia de Andrómeda en el cielo nocturno si su magnitud aparente, en lugar de ser de 4,36, fuese más cercana a la de la Luna llena.


Con todo, la galaxia de Andrómeda es el objeto visible a simple vista que se halla a más distancia de la Tierra (contiene aproximadamente un billón de estrellas), y quizá algún día la contemplemos tal y como aparece en la fotografía, porque, si bien se halla a 2,5 millones de años luz, se aproxima a nosotros a unos 300 kilómetros por segundo, de manera que en un periodo de entre 3.000 a 5.000 millones de años podría colisionar con la Vía Láctea y fusionarse dando lugar a una galaxia elíptica supergigante.

No es tan extraño que Andrómeda se acerque a nosotros a tamaña velocidad. Todo lo que nos rodea, e incluso nosotros mismos, surcamos el universo a velocidades que harían saltar los radares de cualquier carretera. Por ejemplo, el planeta Tierra rota sobre sí misma a 1.000 kilómetros por hora. La Tierra se desplaza en el espacio alrededor del Sol. Y lo hace a la nada despreciable velocidad de 107.228 kilómetros por hora.

A su vez, el Sol no se está quietecito. Va lanzado a 790.000 kilómetros por hora hacia el centro de la Vía Láctea. Así pues, el Sol (y todos los planetas que le rodean, el Sistema Solar) dan una vuelta completa en el tiovivo de la Vía Láctea en 200 millones de años.

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Xakata Ciencia

17 de diciembre de 2012

El misterio de la luz del agujero de Andrómeda

andromeda-agujeroLa vecina galaxia de Andrómeda cuenta con un agujero negro que emite, en ocasiones, más luminosidad de la cabría esperar para su masa. ¿Por qué? De resolver este misterio astronómico se está encargando un equipo internacional de científicos entre los que se encuentran investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.

Según publican los científicos en la revista Nature, existen fórmulas matemáticas que establecen cuál debe ser la luminosidad máxima de un objeto cósmico en función de su masa –conocida como la "luminosidad de Eddington"–. Por encima de este límite, por ejemplo, una estrella normal se descompondría. Para un agujero negro de masa una decena de veces superior a la del Sol, esta cifra es de 1x1032 vatios, un millón de veces mayor que la luminosidad del Sol. Sin embargo, el agujero negro de Andrómeda supera este límite en algunas ocasiones.

Esto ha llevado identificarlo como una fuente de rayos X ultraluminosa (ULX por sus siglas en inglés). Por lo general, se trata de emisiones intensas de rayos X que proceden de sistemas binarios formados por una estrella y un agujero negro que orbitan mutuamente entre sí a gran velocidad, y son consecuencia de las elevadas temperaturas que alcanza el gas de la estrella cuando cae hacia el agujero negro. Antes de ser engullida, esta materia crea un disco de acrecimiento alrededor del agujero negro y emite intensamente en rayos X. La luminosidad de este fenómeno depende de la masa del agujero negro, ya que cuanto más masivo sea, más potente será su campo gravitatorio y más materia será capaz de absorber, lo que le conferirá una mayor luminosidad. Dicho de otro modo, la ultraluminosidad del agujero en Andrómeda se debe al enorme banquete de estrellas que devora.

Los resultados obtenidos por esta investigación abren una nueva ventana de comprensión de los agujeros negros y su evolución en el universo.


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Muy Interesante

3 de junio de 2012

Nuestra galaxia colisionará con Andrómeda (su galaxia más cercana)


 
Ilustración de la NASA mostrando la colisión de Andrómeda y la Vía Láctea en cerca de cuantro mil millones de años

Una ilustración muestra el cielo en 3.750 millones de años. Andrómeda (izq.) comienza a distorsionar el plano de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

La Vía Láctea chocará con su galaxia más cercana, Andrómeda, dentro de aproximadamente 4.000 millones de años, según científicos de la agencia espacial de Estados Unidos.

Los expertos de la NASA basaron sus cálculos en observaciones realizadas con el telescopio espacial Hubble.

