Clases de robótica o para aprender a programar. Ya lo están haciendo en algunos centros. Pocos, pero son la punta de lanza que acerca a los escolares el mundo 2.0
En su edición de 2014, la londinense Bett,
la feria sobre tecnología educativa más importante del mundo, ha
consagrado a la programación como la gran herramienta del futuro. En
Estados Unidos, la Fundación Code.org,
apoyada entre otros por Bill Gates y Mark Zuckerberg, pretende que los
niños y niñas aprendan código desde edad temprana. No para convertirse
en unos genios de la computación, de la misma manera que el objetivo de
aprender a leer y a escribir no es ganar el Premio Nobel de Literatura,
sino para que pasen de meros consumidores a creadores en la Red.
“Programar implica definir un problema, estructurar información y seguir
una estrategia para resolverlo”, describe sus bondades educativas
Lourdes Barroso, presidenta de Aulablog.
Y si a la programación se le suma la robótica, el ejercicio se traslada
al terreno de lo físico, de lo que se puede manipular y construir.
“Programación, robótica, impresoras 3D, etcétera. Tenemos que ir hacia eso”, zanja Javier Palazón, director de la revista Educación 3.0.
La cuestión es, ¿estamos yendo? Desde la Consejería de Educación de la
Comunidad de Madrid el mensaje es “estamos en ello”. Se organizan cursos
y seminarios formativos. “Estamos desarrollando los nuevos currículos
de las asignaturas de enseñanzas obligatorias que introduce la LOMCE, y
una de las prioridades en las asignaturas de tecnología es, sin duda, la
incorporación y desarrollo de la programación en las aulas”, enfatiza
un portavoz. Mientras tanto, y tirando del hilo, aparecen experiencias
interesantes, como la que ha auspiciado la propia Barroso en su IES,
Laguna de Joatzel, de Getafe: sus alumnos del ciclo formativo de
desarrollo de aplicaciones web imparten una extraescolar de programación
de videojuegos a compañeros de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y
Bachillerato.
Las hermanas Sara y Marta Reina han introducido la robótica educativa en sus clases de Infantil del CEIP Antonio Machado de Collado Villalba. Antonio Ruiz,
maestro del colegio público Miguel de Cervantes de Leganés, utiliza,
para el tercer ciclo de Primaria, y “de forma básica”, el lenguaje de
programación scratch, “que tiene una orientación constructivista”. Scratch es un entorno
de programación infantil ideado por el MIT (Instituto Tecnológico de
Massachusetts) en el que, mediante órdenes muy sencillas, los pequeños
logran que sus dibujos se muevan y progresen en la pantalla del
ordenador, con sonidos incluidos. Quizá sea el programa más conocido,
pero hay más, y robots, a disposición de la educación: Small basic, de
Microsoft, que enseña a programar mediante código simplificado; Arduino
para robots (placas para construir máquinas con sistemas y
programarlas); Lego WeDo, para montar modelos con sensores y un motor.