Los fósiles de una escena primitiva, hallados con la 
precisión de una fotografía, demuestran que los seres humanos se 
comieron a los últimos grandes mamíferos que quedaban en América después
 de la última glaciación. La evidencia, que figura en un trabajo 
publicado por Science Advances, fue analizada por un equipo de arqueólogos argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN) junto a investigadores estadounidenses.
El clima contra la depredación humana es (ahora se sabe)
 una falsa controversia científica respecto a la extinción de los 
megamamíferos en Sudamérica y en el Mundo. Las sucesivas evidencias han 
enfatizado una causa sobre la otra, pero en conjunto reflejan que ambas 
fueron determinantes en la desaparición de los grandes animales del 
Pleistoceno.
Se trata de un proceso que en América se inició en el 
deshielo y que el apetito humano probablemente sólo aceleró. “El clima 
jugó un rol también. Se extinguieron grandes animales en el mundo, no 
solamente acá aunque se extinguieron más en Sudamérica, también lo 
hicieron en Norteamérica y Europa. Entonces la discusión es: el clima y 
algo más. Este algo más creemos que son los seres humanos”, aclara el director de la investigación Gustavo Politis, sentado en su oficina del área de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (INCUAPA),
 a pocos kilómetros del sitio del hallazgo. Sin embargo, agrega una 
advertencia para quienes cargan las culpas sobre los seres humanos. “En 
Sudamérica hay al menos 30 especies de megamamíferos que se han 
extinguido. Las que han sido cazadas son 5, 6 no más. No se puede 
explicar toda la extinción por la acción del hombre”. La caza no es el 
único daño que podríamos haber hecho en el pasado. “También puede haber 
pasado que los seres humanos hayan hecho disrupciones en el ambiente 
como la introducción de nuevos parásitos o quemazones en los campos. Si 
el fuego produjo quemazón en poblaciones de animales con bajas tasas de 
reproducción, había un clima desfavorable y encima aparecieron seres 
humanos que los depredaron, los extinguieron” concluye Politis.