Ambas galaxias se están atrayendo mutuamente por gravedad y el encuentro es inevitable. Tras la colisión deberán transcurrir otros dos mil millones de años para que ambas masas de estrellas se fusionen por completo y tomen la forma de una galaxia elíptica única.


Ilustración mostrando el Telescopio Espacial Hubble Imagen: SPL

Los cálculos se basaron en mediciones pioneras del telescopio espacial Hubble, que orbita la Tierra a cerca de 550 kms de altura.

"Después de casi un siglo de especulaciones sobre el destino de Andrómeda y de nuestra Vía Láctea, por fin tenemos una idea clara de cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos miles de millones de años", dijo Tony Sohn, investigador del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore.

Los científicos señalan que las estrellas están tan espaciadas dentro de cada galaxia que el Sol y sus planetas circundantes no correrían peligro.

Desde la Tierra, el encuentro de ambas galaxias se verá espectacular, siempre y cuando la especie humana aún sobreviva dentro de cuatro mil años.

"Andrómeda aparece actualmente como un pequeño objeto difuso que fue detectado por astrónomos hace más de mil años", dijo Roeland van der Marel, experto del mismo centro de investigaciones espaciales en Baltimore.

"Pocas cosas fascinan más a los seres humanos que conocer cuál será nuestro destino cósmico. Y es extraordinario poder predecir ahora que este pequeño objeto difuso algún día envolverá al Sistema Solar".

Movimientos laterales

Se sabe desde hace mucho tiempo que la Vía Láctea y Andrómeda se están acercando.


Ilustración de la NASA muestra el impacto y la distorción en Andrómeda y la Vía Láctea tras la colisión de las galaxias

Andrómeda se verá estirada y la Vía Láctea distorsionada en 4.000 millones de años.

Actualmente se encuentran a una distancia cercana a 2,5 millones de años luz, pero convergen a una velocidad aproximada de 400.000km/h.

Hubble permitió medir en forma más detallada que nunca el movimiento de una región de Andrómeda conocida como M31.

"Es necesario entender no solamente cómo se desplaza Andrómeda en nuestra dirección sino también sus movimientos laterales, para determinar si nos pasará de lado o habrá una colisión frontal", explicó Van der Marel.

"Los astrónomos han intentado medir esos movimientos laterales durante más de un siglo, pero no lo habían logrado porque la tecnología disponible no era suficientemente sofisticada".

"Por primera vez pudimos medir ese movimiento lateral, también conocido como movimiento propio, gracias a la extraordinaria capacidad del Telescopio Espacial Hubble", señaló Van der Marel.

Sistema solar

Simulaciones digitales basadas en las mediciones del Hubble indican que ambas masas de estrellas acabarán formando una única galaxia elíptica similar a las que se observan comúnmente en el Universo.


Ambas galaxias fusionadas en una única elíptica, Ilustración de la NASA

Ambas galaxias se fusionarán en una única elíptica.

Aunque las galaxias se encontrarán, las estrellas individuales no chocarán entre sí porque el espacio entre ellas aún será enorme.

Los científicos creen, sin embargo, que una perturbación gravitacional podría hacer que todo el Sistema Solar cambie su posición.

Es probable también que la fusión dispare una fase intensa de creación de nuevas estrellas y que los agujeros negros supermasivos en los centros de cada galaxia se transformen en uno único.

Los investigadores de la NASA señalan que la galaxia Triangulum, o M33, la pequeña acompañante de Andrómeda, también podría ser parte de la gran colisión.

Lo que nadie sabe es si los seres humanos podrán ser testigos de estos eventos magnánimos.

En cuatro mil millones de años, el combustible nuclear en el Sol habrá comenzado a agotarse y nuestra estrella habrá comenzado a aumentar de tamaño, explicó Van der Marel.

"Debido a la evolución natural del Sol, su temperatura aumentará más y más y en unos pocos miles de millones de años será tan caliente que la vida tal como la conocemos hoy en la Tierra no será posible", dijo el científico de la NASA.

