Un poblado escondido en las montañas de la Cordillera de Huayhuash,
en Áncash, guarda entre sus archivos virreinales una tabla con medio
centenar de nombres y su posible equivalencia tejida en quipus
fonéticos.
La tabla tiene un listado de medio centenar de nombres escritos sobre
cuero con una bella caligrafía y su equivalencia en quipus. Se cree que
data del siglo XVII y que pudo ser un censo elaborado durante la
campaña de extirpación de idolatrías realizada en la provincia limeña de
Cajatambo.
La tabla-quipu es uno de los secretos más
sorprendentes del poblado de San Francisco de Mangas, uno de los
distritos más olvidados de Áncash. Sus escasos pobladores se quejan de
la ausencia de apoyo regional y la precariedad de los caminos de acceso.
Su imponente paisaje está dominado por los nevados de la Cordillera de
Huayhuash y podría ser un buen destino turístico de no ser por su
postergación y marginalidad.
Sin embargo, esta precariedad es
la que evitó que Mangas pierda sus antiguos registros virreinales. Como
esta tabla-quipu que hoy sorprende a los científicos.
Fue el
Dr. Román Robles Mendoza quien advirtió su existencia, pero en estos
días circula un documental donde la Dra. Sabine Hayland, de la
Universidad de St. Andrew de Escocia, comparte su asombro por el
hallazgo, convencida de que podría servir para entender a los quipus
como una forma de escritura prehispánica. "La tabla-quipu podría ser el
equivalente andino a la Piedra de Roseta, que sirvió para descifrar los
jeroglíficos egipcios", sostiene la experta.
En el Perú, uno
de los primeros en registrar la tabla-quipu fue el cineasta Roberto
Aldave Palacios, quien viajó a Mangas y comprobó esa vieja tradición
vinculada a los quipus. Aldave conversó con la profesora Beatriz Rebeca
Arcayo Aguado (encargada de la conservación de la tabla-quipu) y juntos
comprobaron que hasta la imagen de San Francisco –patrón jurado del
pueblo– luce un quipu en la mano. La imagen adorna el frontis de la
única capilla del pueblo. Aldave hizo un llamado a las autoridades
ediles, regionales y nacionales para proteger esta joya cultural.
Mangas
podría convertirse en un sorprendente destino turístico por su cercanía
a Cajatambo y al circuito de la Cordillera de Huaylash, así como su
tradición cultural, los restos de imponentes caminos prehispánicos y
yacimientos arqueológicos.
Fuente: La República (Perú)