"Pero como estamos hablando de un futuro distante en miles de millones de años, yo personalmente no creo que esos cambios signifiquen necesariamente que nuestra civilización no estará presente".

"Por ejemplo, si inventamos una forma inteligente de convertir la energía solar en aire acondicionado, podríamos seguir viviendo en nuestro planeta".

Fuente:

El Mundo Ciencia

25 de noviembre de 2010

Andrómeda nació de una colisión de galaxias


Galaxia Andrómeda vista por la sonda WISE. | NASA

Un grupo científico internacional ha logrado averiguar, gracias a una simulación informática, cómo surgió y evolucionó Andrómeda, la galaxia espiral más próxima a la Vía Láctea.

Los resultados del estudio, publicado en la revista 'Astrophysical Journal', indican que dos galaxias chocaron hace alrededor de 9.000 millones de años y permanecieron unidas hasta hace unos 5.500 millones de años.

El autor principal, Francois Hammer, del Observatorio de París, aseguró en una conversación con la BBC que, mientras los científicos han sido capaces de detectar galaxias cercanas a los confines del Universo, aún hay muchos 'agujeros negros' en el conocimiento de nuestros vecinos más inmediatos, conocidas como Grupo Local de Galaxias.

Galaxias cercanas

Este grupo incluye a 40 galaxias, de las cuales las más grandes son precisamente la Vía Láctea y Andrómeda. "Muchos astrónomos, especialmente los especialistas en este campo, ya pensaban que Andrómeda podía ser el resultado de una gran fusión", aseguró Hammer a la BBC. "Sin embargo, esto no había sido demostrado y datado hasta ahora".

Los investigadores aseguran que estos descubrimientos tienen el potencial suficiente como para revisar todo nuestro conocimiento sobre el Grupo Local de Galaxias. Además, creen que podría tener importancia a la hora de saber la cantidad de materia oscura presente en estas galaxias.

Fuente:

El Mundo Ciencia

16 de septiembre de 2010

La Vía Láctea, destinada a colisionar con Andrómeda


El astrónomo Rafael Bachiller nos desvela e interpreta las imágenes más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo.

Este par de galaxias (Arp 272) en el cúmulo de Hércules nos desvela una imagen instantánea de la colisión entre dos galaxias espirales. Es el destino que le espera a la Vía Láctea y a Andrómeda, que parecen abocadas a entrar en colisión en el plazo de unos seis mil millones de años.

El resultado del encuentro entre dos grandes galaxias espirales es la fusión completa entre ambas. Una fusión que dará lugar a una única galaxia elíptica cuya masa será la suma de las masas de las dos galaxias iniciales.

A 450 millones de años-luz...

La conexión existente entre los brazos espirales de estas dos galaxias señala el principio de una unión duradera. En los catálogos clásicos estas dos galaxias se denominan NGC6050 e IC1179 pero, más recientemente, cuando el astrónomo Halton Arp descubrió la interacción existente entre ambas, el par pasó a designarse Arp 272 (pues fue incluida con el número 272 en su Atlas de Galaxias Peculiares). Este par se encuentra en el cúmulo de Hércules a una distancia de unos 450 millones de años-luz. La presente imagen, tomada por el telescopio espacial Hubble, cubre una región de unos 150 mil años-luz de tamaño en el espacio.

Cúmulos de Galaxias



Las galaxias no viven de manera solitaria. Sometidas entre ellas a la intensa fuerza de la gravedad, las galaxias constituyen nutridas comunidades denominadas 'cúmulos de galaxias'. En las regiones centrales de estos cúmulos se aglomera un gran número de galaxias que se encuentran moviéndose rápidamente, obedeciendo a las fuerzas gravitatorias ejercidas por las galaxias vecinas.

Las velocidades relativas entre las galaxias en tales regiones centrales son del orden de unos miles de kilómetros por segundo y las distancias típicas entre galaxias en estas zonas son “tan sólo” de unos 5 millones de años-luz (esto es, unas 50 veces el tamaño de una galaxia individual). Las colisiones entre galaxias son, por tanto, relativamente frecuentes. Se estima que, en cada cúmulo de galaxias, hay una colisión cada varios cientos de millones de años.

La colisión entre la Vía Láctea y Andrómeda

Dibujo de la Vía Láctea | NASA/JPL-Caltech/R. Hurt (SSC)

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Dibujo de la Vía Láctea | NASA/JPL-Caltech/R. Hurt (SSC)

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, forma parte de un cúmulo al que se suele denominar el Grupo Local.

Se han identificado más de treinta grandes galaxias como miembros inequívocos de este grupo, además de numerosas galaxias enanas.

Entre los miembros del Grupo Local se encuentran las vecinas Nubes de Magallanes y la gran galaxia de Andrómeda.

La galaxia Andrómeda | NASA

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La galaxia Andrómeda | NASA

A una distancia de unos 2,5 millones de años luz, Andrómeda se encuentra actualmente dirigiéndose hacia la Vía Láctea a una velocidad de un centenar de kilómetros por segundo. Podemos pues prever la colisión de Andrómeda con la Vía Láctea en el plazo de unos seis mil millones de años.

Espiral + espiral = elíptica

Cada galaxia espiral de tamaño medio (del tipo de la Vía Láctea) contiene cientos de miles de millones de estrellas y una población de nubes interestelares distribuidas, principalmente, a lo largo de los brazos espirales.

Cuando dos de tales galaxias espirales entran en colisión, las estrellas (muy compactas respecto del tamaño de las galaxias) alteran de manera prácticamente errática sus trayectorias, pues se ven sometidas a numerosas fuerzas gravitatorias. Las ordenadas estructuras espirales se desdibujan y la población estelar resultante se distribuye en un gran elipsoide.

Los efectos de tal colisión galáctica son particularmente dramáticos para las grandes nubes interestelares gaseosas. Debido a su gran tamaño (de hasta miles de años luz), tales nubes entran en colisión generándose grandes ondas de choque que comprimen y calientan el gas dando lugar a enormes brotes de formación de estrellas nuevas.

Así pues, la colisión entre dos galaxias se pone de manifiesto mediante la formación violenta de nuevas generaciones de estrellas que consumen rápidamente el gas ambiente. En unas cuantas decenas de millones de años, la mayor parte del gas se ha convertido en estrellas.

El resultado de la colisión de dos galaxias espirales, como la Vía Láctea y Andrómeda, es una galaxia elíptica cuya masa, en forma esencialmente estelar, es la suma de las masas de las dos galaxias iniciales.

La galaxia grande se come a la chica

Cuando una galaxia enana cae en el campo gravitatorio de una gran galaxia, la primera queda atrapada y es “engullida” por la segunda. Esta ley de “la galaxia grande se come a la chica” hace que las grandes galaxias vayan creciendo cada vez más, mientras que sobre las enanas se cierne, a largo plazo, una amenaza de extinción.

Nuestra Vía Láctea ya ha dado pruebas de su voracidad engullendo varias galaxias enanas que son identificadas en su seno como enormes cúmulos estelares que aún conservan cohesión y entidad propia. Además, en el plazo de unos tres mil millones de años, las galaxias satélites más próximas de nuestra Galaxia, las Nubes de Magallanes, también serán completamente absorbidas por la Vía Láctea.

Este fenómeno de canibalismo galáctico favorece la formación de grandes galaxias en las zonas centrales (más pobladas) de los grandes cúmulos galácticos.

También interesante

  • En los modelos de colisión entre galaxias además de tener en cuenta la masa visible, hay que prestar atención a los grandes halos de materia oscura que contribuyen muy significativamente a la atracción gravitatoria. La naturaleza de tal materia oscura sigue siendo uno de los mayores misterios de la Astrofísica contemporánea.
  • En el entorno de la Vía Láctea el 75 % de las galaxias son espirales, en torno al 24 % son elípticas, y tan sólo una de cada cien galaxias presenta una morfología irregular.
  • Además de por ser un eminente astrónomo, Halton Arp (nacido en Nueva York en 1927) es muy célebre por sus ideas heterodoxas. Argumentó durante mucho tiempo que, en lugar de ser grandes galaxias remotas, los cuásares debían ser objetos locales. Siempre se ha mostrado escéptico respecto de la teoría del Big Bang y, en su lugar, adoptó una teoría de un universo estructurado en diferentes capas que ha tenido muchos seguidores en círculos creacionistas.


Fuente:

El Mundo Ciencia

5 de enero de 2009

La Vía Láctea gira mucho más rápido

Abrochénse el cinturón, nuestra galaxia gira más rápidamente, es más masiva y está en mayor riesgo de colisionar con otras de lo que se creía. Si aumenta la velocidad, como se ha comprobado ahora, eso quiere decir que aumenta también la masa, en este caso nada menos que en un 50%.




Así, según los nuevos resultados, la Vía Láctea sería 1,5 veces más masiva de lo que se estimaba, lo que la coloca en una situación de igualdad con Andrómeda, una galaxia cercana y hasta ahora considerada mucho mayor. Que sea más masiva implica un mayor tirón gravitacional, y por tanto un mayor riesgo de colisión en el futuro con alguna de las galaxias cercanas, incluida Andrómeda, ha explicado Mark Reid, astrónomo estadounidense que ha analizado los nuevos datos.

Las últimas medidas astronómicas, de gran precisión, indican que el Sistema Solar en que nos encontramos está a unos 28.000 años luz del centro de la Vía Láctea y gira alrededor del agujero negro central a una velocidad de unos 960.000 kilómetros por hora, una velocidad superior en unos 160.000 kilómetros por hora a la calculada anteriormente. Además, los astrónomos creen ahora que en la Vía Láctea hay cuatro brazos en espiral en vez de sólo los dos conocidos, en los que se forman nuevas estrellas.

Las nuevas medidas forman parte de un programa de observación a largo plazo con la batería de radiotelescopios VLBA de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos, y se han presentado en la reunión anual de la Asociación Americana de Astronomía en California. El mismo equipo ha presentado también las primeras observaciones de estrellas recién nacidas, situadas tan cerca del agujero negro central que los astrónomos no encuentran explicación para ello. Con una masa de cuatro millones de veces la del Sol, el agujero negro provoca a su alrededor violentas mareas gravitacionales que, en teoría, impedirían que se produjeran las condiciones necesarias para que se formen estrellas.

Protoestrellas

Las imágenes, obtenidas igualmente con radiotelescopios, de dos protoestrellas a menos de 10 años luz del centro galáctico, indican que el gas molecular en esa zona debe de ser más denso de lo que se creía, de forma que su gravedad supere la atracción del agujero negro. "No comprendemos todavía bien el ambiente existente en el centro galáctico", ha explicado Elizabeth Humphreys, que ha dirigido el trabajo. "Mediante la combinación de observaciones como las nuestras con trabajos teóricos esperamos conocerlo mejor y que nos sirva de modelo para extrapolarlo a galaxias distantes"

Como contribución a un mejor conocimiento del centro de la Vía Láctea el telescopio Hubble ha permitido construir una nueva y espectacular imagen compuesta, en infrarrojo, a partir de más de 2.000 observaciones realizadas a lo largo de casi cinco meses el año pasado. En la imagen, que se presentó igualmente ayer en California, se pueden observar con mucho mayor detalle las estructuras existentes en esa violenta región, en la que se observan poblaciones de estrellas masivas hasta ahora desconocidas y más dispersas que los tres grupos conocidos de estrellas masivas.

Además, el gas ionizado que rodea el agujero negro, una región de 300 años luz de diámetro, se muestra como una espiral brillante. En luz visible las nubes de gas y polvo impiden observar el centro de la Vía Láctea, pero esto no sucede en el rango del infrrarojo.

Fuente:

El País - Sociedad
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